Había escuchado de algunas chicas de su clase lo genial que era tener hermanos ¿Qué de genial puede tener eso?

Unas decían que sus hermanitos menores eran súper tiernos y que no se imaginaban la vida sin ellos ¿Hermano menor? Tenía a Subaru que no era para nada tierno, al menos no a sus ojos, además que no parecía ser menor que ella y esa no era la idea.

Otras comentaban que tener hermanos mayores era lo máximo "Porque te cuidaban y te protegían" Ja, claro como no. Lo más cerca de protección que había recibido de parte de sus hermanos fue una vez que Reiji le dije que se tropezaría con una piedra…Sin embargo no le hizo caso e igualmente tropezó, lo que ocasiono la risa discreta de sus hermanos, exceptuando a Reiji que solo la miro con desaprobación.

Entonces tener hermanos no era la gran cosa…Tal vez si lo era, pero ella había tenido la mala suerte de que le tocaran unos idiotas, que lastima que uno no escoge a la familia.

Se recostó un poco más contra el muro en el que estaba sentada, llevaba ya un rato allí.

-¿Ayato?-Escucho una voz que la llamaba.

Levanto la cabeza encontrándose con un chico de su clase, lo reconoció rápidamente era aquel que había atrapado más de una vez mirando hacia su asiento.

-¿Hay alguna razón por la cual quieres hablar con su majestad?-Dijo mirándolo fijamente, estaba muy tranquila como para alguien viniera a molestarla.

-Sí, es que…-El chico titubeo un poco y jugueteo con sus dedos.

-Apresúrate a decirlo, no tengo todo el día para ti-Dijo levantándose para quedar frente al chico, tomando en cuenta la clara diferencia de altura.

-¡¿Quieres ir a una fiesta conmigo?!-Dijo rápido y acelerado aquel chico.

¿Con qué eso era? ¿Quería que lo acompañara a una fiesta? Era compresible que haya pensado en invitarla a ella, no por nada era la chica más bonita del instituto (y del mundo también, ejem).

-¿Así que quieres que vaya contigo a una fiesta?-Dijo burlonamente-Entiendo, su majestad es la mejor opción... ¿Pero qué te hace pensar que eres lo suficientemente bueno para ir a una fiesta con su majestad?

-Yo…solo pensé...que-El chico empezó a tartamudear y Ayato no estaba dispuesta a soportar a un bobo nervioso enfrente de ella.

Tal vez le diría que sí, es decir, hace mucho que no salía de fiesta…Además ese "bobo" no era nada feo. ¿Había sonado como su madre? Al parecer si, pues un escalofrió le recorrió la espina dorsal, en fin solo tenía que saber algo para darle su respuesta…Algo de suma importancia.

-Dime algo-Dijo calmadamente lo que era raro en ella.

-¿Si?-Pregunto el chico con un tono de nerviosismo.

-En esa fiesta…¿Habrá takoyakis?

El chico sonrió y respiro profundo, por un momento pensó que la pelirroja le preguntaría algo más importante, pero solo era eso.

-Por supuesto que los habrá-Dijo ahora más calmado-Si es por ti, los habrá-Se sonrojo al decir esto último.

-Entonces iré.

-¿En serio? ¡Genial!-Dijo emocionado, luego se dio cuenta de que se estaba poniendo en ridículo en frente dela chica que le gustaba y se calmó un poco-Es decir, que bien que quieras ir-Ahora su voz sonó más ronca.

Ayato se dio cuenta del cambio y sonrió de lado.

-No te culpo, cualquiera se sentiría afortunado de poder tener la oportunidad de salir con su majestad-Dijo arrogantemente.

-Supongo que tengo la mejor suerte del mundo-Dijo sonriéndole a Ayato-Oh, toma-Se metió la mano en el bolsillo y saco un papelito que le tendió, esta lo tomo y lo examino con la mirada.

Era una dirección, supuso que la de la fiesta.

-Pensé que sería mejor encontrarnos allá...Es mañana.

-Me parece bien-Dijo y guardo el papel en el bolsillo de su uniforme, luego se agacho a recoger su bolso que estaba en el piso y se lo puso-Hasta mañana entonces… ¿Cuál es tu nombre por cierto?

-Hiroshi-Dijo apresuradamente.

-Bueno, hasta mañana nerviosito -Dijo Ayato para finalmente irse.

Ese chico tenía suerte de poder salir con alguien tan genial como lo era su majestad. Llegando a su casa tendría que empezar a pensar que iba a ponerse. Obviamente no habría ninguna más bonita que ella en esa fiesta, pero por supuesto que debía procurar su apariencia.

Bien, en unas horas comenzaría la fiesta y ella no estaba ni cerca de estar lista. No es que pensara llegar puntual porque nadie nunca lo hace, pero si quería llegar a una hora decente debía comenzar a arreglarse.

Ya se había duchado, tenía puesta una bata de baño y observaba la cama en la cual estaban desparramados algunos vestidos, estaba indecisa de cual ponerse. Luego de medirse y verse repetidas veces en el espejo sus opciones por descarte eran un vestido rojo acampanado sin mangas con espalda descubierta y que le llegaba 10 centímetros más arriba de las rodillas o uno de tubo negro strapples con detalles dorados que igualmente le llegaba por encima de las rodillas.

Se había decidido entre ellos dos porque eran lo menos formales que tenía, todos los demás eran largos como para reuniones importantes, en cambios estos dos eran del tipo que te pondrías para ir a una discoteca.

Pudo bien haber optado por una falda con algún top o camisa, pero sabía que entonces le daría por probarse cada una de sus faldas con cada uno de los implementos de su guardarropa y perfectamente estaría allí hasta mañana.

Volviendo al tema del vestido, se maldijo por no tener hermanas, si ese fuera el caso solo tendría que llamarlas y pedirles su opinión ¿Reiji no contaba cómo hermana? Nah, si fuera él de seguro la vestiría como si fuera a un evento importantísimo de la alta sociedad.

Hablando de Reiji, no le había mencionado que iría a una fiesta ¿Por qué tenía que hacerlo de todos modos? Oh sí, porque es él quien administra el dinero y está prácticamente a cargo de ella al igual que de sus hermanos, debería de ser Shu por ser el mayor, pero el solo era un vago.

Le diría cuando se estuviera yendo, si le decía que no se escaparía. Nadie le prohibía algo a su majestad.

-Teddy ¿Para qué creas que sea toda esta ropa?-Una voz la alerto y la hizo voltear hacia la puerta para ver a Kanato observándola.

-¡Kanato! ¿Qué hacen tú y ese estúpido muñeco en mi habitación?-Dijo observando a su hermano.

-¡No llames estúpido a muñeco a Teddy!-Grito el pequeño bipolar.

-¡No entres en mi habitación sin tocar! En fin ¿Para qué molestas a su majestad?

-Reiji me dijo que te avisara que la cena estaría lista pronto-Dijo apretando el peluche entre sus brazos-Teddy dice que planeas algo con esa ropa ¿No es cierto, Teddy?

-Lo que su majestad haga no es asunto tuyo-Dijo Ayato acercándose a la cama donde recogió algunos de los vestidos desparramados y los puso encima de una silla que había junto a su cama excepto por el rojo y el negro, los cuales dejo extendidos sobre la cama. Se lo ocurrió una idea y sonrió malévolamente viendo a Kanato que seguía allí parado.

Tomo ambos vestidos, uno en cada mano y los alzó.

-Oye, Kanato ¿Cuál de estos te gusta más?-Ella sabía bien que Kanato confeccionaba vestidos para las novias sacrificadas y trajes para su oso, así que pensó en pedirle opinión.

Kanato se sorprendió un poco con esa pregunta.

-¡Eh! ¿Para qué me preguntas eso? ¡¿Te estas burlando de mí?!-Dijo sobresaltando a Ayato, quien se las arregló para no dejar caer los vestidos.

-¿Qué? ¡No me estoy burlando de ti!-Ayato bajo las manos que mantenía en alto y se acercó a Kanato ahora poniendo ambos vestidos en su cara-¡Te estoy preguntando cuál me quedaría mejor!-Se calló de golpe al decir esto último, no le había dicho que era para ella, bueno ahora si.

-¿Cuál te queda mejor?-Dijo Kanato ahora más calmado, acerco su rostro hacia los vestidos que su hermana había puesto frente a su cara y frunció el ceño.

Los examino durante unos segundos, luego se alejó y puso a Teddy con cuidado sobre la cama de Ayato, volvió y toco con ambas manos sintiendo la tela.

-Pruébatelos-Dijo sin más Kanato.

-¿Ah?-Ayato miro a su hermano frunciendo el ceño.

-¡¿Cómo quieres que te diga cuál es mejor si no sé cómo te quedan?!

Bien, Kanato tenía razón así que sin decirle nada se dirigió hacia el vestidor que tenía en su cuarto (Al lado de su amada Iron Maiden) se puso primero el vestido rojo.

Salió para encontrarse con Kanato sentado en su cama con Teddy de nuevo entre sus brazos, al verla se levantó y se acercó a ella la examino de pies a cabeza, le hizo un gesto con la mano para que se diera vuelta, le obedeció como poco veces hacía en la vida más que nada porque era algo que la favorecía.

-El otro-Dijo volviéndose a sentar en la cama.

Ahora con el vestido negro Ayato salió del vestidor, se repitió el mismo proceso de examinación de Kanato.

Una vez que Kanato pareció haber terminado su "chequeo" volvió al vestidor para quitarse el vestido.

-¿Y bien?-Pregunto saliendo del vestidor ahora con su ropa normal.

-¿Tu cual crees que sea el mejor, Teddy?-Dijo Kanato hablándole a su oso.

Ayato rodo los ojos, pero no dijo nada, si lo hacía Kanato se molestaría y no la ayudaría.

-Teddy dice que te ves igual de mal con los dos-Dijo y comenzó a reír desesperadamente como solía hacerlo a veces-Te ves igual de fea con los dos.

Kanato reía como si le hubieran contado el mejor de los chistes.

-¡Dile a tu maldito oso que se equivoca!-Grito Ayato-Su majestad se ve hermosa con cualquier cosa que se ponga.

-¡No le digas así a Teddy!-Dijo levantándose de la cama.

Bien al parecer pedirle a Kanato que la ayudara no había sido buena idea.

-Pero Teddy también sabe cual es el problema-Ahora Kanato sacado a relucir su bipolaridad cambiando de humor de un segundo para otro-Te ves muy vulgar.

¿Vulgar? ¡Vulgar! ¿Cómo iba a verse vulgar? Bien que los vestidos no eran para una fiesta elegante pero tampoco para venderse en la esquina. Tal vez el problema era…¡Ella no tenía la culpa de haber heredado los pechos de Cordelia!

Los amaba, pero en ocasiones eran realmente molestos y esta era una de ellas. Se le salían por todos lados y no podía usar cosas muy escotadas porque parecería una stripper.

-Si usaras un vestido sin escote, tal vez uno tipo cuello halter-Hablo Kanato como adivinando lo que su hermana pensaba.

-¡¿Y de dónde mierda lo saco?!-Ayato empezaba a frustrarse si sus cuentas no fallaban la fiesta empezaba en tres horas y no tenía tiempo para ir de comprar.

-¿Eh? ¡Eso ya no es asunto mío!

Ayato se acercó hacia su cama y se tumbó boca abajo en esta, Kanato tenía razón, parecía una puta y no iría a la fiesta así. La gente no pensaría que es una fácil, era una lástima se perdería de los sabrosos Takoyakis y del chico lindo.

Kanato frunció el ceño al ver a su hermana así, no sabe porque pero por alguna razón prefería a la Ayato ruidosa y molesta a esta que estaba ahora abatida en la cama. Sentía la odiosa necesidad de ¿Ayudarla?

-Oye, Ayato-Dijo y se sentó al lado del cuerpo de su hermana-Teddy y yo podemos solucionarlo, tenemos un vestido para ti.

Ayato levanto la vista sorprendida y miro fijo a su hermano ¿Kanato estaba en serio diciendo eso?

-¿En serio?-Se irguió completamente en la cama.

Kanato asintió y antes de que volviera a hablar la puerta fue tocada bruscamente.

-¡Ustedes dos, apresúrense y bajen a cenar!-La inconfundible voz de Subaru los llamo

-¡Oye, Subaru ¿Quién te crees que eres para gritarle a su majestad?!-Grito también Ayato para que su hermano menor pudiera escucharla, pero al parecer este ya se había ido pues nadie respondió

Ambos vampiros se levantaron de la cama para dirigirse al comedor, no querían tardar mucho y que Reiji subiera a buscarlos.

-Te lo mostrare después de la cena-Dijo Kanato para luego desaparecer, ella lo imito segundos después.

La cena paso "normalmente" como lo es normal para lo Sakamaki, uno que otro grito, Reiji cuestionando sus modales, nada fuera de lo común.

Una vez terminada todos se fueron retirando, Ayato espero a que Kanato se fuera y ella lo siguió

Cuando los dos estuvieron en la habitación de Kanato, este sin decir nada se acercó a su gran armario de donde saco una vestido muy bien cuidado de color morado como le había dicho con el cuello halter.

-Pruébatelo-Dijo y le tendió el vestido a su hermana quién lo tomo y sin importarle que Kanato estuviera en frente de ella se desvistió para probárselo, después de todo era su hermano, además que a diferencia de en su habitación aquí no tenía ningún sitio donde cambiarse.

A él de todas formas no pareció importarle y solo se sentó en su cama a esperar que su hermana estuviera lista.

Una vez con el vestido puesto Ayato dirigió su mirada a Kanato quien rápidamente se levantó de la cama y la examino de pies a cabeza, estuvo así durante unos minutos sin decir nada en los que Ayato comenzó a exasperarse.

-¡Oye Kanato ¿Qué esperas para decirle a su majestad que se ve maravillosa con este vestido?!-La poca paciencia que Ayato estaba usando se había agotado.

-¡Ayato, no me grites cuando te hago un favor!-Kanato se alejó de ella y se le quedo viendo fijamente-Teddy dice que te ves mejor con este vestido.

Al parecer a ese maldito ose le agradaba o bueno en realidad a Kanato fingiendo ser el oso, eso estaba bien, le agradaba ya no parecer una puta como le había dicho anteriormente.

-¿Entonces?-Le pregunto Kanato con su típico tonito de molestia-¿Lo quieres o no?

Ayato sonrió de lado ¡Por supuesto que lo quería!

-Sera un honor para ti dárselo a su majestad.

Luego de este comentario estuvieron peleando unos minutos más hasta que finalmente Kanato le había regalado el vestido a su hermana. Antes de irse de su habitación volteo para verlo.

-Gracias, Kanato-Dijo y le sonrió

Este pareció sorprendido por unos segundos, pero finalmente le devolvió la sonrisa.

Después de todo Kanato no es tan malo…Tenerlo como hermano tampoco lo es.