Aclaraciones: Star Wars y sus personajes son creación de George Lucas y propiedad de George Lucas y Disney.

Sin embargo la historia y su trama me pertenecen; Sin más que decir a leer.

Capítulo 1: De vuelta a Tatooine.

Otro jodido y maldito día mas, esa mañana era más odiosa que las anteriores, se había despertado de un pésimo humor, quería desaparecer lo primero que tuviera frente de él, pero no había nadie que se atreviera a desobedecerle, pues sabían que él, no andaba de buen humor, y para colmo tenía que ir a ver al imbécil de su maestro, a veces se preguntaba cuando iba a morir ese maldito anciano, estaba cansado de recibir órdenes de un vejestorio, sin embargo sabía que no tenía otra opción pues a eso se dedicaba desde que decidió unirse al lado oscuro, a servir al emperador, a su maestro.

Sin embargo esa era una vil excusa, pues no tenía nada porque luchar pues todo lo había perdido, y solo por la maldita culpa de Obi-Wan Kenobi, maldita la hora en la que lo había conocido, él era el causante de todas sus desgracias, por su maldita culpa había perdido a su único apoyo que le quedaba, al amor de su vida, a su ángel, a…

Padme

Aun recordaba vagamente el sabor dulce de sus labios, aun pensaba en ella y en su hijo, después de tantos años aún estaba esa pequeña flama ardiendo dentro de él.

Se supone que un Lord Sith no debe de amar a nadie.

Pero él amaba y como odiaba amar, porque amaba algo perdido y juraba por la fuerza que eso le dolía, dolía más que las malditas quemaduras que sufrió en Mustafar, después de tanto tiempo no podía superar su perdida y viviría atado a ese dolor por el resto de su existencia, hasta la hora de su muerte.

Se paró frente al intercomunicador y se arrodillo cuando el holograma de su maestro apareció.

– Lord Vader – hablo con su ronca voz, mientras el aprendiz hacia una reverencia con la cabeza.

– Maestro – contesto el Sith con su robótica voz – a sus órdenes.

– Quiero que vayas a un planeta al borde exterior, según nuestras fuentes en ese planeta se encuentra una base rebelde – ordeno el emperador atraves del intercomunicador.

– ¿Cuál es el nombre del planeta, maestro?

– Tatooine, una planeta sin importancia, ¿no es así, joven aprendiz? – pronuncio con sorna el emperador, mientras Lord Vader apretaba los puños, siempre era lo mismo, Palpatine siempre se encargaba de tener presente su pasado, hacia cualquier comentario para hacerle sentir menos, era como si él se encargara de untar limón sobre sus heridas y eso solo hacía que lo odiara más, porque en el fondo quería matarlo, deseaba arrancarle la maldita cabeza y colocarla en un estante como trofeo, pero no podía, no con esa maldita armadura, ya no era ni la mitad del hombre que alguna vez fue, no podía vencerle con esas prótesis, todo su plan se había ido a la mierda por culpa del imbécil de Obi Wan, tenía el plan perfecto, aprender todo sobre Palpatine, hasta aquella misteriosa técnica de la cual le había hablado, así el salvaría a su amaba Padme, y después se desharía del canciller cuando no tuviera más que aprender de él, de esa manera el reinaría junto a Padme la galaxia y traería el equilibrio y paz a la fuerza, no se tendría que esconder más, pues el seria el gobernador de la república, no ya sería una república, sería el impero ¡Su imperio!.

– Tiene toda la razón maestro – pronuncio con odio el Sith, pero gracias al modulador de voz, solo se oía su voz rasposa y robótica.

– Bien Lord Vader, espero cumpla su trabajo con eficiencia, partirá si se puede hoy mismo.

– Si maestro – dicho esto desapareció su maestro, sentía rabia en ese momento, no quería volver a ese planeta, lo odiaba con todas sus entrañas, no quería, porque sabía que ese planeta le traía recuerdos, sobre su madre y ella

¿eres un ángel?

Que pregunta tan estúpida, sin embargo sabía que era cierto ella era un ángel y él se encargó de asesinar a ese ángel, la mato con esas manos que alguna vez habían tocado su cuerpo, y viviría con esa culpa toda la vida.

Pero por primera vez, algo en la fuerza le decía que volver a su planeta de origen no sería tan normal, era como si la fuerza le tuviera un sorpresa, y estaba seguro que no era una sorpresa agradable, sino todo lo contrario, y después de tanto años, un sentimiento de angustia se apodero de su ser.

…/…

-¿Papa, ya casi llegamos? – pronuncio una chica de 14 años, a su padre mientras se acercaba a este.

– Claro mi pequeña – dijo el virrey Organa de Alderaan – ya casi llegamos, el planeta se llama Tatooine – dijo mientras señala el imponente planeta anaranjado a causa de la arena

– ¿Papa, pero porque hasta el borde exterior?, sabes que odio viajar – Respondió la niña haciendo un puchero.

– Porque son cosas de negocios, Leia cuando seas más grande, entenderás – la miro con ternura su padre mientras le acariciaba el cabello

– Pero ya soy grande, tengo 14 años, ya no soy un bebe – contesto ofendida Leia al momento que se quitaba la mano de su padre de la cabeza.

– Lo siento cariño, pero para mí siempre serás mi bebita – dijo el virrey mientras volvía a revolver el cabello de la chica.

– Está bien papa, pero no lo hagas enfrente de los demás – contesto la chica mientras se ponía roja de la vergüenza, ella amaba a su padre, pero le molestaba cuando la trataba como una niña de 3 años, hace mucho tiempo que creció, ya no era un bebe, sus facciones estaban cambiando su caderas se ensanchaban y crecían al igual que su pecho, ya no era una niña, ya era una adolescente, y quería ser tratada como tal, ya que algún día después de todo día ella reinaría con justicia y paz Alderaan.

– Señor nos acercamos a la órbita de Tatooine – dijo uno de los soldados al virrey

– Muy bien, desciendan al planeta.

En cuestión de minutos, la nave del Virrey ya se encontraba dentro de Tatooine, al momento de ingresar al planeta, la princesa tuvo un fuerte presentimiento, algo que nunca había sentido, algo en su interior le decía que a partir de ahí, su futuro cambiaria…

…./…..

-Luke – llamo un señor de aproximadamente 30 años a su sobrino.

- ¿Que pasa tío Owen? – Contesto un joven a su tío

– Necesito que vayas al mercado, y compres semillas para sembrarlas, ¿me entendiste?

– Sí, pero tío, me prometiste que este año, podría ir a la escuela – dijo el joven rubio mientras miraba indignado el comportamiento de su tío, cada año que pasaba sus amigos se iban y él se quedaba solo, cada noche soñaba con salir de ese árido planeta y conocer la galaxia, quería ir a Coruscant, deseaba conocer la ciudad y no estar toda su vida viviendo como campesino.

– Lo se Luke y lamento, que este año no puedas, pero realmente necesito tu ayuda, por favor hijo – dijo su tío mientras le colocaba su mano derecha, en el hombre izquierdo de Luke y le miraba con ojos de súplica.

– Lo entiendo tío – contesto el joven con un deje de tristeza en su voz, no quedaba nada más que resignarse.

– Por cierto, ten cuidado con los moradores de las arenas, últimamente, andan atacando muy a menudo – le dijo Owen a su sobrino antes de que este subiera al speeder.

– No te preocupes tío, tendré cuidado – dicho esto el joven Skywalker tomo su speeder y salió rumbo al mercado sin embargo, luego de haberse alejado de su hogar, el joven sintió un sentimiento inexplicable, como nunca antes lo había experimentado, era una sensación extraña, le inspiraba un poco de incertidumbre como si se avecinara un gran cambio en su vida, sin embargo, no le dio importancia y sigo su camino.

Lo que no sabían los 3 era que efectivamente a partir de ese día sus vidas darían un giro de 180 grados, y la fuerza era la única culpable de la tormenta que se avecinaba, tanto para los gemelos, como para el Sith.

…../…

Bueno hasta aquí el primer capítulo de Enamorada de un Sith, espero les haya gustado, si les gusto favor de dejar un review. Y agradecería mucho sus comentarios, ya que inspiran a seguir escribiendo.

Pd: Es mi segundo fanfic y el primero en el fandom de Star Wars, favor de no ser muy duros en los comentarios xD

Nos vemos hasta el siguiente capítulo, Mata ne!

Atte. Uchiha McCartney.