»Adiós mi Amor«

Serie: Beyblade

Categoría: Yaoi, Lemmon. Drama.

Pareja: Kai x Yuriy x Bryan

Disclaimers: Ya lo he dicho muchas veces, Beyblade no es mío tan solo utilizo sus personajes para entretenerme escribiendo y para entretener al público tan amable que lee mis locuras.

Summary: Muchas veces la ausencia llega a afectar, una pareja sin dos no puede durar. Pero siempre existe una opción más... ¿Cierto?

Dedicatoria: Quiero dedicarle a GabZ ya que ella me pidió la historia, realmente no se si haya complacido lo que esperabas, aunque serán solo dos capítulos, en un par de días pondré el siguiente. Y a NekoT que espero le guste también mi preciosa Twin!! o me dices que te pareció. Espero sea del agrado de todos.

Notas: Creo que el formato de escritura está entendible, no creo que deba especificar alguna cosa. Disfruten del capítulo y gracias por leer.

.Preciosos Recuerdos.

·!··!· !··!· !··!· »»»»»» ·!··!· !··!· !··!· »»»»»» ·!··!· !··!· !··!·

Mis pasos nuevamente me habían llevado al lugar donde solíamos venir con frecuencia, una vez más me vi ahí, en ese parque tan alejado de lo que ahora es nuestro 'hogar'. Mi vista baja, mis hombros caídos, las manos en mis bolsillos así como mi melancólico andar, demuestran los sentimientos que ahora surcan mi mente. Confusión, tristeza, decepción, melancolía, desasosiego, dolor, desamparo, incluso siento pena por mí mismo al encontrarme en este estado tan deplorable. ¿Pero que puedo hacer? Estúpidamente he cometido uno de los peores errores en la vida. Enamorarme. Lo que para algunos es el mejor sentimiento del mundo, para mi se ha convertido en la peor pesadilla.

Llevamos tiempo viviendo juntos, nuestra relación había comenzado hasta cierto punto de una extraña manera... tan espontáneamente, todo fue repentino que ni cuenta me di cuando ya estaba estúpidamente comportándome como un loco enamorado.

»Porque siempre tiene que ser así Kai¿Por qué?« pensé para mí mismo siguiendo aún con mi lento andar. Recuerdo el momento en el que te conocí.

·!· !··!· !··!· Flash Back ·!··!· !··!· !··!·

Originalmente nací en Rusia y ahí viví la mayor parte de mi vida, únicamente salí un año debido a viajes de negocios que mis padres tenían y en los cuales decidieron inmiscuirme. Extraño pero así fue. Anduve todo un año viajando de aquí a allá, una vez que volví a pisar mi querido país natal, me inscribieron en un colegio, en todo aquel año me mantuve al tanto estudiando con profesores particulares por lo que me dieron un certificado para no perder el ciclo.

Caminaba tras el profesor que me llevaría en ese mismo momento a mi aula de clases, a la cual él impartía una materia. Mi vista vagaba por todo el lugar, queriendo conocerlo o al menos adaptarme rápidamente a este, mi mente distraída al igual que mi vista cuando de pronto escuché la voz del profesor llamando mi atención súbitamente.

––Adelante joven Ivanov. – indicó mi docente. Asentí y pasé, me presenté como era debido ante todos para después tomar mis clases normales. Entre clases nos daban un breve receso de diez minutos para estirar al menos las piernas, salí a la cafetería para poder comprarme aunque fuera un agua, mi boca estaba seca, en cuanto entré en el lugar, sentí la mirada de varias personas sobre mí. Ignorando la molesta sensación que me causó seguí mi andar y compré lo que había pensado. Al volver mi profesor estaba dentro ya, pedí permiso para entrar pero me fue negado, así que me retiré al gran patio que tenía aquella institución.

Aburrido y cansado ya me encontraba, así que realmente este fue un buen pretexto, me recosté sobre el verde césped, bajo la sombra de un enorme árbol, mis brazos bajo mi cabeza sustituyendo una almohada. Cerré mis ojos sintiendo el viento acariciar todo mi cuerpo, meciendo mi cabello al compás de su danza. Todo era tranquilidad, pero como siempre hay un pelo en la sopa, escuché un ruido en el árbol, pensé que era alguna ardilla u otro animal, y realmente no estaba tan lejos de la verdad.

––¿Qué haces ahí¿Acaso no evolucionaste lo suficiente para dejar esas viejas costumbres? – pregunté viendo la silueta de una persona descansando sobre lo largo de una gruesa rama.

––Ja! Muy gracioso chiquillo – contestó una masculina voz, aquella voz era grave, pero hermosa, perfectamente modulada. Aunque su despectiva forma de llamarme 'chiquillo' no fue de mi agrado. –Aunque tampoco veo que me pueda criticar una persona que llega y se tira como si nada en el suelo. Como perrito buscando sombra. – contestó con cierto tono cínico plasmando aquella respuesta. Entrecerré mis ojos al tiempo que fruncía el seño con molestia, luego me senté, dejé un poco atrás mis brazos, recargando mi cuerpo en ellos.

Mantuve mi vista en lo alto sobre aquella figura que aún no tenía forma definida, pues no lograba divisarlo por completo, el sol reflejado en mis ojos no me permitía una buena visión. Era extraño que en Rusia se pudiera ver el sol, pero era un verano como muy pocos en ese lugar, mejor para mí, ya me desacostumbré al frío tan intenso. Salí de mi sorpresa al sentir como saltaba quedando junto a mí.

––¿No se supone que deberías estar en clase? – me pregunta tranquilamente manteniendo su mirada fija sobre mis ojos, pareciera buscar algo en ellos.

––¿Acaso eres profesor o porque no te veo en clase a ti? – cuestioné ignorando su persistente mirada al igual que su anterior pregunta. Observé atentamente como se sentaba a mi lado, entonces pude verlo por completo, su rostro era pálido, sus ojos tan rojos como el fuego parecían brillar en lo blanco de su piel, se notaba que era de mi edad, no puede ser un profesor. Pensé en aquel momento. Realmente se veía hermoso, tirado a mi lado como antes lo estuve, su camisa salía descuidadamente de su pantalón, las mangas dobladas hasta arriba sin cuidado alguno, observé su rostro con calma, notando después en su oído un pequeño arete en forma de rubí. Parecía ser algo rebelde. ¿Acaso no era un colegio caro donde no podían hacer eso?

––¿Qué tanto me miras? – cuestionó manteniendo aún sus ojos cerrados, no pensé que lo hubiera notado al verlo tan apaciblemente recostado parecía no notar nada ni nadie a su alrededor. Por lo visto lo subestimé.

––Notaba que traías aretes. ¿Te crees niña o que? – le pregunté pues tenía entendido que si traías un arete de ese lado te declarabas gay automáticamente. Aunque solo eran cosas inventadas por la gente, quizás me equivoco.

––No exactamente. – fue su seca respuesta, luego lo vi poniéndose de pie, sacudió fugazmente su uniforme y siguió caminando hacía los edificios donde estaban ubicados los salones.

––¿Cómo te llamas chico? – pregunté curiosamente, la verdad me gustó, me agrada esa apariencia descuidada, pero tan elegante a la vez, esos ojos de fuego que te miran de forma tan fría, su semblante rudo, pero pasible comportamiento. Tan déspota y superior a la vez. ¿Cómo puede ser tan perfectamente hermoso? Sin duda me ha encantado, ya hacía mucho tiempo que alguien no me gustaba de este modo. Sin poder evitarlo, una sonrisa aparece en mi rostro.

––Kai Hiwatari. ¿Cuál es tu nombre? – devolvió aquella pregunta.

––Yuriy Ivanov. – contesté, sin decir palabra alguna dio vuelta comenzando a caminar al tiempo que levantaba su mano en forma de saludo. Realmente parece un chico de pocas palabras.

Pasó completamente el día sin volver a verlo una sola vez. Y así pasaron varios días más y ninguna señal de aquel hermoso chico, caminaba por toda la escuela, la cual es realmente grande, pero ni de esa manera podía encontrarlo. Cuando cansado de buscar me encontraba fui a la cafetería comí un poco y volví al lugar donde lo había conocido hacía ya una semana. Una larga semana de aburridas y tediosas clases.

––¿De nuevo buscando sombra como los perros? – preguntó aquella voz sobre la rama del árbol, aún no me recostaba por lo que volteé con una sonrisa plasmada en mi rostro.

––¿Aún sin evolucionar del todo? – contesté con otra pregunta, pude ver claramente como sonrió de forma alegre. De nueva cuenta bajó de un salto, realmente se subía a una rama con buena altura, lo cual parecía no importarle. –Parece ser que aquí te pasas tus ratos libres. – comenté intentando saber al menos un poco sobre él.

––Mmm, tengo vida ¿sabes? – su comentario parecía ser siempre tan monosilábico. –Te dejo para que descanses. – habló para emprender nuevamente el camino, pero antes de hacerlo...

––Comienzo a sentir que huyes de mí. – dije sin pensarlo mucho, aunque era la segunda ocasión que lo miraba, deseaba únicamente estar a su lado. –¿Acaso te causo temor? – pregunté

Observé como devolvía sus pasos hasta quedar frente a mí, bastante pegado eh de decir, lo cual realmente no me molestó, por el contrario me agradó mucho. Se mantuvo unos segundos mirándome directamente a los ojos, yo le devolví esa intensa mirada. Sus labios se entreabrieron susurrando. ––Ja! No lo creo. No tienes tanta suerte – luego pude sentir su rostro tan junto al mío y una de sus manos tomarme de la cintura que sentí mis piernas temblar por un momento, llegué a pensar que me besaría, pero no pasó, solo se acercó hasta mi oído donde murmuró. – Me gustas. –

Aquello me había dejado estupefacto, jamás esperé que fuera tan directo, ni siquiera pude articular una sola palabra. Abrí mis ojos y mis labios pero de ellos nada salió, ni siquiera un sonido que asemejara a una palabra, nada de nada. Lo único que hice fue mirar como giraba su cuerpo y comenzaba a caminar en dirección contraria a mi, seguramente iba a su salón, las clases aún no terminaban ese día. Pero esa era mi oportunidad, realmente lo era, pero mis piernas no se movían, no supe ni porque el contacto con su piel, que su mano me acercara de esa manera a su cuerpo me había puesto tan nervioso como lo estaba ahora.

Desde que tengo memoria no recordaba haberme puesto tan mal por algo...

·!· !··!· !··!· End Flash Back ·!··!· !··!· !··!·

––Yuriy... – aquella voz tan conocida para mí grita mi nombre, devolviéndome rudamente a la realidad. Giro mi vista solo para verlo corriendo hacia mi.

––Bryan. ¿Qué haces aquí?– exclamé manteniéndome parado en el mismo lugar, esperando a que me diera alcance.

––¿Acaso te volviste sordo o que te pasa? – pregunta angustiado mientras llega un poco agitado, quizás llevaba rato gritando pero no lo había notado. – ¿Pelearon de nuevo? – su pregunta me trae rudamente los recuerdos de nuestra última pelea.

––No exactamente. – mentí, se que Bryan es amigo de toda la vida de Kai, y aunque llevo mucho menos tiempo de conocerlo que él, realmente se que puedo confiar en él sin temor a que le cuente algo a Kai. Es un buen amigo. Pero tampoco quiero agobiarlo con problemas que realmente no son suyos. Sino de Kai y míos.

––No tienes por que mentir Yuriy, en este tiempo que llevo de conocerte, realmente he llegado a conocerte bastante...– comenta mientras intenta sonreír. – Pero si no deseas contármelo mejor hagamos otra cosa. ¿Qué te parece si te invito a comer algo? Muero de hambre. – dice mientras soba con su mano derecha su estómago al mismo tiempo que mantiene su otra mano en la nuca.

Sin quererlo una sonrisita salió de mis labios, definitivamente Bryan siempre había sido tan ocurrente. – Claro ¿Por qué no? – contesté mientras comenzábamos a caminar nuevamente.

Llegamos a un local donde vendían comida realmente muy rica, solíamos ir los tres juntos cuando Kai y yo comenzamos a andar.

·!· !··!· !··!· Flash Back ·!··!· !··!· !··!·

Después de aquel incidente, no pude dejar de pensar en él, solo podía pensar en lo que me había dicho, pero no lo encontraba, ese mismo día lo busqué una vez que me repuse de mi impresión, pero no lo encontré, los siguientes días anduve caminando por toda la escuela, realmente me sentía como un estúpido, ni siquiera sabía nada del chico pero me había gustado.

Derrotado me senté en una mesa de la cafetería, habían pasado un par de días después de aquel incidente y aunque lo busqué en el árbol y en toda la maldita escuela no podía dar con él. Ya cansado me senté a beber un jugo, ya había terminado de comer, ahora me dedicaba a pensar en él. Mi mente vagaba lejos de mi cuerpo, mi vista fija en la nada, perdido completamente de este mundo me encontraba...

––¿Acaso no tienes clases nunca? – escuché aquella voz tan perfecta para mis oídos. Sonreí claramente con cinismo mientras ponía atención a sus movimientos, solo lo vi sentarse frente a mí.

––Pues a ti no te veo muy estudioso que digamos.– dije aún con la estúpida sonrisa plasmada en mi rostro. Estaba contento de verlo, pero que demonios¿Por que siempre aparecía como fantasma cuando se le daba la gana? –Pareces un fantasma, te apareces y desapareces cuando mejor te parece. ¿Cierto? – dije lo que en ese momento pensaba.

––Mmm digamos que si. – contestó.

––Sobre lo que me dijiste la última vez que te vi... – cuando tomaba el valor para decirle que él también me gustaba, o al menos retomar el tema para saber que sucedía. Escuché como le gritaban, interrumpiendo de ese modo cualquier cosa que fuera a decirle.

––Kai. – aquella persona le gritaba haciéndole señas para que fuera a su mesa, junto a otros chicos, él únicamente volteó e hizo otra seña indicando que no iría. Pero entonces el chico se levantó y se acercó, parándose tras Kai, tomándolo por los hombros al tiempo que le murmuraba algo al oído, señal de pésima educación, secretearse frente a las personas no es muy educado que digamos.

––No iré, no me interesa para nada ya. – habló seriamente, de la única forma que lo había escuchado hasta ahora.

––No me presentas a tu amigo ¿Kai? – preguntó el chico al ver el poco interés de este en lo que le había comentado al oído. Al ver el total silencio de Kai, el chico me extendió la mano amablemente mientras me sonreía. – Soy Bryan Kuznetzov. Pareja de Kai. – comentó con una gran sonrisa mientras estrechaba mi mano. Mis ojos se abrieron en sorpresa y no pude ni mencionar mi nombre, volteé con Kai, solo cerró sus ojos y se cruzó de brazos. – Ohhh perdón ¿No sabías que es gay? – preguntó nuevamente, mis labios se entreabrían queriendo decir algo coherente pero nada, ni un ruido salía de ellos, realmente me sentí igual de estúpido que cuando escuché a Kai diciendo que le gustaba.

Cuando al fin logré articular palabra, sonreí, o al menos eso intenté. – Yuriy Ivanov, y no, no me había dicho, solo lo he visto un par de ocasiones y parece ser muy callado. – articulé toda una oración al menos coherente, eso me alegraba. Sonreí para ellos y agregué. – Me dio mucho gusto conocerte, ahora debo irme a clases... Si me permiten. – dije mientras me ponía de pie llevando la charola donde había comido entre mis manos. Ellos aún permanecieron hablando quien sabe que cosas, no logré escuchar nada, pero Kai parecía un tanto molesto. ¿Acaso será porque le arruinó el juego que tenía para mí? Ja! Y pensar que le creí. Lo que no puedo negar es lo hermoso que es, y a mi si me gusta realmente. Es una lástima.

Mis pasos me guiaron nuevamente a mi aula, solo faltaba una clase para irme. Después de una larga sesión de una hora aprendiendo matemáticas me disponía a salir de la escuela, solo tenía en mente al chico que había llegado, no me parecía que hicieran una buena pareja si soy sincero, creo que ambos son, no lo sé, pero no creo que se vean bien juntos. Ja! Y eso a mí que me importa.

––Yuriy. – escucho una voz que grita mi nombre cuando voy pasando por el estacionamiento, busco alrededor hasta que doy con el dueño de aquella voz. Me mantuve de pie observando como caminaba hasta mí, era aquel chico que recién conocí el día de hoy.

––¿Qué deseas? – pregunté ácidamente.

––Solo quiero aclararte algo... – entrecerré mis ojos, no entendía de que hablaba pero estaba dispuesto a escucharlo y al no moverme creo que lo entendió. – Kai y yo estamos juntos desde que éramos unos bebes prácticamente, y de buenas a primeras no me lo vas a venir a quitar. – habló seriamente, me molesté por su insistencia. Pero que tipo más inseguro es que solo por verme platicando con Kai ya me está diciendo todo esto, a menos que él le haya confesado lo que me dijo. ¿Será cierto lo que me dijo por eso se siente inseguro?

––No veo porque me digas todo eso a mí... – hablé mientras miraba profundamente sus ojos, quizás con un poco de molestia, bueno, está bien con bastante molestia.

––¿Te gusta Kai? – su pregunta me desconcertó, no sabía si decirle que sí, o negarlo.

––Si. – aquella confesión salió sin que yo lo hubiera ni pensado. En su rostro apareció una gran sonrisa, parecía alegre. ¿Pero que le pasa a este tipo? – ¿Qué es lo que te parece tan gracioso? No recuerdo haber contado ningún chiste. – estaba enojado por su comportamiento, y a través de mis palabras y el tono con el que hablé se lo hice saber.

––Mira chico...

––Te dije que me llamo Yuriy... – le corté

––Bueno Yuriy, no te enojes así conmigo, solo quiero que te pongas en mi lugar...

––¿En el lugar de un novio celoso e inseguro? No gracias... – volví a interrumpir, escuchando de inmediato una sonora carcajada por parte del chico, me tomó del hombro y comenzó a caminar directo a su vehículo al parecer...

––No, no, no... – negaba rudamente con la cabeza mientras seguía con la gran sonrisa plasmada en su rostro. –Verás, seré honesto contigo¿Qué amigo no quiere lo mejor para su mejor amigo, casi hermano? – sus palabras me dejaron confundido.

––No te entiendo. – declaré aun siendo guiado por él.

–––Ok deja te explico bien. Kai y yo no somos pareja, y tampoco me gustaría que lo fuéramos que horror. – expresó haciendo cara de miedo. No pude más que soltar una carcajada por lo que el chico decía.

––¿Me estás diciendo la verdad?

––¿Acaso te he mentido antes? – preguntó sarcásticamente, recibiendo una mirada de reproche por mi parte, solo sonrió.

––Realmente no entiendo que está sucediendo, ni tampoco por que me dices todo esto... – dije soltándome con calma de su 'abrazo'.

––¿Quieres ver algo realmente gracioso? – arrugo mi frente en señal de molestia pues me ha ignorado, además no le entiendo a que se refiere. De pronto cambia su mirada, me observa profundamente mientras se acerca hasta quedar completamente pegados, ni siquiera se porque no me muevo, lo veo como comienza a acariciar mi rostro con el dorso de su mano, está tan cerca de mi rostro que poco nos falta para darnos un beso, levanté una mano para empujarlo pero el la tomó entre la suya y la subió a la altura de sus labios para besarla, abrí mis ojos debo admitir que muy sorprendido en ese momento, pero que rayos le pasaba a este chico, pero antes de reclamar cualquier cosa escuche un murmullo. – Si pudieras ver el rostro de Kai ahora mismo te estarías divirtiendo tanto como yo... – inmediatamente voltee a un lado, a unos pasos se encontraba Kai mirándonos.

Sus ojos parecían brillar con más intensidad de la normal, se veían como el mismo fuego, alejé a Bryan inmediatamente, aunque tampoco fui brusco, solo lo aparté de manera tranquila, y me acerqué a Kai, él únicamente se dio la vuelta y comenzó a caminar entre los carros del estacionamiento.

––Espera Kai... quiero hablar contigo. – pedí, o mejor dicho exigí. Se detuvo y volteó mirándome fijamente como esperando que hablara. – ¿Por qué no me aclaraste que él no es tu pareja? – pregunté con cierta molestia, cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo. ¿Qué clase de derecho tenía yo para reclamarle algo así? Si solo llevaba un par de veces que lo miraba... ¡Maldición!

––¿Y puedo saber porque te debo explicaciones a ti? – preguntó mirándome fijamente, parecía querer leer dentro de mi mente.

––Olvídalo, no pensé lo que dije. – fue mi única respuesta.

––No te dije nada porque no lo creí necesario, sabía que Bryan no llegaría muy lejos con su broma, aunque tampoco pensé que te fueras a poner así. –

––¿Yo¿Así como? – pregunté indignado.

––Ja! No me engañas. –

––Kai. – corté lo que fuera a decir para preguntarle algo que verdaderamente me tiene curioso. – ¿Lo que me dijiste antes es verdad? –

––¿A que te refieres? – preguntó

––Mmm... – la verdad es que los nervios me mataban y no sabía ni como preguntarle, miraba algo extraño en sus ojos, quizás un poco de nerviosismo de su parte, pero quizás solo sea mi hiperactiva imaginación.

––Si te refieres a que te dije que me gustas... – su voz suena neutral, no encuentro alguna entonación diferente. De un paso se pega completamente a mí, tomando mi rostro de la barbilla con su mano izquierda, levantándolo levemente para que lo mire a los ojos. – No te mentí si eso estás pensando. –

·!· !··!· !··!· End Flash Back ·!··!· !··!· !··!·

––Genial, llevo una hora hablando solo...–

––Perdón Bryan no sentí que pasó tanto tiempo. – contesté apresurado, sintiéndome avergonzado.

––Ja! Pues claro, porque solo han pasado quince minutos... – aprieto mis labios con molestia haciendo que Bryan suelte la carcajada. Solo pude sonreír.

––Lo siento Bry ya sabes que no soy así pero ahora no me siento muy bien. – contesté.

––Que te parece si olvidas a Kai un ratito y comemos a gusto ¿Si? – cuestiona. Se que es buena su intención, y a decir verdad Kai y yo hemos tenido un muy mal año, y en todo ese tiempo Bryan siempre a estado apoyándonos como amigo, a ambos, aunque por separado. Realmente no sé si Kai esté pasándola mal como yo lo hago ahora...

––¿Así que eso pasó en tu trabajo? – pregunté animadamente, como siempre una vez más me hacía sonreír cuando peor me sentía. Esos son los amigos de verdad. Pienso...

––Pues muchas gracias por acompañarme y vas a ver que todo se soluciona, no te desesperes tanto. Todas las relaciones tienen sus malos ratos. – dice mientras se acerca a mi y me besa tiernamente el cabello.

––Gracias no te preocupes y ya vete que se hace tarde para tu trabajo.– se perfectamente que está en la hora de la comida y no quiero que por mi culpa llegue tarde.

Observé como se marchaba luego de aquel gesto tan cariñoso de su parte, lo despedí con una sonrisa y luego me giré para volver a la casa, después de todo esta se encontraría completamente sola.

––Kai.– murmuré dejando que el viento se llevara consigo aquel sonido de mi voz.

Unas horas más tarde...

––¿Yuriy? – escucho su voz a través del auricular, agacho la vista y contesto un insignificante monosílabo para que sepa que lo escucho. – Se que prometí ir a cenar contigo pero, lo siento de verdad no voy a poder ya que...

––Tienes mucho trabajo en la oficina, no te preocupes Kai eso ya no es una novedad. Entonces nos vemos más tarde, supongo que llegarás a dormir ¿Cierto? – pregunté solo para asegurarme.

––Claro que sí, ahí estaré más tarde, de verdad lo siento Yuriy, sabes que si no fuera un negocio importante para la empresa, no te quedaría mal. – se excusa como todos los días. No se realmente cuanto tiempo esté dispuesto a soportar esta situación. – Si no te amara tanto Kai... – soltando un sonoro suspiro me dispuse a cenar por completo a solas como ya era mi costumbre desde hacía un par de meses atrás. –Ya voy. – grité escuchando golpes en la puerta dispuesto a abrir me levanté y atendí. – Bryan que sorpresa¿Sucede algo malo? – cuestioné antes de nada.

––No para nada, busco a Kai, no se si se encuentre por aquí...– me dice asomando ligeramente la mirada dentro de la casa.

––Ohhh Kai tuvo unos asuntos importantes en la empresa, no ha llegado aún, habló y me dijo que va llegar muy tarde. – contesté de lo más tranquilo y normal que pude hacerlo.

––Bien, entonces no molesto más Yura nos vemos después y dile por favor a Kai que no te deje solo tanto tiempo, no me hago responsable si algún imbécil te enamora y me doy cuenta antes que él mismo. – dijo soltando una risa contagiosa, sonreí igualmente ante la ocurrencia, ojalá tuviera ojos para alguien más, quizás eso me haría bien.

––No quieres quedarte a cenar, al fin de cuentas había servido para dos. – aclaré, Bryan sonrió y aceptó para entrar luego en la casa, como siempre platicamos un buen rato, sobre mi vida, le confesé como me sentía, no del todo ya que no deseo agobiarlo con mis asuntos pero le dejé ver como estaba la situación con Kai, sus ausencias justificadas por el trabajo, sus viajes repentinos, su falta de atención, pareciera como si no existiera para él, solo piensa en el trabajo y más trabajo.

––Yuriy... Una relación es de dos, ambos tienen que poner de su parte, sacrificar un poquito por el otro, debes hablar con Kai sobre lo que sucede, como te hace sentir, tienes que decirle las cosas que te molestan, si no, él jamás se dará por enterado. Creo que si hablan se solucionarán los problemas, y si después de hablar, él no intenta mejorar las cosas... – hizo una breve pausa donde me miró directamente a los ojos como si fuera a darme una mala noticia, aunque perfectamente sé que es lo que desea decirme.

––Lo sé. – corté antes de cualquier palabra que volviera a salir de sus labios. – Bryan¿Tu crees que no he intentado hablar con él? Varias ocasiones lo he intentado, y en algunas el miedo me ha vencido, en otras cuando estoy completamente decidido, llega alguien a interrumpir o simplemente no tiene tiempo para mí, únicamente me da un beso rápido y me dice que después hablamos. – dije tomando entre mis manos mi rostro. – No se por cuanto más pueda soportar, si no lo quisiera tanto... – dije únicamente para sentir después los fuertes brazos de mi amigo rodearme, sus manos acariciaban mi espalda como intentando tranquilizarme con mudas palabras, otro beso sobre el cabello de mi frente y un murmullo donde me decía "todo va estar bien, no te preocupes..." quería creer que esas no solo eran palabras, en verdad lo deseaba, pero sabía que no tenían valor si no venían de la persona con quien tenía aquel problema. Kai.

Son más de la una de la mañana y él aún no llega, mi mente divaga por el suficiente tiempo, recordando de nuevo el momento aquel donde se decidió a besarme por primera vez...

·!· !··!· !··!· Flash Back ·!··!· !··!· !··!·

Llevábamos un par de semanas tratándonos más, al menos nos veíamos con mayor frecuencia, y aunque no era algo en lo que ambos quedáramos de acuerdo, pasaba. Cuando llegaba a la cafetería, él se encontraba sentado en alguna mesa, junto a él su amigo Bryan, quien me hacía una señal para que me dirigiera a ellos. Siempre era lo mismo, aunque varias ocasiones Kai se encontraba solo así que sin el menor miedo o vergüenza me acercaba y me sentaba frente a él. Esta era una de esas ocasiones.

––Como siempre la mesa más retirada de todos... – expresé con cierto tono despectivo. Kai quien aún no me había dirigido ni una sola mirada, volteó clavando sus rojizos ojos sobre los míos, quizás en un intento de intimidarme, y aunque con todos los demás lo lograba, algo me hacía pensar que realmente no estaba molesto. Ese brillo en sus ojos no era el mismo que los demás recibían.

––Si te molesta no veo porque debas estar aquí... – contestó secamente mientras volvía a bajar su mirada a un libro que mantenía abierto sobre la mesa, al tiempo que una de sus manos se colocaba sobre este para que no fuera a cerrarse o a perder su página actual. Supongo.

––Parece que hoy nos caímos de la cama ¿Cierto? – pregunté sonriendo divertido ante la respuesta tan ácida que me había dado.

––Eh de admitir que hoy me despertaron de una manera tan placentera, como jamás había despertado antes. – dijo mientras mordía ligeramente su labio inferior, al igual que una ligera sonrisa pícara se formaba en sus labios.

––Ja! No recuerdo haber pedido los detalles... – contesté molesto por aquella insinuación tan clara que había hecho.

––Y no te los di... – contestó haciéndome enojar aún más con aquella confesión a medias, una nueva y más amplia sonrisa se formó en sus labios, su mirada aún clavada sobre el libro, dio vuelta a la página y prosiguió con su lectura.

––Voy a clase, te veo luego. – dije poniéndome de pie bastante molesto, a pesar que intenté ocultarlo, al menos disimularlo un poco, sé que no pude. Salí de ahí, aún quedaban unos minutos, la clase siguiente la tenía libre ya que entraría solo una parte al laboratorio, hoy era libre para mí, por lo que caminé y me recosté sobre el pasto de aquel retirado árbol, casi no había nadie por ahí, supongo que ya entraron a clase, me dije a mi mismo en ese momento, relajando mí cuerpo por completo, uno de mis brazos como siempre de almohada, y el otro sobre mis ojos aminorando la luz.

––¿Molesto aún? – escuché su voz, al mismo tiempo que sus pasos acercándose hasta mi.

––No se de que hablas. – contesté suponiendo que no entendía, cosa que ni yo mismo me lo creí ya que mi molestia había sido de lo más obvia.

––Jaja! Si que eres obstinado, y bastante celoso, no pensé que lo fueras, no pareces del tipo. – sentí como su cuerpo se recostaba junto al mío, mantuve mi posición despreocupada, mis ojos cerrados y mis brazos donde los había tenido desde hacía minutos. Estaba haciendo lo mismo que él me había hecho con aquel libro. Ignorándolo.

Pero cual fue mi sorpresa cuando dejé de escuchar su voz, aún sentía su presencia junto a mí, pero no le daría el gusto de mirarlo, así que me dio igual, cuando sentí como acariciaba con un dedo el contorno de mi rostro, era una caricia tan superficial, tan suave, tan cálida que me obligó a retirar el brazo que mantenía sobre mis ojos, fui abriéndolos lentamente, tan lento como lo era su caricia. Me topé con la mas hermosa de las imágenes que pude tener, Kai me miraba tan de cerca, podía observar perfectamente sus ojos, sus pupilas, ese color tan extrañamente hermoso que solo en él he podido apreciar hasta ahora, aquella mirada de fuego que parecía querer derretirme en esos momentos, parecía querer evaporar el mar que representaban mis ojos.

Ni siquiera me di cuenta en que momento mi mano se levantó tocando tan delicadamente su rostro, como si tuviese miedo a que de pronto se desvaneciera, lo toqué con el mayor de los cuidados, agudicé mi vista mientras recorría con la yema de mis dedos aquella pálida pero tersa piel bajo mi tacto. ¿Qué era esta sensación tan reconfortante? No lo sabía y tampoco quería averiguarlo, en esos instantes solo deseaba mantener vivo aquel fuego que me quemaba, ese fuego que sus ojos representaban.

Luego de aquel reconocimiento por parte de ambos, Kai tomó con su mano mi nuca, levantando ligeramente mi cabeza para unir sus labios con los míos, fue un choque tan tremendamente placentero, algo electrizante, algo espeluznante, pero realmente delirante. Jugó con mis labios, los humedeció mientras los mordía tan suavemente que hubiera querido disfrutarlo por más tiempo. Pero lo que continuó fue aún mejor que ninguna sensación experimentada anteriormente por mí. Pasó su lengua por sobre mis labios con una calma tan exasperante que me enloquecía, y sin siquiera poder quejarme sentí su lengua dentro de mi boca, chocando contra la mía, la cual inmediatamente reaccionó, mis manos cobraron vida propia, ambas subieron por su cuello acariciándolo descaradamente hasta colocarse sobre su nuca, jugando con aquellos cabellos que ahí tenía, sintiendo el ligero temblor que causaba en su cuerpo dicha acción.

Después de varios ¿Segundos, minutos? No sé realmente cuanto, solo se que luego de aquel acto tan placenteramente delicioso me separé, he de admitir que un tanto renuente a perder el contacto de sus tibios labios sobre los míos, dejé recorrer una de mis manos de su nuca, pasé por el cuello con lentitud, subí por la barbilla para luego acariciarle los labios con un par de dedos, sin poder ni querer evitarlo pellizque su labio inferior, apretó los ojos en muestra de dolor, más al sentir de nuevo mis labios sobre los suyos correspondió de inmediato al contacto, esta vez fue más superficial, me dediqué a morder con mis labios los suyos, jugando a la vez con ellos, humedeciéndolos, queriendo marcarlos como míos, aunque sé que es demasiado pronto para ello, pero eso es lo que siento. Y una vez más y sin quererlo realmente me separé de su boca.

––No soy obstinado, soy persistente. Y no soy celoso, soy precavido.– aclaré una vez que él se volvió a acomodar sobre su lugar, ambos mirando hacia el cielo, ninguno mencionó nada de lo ocurrido, al menos no por el resto de ese día.

·!· !··!· !··!· End Flash Back ·!··!· !··!· !··!·

Poco a poco siento como el sueño se apodera de mi cuerpo, mis ojos se cierran con pesadez, un gran bostezo escapa de mi boca por lo que me acomodo sobre la cama para recibir el sueño como es debido, ya pasan de las dos de la mañana, y él ni sus luces. Luego de unos minutos más pierdo por completo el conocimiento quedando dormido de inmediato.

––Buen día amor. – escucho aquella voz murmurando sobre mi rostro para luego sentir unos fríos labios sobre los míos.

––Buenos días... – murmuré devolviendo el saludo, abrí mis ojos y poco a poco aquella borrosa imagen se fue aclarando para dar paso a la hermosa imagen de Kai. ¿Acaso se trataba de un sueño? Si era así no deseaba despertar.

––Mi pequeño dormilón, ya te preparé el desayuno, no te vuelvas a quedar dormido ¿Está bien? Yo debo irme ya, se me hizo tarde. – dice mientras gira su vista al reloj digital junto a la cama.

––Quédate por hoy conmigo... – pedí como niño pequeño, mis brazos enredándose en su cuello, mis labios plantándole un beso superficial.

––No puedo hoy, pero te prometo que un día de estos te lo voy a dedicar a ti solito, no celulares, no trabajos urgentes, nada de nada... Solo tú y yo. ¿Te parece? – pregunta mientras me devuelve el beso un poco más profundamente.

––Siempre me prometes un día así, llevo esperándolo como más de dos meses. – dije frunciendo el seño con un poco de molestia, pero él sabía que era fingida.

––Lo sé, pero también sabes como es esto del trabajo. –

––Por eso me voy a meter a trabajar. – dije seriamente.

––Por supuesto que no, tu dedícate a tus estudios únicamente. Ya te falta muy poco como para echarlo a perder todo. – contestó seriamente ¿Muy poco? Si apenas llevo un año en la universidad, en fin, me sentía impotente ante ello, pero siempre habían sido problemas con Kai, no deseaba que trabajara, pero él podía estudiar y trabajar al mismo tiempo, varias ocasiones ya me había metido en un trabajo de medio tiempo para que él no se diera cuenta, pero tarde o temprano se venía enterando de alguna u otra forma. ¿Cómo le hacía? Quien sabe...

––Eres un obstinado y un celoso. – dije rememorando aquellas palabras dichas por él hace ya bastante tiempo.

––No se porque siento que me estás imitando. – dijo soltando una ligera sonrisita, volvió a besar mis labios y se despidió. – Ahora si me voy, te cuidas y pórtate bien en la escuela. –

––Kai ¿Recuerdas que estoy de vacaciones? – pregunté notando la falta de atención de su parte, llevaba casi dos semanas de vacaciones, y ni siquiera lo había notado, vaya atención que me prestaba.

––Lo siento, por un momento lo olvidé, pues si quieres entretenerte en algo, aprende otro idioma, ve películas, redecora la casa, vete de compras, no sé, pero no te metas a trabajar. Eso si que no lo voy a permitir y si lo haces, sabes que me enteraré tarde o temprano. – dijo saliendo de una vez de la habitación, suspiré y escuché como se marchaba completamente.

––¿Pensará que soy una mujer? Que rayos... ¿Ver películas, redecorar la casa, compras? Se está volviendo loco definitivamente, tanto trabajo le afectó. Quizás deba ir a su trabajo más tarde y talvez hasta pueda relajarlo un poco. – pensé en ese momento, pero cualquier intento mío por estar a su lado es en vano.

Un par de semanas más y ya habíamos cumplido dos años desde que estábamos juntos, apenas llevábamos poco más del año de vivir juntos, pero como pareja este día cumplimos ya los dos años, suenan tan cortos y tan largos a la vez. Ya había hecho a Kai prometerme que ese día no iría a trabajar, me lo iba a dedicar completamente a mí, a nosotros y nadie más, de última hora me pidió que me alistara para ir a cenar juntos porque salió algo urgente en la empresa, como siempre, desde que su abuelo se retiró hace poco menos de medio año, él se había estado preparando tiempo completo para poder manejar a la perfección aquellos negocios que ahora heredaba en vida de Voltaire.

Por más egoísta que pueda sonar, el problema comenzó desde ese momento, la escuela y el trabajo combinados no dejaban espacio en su vida, Kai si estaba por terminar la escuela, en la universidad lo habían adelantado un par de años de su carrera en Contaduría debido a que era un prodigio para todo ese tipo de materias, transacciones, era buenísimo realizando cargos, abonos, balances generales, estados de pérdidas y ganancias, balanzas de comprobación, todo ese tipo de cosas relacionadas con la materia. En fin, Kai siempre había sido todo un niño prodigio, desde que lo conocía en la preparatoria así era.

Dejando de lado los pensamientos que abundaban en mi mente, tomé el teléfono marcando el número ya tan conocido para mí, la oficina de Kai. Podría decir que era la única manera en que hablaba con él, desde hacía ya casi tres meses.

––¿Lena? – pregunté sabiendo perfectamente quien me contestaría el teléfono.

––Si, buenas tardes joven Ivanov. – contestó cortésmente.

––Buenos días. – saludé como era debido para luego cuestionar lo que era de importancia realmente. – ¿Se encuentra Kai en su oficina? – pregunté

––Izvini joven, el señor Hiwatari no se encuentra en estos momentos, fue a una comida con unos clientes muy importantes...– comentó con un tono medio afligido en la voz. Sonreí con melancolía, ya me lo esperaba.

––¿Y a que hora vuelve? O mejor dime si tiene un rato libre el día de hoy para verlo o hablar con él al menos. – realmente me era difícil comunicarme con él, estoy consciente que las empresas que maneja Kai son importantes no solo en la ciudad o en el país de Rusia, sino a nivel mundial, y recién se están expandiendo hasta el continente americano, Estados unidos, México, países centrales y del sur. Debe ser sumamente difícil, pero yo soy de las personas que piensa, y cree realmente que cuando deseas pasar tiempo con una persona, aunque sea diez minutos, lo harás, te tomarás tu tiempo, ni siquiera tiene tiempo para él¿Que puedo esperar para mí?

––Lo siento joven Ivanov, después de la comida tiene una reunión con los accionistas, después una auditoría y más tarde... –

––Ya no necesitas decirme más Lena, muchas gracias... – le interrumpí intentando no sonar descortés pero realmente era algo que me dolía mucho.

––Estoy para servirle joven y no se sienta mal, estoy segura que el señor Hiwatari le hablará para notificarle de todo eso, y créame joven, todo fue de improviso, ya me había dicho que no tenía tiempo para trabajar el día de hoy, pero las auditorias así son, llegan de improviso.– estoy seguro que él no lo hace a propósito pero eso no me hace sentir menos mal de lo que ya me siento.

Luego de despedirme dejo en su lugar el teléfono, camino hasta la habitación donde supuestamente compartimos cama, y digo supuestamente porque son raras las veces que me doy cuenta de eso, tenemos mucho tiempo sin sexo, llego a casa y él no está, me duermo y no ha llegado, me despierto y ya se fue, solo me comunico con él a través de notas, por medio del teléfono, y en la mayoría de las veces tengo un intermediario llamado "Lena".

Tirado sobre la cama miro el techo de la habitación mientras dejo vagar nuevamente mi mente, parece dejar mi cuerpo, evadiendo la realidad...

·!· !··!· !··!· Flash Back ·!··!· !··!· !··!·

Recuerdo que después de aquel beso, lo noté diferente, quizás nervioso, una manera extraña de comportarse, aunque eh de decir que yo estaba hecho una bola de nervios, sentía que si me ponía de pie caería de inmediato por el temblor de mis piernas, era absurdamente estúpido, pero así era, eso exactamente estaba sintiendo. Pasamos una larga semana sin hablar concretamente del asunto, pero todo parecía ir mejorando y avanzando poco a poco. Aunque de un día para otro nuestra 'relación' dio un salto increíble pero muy bueno.

Al finalizar clases salía de mi aula y normalmente comenzaba a caminar a casa, que relativamente no estaba tan lejos, además me agradaba el ejercicio y poder pensar, pero después de aquel día, siempre que salía estaba él ahí esperándome sentado sobre una banca, leyendo tranquilamente un libro.

––¿Qué sucede? – pregunté puesto que al ir en especialidades diferentes, Kai iba en el edificio más lejano al mío por lo que me pareció extraño verlo ahí sentado el día después de nuestro primer beso. (Que cursi suena eso, creo que enfermé).

––Te estaba esperando¿Nos vamos? – su respuesta me deja un poco sorprendido, únicamente afirmé con un movimiento de mi cabeza, vi como se levantó, echó un vistazo al número de página donde iba y lo cerró para comenzar a caminar junto a mi. –¿Por qué demoras tanto en salir? – me preguntó luego de ir callados por un par de minutos.

––No pensé que me estuvieras esperando, y como suelo irme caminando a casa, espero un poco a que se vayan la mayoría de la escuela, para no escuchar tanto ruido de carro y pensar más tranquilamente en mi recorrido. – hablé clara y rápidamente, expresando por completo mi punto de vista.

––Vaya, por un momento pensé que te habías ido antes de que yo llegara. Pero en cuanto eché un vistazo dentro del salón, vi tu cabello. – comentó sonriendo ligeramente. Fruncí el entrecejo ante su comentario con toda intención de burla.

––Muy gracioso. – Reproché siguiéndolo aún.– ¿A dónde vamos? – pregunté sin ni siquiera conocer el rumbo que estaba tomando.

––Ja! Bien te pueden secuestrar y tú ahí vas como niño por un dulce. – me reclamó con un tono de divertida molestia. – Vamos por mi auto, está en el estacionamiento de aquel edificio. – agregó

––¿Y Bryan? – pregunté pues llevaba un par de días sin saber de él.

––Debe estar por llegar de Japón. – aclaró

––Así que anda de viaje el niño ehh... – dije divertido ante el pensamiento, de verdad que debe ser relajante irte de viaje en pleno semestre.

––Sube. – dijo apretando un botón de su llavero, el auto prendió las luces, retirando los seguros automáticamente. Como me lo había casi ordenado, no pedido, subí del lado del copiloto, el tomó el volante y me preguntó donde era mi casa.

Pasamos por mi casa, le indiqué cual era pero no se detuvo...

––Ya te pasaste, era aquella con portón de cárcel. – comenté y hasta cierto punto era verdad eso de 'cárcel' ya que mis padres se fueron y según ellos no me querían dejar desprotegido, si como no. Exagerados.

––No vamos a tu casa¿Tienes algo importante que hacer en este momento? – me preguntó

––No que yo recuerde. – aclaré.

––Perfecto entonces vamos a comer, luego esperamos la llamada de Bryan y lo llevamos a casa, después te llevo a tu casa más tarde. ¿Quieres llamar para avisar? – me preguntó mientras extendía su móvil.

––Pues no están mis padres pero le avisaré a Ralph que no voy a llegar a comer. – dije mientras comenzaba a marcar. –...Perfecto llego más tarde. Listo. – avisé mientras colgaba. Mi curiosidad la cual es demasiada me obligó a indagar un poco más en aquel aparato, entré en la carpeta donde se guardaban las imágenes. – ¿Te molesta si veo las fotografías? – pregunté mirándolo, él negó y siguió manejando.

Tenía varias de una chica, me molesté un poco por ello, no era fea si me lo preguntan, pero si yo fuera mujer sería mas bello. Pensé sonriendo ante mi vanidad. Seguí explorando y mirando las imágenes, algunas donde parecía estar dormido, seguramente se las habían tomado descuidado, algunas más donde miraba con furia a la cámara, hasta que encontré una que me hizo sonrojar, en ella se apreciaba perfectamente el cuerpo de Kai como dios lo trajo al mundo. Parecía haber estado bañándose, mantiene una toalla colocada alrededor de su cuello y otra en su mano, quizás apenas se iba a envolver la cintura con ella. Su cuerpo perfectamente marcado, no es exageradamente musculoso pero tampoco es flaco, yo definiría algo así como delgado, piel perfectamente pálida, suave a la vista, largas piernas y no solo las piernas...

Cuando comenzaba a acalorarme con aquella imagen, escuché su voz.

––Llegamos. – avisó apagando el vehículo, cerré inmediatamente el teléfono y sonreí nerviosamente, lo miré retirar su cinturón de seguridad, luego giró su cuerpo ligeramente para verme talvez con mas facilidad, en un rápido movimiento tomó mi rostro de la barbilla y unió sus labios a los míos en un tierno y apasionado beso, que no exigía más, duramos quizá un par de minutos solamente. –Vamos. – me dijo bajando. Imité su acción e igualmente bajé, llegamos a un lugar que se veía un tanto reservado pero bastante sofisticado.

––Al menos me hubieras avisado para planchar mi uniforme. – comenté sonriente, me dirigió una media sonrisa, entramos y un hombre nos atendió rápidamente, me pareció hasta cierto punto curioso pero ya lo conocían aquí, se notaba que solía frecuentar el lugar.

––Como siempre la mesa más apartada del lugar... – ironicé nuevamente mientras me sentaba, el lugar era sumamente hermoso, un excelente gusto en la decoración, nuestra mesa estaba en algo parecido a un privado, un tanto retirado de las demás, aunque no por eso se veía mal.

––¿Quieres escoger alguna? – preguntó seriamente mientras el mesero ponía las cartas del menú sobre la mesa.

––Si, me gustó aquella mesa pero ya está ocupada. – dije en broma. De inmediato el mesero volteó su vista a donde yo había señalado discretamente con la mirada.

––Quiere que le cambiemos de lugar. Ahora mismo lo hago si así lo desea el joven. – dijo volteando con Kai.

––Solo estaba bromeando, no se preocupe estamos bien aquí. – aclaré rápidamente, parecía habérselo tomado en serio. Realmente no había comido nunca en este lugar, por lo que dejé la carta a un lado y le pedí a Kai que él me recomendara algo. – Confiaré en tu gusto... Que al parecer es muy bueno. – dije divertidamente observando su mirada llena al parecer de reproche. Después de ordenar, el mesero se retiro, rápidamente.

––Vanidoso. – dijo secamente Kai, aunque tenía una divertida sonrisa dibujada en su rostro.

––Yo siempre he dicho que no soy vanidoso... No creo que esa sea la palabra correcta para definirme. – hablé seriamente.

––¿Entonces cual sería? – preguntó inclinando su cuerpo al frente, sin apartar su mirada de la mía, sonreía grandemente y contesté.

––La palabra correcta sería 'realista' ¿No lo crees así? – cuestioné

––Sigo pensando en que la primera palabra es la más correcta. – comentó mientras se recargaba en la silla, el mesero llegó a servir en las copas el vino que Kai había pedido. Ese día fue realmente bueno, la comida estuvo deliciosa, como lo dije, Kai tiene buen gusto, también en la comida, luego pasamos al aeropuerto por Bryan, estuvimos en casa de este un rato y después se regresó a la mía, la tarde había caído tan rápido que no lo sentí, el tiempo se me había hecho tan corto a su lado que no deseaba que se fuera. Estacionó su auto fuera de mi casa, retiré mi cinturón y voltee hacia él.

––Pasé una excelente tarde, gracias.– dije serenamente para luego despedirme. –Nos vemos mañana. – dije abriendo ligeramente la puerta, mas su ronca voz me detuvo.

––¿Así te despides nada mas? – cuestionó levantando una ceja, por una milésima de minuto no entendí, luego sonreí y me acerque hasta su rostro, coloqué mi mano sobre su mejilla acariciándola con suavidad, entrecerré mis ojos y lo besé en la otra mejilla desocupada. Cuando me alejé sentí su mano sobre mi nuca atrayéndome salvajemente hasta sus labios, chocando con los míos tan deliciosamente, que haría lo mismo nuevamente solo para sentir esa pasión envolverme. Este beso era aún más profundo que el primero en la escuela, aquel beso fue tierno, arrebatado y apasionado, eso no lo niego, pero esta vez, parecía querer devorar mis labios, mi lengua, su mano me jalaba más y más intentando acercarme poco a poco, lo cual de verdad consiguió, pues mantenía ambas manos sobre su pecho para detenerme un poco, aquella brusquedad, ese descuido que hasta podría tacharlo de tosco me había excitado como no lo había hecho hasta entonces nadie.

Separé mis labios de los suyos, estaba tan agitado que sentía mi corazón acelerado, claramente lo podía escuchar, hasta llegué a pensar que de seguir así, él también podría escuchar mi latido. Me acerqué con rapidez y le besé mordiendo con mis labios los suyos un par de veces, para luego separarme.

––Nos vemos mañana... – dije bajando cuando escuché su voz diciéndome que pasaría por mí en la mañana. – Claro, me parece bien, aunque te advierto que soy algo perezoso para levantarme temprano por lo que siempre llego un minuto antes, si no es que tarde. – dije riendo graciosamente.

––Pues tendremos que corregir ese pequeño defecto. – dijo sonriendo de una manera tan sincera como no lo había mirado ni una sola vez en estas semanas que llevamos conociéndonos.

Entré a mi casa dirigiéndome directamente a mi habitación, ahí me recosté pensando en todo lo que estaba sucediendo, no sabía porque ni como había comenzado todo, es más, ni siquiera sabía ¿Qué nombre podría darle a esta 'relación'? o sería mejor preguntarme ¿Es esto una relación? Ni siquiera me había preguntado nada, yo tampoco a él, cuando teníamos unos días de conocernos me había dicho que yo le gustaba, también me preguntó lo que yo sentía y obviamente le contesté que igual me atraía, pero ahí terminó aquella plática sin trascender más, un par de semanas más pasaron tratándonos un poco más, al menos dentro de la escuela, en los recesos, u horas libres que alguno de los dos tenía, después de aquel par de semanas había sucedido lo del beso, ninguno de los dos mencionó nada en el momento, sumemos una semana más a la cuenta, ya sería alrededor de casi un mes de conocernos.

Después de aquella noche comenzó a ir por mí en las mañanas para llevarme al escuela, me esperaba fuera del salón para irnos juntos, en ocasiones yo era quien debía esperar ya que salía temprano, pero no era molestia realmente, muchas veces cuando él salía varias horas antes que yo, le pedía que se fuera, no había porque esperarme tanto solo para llevarme si de todos modos vivía tan cerca, pero no me hacía caso, y ahí estaba cada vez que yo salía de clases. Me recibía con una seria mirada, yo sonreía enormemente sin darle la menor importancia a lo que los demás pudieran pensar o decir. Jamás le había prestado atención a nimiedades como esas, y no empezaría en ese momento.

·!· !··!· !··!· End Flash Back ·!··!· !··!· !··!·

El sonido de la puerta me trae de regreso a la realidad, alguien toca por lo que no puede ser Kai ya que él trae llaves, así que saliendo de la habitación, me encamino para abrir y ver de quien se trata.

––¿Si? – pregunté al tiempo en que abrí la puerta. – Bryan, que gusto. – dije sonriente.

––Uf! Si no vengo a buscarlos yo, ni se acuerdan de que existo. – comentó con burla mientras soltaba una ligera sonrisa. Lo invité a que pasara y nos sentamos en la sala para platicar. – ¿Y Kai? – preguntó

––Trabajando como siempre...– fue la seca respuesta que salió de mis labios.

––Mmm ese Hiwatari tendré que hablar con él sobre lo que se llama 'descanzo' si sigue así va enfermar por trabajar tanto. – dijo con una expresión visiblemente preocupada.

––Tienes razón... Ya le he pedido que tome un descanso, ya van más de dos meses, con ese ritmo de vida, ya ni siquiera creo que recuerde lo que es dormir hasta tarde, o disfrutar una tarde libre, ni siquiera creo que recuerde la definición de 'relación amorosa'. –concluí un tanto cabizbajo.

––Entiendo que es difícil Yuriy, pero creo que el verdadero amor puede superar cualquier cosa ¿Cierto? – dijo mientras se recorría en el sillón, quedando muy junto a mí, tomó mi barbilla con una de sus manos, me observó a los ojos fijamente por unos segundos, que me parecieron eternos.– Deja la tristeza de lado por favor, te vez más hermoso cuando sonríes. – sus palabras me tomaron por sorpresa, aún así una sonrisa se dibujó en mis labios, y una idea se formuló en mi mente en ese mismo instante.

––¿Qué tienes que hacer ahorita? – dije poniéndome de pie casi de un salto.

––Nada que yo recuerde. ¿Por qué? – respondió para luego preguntar

––Llévame a algún lugar¿Si? – pedí extendiéndole mi mano para que se pusiera de pie, la tomó parándose frente a mi y sonreír de lado.

––Está bien, vamos a donde el joven desee ir. – dijo mientras tomaba con sus manos mis hombros girándome hacia la puerta, me abrazó por la espalda y comenzamos a caminar.

––Gracias. – murmuré siendo empujado por él. Al menos me alegraría la noche.

Llegamos a un lugar para bailar y tomar algo, aunque no había cenado aún por lo que le dije que mejor iríamos a cenar y luego a bailar, él accedió y salimos inmediatamente de aquel lugar, a unos cuantos locales más estaba un restaurante, no se veía de lujo, parecía ser un pequeño y modesto lugar, pero muy lindo y romántico. Hermoso si fueras junto a la persona de quien estás enamorado. Cenamos entre pláticas y recuerdos de la preparatoria que nos hacían sonreír.

––Recuerdo aquella ocasión cuando salimos los tres juntos, recuerdas que conocí a un chico esa noche en que ustedes comenzaron oficialmente a ser pareja, porque llevaban días que lo parecían. No le vi el caso a tanta formalidad si ya se besaban como mucho más que novios, no dudo que hasta hubieran... –

––Pues dúdalo porque no había pasado nada más. – dije entendiendo perfectamente a que se refería. – Y aunque tú lo hayas visto como pérdida de tiempo yo creo que fue hermoso. – dije sonriente.

Entre pláticas y más recuerdos terminamos de cenar y reposar lo que comimos, luego fuimos a beber un poco y escuchar música, él ambiente era realmente bueno, me levanté a bailar, Bryan también conmigo, la música, el lugar, las luces, todo daba un genial ambiente, además que ambos estábamos medio tomados, creo que yo tomé un poco más de lo que debía.

Salimos del lugar hasta entrada la madrugada, ya era muy tarde, subimos al coche de Bryan y partimos.

––Gracias pasé una extraordinaria noche. – dije mientras volteaba a verlo, estaba estacionado fuera de la casa que compartía con Kai. Acerqué mi cuerpo al suyo, fijé mis ojos en los lavandas que tenía frente a mí, acaricié su rostro rememorando aquella primera vez que había besado a Kai, lo observé, él es igual de pálido, su piel tan suave y sus ojos tan profundos, simplemente hermosos, cerré lentamente mis ojos y sin siquiera meditar lo que haría junté mis labios a los suyos, un contacto tan efímero y quizás hasta insignificante para ambos, pero realmente lo necesitaba, de verdad quería sentirme querido por alguien, sentir unos labios tibios sobre los míos reclamando propiedad. Y en pocos segundos sentí los labios de Bryan entreabrirse aún unidos a los míos, comenzando con un lento pero tierno compás, un beso estremecedor, tan perezosamente brindado que me inspiraba a seguirlo besando.

¡¡Maldición!! Grité en mi mente cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, y peor aún lo que estaba pensando, alejé con cuidado el cuerpo de Bryan del mío, no debía, no quería y tampoco podía reclamarle ya que yo había dado inicio a esto, así que sonreí una vez más, le agradecí nuevamente por la noche tan divertida que había pasado y baje del auto, entrando de inmediato a la casa. Me fijé en el reloj y marcaba las cuatro de la mañana, me sentía culpable, pero extrañamente alegre¿Cómo podía sentir ambas cosas al mismo tiempo? Imposible ¿Cierto? Pues no, no era tan imposible ya que en estos momentos era lo que yo sentía.

Caminé a la habitación con todo el cuidado y silencio que pude para no despertar a Kai, cuando entré en la habitación, él estaba sentado a la orilla de la cama mirando en dirección a la puerta.

––Kai. ¿Por qué estás despierto? – pregunté estúpidamente, fue la primera expresión que salió de mis labios.

––Quizás una llamada para avisar no hubiera hecho mal a nadie ¿Verdad? – preguntó con serenidad y hasta molestia en su voz. Ciertamente tenía razón.

––Lo siento Kai, no pensé que fuera a llegar tan tarde. – observé su figura ponerse de pie hasta plantarse frente a mí, de esa manera tan imponente que solía tener, me miró directamente a los ojos para luego besarme con arrebato, no entendía aquella actitud y tampoco deseaba comprender, únicamente correspondí el beso como tanto lo había deseado.

––Hueles y sabes a alcohol. – declaró mirándome con más molestia. –¿Con quien estabas? – preguntó, cada palabra suya parecía molestarlo más, quien sabe en que cosas estuviera pensando en estos momentos.

––Estuve esperándote y llegó Bryan, así que le dije que me llevara a cenar, al fin de cuentas sabía que no ibas a venir. – conteste tan fríamente como jamás pensé que pudiera hablarle a él.

––Pues lo tengo bien merecido. Cría fama y échate a dormir. – dijo devolviendo sus pasos nuevamente hasta quedar sentado en la cama. Lo seguí y me senté de mi lado, gateando hasta abrazarlo por la espalda, comencé a besar su cuello, él simplemente echó su cabeza a un lado dándome espacio para probar ese exquisito cuello. Con lentos besos fui atrayéndolo hasta mi, de pronto ya lo tenía recostado bajo de mi, aún seguí besándolo como no lo había hecho desde hacía tanto, con tanta calma pero al mismo tiempo arrebato, con ternura y agresividad conjugadas, una mezcla de pasión y arrebato, sentimientos que desde el principio sentí, pero hacía ya tanto no volvía sentir de su parte.

Esa noche estuvimos juntos otra vez... Uniendo tanto nuestros cuerpos como nuestros pensamientos. Al amanecer completamente él se había ido, no pude despedirme y eso me hizo sentir hasta cierto punto triste, pero no dejaría que esa pequeñez opacara la felicidad que por dentro sentía gracias a lo que entre nosotros pasó. Fue el mejor regalo que pude haber recibido en este aniversario.

A la mente me vienen tantos recuerdos, cuando me pidió oficialmente que fuéramos pareja, cuando conoció a mis padres, mi cumpleaños juntos y más aún mi regalo de cumpleaños. Todo pasó tan lento y tan rápido a la vez.

·!· !··!· !··!· Flash Back ·!··!· !··!· !··!·

Pasó una semana completa y un par de días más, en ese lapso, Kai y yo estábamos tan unidos, juntos para todos lados, en esos días me esperaba a la salida e iba por mí en las mañanas, los fines de semana me invitaba a salir a algún sitio, ya fuera solos o en ocasiones con Bryan, quien poco a poco se convertía en amigo mío también, comenzaba a apreciarlo realmente, era una persona sincera que de verdad se había ganado con rapidez mi confianza, además que se notaba lo mucho que quería a Kai.

Ese día Kai me había llevado a casa saliendo de clases, me dijo que en la noche volvería junto a Bryan para irnos a algún sitio, quizás a cenar y después a algún lugar para relajarnos, talvez bailar, beber un poco. Algo entretenido para distraernos de la escuela, ya que recién terminábamos exámenes parciales, los cuales habían estado pesados, al menos los que me aplicaron a mí.

Y tal como lo dijo, ahí estaba puntual, siempre tan puntual, de eso me había podido dar cuenta estos días que había estado pasando por mí. Esa noche como él dijo fuimos a cenar y después a un lugar para bailar, mientras estábamos sentados tomando unas copas en una mesa colocada en un oscuro rincón. Bryan se levantó con una extraña expresión en su rostro, nunca la había visto, Kai lo miró tan serio como siempre y asintió, ni siquiera les había entendido nada cuando noté que Bryan se iba.

––¿A dónde va? – cuestioné queriendo saber más ya que no había entendido su extraña telequinesia. Kai pasó su brazo por el respaldo del sillón donde cómodamente estábamos sentados, acercó su rostro al mío y habló a mi oído para poderlo escuchar.

––Encontró una conquista. – dijo tan secamente como si eso fuera ya una costumbre, porque realmente se habían entendido a la perfección sin necesidad de una sola palabra. Ni siquiera se hubieran podido escuchar con el volumen de la música tan alto.

––Parece una extraña costumbre suya. ¿Cierto? – pregunté con cierto tono molesto en la voz. No había podido evitarlo, intenté no ponerme celoso, ni imaginarme cosas pero mi mente es demasiado hiperactiva y se me adelantó.

––No te pongas celoso, estoy ahora contigo. – habló nuevamente a mi oído mientras me tomaba del rostro girándolo para alcanzar mis labios, en un fuerte y posesivo beso, exigiéndome abrir la boca para marcar su propio territorio. Dejar su huella pintada sobre mis labios. Y así fue. Ni siquiera pareció importarle que las otras personas nos pudieran ver, aunque ya habíamos visto varias parejas homosexuales en el lugar. Y sumándole a lo que ya he dicho, que no me importa el pensamiento de los demás.

Dejé vagar mis manos por su pecho, me colé por debajo de su camisa, sintiendo lo firme y marcado que tenía el pecho, hasta ahora solo había visto en fotografía su cuerpo sin ropa por lo que realmente me sentí mucho mejor al hacerlo, pero a mi mente un chispazo de lucidez llegó. ¡No está bien! Me dije a mi mismo al pensar que ni siquiera éramos oficialmente una pareja y estábamos besándonos, y yo metiendo mano. Tampoco es que desee llegar 'virgen' al matrimonio, pensé sarcásticamente entre risas, pero claro que deseo conocer más a la persona con la que me voy a involucrar.

En aquel momento corté el beso y me puse de pie para invitarlo a bailar, estiré mi mano y él la tomó sonriendo tan ligeramente que podría haber pasado desapercibido, esa noche estuvimos juntos como lo habíamos estado los días anteriores, pero había algo diferente, no se exactamente que era, pero podía sentirlo en su actitud conmigo, talvez fuera mi imaginación pero me sentía aún más unido con él, no solo físicamente.

Un poco cansados de tanto bailar, nos fuimos a sentar, miré alrededor y observé como Bryan besaba fervientemente a un chico de negros cabellos. Sonreí y fui a sentarme a la mesa donde estábamos sentados con anterioridad.

––¿Quieres algo de tomar? – cuestionó Kai mientras besaba mi oído luego de formular la pregunta.

––Si. – contesté apenas y llevé aire a mis pulmones debido al enorme escalofrío que aquel sencillo acto me había causado.

––Perfecto. – contestó poniéndose de pie para ir a la barra. – Espera, ahora vuelvo. – dijo besando mis labios fugazmente para después irse.

Miré a mí alrededor, Kai tardaba, ya habían pasado bastantes minutos, ya había recorrido con la mirada tantas veces el lugar que ya había perdido la cuenta, de improvisto observé como un chico se acercaba hasta mi y se sentaba justo como Kai lo hacía, tan pegado a mi cuerpo que rozaba completamente, además de haber pasado su brazo por sobre mis hombros jalándome con fuerza, me tomó tan de sorpresa que ni siquiera alcancé a reaccionar por completo cuando Kai estaba parado frente al tipo.

––¿Qué crees que haces aquí imbécil? – preguntó tomándolo fuertemente por el cuello de la camisa, su mirada era tan fría que hasta yo mismo sentí miedo por aquella expresión plasmada en sus facciones, ese sentimiento de repulsión, quizás de odio se leía perfectamente en su mirada. Me puse de pie de inmediato y antes de que se armara un alboroto, tomé el brazo de Kai con cuidado y le hice una seña para que se calmara, el chico ni siquiera parecía estar en esta tierra, quizás estaba tan tomado o incluso drogado que no se daba cuenta de lo que sucedía realmente. Kai accedió y lo soltó no sin aventarlo bruscamente contra una mesa no muy alejada de la nuestra. El chico tropezó y cayó al suelo, siendo inmediatamente ayudado por un par de personas.

––¿Nos vamos? – dije con prisa tomando la mano de Kai, parecía estar tan enojado que preferí retirarnos de ahí, como pude le hice una seña a Bryan quien en contestación con otra señal indicó que se quedaría ahí hasta más tarde. Kai y yo salimos del lugar, caminamos hasta el estacionamiento del edificio y de inmediato subimos a su automóvil. – ¿Kai que te pasó? Fuiste demasiado agresivo con el chico.– hablé seriamente, giró su cuerpo para verme de frente ya que estaba sentado.

––¿Por qué lo defendiste? – preguntó aún enojado, sus ojos brillaban un poco menos, pero no por eso dejaba de notarse la molestia pintada en ellos. – ¿Qué fue lo que te dijo, te gustó acaso? – me volvió a preguntar, quizás por mi silencio.

––Claro que no, ni siquiera me dijo nada, no llevaba ni diez segundos que se había sentado cuando tú llegaste. – me defendí subiendo ligeramente el tono de mi voz.

––O sea que hubieras preferido que me tardara más ¿Verdad? – volvió a decir atacándome de nuevo. La situación realmente comenzaba a disgustarme, el que estuviera dudando de esa forma de mí, me molestaba.

––No estoy hablando de eso, estás suponiendo cosas que no he dicho. – volví a defenderme subiendo el tono de mi voz.

––Que no has dicho pero si pensaste...– bien, fin de la discusión. Ya estaba harto, en ese momento bajé del auto azotando la puerta con coraje, prefería irme antes de decir o hacer cosas de las que luego pudiera arrepentirme. Caminé a prisa por el estacionamiento, seguido de Kai quien también había bajado casi al mismo tiempo que yo, como estaba muy entrada la madrugada no había nadie alrededor.

––Yuriy espera. – habló tomándome del brazo para girar mi cuerpo. Lo miré aun con molestia. –Lo siento, creo que exageré un poco. – dijo tranquilamente. Me pareció muy raro el hecho de que estuviera disculpándose pero aún así no dejaba de molestarme su actitud.

––Está bien, no te preocupes. – dije ya más calmado, sentí como me soltó del brazo y esperó a que caminara de regreso a su auto. – Ya me voy. – dije caminando en sentido contrario.

––Yuriy ya te pedí disculpas¿Qué más quieres que haga? No puedes irte solo es muy peligroso y estamos muy lejos de tu casa. – a decir verdad si era muy tarde, además había dejado mi cartera en casa, por lo que no tenía tampoco para un taxi, aún así seguí caminando sin darle importancia, ya vería como hacerle.

––No importa, ahora veo quien puede llevarme, quizás encuentre alguien que desee llevarme a casa sin reclamarme asuntos que no le incumben. – apreté los ojos al sentir como mi cuerpo fue empujado hasta chocar contra la pared más cercana, cuando me recuperé de la impresión abrí mis ojos un segundo, solo para cerrarlos de nuevo al sentir el contacto de los labios de Kai contra los míos, sus brazos cerrados alrededor de mi cuerpo, un abrazo protector y posesivo al mismo tiempo, no debía pero correspondí con igual intensidad al beso que se me estaba regalando.

¿No se supone que estaba molesto con él? Ja! No creo que alguien pudiera resistirse a tal acción, por más molestos que estén.

––No digas eso ni de broma. – murmuró separando apenas sus labios, con una mano tomó mi cabeza inclinándola hacia delante, para juntar su frente con la mía, observándome más detenidamente. – Yura perdóname, creo que los celos me ganaron, no volverá a suceder. – aclaró.

––Kai, yo...– no sabía ni que decirle, verdaderamente estaba tan confundido, ni siquiera sabía en que momento habíamos comenzado esta relación.

Rememoremos los hechos hasta el momento. La primera semana de haberlo conocido solo hablamos un par de veces y me dijo que le gustaba, Ok ahí inició esto, la segunda y tercera semana nos llevamos aún más, comíamos juntos en la cafetería de la escuela y en los recesos, en la cuarta semana nos besamos por primera vez, y vaya que beso, esa misma semana y la que siguió me invitó a salir varias veces, además de llevarme a mi casa por la tarde e ir por mí en las mañanas. ¿No es acaso eso una relación más que de amistad? Estábamos todo el tiempo juntos incluso los fines de semana salíamos juntos, eso es una maldita relación. Sin contar los besos de 'buenos días' y los que eran de 'despedida', pero que estupidez, obviamente somos una pareja. No estaré esperando como niña boba y estúpidamente enamorada que me diga. "¿Quieres ser mi novio?", no es eso lo que estoy esperando ¿Verdad? Me pregunté mentalmente en aquel momento.

––Yuriy, necesito hablar contigo seriamente, vamos. – dijo tomando mi mano mientras me dirigía a su auto. Apenas y me di cuenta cuando estábamos estacionados fuera de mi casa, mis padres aún no llegaban por lo que se encontraba sola, así que le pedí que entrara para poder platicar con más calma, no sabía exactamente que era lo que deseaba hablar pero por su seriedad debía ser algo importante.

––Y esta es mi habitación... – dije una vez que llegamos hasta esta. – Pero dime¿De que es lo que deseabas hablar? – cuestioné lleno de curiosidad, verdaderamente me sentía desesperado por saber. ¿Acaso él tenía algún problema que no había querido decirme? O quizás, talvez... ¿Me estará engañando? Muchos eran los pensamientos que llegaban a mi mente, saturándola de ideas absurdas y otras no tan estúpidas.

––Yuriy, estoy consciente que quizás esto no venga al caso, o ya esté de más, pero no pude evitar pensarlo y decidirme por completo cuando escuché lo que me dijiste en el estacionamiento. –

––De que hablas yo... –

––Permíteme hablar por favor. – dijo acomodando un mechón de mi cabello tras mi oído. – Hace un rato, después de discutir, tu dijiste "quizás encuentre alguien que desee llevarme a casa sin reclamarme asuntos que no le incumben" no sabes como sentí en ese momento, pensé que estaba claro nuestra 'relación' porque deberás estar de acuerdo conmigo en que lo nuestro está muy lejos de ser una simple amistad. – hizo una pausa quizás esperando alguna respuesta de mi parte, solo pude asentir un tanto apenado por la aclaración pues es exactamente lo que yo venía pensando, solo que jamás esperé escucharlo de sus labios. – Creo que me confundí, talvez no lo vi necesario en su momento, pero ahora creo, bueno, mejor dicho ahora estoy seguro que es completamente necesario decirte esto. – sus palabras comenzaban a asustarme¿De que me estaba hablando? Talvez le haya dado miedo tanto formalismo en nuestra relación, quizás esté arrepentido. Fueron mis pensamientos en aquel momento.

––Kai yo no quise de verdad presionarte en ningún momento, esa no era mi intención. – aclaré solo por si lo estaba pensando de ese modo.

––Y claro que no es una presión, no es por eso que he tomado esta decisión. Quiero que seas mi pareja, mi novio, quiero que cuando vayamos a salir pienses en mí como tu novio o tu pareja como prefieras decirlo, pero no quiero que creas que somos amigos 'con derecho' como se dice por ahí, no entiendo muy bien que es lo que me sucedió contigo, o porque se dio todo tan de prisa, pero desde que vi tu actitud, tu mirada, todo en ti me llamó la atención, me gustaste desde el primer momento que pude apreciarte bien, y con el paso de estas semanas en que nos hemos tratado, te quiero, demasiado diría yo, te ganaste tan fácilmente mi corazón que incluso para mí es muy duro aceptarlo, hasta increíble me parece, jamás creí que un sentimiento como este se pudiera dar en tan pocas semanas. – sus palabras me habían dejado casi en estado de shock, yo pensaba exactamente lo mismo, era completamente quimérico pensar de una manera tan parecida. – Y bien... ¿Qué dices¿Quieres ser mi novio? – preguntó sonriendo amplia y sarcásticamente.

––Jaja! Tal como niños de primaria, como siempre lo soñé. – dije con burla, después borré mi sonrisa para adoptar una seriedad casi increíble en mí. – Kai no creo que esto sea lo que quieres, talvez te sientas presionado por lo que dije hace un rato, de verdad no quiero que esto comience así. Me encantaría aceptar, es algo que de verdad me gustaría pero como dicen por ahí. "a la fuerza ni los zapatos entran" Kai. – sabias palabras expresadas por no se quien.

––Eso me parece perfecto. – dijo con una enorme sonrisa. – Quiere decir que me aceptas, acabas de decir que te encantaría si no fuera a la fuerza, y para nada lo es, quizás no me conozcas tan bien como pensé que ya lo hacías, pero eso es algo que se puede arreglar. – dijo tomando mi rostro para besarme profundamente, quizás tan profundamente como la primera vez. Sentí sus labios morder los míos, su lengua entrando en mi boca comenzando una extraña lucha, el juego de nuestros labios se acoplaba perfectamente al ritmo de nuestra respiración. Lento.

––Extraña forma de 'comenzar' – dije ya que el comienzo llevaba un par de semanas atrás. Ese mismo momento volví a besarlo.

El día siguiente que fuimos al escuela, le comenté a Bryan sobre lo que había pasado, este soltó la risa ya que había dicho que no creía que fuera necesario esa faramalla de cualquier modo ya la escuela entera hablaba sobre nuestra 'relación', asunto al que verdaderamente no le di importancia, y jamás se la daría.

·!· !··!· !··!· End Flash Back ·!··!· !··!· !··!·

Continúa...

·!··!· !··!· !··!· »»»»»» ·!··!· !··!· !··!· »»»»»» ·!··!· !··!· !··!·

ººZhena HiKºº

"La corta ausencia aviva el amor, la larga lo mata; lo que no se sabe es que tan larga o corta debe de ser..."

·!··!· !··!· !··!· »»»»»» ·!··!· !··!· !··!· »»»»»» ·!··!· !··!· !··!· »»»»»» ·!··!· !··!· !··!· »»»»»» ·!··!· !··!· !··!· »»»»»» ·!··!· !··!· !··!·

Bien por hoy termina mi trabajo, en unos días, quizás el lunes o martes a más tardar, subo la siguiente parte, mientras coméntenme que les pareció, quisiera saber sus opiniones... n.n.

!!Do Svidaniya!!