Editado para corregir errores y ciertas partes que no poseían relación.
"Hoy, es el día: Hechizo Invisible"
Él la vigilaba de cerca desde hace buen tiempo, no comprendía lo que aquella humana le había hecho; esto no tenía precedentes. Ni siquiera el gran Taiyoukai pudo darse cuenta de cuándo ni cómo lo había afectado, por esa misma razón lo intrigaba. Ella no parecía de esa época, llevaba unos trajes extraños y hasta indecentes. Casi siempre se veía inocente y hasta tonta de vez en cuando, pero esa imagen virgen lo hacía sospechar, cómo podría ser tan buena.
Estaba conciente de que ella tenía sus momentos de enojo y cólera en los cuales hasta se veía amenazadora, lista para matar con la mirada que asustaba a todos, menos al que la vigilaba, mas bien a él, le hacía gracia cuando ella se molestaba.
Aquellos ojos que usualmente estaban llenos de amor y compasión podían verse furiosos hasta con fuego en ellos, sí, era poderosa pero mal entrenada en su opinión, analizándola detenidamente, se dio cuenta de que aquella miko podría sobrepasar a la misma Kikyo, la muerta andante…
Era gracioso como la reencarnación podía ser tan diferente a la anterior persona, eran completamente opuestas, ella era cálida mientras la otra era fría, casi tan fría como él, ella es conversadora mientras la otra apenas hablaba, y cuando lo hacía era de manera cortante, ella era amable y la otra antipática, con rostro acogedor y la otra llena de tristeza y rencor.
Pero eso no lo iba a engañar, por el mismo hecho de ser la reencarnación, de seguro ella también escondía sus propósitos, inclusive trampas.
Esa era la conclusión a que llegó aquel ser alto y poderoso, con cabellos plateados y largos que darían envidia a cualquier mujer que estaba preocupada por su cabello. Su rostro mostraba cierto enojo pero no era resaltante, sólo si uno podía verlo fijamente y estudiar su semblante como si fuera una ciencia se daría cuenta.
Como cualquier otro día, el grupito de su medio hermano salía, lo más probable era en busca de los Shikon no tama, que cierta miko fragmento por accidente.
Este era el día en el cual él la afrontaría, descubriría que rayos le había hecho esa miko. Aprovechó esos momentos en donde ellos se disponían a descansar, cada quien iba en busca de algo para el campamento, para su suerte y agrado, cuando para la chica era desgracia, ella fue sola a buscar leña para el fuego, eran raras las ocasiones en las cuales no estaba acompañada por ese pequeño yukai, que parecía hijo suyo.
Kagome tenía el rostro radiante como siempre, alegre y completamente inadvertida que lo que le estaba apunto de suceder, por haber ido sola al bosque, estaba a su merced…
Caminó a su paso con tranquilidad hasta que encontró aquello que buscaba, justo cuando ella se disponía agacharse la gran figura del Inuyukai apareció en frente de sus ojos.
La sorpresa era obvia en sus ojos azules pero ella no mostró signos de miedo ni de querer correr para alejarse.
Ella volvió a sorprenderlo, hablando, "¿Sesshomaru?"
Él no contestó haciéndole honor a su fama de no hablar mucho, pero aquello no limitó a la chica de vestimentas raras.
Parpadeando, registró en su mente la situación en la que se encontraba, concluyendo que lo mejor era dejarlo ser. Por alguna razón ya no le tenía miedo sino respeto.
"Sólo vine a recoger un poco de leña, no pienso interponerme en tu camino."
Viéndola bajarse a coger la madera, hablo por fin con tono cortante, "¡¿Qué me has hecho miko?!"
Kagome se encontraba en medio camino para pararse, cuando su pregunta la congeló de sorpresa. Levantó su mirada para verlo, se veía algo molesto.
Parada ya, en forma derecha, le contestó desconcertada. "No se a que te refieres," sus ojos mostraban su sinceridad pero el TaiYukai no se dejaría engañar por esa mirada inocente.
Ese momento era uno de los pocos en donde Sesshomaru se mostraba impaciente, dio unos pasos hacia ella, con su figura amenazadora. Ella no se movió.
"¿Qué me hiciste?" demandó saber de nuevo al estar a solo unos metros de ella.
"¡En serio, no se de que me hablas!" ella respondió con su usual tono de voz desafiante. Él se atrevía a acusarla de hacerle algo si recién de mucho tiempo lo veía frente o al menos cerca de ella.
"¡Insistes en mentirme, ningen!" Levantó su voz pero no al punto de gritar, para asustarla pero al parecer aquello ya no funcionaba con ella, más bien sólo ganó una respuesta a gritos de parte de ella.
"¡No te estoy mintiendo!"
Para desconcierto de Kagome, Sesshomaru repentinamente la había sujetado por el cuello y ahora la sostenía contra una pared de rocas. La sujetaba de tal modo en que ella no podría escapar, estaba sentada con sus piernas a sus costados mientras el cuerpo del youkai se imponía sobre ella. En unos cuantos milisegundos, él los había llevado a una cueva en donde apenas entraba luz que le permitía ver a su atacante.
Kagome estaba incómoda al tener una gran roca en su espalda que supuestamente la sostenía para que no cayera al suelo, estaba ligeramente echada hacia el suelo cuando sintió un dolor por detrás más o menos debajo del hombro, pero en la situación en que estaba eso era irrelevante, lo importante ahora era escapar de Sesshomaru. Y pronto.
"¡Habla!" comandó Sesshomaru.
La chica apenas podía respirar bien y este le decía que hablara, "¡Suéltame!"
"¡No te dejare ir hasta que me digas qué diablos he has hecho!"
Tosió un poco y trató de hablar de nuevo, "no- no te he hecho nada, Ses-shomaru"
"¡Mientes! ¡No se qué clase de hechizo me has lanzado pero quiero que lo quites inmediatamente!"
"¡Yo no te he lanzado ningún hechizo! ¡Ni siquiera se cómo hacer uno!" Kagome respondía molesta comenzando forcejear, el youkai vio esto y cambió su manera de aprisionarla. Ahora la sujetaba con ambas manos en los brazos, aplicando fuerza para que sintiera dolor.
"¡Claro que sí! ¡Por alguna extraña razón no puedo dejar de pensar en ti! Fue demasiado repentino, ¿quién más pudo haberlo hecho?"
La joven se estremeció por el dolor que le había causada el que el yukai haya clavado literalmente las garras en su sensible piel, cerrando su ojo derecho momentáneamente a causa del dolorg.
"¿Cómo que no puedes dejar de pensar en mi? ¡Eso no tiene sentido!"
"Me alegra que estemos de acuerdo con lo último," aclaró con voz fría el Taiyoukai con la mirada fija en ella.
De repente una voz apareció en la mente de Kagome, sugiriéndole que se defendiera.
'Por qué no te defiendes! Purifícalo!'
'No puedo'
'¡Claro que puedes!'
'No quiero hacerle daño'
'¿Por qué no quieres hacerle daño? ¡Él te esta lastimando!'
"¡No lo sé, no quiero lastimar a Sesshomaru!"
Kagome abrió los ojos al darse cuenta de que había gritado lo último, su voz resonaba en la oscura cueva, Sesshomaru por su parte también se veía sorprendido, con sus ojos dorados fijos en ella.
Pasaron unos momentos en los que parecía que ambos estaban congelados en ese instante, ninguno hablo ni se movió. De pronto Sesshomaru frunció su ceño y volvió a aplicar fuerza en su agarre.
"Intentabas purificarme," habló con tono frío y sin sentimiento. Kagome abrió ligeramente más los ojos, mostrándole que tenía razón.
Viendo que sus ojos ahora brillaban con una luz peligrosa comenzó a forcejear de nuevo pero a comparación con la fuerza del inuyukai, todo esto era en vano.
"¡Sesshomaru, déjame ir!"
Este no le hizo caso, sino que comenzó a aproximarse de manera peligrosa y amenazante a su rostro. Los ojos de la miko se abrieron aun más del susto y la sorpresa, el youkai tenía una sonrisa malévola en sus labios. Kagome luchaba con todas sus fuerzas para liberarse pero no le daban frutos, y la idea de purificar al yukai, le parecía inconcebible, ¿que iba a pasar si le hacía mucho daño? Ella aún no sabía controlar bien sus poderes…
El rostro del Inuyoukai ahora estaba solo a unos centímetros de la miko, ella podía sentir sus respiros, no comprendía por qué no se sentía capaz de hacerle daño, eso era extraño para ella misma. La fuerza aplicada en sus brazos era la misma, no podía escapar. ¡¿Dónde rayos estaba Inuyasha cuando se le necesitaba?!
El recuerdo de su primer amor le hizo comenzar a luchar de nuevo, "¡Ya déjame ir, no te hice nada!"
"Ya veremos quién manda, miko."
Si ella no respondía a las buenas, entonces tendrá que ser a las malas…
El poder de Sesshomaru se comenzaba a sentir, Kagome instintivamente cerró los ojos y volteó su rostro hacia su derecha para sentir un extraño dolor en la unión de su cuello con su hombro.
Ojos azules se vieron con claridad, el sufrimiento que sentía la hizo reaccionar de ese modo, mientras que Sesshomaru parecía disfrutar su sangre. Si ella misma estaría presenciando esto, pensaría que aquel no era un Inuyoukai sino un vampiro alimentándose de su víctima. Quería gritar pero ningún sonido salía de su garganta, sus manos estaban en forma de puño tratando de aguantar lo que el youkai le estaba haciendo, de sus ojos de color zafiro comenzaron a brotar liquido, sus saladas lágrimas recorrían el costado de sus respectivos ojos, al mismo tiempo que sentía como Sesshomaru bebía de su sangre lentamente y muy paciente, como deleitándose. Las fuerzas se le escapaban, mientras sentía una gran tristeza por lo que le estaba pasando ahora, nunca había imaginado que Sesshomaru, el youkai a quien más guardaba respeto le estaría haciendo esto, que le causaría tanto daño… Pero aparte del dolor físico que se volvía poco a poco más leve, sentía otro dolor en el pecho que en cada momento se incrementaba, sus lágrimas ahora caían con mayor facilidad.
Sesshomaru sintió como la miko dejó de hacer fuerza y oponerse mientras la torturaba, apartó sus colmillos y labios de su cuerpo y la encontró inconciente, con lágrimas en su rostro. Generalmente aquel escenario lo hubiera ganado una sonrisa pero en esta ocasión lo único que sacó fue descontento. No se comprendía a si mismo, esta pequeña miko que yacía debajo él, lo hacía dudar mucho, sentir lo que raramente sentía, ella era un enigma.
Su rostro estaba plácido y tranquilo, mientras él aún sentía el calor de su cuerpo que seguía en su poder, esa calidez era extrañamente agradable. Sin saber por qué limpió las lágrimas con su mano, con suavizad temiendo que despertara. Su rostro le traía tranquilidad. Por primera vez en mucho tiempo el Taiyoukai no sabía que hacer…
En la calma que había en esos momentos se percató de la esencia de la joven, era extraña pero a la vez exquisita, lo disfrutaba y se encontraba acariciando su mejilla. El recuerdo de su voz gritona diciendo que no le quería hacer daño vino de vuelta, intrigándolo hasta la ultima fibra de su ser, el concluyó que pensaba purificarlo para defenderse, y acertó pero al final ella no hizo nada en realidad para defenderse a costa de su bien, no la comprendía, no podía entenderla por más que trataba de pensarlo una y otra vez.
Percatándose en la posición que ella estaba, la sostuvo con suavidad y la posó en el suelo para que estuviera más cómoda, pero al parecer esto causó que ella se despertara. Ella abrió los ojos soñolientos de manera pausada, hasta que por fin identificó el rostro que estaba nublado en frente de ella. El youkai imaginó que después de lo ocurrido ella mostraría un rostro de odio y miedo pero en ves de eso ella lo saludó con un rostro neutro casi como interrogando que hacía todavía con ella. Imaginando que después él se abría marchado. A pesar de eso, aquel hecho de que él aún permaneciera con ella le brindó una extraña sensación de felicidad. Kagome no dijo nada simplemente se le quedó mirando fijamente al youkai que seguía observándola a su costado, con una rodilla en el suelo.
Sesshomaru dirigió su rostro hasta donde le había causado daño, haciendo que Kagome volviera a cerrar los ojos con rapidez pensando que haría lo mismo que hizo momentos atrás, pero para su sorpresa el sólo se quedó ahí, olfateando la sangre que había quedado, de vez en cuando produciéndole cosquillas a la joven cuando su nariz y sus labios rozaban con su piel.
Al darse cuenta de que Sesshomaru parecía ya no estar molesto ni quererle hacer daño, se relajó. El silenció volvió a la cueva hasta que el Taiyoukai habló con un susurro.
"No quise hacerte daño."
Fue corto, apenas audible, pero al parecer de Kagome, parecía una disculpa. Ella parpadeó varias veces y el silenció reinó de nuevo, pero esta ves ella fue quien lo rompió con su voz baja pero siempre femenina.
"Esta bien, no te preocupes."
Sesshomaru la escuchó e inmediatamente se alejó del lugar donde la había mordido para ver el rostro de la miko. Estaba anonado por la respuesta que acababa de darle. ¿No le guardaba rencor?
Decidió por fin alejarse de ella para que pudiera sentarse o pararse, como gustaba hasta irse, no la detendría.
Ella no dijo nada solo se llevó su mano en donde la había mordido para registrar el daño que le había ocasionado. Viendo su preocupación, el youkai hablo, "Sanará rápido, no tendrás ninguna cicatriz."
Kagome lo miró de nuevo, sonrió. "Oh, gracias."
Aquella palabra de agradecimiento lo desconcertó completamente, no entendía por qué le estaba agradeciendo. No tenía sentido… Pero una vez más recordó que con ella no todo era normal ni como debía ser, era especial.
Sesshomaru como todo un caballero llevado por el honor se levantó primero del piso y la ayudó a ponerse de pie. Salieron de la cueva sin decir nada, cada quien con sus pensamientos, hasta que Kagome volvió a sentir el mismo dolor en la parte de su espalda, llevó su mano y encontró sangre en ella, el Inuyoukai siguió su mirada y encontró una herida y su blusa manchada con sangre.
'Eso explicaría por qué sentí ganas de probar su sangre,' pensó el youkai de cabellos plateados.
"¡Oh no! ¡Se manchó mi blusa, mi mamá se va a molestar!" exclamó la miko levantando sus manos para darle más énfasis a su queja. Había vuelta a su normal yo.
"Deberías volver," sugirió Sesshomaru.
Ella volteó para verlo, "¿Cuánto tiempo ha pasado?"
"Unas cuantas horas"
"¡¿Qué!? ¡¿Tanto?!"
"Duermes mucho."
Kagome lo miró con rostro molesto pero después le regaló una sonrisa, "Bueno, será mejor de que me vaya, Inuyasha me volverá a gritar por ser descuidada."
La miko se dispuso a caminar camino de regreso pero sin antes volver a ver fijamente al Taiyoukai que estaba parado detrás de ella. Se despidió sonriente haciéndole señas con la mano, mientras el Inuyoukai apenas asentó con su cabeza viéndola marcharse y volver con sus amigos…
Wa por fin termine! Mi primer fic de Inuyasha y one-shot, yay! Centrado en mi pareja favorita XD SesshomruxKagome hahaa si sé que es raro, pero me gusta mucho x3 Espero que les haya gustado, un poco extraño el fic pero disfruté escribirlo, de nuevo planee escribir un one-shot en una hora pero siempre me paso de la hora, no pensé que sería tan largo XD me salió seis hojas en dos horas con veinte minutos, ahora a desayuñar! XD
Eternally Asuka
