Drabble que participa en la página de facebook "Shingeki No Kyojin Yaoi 2.0".
Palabras: 399.
Dedicado a: Faby Kaban, la única que me ha escrito Mikeris para mantener mi alma caliente y viva (?)
Tradición Inútil
Aquel día, la población honraba a sus muertos visitando sus tumbas o velando sus cenizas, pero los soldados de la Legión no tenían ninguna de esas opciones. Los cuerpos de los caídos en batalla rara vez podían recuperarse. Y los que sí eran recobrados, resultaban incinerados y esparcidos por el viento.
Eso originó que la Legión de Reconocimiento desarrollase una forma única de recordar a sus muertos. Se formaban frente al escenario en que enrolaban reclutas, sin distinción de rango. Allí, realizando el saludo militar, quien así lo quería vociferaba frente a la silenciosa audiencia el nombre de sus amigos, amantes y compañeros devorados por los titanes.
—"Día de los muertos", qué estupidez —masculló Levi a su lado.
Mike lo miró mientras Eren expresaba su lista, a medio camino entre la determinación y el llanto: Thomas, Marco, Franz…, para luego nombrar al escuadrón de Levi evitando a propósito hacer contacto visual con él.
—Es una tradición inútil —calificó Levi.
—Es la forma de decir "no los hemos olvidado".
—También es la forma de decir "sacrifíquense tranquilos, alguien los nombrará algún día".
Mike inspiró fuerte. Lo entendía: los muertos ya no oían, ¿este ritual era realmente para ellos? ¿O se trataba de una forma de darles consuelo ante sus propias muertes?
—Pensar así nunca te traerá paz —expresó con preocupación, pues lo sabía íntimamente torturado por el resultado de sus decisiones. Habían iniciado una relación y aunque ninguno daba muestras públicas de afecto, se conocían lo suficiente.
—¿Es así?
La pregunta desinteresada le hizo soltar todo el aire por la nariz.
—Recuerda a tus muertos, libérate por una vez.
—La muerte es el fin. Hacer esto es inútil.
—Hay una razón por la que la tradición de honrarlos es tan antigua como la humanidad.
—Debe ser porque los humanos nunca han dejado de ser idiotas.
Levi dio un paso adelante al terminar de hablar y Mike vio con impresión que se dirigía al escenario, donde nombró uno a uno y sin inflexiones de la voz, los nombres que arrastraba con él:
—Isabel, Farlan, Petra, Aureo, Erd, Gunter…
Levi nunca lo había hecho antes. Cuando bajó del escenario, Mike lo interceptó y pudo ver directamente lo que ardía en el fondo de sus ojos: dolor, puro y salvaje.
—Eres un idiota más —acusó, y ante la mirada atónita de los presentes, abrazó a Levi, sin obtener ninguna resistencia de su parte.
