Esta es mi visión

Durante el período del Quinto Líder El Grupo del volcán unirá fuerzas con el grupo del Sello Maldito.

Y la aldea de la hoja pasará por grandes calamidades y desastres

Pero desanimarse no deben, cuatro pergaminos serán creados

Y cuatro personas, que la aldea jamás hayan pisado, deberán usarlos

En ese instante se creará el mayor vínculo entre Ninja y Pokemon

Un vínculo nunca visto, sólo imaginado por su creador, quien su vida por la aldea ha de dar

Gesto que la hoja no deberá desperdiciar

Pues su destino dependerá de su gente, que la ha de proteger,

Y de los cuatro seres que el destino ha de escoger.


Cap 1: La aldea oculta.

El sol de primavera bañaba cálidamente la ruta hacia Lilycove City. UNa suave brisa mecía los altos pastos que abundan en aquellos rincones de la región de Hoenn. Entre aquellos pastos caminaban tres viajeras con cierto aire de desgano, la chica q lideraba el grupo, de cabello negro, vestida con una camisa oriental color rosa bordado con pequeñas flores cerca del cuello, pantalones pescadores azules, arrastraba sus tenis negros con más desgano que el resto, hasta que para en seco.

-Estamos perdidas.(u.u)

-¿Te acabas de dar cuenta?(-o-)- responde un par de pasos más atrás la segunda, de cabellos ondulados color castaño con reflejos violeta, tez pálida y ojos oscuros como la noche, vestía una falda hasta las rodillas, en conjunto con un peto y zapatos chinos, todo en color negro.-Ya lo veía venir.

-No tuvimos que haber elegido a la encargada del mapa en un juego de Janken(-o-U)- agrega algo decepcionada la tercera, un poco mas alta que las demás, de cabellos violeta tan oscuro que a simple vista se ve de color negro, pero ante los rayos del sol despliega tonos violeta. De tez pálida y ojos azules, vestía un vestido corto estilo oriental sobre unos pantalones largos junto a unos tenis color carmín.

Al terminar el espeso pastizal, las niñas se encuentran con un denso bosque que mostraba un delgadísimo pero claro camino.

-Quizá no estemos tan perdidas(n.nU)- la chica de rosa, de nombre Ashley intentaba animar a sus amigas y a ella misma- Lo más probable es q Lilycove se encuentre atravesando el bosque.

-Más te vale, Ashley(-o-)- responden la chica de negro y la más alta, de nombres Mirimë y Mari respectivamente, con voz y mirada amenazadoras.

Ashley, Mari y Mirimë tenían planeado llegar a Lilycove para la hora de almuerzo, comer allí y comprar provisiones, que ya se les habían acabado. Sin embargo, los relojes y Pokenav de las chicas indicaban que ya había pasado un tiempo de la hora de comer y aún no terminaban de cruzar aquel tupido bosque.

-¿Qué dijiste, Ashley?(-o-)- inquirió Mirimë con una mirada irónica- Llevamos cerca de 3 horas caminando... y quiero ir al Centro Comercial.(ToT)

-Créeme que yo también(T.T)- responde Ashley en tono muy desanimado, seguida por un leve sonido de su estómago- ¡me muero de hambre!

Ashley es entrenadora PKMN y Mirimë es coordinadora, de Ciudad Verde y Ecruteak respectivamente, por su parte, Mari es una criadora pokemon del pueblo de Sootopolis. Las tres caminaban en fila india por el angosto camino.

-Ahora que recuerdo, debo comprar ingredientes para la comida de los... ¿Qué sucede, Ashley?(o.ô)- Mari se percata de que Ashley se detiene de improviso.

-¿Quién anda ahí?(o.o)- Ashley se estaba poniendo pálida al oír el súbito movimiento de unas ramas.

-¿Ése sonido? Debe ser un Pokemon, sigam..

La explicación de Mari fue interrumpida por la aparición de una pequeña sombra ante las narices de Ashley desde los árboles.

-spina... rak...

Hubo un largo silencio mientras los rostros de Ashley y Mirimë se ponían más blancos que un Dewgong.

-spinarak! Spinarak!- repetía una y otra vez el pokemon araña moviendo sus patitas en el aire.

-AAAAHHHHHH!

-Pero si sólo es un Spin... ¡chicas¡¡Espérenme!- Mari corre tras las otras dos chicas que escapaban despavoridas del pequeño pokemon.

-Es horribleee!

-¡Asqueroso!

-¡chicas espérenme o nos vamos a perder!

Sacando fuerzas de quien sabe donde, Ashley y Mirimë siguen en su loca carrera seguidas por Mari. No pararon hasta que vieron una luz entre la oscuridad del bosque, era la salida.

-Por fin... salimos.(u.u)

-Fue... horrible.(u.u)- Ashley y Mirimë recién se habían dado cuenta que habían corrido un largo trecho sin comer un bocado, jadeaban de cansancio.

-Ya era hora de que pararan... uf- Mari acababa de llegar.

-¡Fue horrible!- Mirimë se ponía blanca de sólo recordar la figura del spinarak bajar frente a ellas.

-Si... horripilante (u.u)- agregó Ashley.

-Bueno, bueno, ya pasó (n.nU)- Mari interrumpía los comentarios sobre el episodio- Ahora tenemos un nuevo problema, miren.

Ashley y Mirimë levantan la vista y se percatan que unos metros más adelante se encontraba un gran portón de madera. Por ambos costados de ésta se levantaban grandes muros de piedra, como en una gran fortaleza. Sin embargo, el portón se encontraba abierto.

-¿Qué es eso?(o.o)- Preguntan Ashley y Mirimë al unísono.

-Parece ser la entrada a algún pueblo o aldea...

-No parece ser Lilycove(-o-U)- Mirimë le dirigía a Ashley una mirada amenazante.

-Pero al menos es un lugar donde podríamos comer- Por la sien de Ashley corría una gota de sudor.

-¡Pero yo quiero ir al centro comercial!(T.T)

-Ashley tiene razón, Mirimë, descansemos aquí y luego busquemos el camino correcto hacia Lilycove, espero que puedan ayudarnos...

-Un momento... esto es algo extraño(o.o)- Ashley consultaba el Pokenav-Este lugar no aparece en el mapa...

-¿Qué dices?(o.o)

-Según el mapa no hay ningún pueblo, aldea, o algo que se le parezca entre Fortree y Lilycove... esto me esta dando miedo.

-Y si es un pueblo fantasma?- Mari se cohíbe ante la idea de un pueblo abandonado.

-Pueblo fantasma? Genial!(non)- Por su parte, Mirimë celebraba.

-Y le temes a un spinarak(-o-U)- Mari mira a Mirime de forma irónica.

De improviso, un niño pequeño sale corriendo de las puertas de aquel pueblo misterioso como si estuviera escapando de algo.

-Miren, ahí viene un ni... ay!(o)- El chico había chocado con Mirimë.

-Perdón- responde el niño, que usaba un par de googles en la cabeza, que sigue corriendo.

-Que dem...- Mirimë no alcanza a terminar cuando se oye un grito:

-Konohamaruuu!

Un chico rubio aparece esta vez en la puerta, también corriendo.

-Quizá el nos...

PAF! El chico pasa arrasando sobre Mari que termina en el suelo viendo Staryus

-Perdón... Konohamaruuu!- el chico sigue su carrera.

-Por lo visto este pueblo está bien vivo(n.nU)- Ashley contemplaba al ultimo chico alejarse en el bosque.

-Y se llama Konoha...(o.o)- Mari miraba hacia el cielo tirada aún en el piso.

-Cómo lo sabes?(o.ô)- Mirimë mira asustada a Mari.- Ahora eres vidente?

-No, leí el cartel de allí arriba(-o-)- le responde Mari con aire ofendido por el último comentario mientras apuntaba con el dedo un cartel sobre el portón que decía:

"Aldea Ninja oculta de Konoha"

-Aldea Ninja?(o.o)

-Oculta? Con razón no aparece en el mapa.(xD)

-Latios, estamos tan pero tan perdidas que llegamos a una aldea oculta.(-o-)

-Mari, esa es mi frase(-o-U)-interrumpe Mirimë a Mari con tono de reproche.

-Será mejor que entremos para averiguar algo¿cierto?- Ashley devuelve la conversación a su curso.

-Mmmmm...- Mirimë coloca una expresión pensativa-¿Crees que nos dejen entrar? Es una aldea ninja ¿no?(o.ô)

-Pero por algo está el portón abierto-Corrige Mari mientras se sacudía la ropa.

-No más palabrerías y entremos ya!(non)- Ashley se coloca en una pose con un dedo índice hacia el pueblo.

-Ashley... cada día te pareces más a Ash...(-.-U)-Interrumpen Mari y Mirimë al unísono.

-No me digan eso, por favor... será mejor que entremos(-o-)- Dice Ashley con tono entre apesadumbrado y ofendido mientras camina hacia el gran portón de madera. Al entrar se encuentran con un paisaje que nunca habían visto.

Aquellas casas parecían de tipo muy rustico, simples casas de tejados de madera. Sin embargo, a medida que iban adentrándose en él se percataban de lo grande que era aquella aldea: tiendas, restaurantes, hasta un hospital de varios pisos se alzaba ante ellas, pero sin dejar ese estilo rústico.

-Chicas, miren(o.o)- Mari queda boquiabierta ante una gran estructura.- Parece un estadio...

-Será un estadio pokemon?(non)- Interrumpe Ashley ilusionada.

-Cálmate Ashley, primero pensemos en donde quedarnos y comer (-o-U)- responde de inmediato Mirimë- latios, esto más parece una ciudad... no me extrañaría encontrar algún hotel donde podamos hospedarnos...

En eso las interrumpe algo... un olor, un aroma... las tres chicas al mismo tiempo ponen atención a su alrededor y sus narices comienzan a identificar... era ramen. Las tres se miraban en silencio, sólo había una cosa que decir...

-A COMER!(non)- grita el trío al unísono mientras salen corriendo en la misma dirección.

-Con carne de res!(non)

-Con cerdo!(non)

-Vegetariano!(non)

-Mari, espéranos! (U)

-La ultima en llegar es un huevo pokemon podrido! (xD)

Mari iba a la cabeza, seguida por Mirimë y Ashley. Su carrera hubiera sido perfecta de no ser que en el momento de mirar atrás para ver a sus compañeras, siente algo cerca de su cara seguido de un PUM!... había chocado con alguien.

-Ayyy... perdón, perdón! (u.uU)

-No te preocupes, no me pasó nada...vamos, levántate (n.n)- una voz de chico caballerosamente le ofrece su mano para levantarla del suelo.

-Gracias...(o.o)-Al levantar la vista Mari logra ver en detalle al chico. Su cabello negro lucia un peinado muy extraño, una especie de engominado que lo hacía ver brillante, ojos grandes y redondos muy expresivos, coronados con cejas muy gruesas, la apariencia del chico llama bastante la atención de Mari.

-Nunca te había visto por aquí... (o.ô)

-Si, es que estamos de paso por el lugar...(n.nU)- Mari respondía algo extrañada mientras observaba al joven, vestía un traje verde de cuerpo entero con un pañuelo rojo atado a la cintura, prendido al pañuelo iba una extraña placa de metal. Usaba polainas de un luminoso color naranjo. Tomando en cuenta que había encontrado algo extraña la manera de vestir de la gente de la aldea, este chico era aún más extraño.

-Pasa algo?(o.o)

-No, nada(n.nU)- El asombro de Mari se estaba notando. No se había dado cuenta y sus amigas la habían alcanzado y se daban el lujo de hablar.

-La ultima tiene aliento de Gyarados!(non)

-Oye que tienes contra los Gyarados?(-o-U)

-Esperen!... ya me voy... y disculpa... adiós!(n.n)- Mari empezaba a alejarse del chico de cejas gruesas mientras se despedía.

-Espera!(o.o)- El chico grita con aire embobado- Cómo te llamas?

-Mari... adiós!- Alcanza a responder Mari al darle la espalda antes de volver a emprender la carrera rumbo al puesto de ramen.


En los instantes siguientes, entre tazones de ramen (los 10 de Ashley, los 4 de Mirimë y los 3 de Mari) las chicas se enteran de que Konoha es una de las aldeas ninja más poderosas, ya que no es la única, y que está dirigida por el ninja más fuerte, al que llaman Hokage. Amablemente el dueño del puesto les enseña un gigantesco monumento donde aparecen 4 rostros, pertenecientes a los Hokages que han liderado Konoha, claro, todo esto luego de enterarse de la ubicación de alguna posada. Unos instantes antes de terminar, el chico rubio que "atropelló" a Mari en la entrada de la aldea irrumpe en el pequeño local.

-Lo encontré! Tengo la boleta por un ramen gratis!(non)

-jajaja Pensé que no volverías, siéntate y espera tu plato. (n.n)

Mari queda mirando al chico, llevaba en la frente una placa idéntica a la del otro joven... instantes después se percata que es el mismo chico que la empujó en la entrada. En eso el muchacho le habla.

-Oye, a ti te he visto en algún sitio...(o.ô)

-Claro, me botaste en la entrada de la aldea (-o-)- responde Mari con tono de reproche.

-Jeje.. Discúlpame... es que si me detenía iba a perder mi vale por un ramen gratis... (:p)

-Lo llevaba el otro niño?(-o-)- Interrumpe Mirimë, interpretando el porque aquel pequeño de googles la había botado también

-Si... ese Konohamaru... (-o-U)

-A todo esto, qué es eso que llevas en la frente?... y como te llamas? (o.ô)

-Mi bandana? Jaja! Es lo que me reconoce como un ninja de Konoha... Mi nombre es Naruto Uzumaki, y soy el próximo Hokage! (non)- Responde el chico con aire imponente ante la expresión incrédula de los presentes.