Magi y sus personajes pertenecen a Shinobu Ohtaka, yo solo los utilizo con fines de entretenimiento.
En el reino de Alma Toran se preparaban para festejar en grande el decimo sexto cumpleaños de su principe, por lo cual el pueblo se encontraba regocijado ya que su príncipe era muy amado y querido por todos gracias a su bondad y amabilidad. Y por esta misma razón el rey y la reina habían llamado a los nobles de otros reinos para que acudieran a la gran celebración y fue justamente en este momento donde comienza nuestra historia.
Reino de Kou
En el reino de Kou la más pequeña de las princesas se encontraba conversando con su mejor amiga, una noble descendiente de un largo linaje de guerreros poderosos conocidos como los Fanalis, en esta reunión el tema de nuevo para tristeza de la joven guerrera era de nuevo…
-¿Por que Morg?, porque Sinbad no puede fijarse en mí- decía tristemente la bella princesa de largos cabellos color fiusha y ojos de un rosa más pálidos, mientras abrazaba un cojín entre sus brazos y lloraba detrás del mismo.
-Por que sencillamente Kougyoku el rey Sinbad es un mujeriego que no está interesado en el matrimonio- expresaba sabiamente la joven Morgiana a su amiga esperando que esta al fin recapacitara sobre sus sentimientos hacia este hombre.
El rey de Sindria...Sinbad era un joven quien gracias a su inteligencia había podido forjar su propio reino, era además un hombre muy codiciado por las jóvenes de todas las cortes de todos los reinos ya que era un caballero muy apuesto, pero para desgracia de tantas además de su amiga el joven parecía no interesarse en sentar cabeza.
-Pero esa vez que bailamos en la fiesta de celebración de mi cumpleaños me dijo que no había otra joven que se compara ante mi belleza- decía la joven mientras exhalaba un suspiro mientras recordaba aquel bello momento que atesoraba en su corazón.
-Eso vieja bruja fue cuando tenías 10 años- para sobresalto de ambas damas la voz del mejor amigo de la joven hizo acto de presencia.
-Pero me lo dijo Judal-chan y es lo que cuenta- decía la joven mientras hacía un adorable puchero.
-Kougyoku odio admitirlo pero Judal tiene razón ya paso mucho tiempo de eso y las pocas veces que lo has vuelto a ver el...no te ha reconocido- decía un poco apenada hacia su amiga pues en ocasiones donde la pequeña princesa se acercaba a saludar a Sinbad este olvidaba su nombre o la confundia de reino. La princesa ante sus palabras no pudo más que apretar el cojín en su cara mientras soltaba un gritillo de frustración ante la mirada apenada de su amiga y la divertida de su mejor amigo.
-Aceptalo Kougyoku al rey idiota no lo atraparás y menos con esos atuendos de monja que te pones- decía Judal ante las dos chicas y ambas al escuchar tan ofensa no dudaron en lanzarle al joven todos los cojines que estaban a su mano en ese momento, logrando que el joven huyera del ataque mientras les gritaba un "malditas locas".
Después de esto la joven guerrera pudo notar como el ánimo de la joven princesa disminuía más si era posible.
-No le hagas caso a Judal, Kougyoku tu eres hermosa- le decía la joven para animar a su amiga.
-Tal vez él tiene razón Morgiana incluso Kourin también se burló de eso, pero yo quiero que alguien me ame por mi forma de ser no por mi cuerpo- decía la joven princesa mientras pensaba en su propia madre quien gracias a sus encantos pudo atrapar a su padre el rey cuando aún este estaba casado y ella nació de esta aventura, pero por fortuna su padre y madre murieron poco tiempo después de su nacimiento y su hermano mayor Kouen logró rescatarla a ella y a su hermano mellizo Kouha de que fueran abandonados a su suerte, pero eso no evitaba que sus medias hermanas se burlaran de Kougyoku gracias a su madre y es por eso que la joven evitaba vestir de forma provocativa, para evitar comentarios hirientes.
-Te entiendo amiga y fue justamente lo que me paso a mi, pense que nadie se fijaria en mi por mi fuerza pero Ali Baba apareció en mi vida y somos muy felices ahora- decía Morgiana tratando de darle ánimos a su amiga.
-Hacen una pareja adorable ustedes dos- decía la princesa pensando en sus dos amigos y su feliz futuro juntos.
-Así es, entonces porque no acudimos al baile de Alma Toran seguro que ahi conoceras a alguien más apuesto que el rey Sinbad, escuche que el príncipe Aladdin es muy apuesto y según Ali Baba es una persona muy amable- hablaba la joven con la esperanza de su amiga olvidará a su amor imposible.
-¿Principe Aladdin?, no lo conozco pero si es amigo de Ali Baba-kun me gustaria conocerlo- decía un poco más animada la joven ya que le encantaba hacer nuevos amigos.
-Entonces esta decidido iremos juntas a ese baile, así que vamos a buscar un atuendo lindo para ti y no, no lo eligiras tu- pues sabía que si Kougyoku escogía su propio vestido terminaría toda cubierta como siempre lo hacía.
-Pero Morg tu tampoco tienes buenos gustos en esto- decía la joven ya que su amiga prefería estilos más rudos fáciles para el combate a pesar de que ya nadie estaba en guerra su amiga aún conservaba ese gusto en particular.
-No pero conozco a alguien que nos ayudará con mucho gusto- decía sonriente la joven guerrera y la princesa al comprender a quien se refería no pudo evitar que un escalofrío la invadiera.
Una semana después.
Reino de Alma Toran
-No no no no no no y no, no voy a salir vestida así- decía la princesa mientras se preparaba para el gran baile.
-Oh claro que si lo usaras, porque yo mismo me encargue de rasgar todas esas cortinas que trajiste, así que no tienes más opción que usar el vestido que elegí para ti- decía el pequeño príncipe hermano mellizo de la joven.
-Kouha como puedes ser tan cruel- decía la princesa con pequeñas lágrimas al borde de sus ojos.
-Eso fue algo excesivo Kouha-san- decía Morgiana al saber el porque había encontrado afuera de la habitación de la princesa una enorme cantidad de tela rota e incluso alguna quemada.
-Porque mi hermana es hermosa y debe demostrarlo para callarle la boca a todas esas malditas brujas que tenemos por hermanas mayores, así que sin protestar y ahora siéntate para que te pueda peinar esas orejas de conejo que tienes siempre- Kouha era conocido en el reino por ser un príncipe bastante temperamental pero también era sabido el enorme cariño que le tenía a sus hermanos mayores y a su hermana, pero además tenía un sentido de la belleza y de la estética muy bueno para ser un hombre en esa época, y fue por esto mismo que Morgiana le había pedido ayuda para arreglar a Kougyoku ese dia.
-Pero Kouha..-
-Sigue diciendo pero y te cortaré también el cabello- decía mientras sonreía tétricamente a su hermana.
-No diré nada, adelante Kouha nii-san- mientras se quedaba totalmente quieta a manos de su hermano.
….
MIentras tanto en otra habitación un joven de largo cabello azul se preparaba para festejar su cumpleaños, aunque no le gustaba asistir a este tipo de eventos ya que el prefería la vida de un viajero pero aún así lo hacía por su madre y su padre, bueno más bien su madre ya que su padre era un hombre como él, tranquilo al que no le gustaba los eventos públicos, pero contradecir a su madre daba mucho miedo.
-¿Estás listo Aladdin?- para sorpresa del joven entró su mejor amigo el cual tenia tiempo sin verle lo cual le hizo muy feliz.
-Ali Baba-kun cuanto tiempo sin verte- decía el joven príncipe mientras abrazaba a su amigo.
-Lo mismo digo, ¿ya estas listo para bajar al baile?, hay alguien a quien quiero presentarte- decía el joven de cabello rubio mientras en su rostro se podía notar un ligero sonrojo.
-Ali Baba-kun acaso ¿me presentaras a tu prometida?-
-Si de hecho si adivinaste-
-Felicidades Ali Baba-kun me encantaría conocerla-
-Entonces hay que bajar antes de que tu madre venga por nosotros- al decir esto último ambos recordaron el carácter de la madre del peliazul por lo cual corrieron hasta llegar al salón donde se llevaría a cabo el baile.
Estaban a punto de de cruzar la puerta cuando ambos fueron tomados de la parte de atrás de sus trajes, estaban a punto de reclamarle a la persona que los había detenido cuando sus quejas murieron en seco cuando pudieron ver detrás de ellos a Sheba...la madre de Aladdin sonreírles con una sonrisa que no denotaba nada bueno.
-Me pueden decir, ¿que creen que están haciendo?- decía la monarca.
-Mama estabamos a punto de entrar al baile- decía su hijo en el tono más inocente posible.
-Eso ya lo veo, a lo que me refería es porque no están utilizando sus máscaras-
-¿Máscaras?- preguntaron ambos jovenes confundidos y los dos notaron como la sonrisa de la reina se volvía más y más forzada...y temieron por su vida.
-Acaso tu padre no te lo dijo Aladdin- decía la reina mientras en su mente trataba de pensar en qué lugar se encontraba su esposo. El joven al entender el predicamento entre vender su alma al diablo o la de su padre al mismo, opto por lo que cualquier hijo cariñoso podría hacer.
-Papá no me dijo nada Mamá, lamento si te ofendi Ali Baba-kun y yo encontraremos unas máscaras- decía el pequeño regalándole una sonrisa a su madre quien al escuchar lo dicho por su hijo se quedo como piedra y él aprovechó para tomar a su amigo el cual estaba paralizado del miedo y escapar de ahí, lo último que escucharon antes de correr como alma que lleva el diablo fue.
-¡SOLOMON JEHOAHAZ ABRAHAM!-
Notas de la autora: Esta historia nacio para ser de un sólo capitulo pero decidi darle la oportunidad de alargarla un poquito más, espero de corazón que les guste.
Hasta la próxima.
