¡Hola a todos!
Nos leemos de nuevo n3n Bueno, este es un fic que ya tenía guardadito desde hace un rato, pero decidí publicarlo.
Si les gusta la idea y quieren que lo continue, dejen Reviews, saben que es aquel empujoncito que todo autor necesita.
Espero que les guste, ¡Disfruten!
ACLARACIONES: Saben lo importante que son las aclaraciones e_é Full Metal Alchemist no me pertenece, es obra de Hiromu Arakawa, así como todos los personajes. La idea es totalmente mía, así como personajes desconocidos que salgan aqui xD Todos los derechos son reservados, no copien o los mato o.ó Dudas? Escriban. En fin, disfruten!
Una fresca y repentina brisa entró por la ventana de mi habitación, sacudió las cortinas de color rosa claro y finalmente aterrizó suavemente en mi rostro, haciéndome despertar repentinamente.
Bostecé un poco mientras terminaba de estirarme lentamente. Era domingo, lo que significaba nada de clientes en casa, ni día de trabajo con el señor Garfiel en Rush Valley, nada de visitar a Sheska para ayudarle con unos asuntos de la base militar, nada de llevar a Den al veterinario. Un día de descanso solo para mí. Empezaba a imaginarme que ni siquiera ordenaría un poco la casa. Después de una larga ducha y de colocarme la pijama de nuevo, bajé a desayunar con pesadez, me serví una taza de café y le puse croquetas y agua a Den.
-Así que día libre, ¿No chico?- el perro ladró un par de veces para responderme, seguidamente, se abalanzó como un auténtico animal salvaje sobre la comida. Reí ante su entusiasmo.- Lo sé, hace mucho que no tenemos un día así. Todo es trabajo. Nunca pensé que lo diría pero, ya necesitaba descansar de los automails.-
Después de desayunar revisé la correspondencia. Puras cuentas que la abuela nunca pagó mientras estaba viva. Vaya anciana. Si, habían pasado unos cuantos meses desde que la abuela Pinako falleció. Fue lo más doloroso de mi vida, pues ella siempre fue como mi madre al estar mis padres ausentes, y ahora no la tenía. Pero no estaba tan deprimida, ya que sus últimas palabras fueron: "Si derramas una sola lágrima por mi, dejarás de ser mi nieta". Fue duro y cruel, pero finalmente asumí que a ella le dolería mucho más verme llorar. Así que lo tomo como si estuviera de viaje.
Como ciertas personas. Mi mejor amigo, Alphonse Elric estaba de luna de miel con su amada May, en Xing. Hacían linda pareja. Pero me había molestado el hecho de que se tuvieran que haber ido precisamente a ese país durante meses. Pensé que con Al sentando cabeza, finalmente dejaría de viajar tanto y estaría más en casa, y resultó todo lo contrario. Vaya influencia la de esa niña.
Y Edward Elric… Bueno, la persona que más me hacía falta en ese momento era él. Mi corazón lo pedía con cada latido, mi piel ansiaba sentir la suya en cada respiro, mis labios querían sentirse prisioneros de su boca… Y todo mi cuerpo quería sentir sus músculos sudados haciendo presión. Pero, bueno, que siguieran pidiendo.
/FLASH BACK/
Una luz molesta chocaba contra mis párpados. Sentía la luz del sol entrar por la ventana en todo su esplendor. Maldije interiormente. Realmente no quería levantarme. Me moví un poco para ver la cara del rubio que dormía tranquilamente a mi lado. Sus manos aun descansaban en mis caderas, mientras escuchaba su tranquila respiración. Era como un ángel durmiendo. Lo observé durante varios segundos hasta que decidí levantarme. Y estaba a punto de hacerlo hasta que sentí un par de musculosos brazos jalándome hacia la cama. Pero no caí en la cama, sino encima del ojimiel. El impacto me había dolido un poco, además de que me había mareado notablemente. O era muy fuerte, o realmente estaba enferma.
-¡E-Ed!- hice una mueca al sentir un poco de náuseas, y rápidamente me lleve la mano a la boca. No hay nada más vergonzoso que vomitarle a tu marido, ¿O si?-¿Q-qué haces, idiota?-
-Perdona, Win…- rió un poco y me besó en la frente tiernamente.- No quiero que te vayas de mi lado jamás…-
Recargué mi cabeza en su pecho lentamente mientras sentía que las náuseas bajaban. Quité la mano de mi boca, aparentemente había pasado el peligro, pero aun así no quería correr riesgos, por lo que me mantuve quieta y sin abrir la boca durante unos segundos.
-¿Winry? ¿Te sientes bien?- me miró con preocupación. Asentí levemente.- ¿Te jalé muy fuerte? Lo siento, no era mí…-
-No, no, estoy bien amor. Sólo me mareé un poco, ya pasó.- le sonreí tiernamente.
-¿Segura? No quieres que…-
-Estoy bien, enserio…- lo besé profundamente en los labios mientras movía mis caderas para acomodarme en su cuerpo. Desafortunadamente, algo salió mal y en vez de acomodarme en su cuerpo, me acomodé en su entrepierna. Soltó un leve gruñido que hundió en el beso. Reí un poco y me separé.- Lo siento, Ed…-
-¿Lo sientes? No, Rockbell, sentirás aun más esto.- apretó mi trasero levemente, a lo que yo gemí. La noche no habíamos "dormido", haciendo… cosas, por lo que estábamos totalmente desnudos y nuestras pieles un tanto pegajosas. Y parece que continuaríamos el trabajo. Después de unos cuantos minutos, estábamos haciéndolo de nuevo. Estaba sentada encima de él mientras suspiraba y gemía como tonta. Yo no tenía la culpa. A él le encantaba hacerme suspirar de todas las maneras.
-¡A-Ahh! ¡E-Ed!- era la mejor mañana de mi vida. Y nada podía arruinarlo. Excepto…
-¡HERMANO! ¡HERMANO! ¡TENGO QUE DECIRTE ALGO!- interrumpió Al bruscamente en nuestra habitación, con una enorme sonrisa en su rostro. Poco le importó el encontrarnos haciendo el amor, pues mantuvo su enorme sonrisa en todo momento. Edward y yo gritamos de la sorpresa, me salí rápidamente de él y me acomodé a su lado lo más rápido que pude intentando taparme con las sábanas.
-¡ALPHONSE!- exclamamos los dos totalmente sonrojados.
-¡HERMANO VEN RÁPIDO! ¡HAY ALGO REALMENTE IMPORTANTE QUE DEBES SABER!- y si, seguía sin importarle la situación en la que Ed y yo nos encontrábamos.
-Al, hay algo llamado: ¡PRIVACIDAD CUANDO TU HERMANO MAYOR TIENE SEXO CON SU ESPOSA! ¿Qué mierda es tan importante?- exclamó Ed mientras se vestía rápidamente en el baño de la habitación.
-Lo siento, pero es muy importante. Te lo explicaré abajo.- y acto seguido, cerró la puerta y bajó corriendo hasta la cocina.
-Perdona Win, será en un rato.- me avisó mientras salía.
-Los acompañaré luego, debo bañarme.- asintió, y salió. Sea lo que sea que realmente era importante esperaría, pues necesitaba un baño urgente. Tener a Ed todo el tiempo conmigo era realmente bueno. Éramos un matrimonio normal, literalmente. Con el cuerpo de Al recuperado, la alquimia de Ed perdida y su brazo de nuevo normal, él no salía mucho después de su último viaje, ya que cuando regresó después de decirme su "Equivalencia de Intercambio", inmediatamente nos casamos. Semanas después falleció la abuela feliz, Roy se convirtió en fuhrer, se casó con Riza y tuvieron un hijo, y Al se comprometió con May. Todos éramos "felices". Hasta el día de hoy.
Bajé después de varios minutos con el pelo mojado por la ducha. Ed y Al estaban sentados en la mesa de la cocina mirándose seriamente uno al otro. No eran buenas noticias. Entonces, ¿Por qué Al estaba tan eufórico hace unos momentos?
-¿Pasa algo chicos? ¿Por qué tan serios?- pregunté finalmente después del silencio que se generó con mi presencia.
-Winry, tenemos que hablar.- dijo Ed. Me asusté inmediatamente.
-¿Qué sucede? Ya basta de tanto dramatismo y díganme. ¿Le pasó algo a alguien?- me acerqué a mi esposo.
-No es eso, Win. Es sólo que…- intentó hablar Al.
-Alphonse encontró una manera para que yo pueda recuperar la capacidad para realizar transmutaciones humanas sin necesidad de una piedra filosofal.- interrumpió el mayor de los Elric.
-¿Enserio? ¡Eso es maravilloso! Entonces… ¿Por qué tan serio?- me confundí.
-El problema es que…- Al bajó la mirada- Esto no te gustará, Winry.
-¿Tienes que matar gente?- lo miré asustada.
-No, no seas tonta, sabes bien que jamás haría eso a cambio de nada. El problema es que tengo que entrenar con un alquimista que está fuera del país, por varios meses.- Ed me apegó a su pecho levemente.
-Eso no es malo… Siempre te vas un par de meses…-
-Esto no será un par de meses, amor. Serán años, no se cuántos. Tardaré en encontrarlo, además del entrenamiento, y otras técnicas especiales.- su voz se escuchó triste. Un nudo se formó en mi garganta, y pronto las lágrimas se apoderaban de mi rostro.
-Pero… entonces… ¿Estaremos separados? ¿No vendrás a visitarme ni nada? ¿Cómo cuando éramos niños? ¿Te alejarás de mi?- empecé a dar pequeños pasos hacia atrás. Él asintió levemente, mientras bajaba la mirada.
-No… No me gustaría… Pero es necesario… Amestris está sufriendo ataques de seres parecidos a homúnculos de nuevo, pero Al no puede con ellos solo. Tendré que ir amor… Pero te escribiré… No podrás responderme porque no se en donde estaré y cambiaré de lugar muy seguido. Te prometo que Al te dará noticias sobre mi todo el tiempo, y él me las dará a mi sobre ti. Winry, yo no me quiero separar de ti, eres lo más importante de mi vida, pero… tú eres parte de este país. Y lo protegeré para ti…- caminó hacía mi y me abrazó de nuevo.
-No quiero que te vayas…-exclamé abrazándolo lo más fuerte que podía, como si fuera la última vez.
-Yo tampoco me quiero ir… Pero debo ir y lo sabes. Lo entiendes, ¿Verdad?- tomó mi barbilla entre sus manos y me levantó un poco la cabeza para que lo mirara a los ojos. Era más de 20 centímetros más alto que yo. Lo vi con ojos irritados mientras seguía llorando, sin embargo, asentí con la cabeza.- No llores… Estaremos juntos siempre, y regresaré amor, eso es lo que importa… Me iré en una semana, y en esa semana lo aprovecharemos al máximo… ¿Está bien?-
-Te amo…- le dije con voz ronca mientras hundía mi cabeza en su pecho.-
Él me acarició la cabeza. –Yo más… Mucho más…-
La semana pasó con mucha rapidez. Cada segundo tenía más miedo, y el día que menos quería que llegara, finalmente llegó. La despedida fue la más triste que jamás le haya hecho a alguien, incluso a mis padres. Antes de irse, tomamos cientos de fotos, y la mitad se las llevó él, y yo me quedé con la otra mitad. Nos recordaríamos a diario, y en la noche le diríamos "Te amo" a las estrellas y a la luna para mantener nuestro amor a distancia. El último beso fue el más tierno que jamás me haya dado, e incluía más de mil palabras en 10 largos segundos. "Volveré, así que espérame". Y finalmente partió con Al en el tren. Alphonse sólo lo acompañaba hasta las afueras del país, ya que él tenía que quedarse por May, pronto se casarían, no podía alejarse, además de que él no necesitaba aquel entrenamiento. Al me explicó que el alquimista que entrenará a Ed descubrió la forma de romper leyes y tratos con la verdad, así como deshacer el intercambio equivalente. Sin embargo, sus experimentos eran ilegales, por lo que el ejército de Amestris lo buscaba para asesinarlo, por lo tanto él se encontraba perfectamente bien escondido, razón por la cual Ed tardaría más en encontrarlo, entrenar y finalmente regresar. Bien, ahora si me sentía sola.
Pero eso no duró mucho tiempo.
Los días pasaron y cada vez me sentía peor. May estaba conmigo mientras Al regresaba de acompañar a Ed. Las náuseas empeoraron, vomitaba todo el tiempo, me mareaba por cualquier cosa, lloraba apenas veía algo que me recordara a él, comía más de lo que debía, y me cansaba al ir a trabajar a Rush Valley. El señor Garfiel notó que ya no podía cargar cosas tan pesadas y lo fatigada que estaba, por lo que más de una vez me había mandado de regreso a casa. May me decía que era la depresión por la partida de Ed. El señor Garfiel me dijo que debía de hacerme una revisión, que podía tener "amibas con patas". No entendí esa parte, pues cuando me dijo eso él solo rió. Finalmente, después de semanas de "depresión" decidí pararme de la cama e ir a visitar al doctor Marcoh, que convenientemente, había pasado a arreglar unos asuntos a casa de Roy. Días después, Marcoh me habló por teléfono para decirme que los resultados de los exámenes habían resultado positivos.
La noticia casi me parte en dos. No tenía una infección. No era la depresión. No era la soledad. No era una enfermedad. Estaba embarazada. Y de un hijo de ESA persona. Un pequeño alquimista, fruto del amor entre Ed y yo, un Elric-Rockbell. No podía creerlo. Lloré de felicidad muchas noches, deseando que Ed lo supiera. "Si lo hubiera sabido antes… Él jamás se hubiera ido". Pero era tarde. Él no estaba más… Mi pequeño no tendría papá… Estaría sola…
Al regresó unos días después y en cuanto le di la noticia, trató de regresar a donde había acompañado Ed para decirle todo. Desgraciadamente había sido demasiado tarde, él se había ido y el rumbo que había tomado era desconocido. Ya no había más que hacer, más que esperarlo meses y meses… hasta que finalmente regresara, y viera que tenía una familia de la cual no sabía… La espera sería larga, dolorosa, impaciente… Pero después de un tiempo, finalmente me convencí.
Definitivamente, lo esperaríamos. Mi pequeño y yo.
Después de todo, el tiempo se pasa volando… ¿No?
/FIN FLASH BACK/
Han pasado ya 7 meses desde la partida de Ed, y seguía esperando. Cada día eran 24 horas menos por la cual esperarlo, sin embargo, no sabia dónde había empezado la cuenta regresiva y dónde terminaría.
Mi vientre ya estaba muy crecido, en su máximo estiramiento, pues ya contaba con los 9 meses de gestación. Él pronto vendría al mundo, y todos los que lo aman lo verían nacer. Excepto aquella persona… Que más quisiera…
Su padre. ¿Qué sigue?
-Auch… Oh no…- un horrible espasmo recorrió mi vientre. Luego, escuché que algo se rompía, y justo antes de intentar averiguar qué era, miré hacía el piso, pues sentí mis piernas mojadas. Había rompido la fuente.- D-den… Ve a buscar el teléfono… Él quiere nacer ahora…- el perro corrió todo lo que daban sus patas buscando el maldito teléfono mientras ladraba fuerte, por si alguien lo escuchaba. Poco probable, ya que cada casa tenía una distancia de al menos un kilómetro. Sujeté mi abultado estómago fuertemente con una mano mientras me recostaba en el sofá lentamente. Luego de unos segundos, llegó el perro con el teléfono en la boca, marqué un teléfono mientras intentaba respirar tranquilamente, aunque el dolor aumentaba cada vez más y más, lo que me hacía respirar entrecortadamente. Uno, dos, tres.
-¿Diga?- contestó una voz al otro lado de la línea telefónica.
-A-Alphonse… Soy yo…- intenté hablar tranquilamente. Al me había insistido durante semanas que cuando estuviera en trabajo de parto al primero que hablara fuera él, ya que quería estar presente en el nacimiento de su sobrino a como diera lugar. Me negué más de una vez, ya que calculaba que él estaría de luna de miel, y arruinarle ese viaje tan especial, simplemente era algo que no quería hacer. Finalmente acepté cuando me puso la carita de cachorrito triste más hermosa del mundo. Y estaba cumpliendo mi parte del trato, pues el dolor no me daba oportunidad de pensar las cosas más de una vez.
-Hay Dios mío.- obviamente, Al captó todo con solo oír mi voz.- ¿Ya viene?
-S-si… Puedes… ¡HAY POR MI MADRE!- grité de dolor.- P-perdona Al, fue una contracción. Llama a alguien si, el niño no esperará para nacer… ¡Q-quiere venir ya!-
-Cálmate, estaremos ahí en unos minutos. Espera por favor, llegaré ahí a como de lugar, ¿Entendiste?-
-No te tardes…- rogué mientras respiraba agitadamente-
-Creo que esa frase se la tomará muy personal el bebé.- bromeó Al antes de colgar.
Yeeei, ¿Qué tal?
¿Quieren más? RR! Etto, este fic sólo tiene actualización hasta el capítulo 4, y avanzaré conforme vea su interés.
Ya saben, la rapidez y todo lo demas con lo que vaya subiendo los capítulos, es decisión de ustedes :3
Winry Rockbell se despide!
