Esta hermosa historia es una traducción de la historia Revenge de TheSiner, muchas gracias por su permiso. Esta historia es slash (chico-chico) y mpreg o sea embarazo de un hombre. Están advertidos.

Venganza

TheSiner

Secuestro

Lucius Malfoy estaba sentado en su sillón de cuero negro favorito en su lugar favorito de la mansión –la librería – saboreando un fino y carísimo vino. Una cosecha de hace diecisiete años. El sabor era casi perfecto, algunos podrían decir - exquisito. Casi. Era la botella correcta, el vino correcto, pero no era la ocasión correcta. Este vino debió seguir intacto por muchos años más, cosa que no sucedió.

Él había comprado esta botella en específico hace diecisiete años. Lucius había estado guardándola para una ocasión especial – para compartirla con su hijo, para celebrar el nacimiento de su primer nieto.

Lucius levanto la mirada. El retrato que había encargado como hace un año había cobrado vida. Draco estaba haciéndole señas desde la pintura sobre la chimenea. Su hijo nunca le daría nietos a Lucius. Nunca se casaría. Nunca se volvería un maestro de pociones. Lucius sabía que ese había sido el sueño secreto de su hijo, en contra de la voluntad de su padre, que había querido una carrera más prestigiosa para su heredero. Lucius había querido que Draco entrara en la política, quizá volverse Ministro.

Draco era encantador, inteligente y talentoso en más de una manera. Él podría ser lo que quisiera.

Pero, no. Draco jamás tendría una carrera, él jamás volvería a hacer las cosas más simples como sonreír o llamar a Lucius 'padre'. Nunca más.

Su hijo yacía arriba en su habitación, en su cama. Él no podía ver, no podía oír. No podía moverse. No podía respirar. ¿Era su hijo ahora? ¿Era su precioso y adorado hijo? Era el cuerpo de Draco. Tenía su rostro, su cabello y su perfecta piel. Sin embargo, la sangre en sus venas se enfriaba con cada segundo que pasaba.

Pronto ya no habría nada más de su hijo. Lo que yacía en su habitación, no era nada más que una cascara. Un cuerpo inmóvil. Un cuerpo tan hermoso, el hijo de su padre…pero ese ya no era Draco… su hijo se había ido. Muerto.

Lucius había cargado el cuerpo muerto de su hijo desde la batalla final. El Señor Oscuro había sido derrotado, pero eso era nada para Lucius Malfoy. A él no le importaba…

De repente Lucius escucho a alguien moverse en la habitación. El rubio mago saco los ojos del retrato de su hijo y vio a un tembloroso elfo domestico frente a él.

-¡A…aa…mo!- tartamudeo la criatura.

-¡Que! ¿No les ordene que no me molestaran?- rugió el hombre, un brillo furioso manchando sus hermosos rasgos aristocráticos.

-Ha…a…y un ma…ma…go a la puerta. ¡Dice que es importante! ¡Es sobre el joven amo!- chillo el elfo.

-¡Vete!- gruño Lucius demasiado enojado para maldecir al elfo. Estaba demasiado cansado para eso y nada de esto era culpa de Droopie.

Lucius marcho hacia la entrada dispuesto a sacar a la fuerza a la persona que se atrevía a interrumpir su dolor… y se quedo pegado al piso. El hombre quedo asombrado de ver a Remus Lupin parado allí y aun mas sorprendido al ver lo que el hombre llevaba en su brazos…

-Lucius, lo encontré entre los arbustos cuando termino la batalla mientras buscaba a Harry. Estaba inconsciente; yaciendo en el piso a unos pocos metros de donde cayó Quien-Tu-Sabes. Lo cubría el cuerpo de Narcissa. Presumo que ella se paro frente a él, salvándolo de la maldición asesina. No estamos seguros de quien mato a tu esposa, Quien-Tu-Sabes o Bellatrix, ambos cuerpos fueron encontrados allí…-

Eso no le importaba a Lucius.

Lupin aparentemente pudo notarlo, así que continuo: -Decidí traer a tu hijo aquí; San Mungo está demasiado lleno. Él luce bien. Solo se golpeo la cabeza y perdió el conocimiento. Estoy seguro que estará bien.-

Lupin tenía en sus brazos a Draco.

-Pásamelo,- dijo Lucius con voz temblorosa. Esto no podía ser cierto… su hijo… su hijo estaba arriba. Muerto. ¡Yaciendo frio e inmóvil en su cama! No, era alguien mas quien estaba arriba. Alguien más… su Draco estaba aquí, cálido y vivo en los brazos de su padre.

-Él estará bien, aun no hemos encontrado a Harry, y sabes que ambos se querían mucho. Así que pensé que Harry querría que velara por tu hijo.-

Lucius frunció el ceño. ¡Si, por supuesto, cariño! Potter era quien había arrastrado a su único hijo, a su heredero a esta guerra, quien lo había matado… casi. Sin decirle una palabra al hombre lobo, Lucius tomo el cuerpo inconsciente de su hijo y lo llevo hacia arriba hasta una de las innumerables habitaciones de huéspedes. No podía llevar a Draco a su propia habitación. Allí estaba el cuerpo… quien quiera que fuese, a Lucius no le importaba. No era su Draco.

Lucius estaba sentado al lado de la cama de su hijo. No quería moverse de allí. Temeroso de que Draco desapareciera si dejaba de mirar su cuerpo o que este se pondría frio como el otro en la habitación de su hijo.

No era necesario lanzarle un enervate a su hijo. El chico estaba bien. Dormir sería bueno para él.

Lucius apoyo la cabeza en su mano, cabello rubio cayendo como una cortina de seda. Así que Narcissa al final había salvado la vida de su hijo... aunque habían peleado en bandos opuestos... en realidad no había esperado que su esposa tuviera instintos maternos, pero por lo que valía, Lucius estaba agradecido.

Él no se había unido a la pelea. Y claro había estado trabajando para el Señor Oscuro. Y también había estado trabajando para el Ministerio. Había hecho lo suficiente para quedar bien con todos. Pero, naturalmente, había apostado por la "luz". Había pensado en todo...

La única cosa que Lucius no había tomado en cuenta había sido la posibilidad de que su hijo se volviera amigo de Potter en séptimo año y desarrollara una obsesión enfermiza con la idea de luchar contra el mal. No había imaginado que su esposa se había encaprichado por el poder y con el Señor Oscuro. Demasiadas Artes Oscuras – esa era su teoría.

Casi había perdido su familia. Casi.

Había estado allí en el final. Lucius había luchado junto a Draco. Su hijo se había rehusado absolutamente a quedarse al margen, así que Lucius no tuvo más opción que estar allí. No había sido capaz de proteger a Draco…

Lucius levanto la cabeza para mirar a su hijo y... No… estaba... estaba viendo cosas... ¡No! los rasgos de Draco estaban cambiando frente a sus ojos. Su cabello se estaba oscureciendo y alargando, su rostro se derretía, cambiando en el de alguien más…

¡No! Esto era un mal sueño. Una pesadilla. ¡Despierta!

¡Por favor, Merlín, déjame despertar!

Lucius se quedo mirando el cuerpo cambiado en absoluto horror. Sólo hace unos minutos el chico frente a él había lucido como su hijo. Ahora el experimentado mago reconocía los efectos de la poción multijugos desvaneciéndose.

Aun no quería creerle a sus ojos.

Aquí estaba Harry Potter en vez de su hijo Draco. El Niño-Que-Vivió. El Héroe.

¡Como se atrevía este mocoso a usurpar el lugar de su precioso hijo!

El funeral de Draco fue un asunto tranquilo. Lucius no quería ver a nadie allí. Se despidió de su hijo. Su niño – la única persona que el aristócrata Slytherin amaba más que su vida. No había sido amado por sus padres, así que no los había amado de vuelta. Con seguridad no había amado a Narcissa. Pero había amado a su hijo querido. A su precioso niño. Draco era inteligente, hermoso, encantador y cariñoso hacia las personas que consideraba dignas.

¿Como su hijo pudo darle su afecto a Potter? el chico era pequeño y desgarbado e incluso no parecía un chico con sus rasgos menudos, casi femeninos y su cara en forma de corazón y el pelo bastante largo. Potter era un estudiante mediocre y corría el rumor de que el chico estaba loco. ¡Por Salazar!

Pero el mocoso estaba vivo. Y su Draco estaba muerto. Lucius había considerado enterrar al Chico Dorado del mundo mágico en la misma tumba, junto a su hijo. Habría sido una venganza apropiada.

Lucius Malfoy regreso a su hogar. No hogar. Una casa. Una casa vacía. Tan fría…

Necesitaba tomar una decisión. Tenía a un inconsciente Harry Potter arriba.

Apenas entro a la biblioteca apareció un elfo: -¡Amo! ¡Amo! ¡El joven amo está despertando!-

Una punzada de esperanza atravesó el corazón de Lucius… y luego recordó que no era a su hijo a quien el elfo llamaba 'joven amo', ya no.

Lucius se apareció arriba. No tenía idea de lo que iba a hacer. Harry Potter, a quien culpaba por la muerte de su hijo estaba a su merced. ¿Debería matar a Potter? ¿Torturarlo? ¿Por qué no? No le importaba ir a Azkaban o recibir el Beso. Nadie lo extrañaría. Ya no le quedaba nada. Sin embargo, quizás podía pensar en algo más sofisticado… la muerte era demasiado fácil.

Lucius abrió la puerta y entro a la habitación.

Harry Potter estaba sentado al medio de la gran cama con dosel. Dos grandes y brillantes ojos verdes miraban a Lucius por debajo de la desordenada melena de cabello ébano. Potter era todo un placer para los ojos. Lucius se pregunto si su hijo se había estado acostando con el mocoso. No tenía ilusiones sobre las preferencias o inocencia de su hijo. Draco se habría acostado con cualquier cosa que se moviera y fuera lo suficientemente hermosa. Quizás eso corría en la familia.

La expresión del chico era de pura confusión.

Lucius caminó mas hasta quedar parado al pie de la cama.

-Hola…- Potter comenzó con timidez. Cuando Lucius se quedo en silencio con su expresión en blanco, el chico al parecer se puso impaciente.

-Lo siento… pero… ¿quién es usted?-

Eso era algo que Lucius no había esperado, pero algo con lo que podía trabajar. Un plan ya se estaba formando en su mente.