-DAYS OF HAPPINESS-

Capitulo I :Memorias

-¡Roy Mustang!-

El niño frunció el ceño mientras la mujer lo reprendía por algo que según él no había sido culpa suya. Esperó a que la mujer terminara con un discurso que casi había aprendido de tanto escucharlo, y al segundo después de darle su palabra que no lo volvería a hacer salió corriendo en pos de sus compañeros que ya lo esperaban.

La mujer lo observó desde la puerta de su negocio, su hijo apenas rebasaba los ocho años de edad pero veía en sus gestos, en su rostro y movimientos corporales una astucia que le asombraba; nunca en su vida había llegado a conocer a alguien con esas características. A pesar que Roy no era hijo suyo biológicamente Madame Cristmas ensanchó su sonrisa orgullosa por el buen futuro que le auguraba a esa criatura que había llegado a su vida hace siete años.

Recordó como un día de lluvia poco antes de caer la tarde llegaba a su negocio esperando abrir una vez arreglados los pormenores que siempre surgían de improviso, nunca imaginó que ese pormenor vendría de brazos de una mujer moribunda que sin decir una sola palabra le había ofrecido un delicado bulto. Ella aceptaba al bebé que dormía sin preocuparse de lo que pasaba a su alrededor, entró al establecimiento y al instante llamó con una sonora voz a alguien de su entera confianza apremiándolo para que ayudara a la desvalida madre.

Lo único que pudo hacer por la mujer fue ofrecerle una lapida con un epitafio de acuerdo a una desconocida y hacerse cargo de su ahora hijo adoptivo.

Los primeros meses la mujer pensó con seriedad llevarlo a alguna institución del gobierno para que se hicieran cargo de él, eso lo pensaba cada que el niño lloraba pero al acercarse a él se encontraba con esa hipnotizante mirada negra, cargada de sinceridad y orgullo; entonces Cris Mustang se lo pensaba mejor y siempre terminaba con la misma frase.

-"Pequeño tramposo tu si sabes como conquistar a una mujer"- Aquellas palabras por más que lo quisieran el bebé no las comprendía pero razonaba el tono y rostro amoroso de la mujer y su llanto se volvían un gorgoreo de alegría.

Madame Cris nunca le negó su origen al pelinegro y cuando aprendió a hablar ella se encontró con que nunca preguntaba acerca de su madre biológica, aunque con frecuencia refunfuñaba cuando él la llamaba madre pero también sonreía al escucharlo.

Debía aceptar que la inesperada felicidad que el chico trajo a su vida venia acompañada de una serie interminable de problemas y dolores de cabeza; al final del día sabía que su pequeño Roy regresaría con el rostro sucio, la ropa hecha jirones y una pequeña sonrisa tan culpable como capaz de ser perdonado hasta el día siguiente.

Así su querido hijo fue creciendo, la mujer se encargó de sus estudios, que para su gran alivio el chico se mostraba prometedor en el campo de las ciencias. Llegó ese día, ella se había percatado hace tiempo cuando miraba el interés del chico por los libros de alquimia, de pronto ya no le importó salir en su lugar prefería estudiar a la par que revisaba día con día los periódicos aún cuando estos mostraban solo las carencias y problemas de su país.

Entonces se presentó a su madre y sin dilación le anunció que se iría a aprender alquimia.

-"¿Conoces a alguien que quiera enseñarle a un cabeza hueca como tu?"- Preguntó la mujer sin soltar su cigarrillo.

Roy hizo un mohín la nariz, aun cuando la miraba con sus desafiantes ojos negros su madre notaba el rubor sobre sus mejillas. Le indicó con la mano le acercara algo donde escribir y cuando lo obtuvo escribió una dirección.

-"Un buen amigo me dio esta dirección. No conozco a la persona pero si eres astuto lograras que te acepte como su pupilo"-

El chico rodeó con sus brazos a la robusta mujer, le agradeció la ayuda y aquella noche el preadolescente dejaba por primera vez su casa.

Durante ese tiempo Madame Cristmas atendía sus propios negocios sin nada que la perturbara, conocía el estado de las cosas y de nada le valía poner cara de congoja aunque con frecuencia se le veía mirando en dirección al Este con la vista perdida en algún recuerdo o buscando adivinar el futuro.

Algunas semanas antes de navidad el chico entró al bar, donde saludó a sus hermanas; la mujer había resultado tener un gran corazón y pasados dos años de la llegada de Roy a su vida Madame había acogido en su hogar a algunas desafortunadas chicas que en su corta vida habían vivido más atrocidades de las que la mujer pudiera imaginar. Muchas de ellas más grandes que él lo estimaban como un verdadero hermano y como el hijo legitimo de su protectora.

Las chicas estallaron en gritos cuando lo vieron entrar, una bonita trigueña se le acercó estrechándolo en un fuerte abrazó, Roy sintió que aquella muestra de afecto era un tanto penosa dado que la mujer más alta que él comenzaba a asfixiarlo. Las demás mujeres dejaron de lado sus quehaceres y mientras unas lo saludaban otra corrió hacía donde Madame contaba las ganancias del día.

La robusta mujer hizo gesto de no estarle prestando atención al alboroto causado por las mujeres y a la voz de la rubia que le anunciaba una visita.

-"Madre he vuelto"-Anunció el chico frente a la barra donde se encontraba, ella alzó el rostro del fajo de billetes que sostenía solo para toparse con un notable cambio físico en su hijo.

El pelinegro había crecido en ese corto tiempo, su figura comenzaba a ensancharse en los hombros y los rasgos de su cara comenzaban a madurar haciéndolo lucir incluso para su edad apuesto.

-"Espero no causes los mismos problemas que conmigo allá"- Fue lo primero que Roy le escuchaba decir, y aún así él sabía que eso era su bienvenida.

-"¡Madre!, no sé de donde sacas eso. El maestro Hawkeye es una buena persona, estricto y con un extraño método de enseñar pero al menos accedió a hacerme su aprendiz.

Además tengo permiso de pasar navidad aquí y regresar el año próximo"-

La mujer no le quitó la mirada de encima, observándolo con detenimiento quedó en silencio algunos segundos antes de sonreírle al chico.

-"Me alegra que estés de vuelta. Haz crecido y madurado muchacho. Anda no dejes a tu madre sin saber que haz hecho"-

Roy desde su corta edad era del tipo de personas que a pesar de poseer un carácter firme y resuelto, donde más que obedecer a los demás analizaba primero la situación, los consejos y reprimendas antes de tomar su propia decisión. Aún así su carácter era demasiado alegre y astuto como para saber cuando sonreír por compromiso y cuando con sinceridad. Carácter formado en parte por su propia naturaleza y en parte por la influencia de la mujer que lo había acogido.

Con todo con su madre siempre había sentido esa debilidad por ser sincero y mostrar sin dudarlo sus sentimientos tal cual los sentía. Por eso ella sabía que esa sonrisa que adornaba su joven rostro era todo lo alegre y agradecido por estar de regreso.

Así el futuro alquimista se enfrasco en una charla con la mujer, sin dejar un solo detalle y exagerando en algunas ocasiones los hechos a su favor; cosa que Cristmas reconocía al instante pero nada decía.

-"Así que ese Hawkeye vive en una casona apartado del pueblo, ¿y su familia?,¿no estarás solo viviendo a expensas de esas personas Roy?"- Preguntó la mujer, rogando porque su hijo supiera comportarse ante todos los miembros de esa casa.

-"No, conseguí un trabajo de medio tiempo en las tardes en una panadería, así que ganó lo suficiente para llevar todas las semanas algo a la casa, aunque el maestro no lo acepta, al menos no que le de directamente lo que gano por eso algunas veces voy con su hija por las compras.

Madre has de saber que su mujer murió hace tiempo así que solo vive con su hija"-

-"¡Una hija! Y la tratas bien, ¿cómo es ella?"-Pidió saber.

-"Hmm"-El chico se lo pensó un tiempo y Cristmas supo que las cosas no eran tan buenas –"Es algunos años menor que yo, pero nunca interfiere en nuestras cosas. No es como mis hermanas que no paran de reír en todo el día, ella es más bien seria, con unos ojos asustadizos, aunque es astuta y un poco molesta.

Puedes creer que la semana pasada no dejó de llamarme inútil, no sé porque, solo rompí algunas cosas que el maestro me pidió cuidara y ella no dejó de gritarme eso, ¡¡¡ahh!! Es una caprichuda "-

La mujer enarcó una ceja creyendo adivinar lo que había detrás de esas palabras, así que con astucia le preguntó.

-"¿Es bonita esa niña?, ¿Cómo se llama?"-

-"Se llama Elizabeth Hawkeye, pero no es bonita aunque posé unos brillantes ojos ámbar no son como los de su padre, los de ella están ávidos de conocimiento, es inteligente y nada escapa de su vista, pero no la entiendo su padre le enseña a manejar armas de fuego las prefiera a esos juegos de niñas pero también puede ser muy dulce y muchas veces he visto como reclama un abrazo o alguna palabra de cariño.

Puede que no lo diga pero algunos días se siente sola y es cuando me gusta más estar con Riza. Creo que su presencia no es tan molesta"-Concluyó el chico, la mujer pudo notar la mirada soñadora que de pronto puso y con su acostumbrado carácter burlón le dijo.

-"Entonces debemos brindar por todo cuanto ha pasado"-

-"Creía que tenía prohibido beber"-Replicó pero ya Madame Cristmas le había dado la espalda y sacaba unas botellas.

-"Eso es verdad yo tomaré una copa de cognac y tu me acompañaras con esto"- Le mostró una botella de jugo de manzana gasificado.

-"Brindemos por tu regreso, tus progresos y por la bonita hija de ese señor"-

Madame supo mientras se llevaba la copa a los labios que el ceño fruncido del chico no era por su bebida para menores sino por sus palabras.

Cont...


Yo sabía que algún día regresaría a mis orígenes, las personas que me conocen saben que en esta sección empecé a crear varios fics royai. La inspiración se había ido pero esta de vuelta xD.

La idea para este fic vinó después de mi depresión post-chp 100, además cuando vi a madame Cristmas por primera siempre quise escribir algo con ella pero apenas se presentó la oportunidad. Tengo muchas aclaraciones haber si recuerdos todas xD.

-Por primera vez o de los pocos fics que no tienen tragedia.

-Antes de que alguien aparte de la bruja me reclame el poner a las chicas del bar como hermanas postizas de Roy, viene de una parte del manga; donde Roy pregunta a Madame por ellas, así que la idea esta por ese camino.

-Si, puede que ya se hayan dado cuenta, tome la idea de otro fic pero la bruja me lo autorizó, por eso ven un pequeño lazo con su fic de -inútil- en la platica de Roy con Cristmas

-Capítulos cortos porque la historia no es tan compleja, ustedes compréndanme xD.

Es todo, creo, bno espero que les haya gustado y dejen sus comentario, a si tmbn pasen por mi profile o el de la bruja (LadyLs Maaya) y únanse a ntro movimiento.

-Sherrice_Adjani-