Fic realizado por un desafío de Ahiru-san para el foro Proyecto 1-8.

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Barrabasadas

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Daisuke creó el grupo «Quedadas de machos»

Ken fue añadido

Takeru fue añadido

Ken: «¿Qué es esto?»

Iori fue añadido

Miyako fue añadido

Koushiro fue añadido

Iori: «¿otro grupo?»

Miyako: «¿te parezco un macho?»

Daisuke: «El caso es quejarse… A ver, ¿quién se apunta a salir esta noche? Presiento que va a ser mi gran noche».

Ken está escribiendo

Takeru: «Lo siento, tengo planes ya».

Ken está escribiendo

Daisuke ha cambiado la foto de grupo

Miyako: «¡a ver cuándo pones una foto de un tío bueno! Y que sepas que esa chica no las tiene naturales… Se nota que has palpado poco».

Ken está escribiendo

Daisuke: «Mándame una foto de las tuyas y la pongo».

Miyako: «JA JA JA MUY GRACIOSO. CÓMO NOS HEMOS REÍDO».

Miyako ha dejado el grupo

Koushiro: «…»

Daisuke: «Ya estamos…»

Iori: «Precisamente por estas cosas no ligas, Daisuke».

Daisuke: «¿Cómo que no ligo? No soy yo el que recurre a webs de citas…»

Koushiro ha dejado el grupo

Daisuke: «¿Pero qué pasa?»

Takeru: «Su ciber amiga resultó ser un hombre cincuentón».

Daisuke: «LOL».

Iori: «O.O. Vuestras vidas parecen complicadas…»

Ken está escribiendo

Takeru: «Nuevas noticias: cancelé mis planes».

Daisuke: «¡Tienes que salir!»

Takeru: «Nah, acabo de quedar conmigo mismo».

Ken está escribiendo

Daisuke: «Estás involucionando de hipster a emo, Takeru».

Takeru: «Sí, aprovecharé para llorar».

Ken está escribiendo

Daisuke: «¿Se puede saber qué escribes, Ken?»

Ken: «NO».

Ken: «XD».

Daisuke: «¿Pero sales o no sales?»

Ken: «No».

Daisuke: «¡Pero eres mi caña! Te necesito… en serio».

Takeru: Técnicamente, caña es quien te enlaza a tu ligue, no quien liga.

Ken: «Eso. Además, ahora trabajo de noche. Lo siento, (no)».

Ken ha dejado el grupo

Daisuke ha cambiado el nombre del grupo a «Los mosqueteros»

Daisuke ha cambiado el nombre del grupo a «Los mosqueperros»

Daisuke ha cambiado el nombre del grupo a «Los másqueperros»

Daisuke ha cambiado la foto de grupo

Iori ha dejado el grupo

Takeru: «estás mal, ¿eh?, pero muy mal».

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La gran noche de Daisuke resultó ser como todas las demás. Se despertó malhumorado, con la sensación de portar un peso adicional sobre su cabeza y el cabello grasiento. Bostezó y se sentó frente al ordenador, sin desayunar nada. Dio un trago a un refresco que llevaba varios días abierto y trató de eructar, sin éxito. Descansó la cabeza en su brazo mientras el ordenador se actualizaba y se quedó dormido otra vez, durante unos breves, pero intensos, minutos.

«Cómo conseguir ligar con chicas» escribió en el buscador de Internet que tan íntimamente, a su pesar, lo conocía.

Clicó en uno de los primeros enlaces que apareció, cuyo título tenía todo lo que un chico como Daisuke necesitaba:

«LIGAR CON MUJERES: LA GUÍA DEFINITIVA»

La página aseguraba que, para conocer a una mujer, la última cosa que tenías que hacer era preguntar a otra mujer. Según el texto, la clave para conquistar mujeres estaba en conocer sus necesidades y convencerlas de que tú eres esa respuesta que busca, que ha buscado siempre. Porque, claro está, todas las mujeres querían lo mismo.

Pero, para conocer realmente a las mujeres, tenía que pagar por el libro que lo sabía todo.

Daisuke no sabía qué hacer. Podía pagar el importe, pero le daba un poco de pereza pensar en leer tantas páginas. Además, ¿y si no funcionaba? ¡Seguro que se sentiría imbécil si era un timo! Cerró la página. Apareció un mensaje «¿estás seguro de que quieres renunciar a las miles de mujeres atractivas que estarán a tu alcance tras seguir los consejos de la guía DEFINITIVA para ligar con mujeres?».

—Oh… mierda. ¿Por qué las mujeres tienen que ser tan atractivas y complicadas? —se preguntó, indeciso de nuevo—. ¿Y si esto de verdad funciona? ¿Y si…? Pero… no, seguro que es un timo.

Daisuke escribió en el chat de grupo, en el que solo quedaba Takeru, que otra vez se llamaba «Quedadas de machos».

Daisuke: «¿Crees que comprar una guía para aprender a ligar sea buena idea?»

Takeru: «Creo que un psicólogo sería buena idea».

Daisuke: «¡BAH! Los psicólogos son un timo»

Le dio la vuelta a su teléfono y leyó por encima los testimonios del libro.

«Gracias a la guía DEFINITIVA encontré a una bella y buena mujer, que encima gana más dinero que yo».

—¡Está decidido! —exclamó Daisuke—. Será una buena inversión.

Riéndose como endemoniado, imaginando que hasta conquistaría a las novias de sus amigos, estaba a punto de dar los datos de su tarjeta de crédito cuando en otra ventana apareció la imagen de una chica de grandes cualidades junto el siguiente mensaje:

«Encuentra CHICAS ATRACTIVAS en tu zona. Hay MILLONES de CHICAS esperándote».

Daisuke, embelesado con el gusto que la chica de la imagen mostraba para combinar sostén y minifalda, clicó en el anuncio, que lo enlazó a una red social para encontrar pareja. La barrera que nunca creyó atravesar.

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Takeru ha cambiado el nombre del grupo a «Una principesa para Daisuke»

Miyako: Lo siento, Daisuke, seré virgen, pero no hago milagros.

Daisuke: Ese sí que es un buen chiste. Tú virgen y yo premio nobel.

Miyako está escribiendo

Daisuke: Ok, ya sé, ya, que ahora te irás del grupo otra vez…

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—Una chica algo alocada, graciosa, divertida, menor de 25 años y que le guste el sexo, ¿inteligente? Bueno, como quiera. ¿Aficciones? No están de más. Sí, esto es exactamente lo que busco.

Daisuke terminó de completar el test de la página web y, tras revisar por encima sus respuestas, lo envió.

En pocos segundos conocería al amor de su vida.

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Miyako: Nah, te perdonaré porque nada me resulta más ridículo que una web de citas te haya encontrado alta compatibilidad con Jun. Muero…

Miyako ha cambiado el nombre del grupo a «Daisukadas».

Daisuke: «Te dije que no lo contaras».

Koushiro: «No es algo tan estrambótico. Existe algo llamado atracción genética, ¿sabéis?»

Daisuke: «Es decir, una excusa para tirarte a tu hermana. Aghh pero mi hermana es fea».

Iori: «No es fea. Deberías respetar más a tu hermana».

Takeru: «Es normal».

Ken: «Sí».

Daisuke: «Ahora resulta que todos quieren tirarse a mi hermana… ¡pues sabed que tiene más compatibilidad conmigo!»

Miyako: «¡Oh, GOD! Desactivo esto, me superáis».

Daisuke ha cambiado el nombre del grupo a «Quedadas de machos»

Daisuke: «¡Y dejad ese nombre!»

Takeru ha cambiado el nombre a «Personas que quieren mancillar a tu hermana»

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La puerta de la habitación de Daisuke se abrió y, con ello, sus secretos más oscuros se desvelaron.

—¿«Cómo no morir solo»? —leyó Jun—. Estás muy mal, ¿eh? Creo que necesitas una novia.

—¿De verdad? No lo había notado.

—Ay… sin duda tienes el gen Motomiya —dijo apoyándose sobre la mesa y cruzando las piernas—. Se trata de una alteración cromosómica muy útil a la hora de ser fiel a una pareja, pero que incapacita totalmente a la hora de ligar.

—Pero, ¿de qué estás hablando? —preguntó Daisuke, ansioso—. ¡Menuda tontería!

—Creéme, pregúntale a papá. Es real. A mí me saltó, claramente —dijo sacudiéndose el pelo—, pero debo poder transmitirlo a la siguiente generación, porque de otro modo ligaría muchísimo más, está claro. Hay un modo de balancearlo: busca a un amigo que tenga el gen opuesto. Estando juntos, vuestras feromonas se equilibrarán y podrás ligar al fin.

Daisuke meditó esas palabras mientras Jun se arreglaba las medias.

—Jun… eso es… ¡lo más inteligente que has dicho nunca! ¡No mentías en tu perfil!

—¿Qué?

—Ehm… nada.

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Taichi comenzó a reír tras colgar el teléfono.

—Me ha dicho que soy su macho ALFA. Su líder. Su modelo a seguir en la vida. Este Daisuke… Parecía desesperado.

—Lo está —confirmó Hikari—. Takeru me cuenta cada cosa…

—Ay, ya crecerá.

—Hermano, ya tiene 21 años. En fin, es un caso perdido.

Taichi se toqueteó el mentón.

—Claro que… sería un reto enderezarle. ¿No crees? Convertirle en un hombre deseable.

—Taichi… no seas absurdo. Te vas a casar, no tienes tiempo para pensar en retos adolescentes. Además, es imposible. Estamos hablando de Daisuke, recuerda.

—¿Tan feo es?

—No es feo. Es… Daisuke. —Hikari se detuvo frente un escaparate—. Pienso que te quedaría genial esta corbata, ¿qué te parece?

Taichi asintió.

—Creo que le ayudaré. Me necesita.

Hikari puso los ojos en blanco.

—No sigas, por favor.

—Hikari, sabes que no puedo decir que no a un desafío. Mis días de macho ALFA han terminado, sí, por decisión propia, pero aquí dentro hay mucho conocimiento, mucha estrategia, habilidad… y, sobre todo, mucho arte y sabiduría. Y no quiero que mueran con mi matrimonio.

Hikari se tapó la cara con las dos manos y miró al suelo.

Taichi comenzó a idear el plan definitivo.

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En fin, espero continuar con este despropósito pronto.