Miraculous Ladybug pertenece a Thomas Astruc, Zag Animation, Disney y TF1, hago esto sin fin de lucro.

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Pas à pas

Por Mimi chan

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1

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— Entonces ¿No puede contratar a alguien más? – se levantó un momento ayudando a recoger los platos.

— Puede, pero no quiere – respondió su padre con una sonrisa incomoda.

— ¿Por qué?

Marinette estornudo y se limpió un poco de azúcar impalpable de la nariz, había estado espolvoreando azúcar sobre roles de canela y algo del azúcar pulverizado había acabado allí haciéndola estornudar desde hacía un rato.

El verano había empezado finalmente y eso significaba que parte de su mañana ayudaba a sus padres en la panadería y después disponía todo su tiempo para ella misma. Entre la escuela, el tiempo que le dedicaba a diseñar y su trabajo como Ladybug agradecía tanto un poco de tiempo libre. O al menos lo había agradecido hasta que su padre le había hecho este anuncio mientras todos estaban sentados a la hora de la comida.

— Porqué el arte de curar quesos es algo que se transmite solo de generación en generación – recibió una taza de té de las madres de su esposa que se la ofreció amablemente — igual que el arte de hacer pan, tu tío no confía en nadie que no sea de la familia.

— Y ¿Nadie más puede ayudarlo?

— Sus demás hijas son demasiado pequeñas solo Danielle tenía la edad adecuada pero debe descansar ya no tiene la energía para estar de pie.

Marinette suspiró casi derrotada, su tío Armand era primo de su padre por parte de su madre. La mayoría de la familia de su abuela se dedicaba a los alimentos de una manera u otra, así como su padre se dedicaba a hacer pan, otros eran granjeros, otros criadores, su tío se dedicaba a curar quesos. Y sí, la familia entera tenía la tradición de pasar ese conocimiento de padres a hijos, pero su prima Danielle estaba ahora mismo en su octavo mes de embarazo, no había manera de que estuviera de pie en el mostrador, su padre era la única familia que también vivía en la cuidad y él estaba demasiado ocupado con la panadería para ayudar, igual que mamá, la única opción lógica era ella.

— Solo será un par de meses mientras que Danielle da a luz y se recupera – intervino con una voz amable su madre apoyada en el hombro de su padre.

— Quería tomar un par de cursos de moda este verano…

— Lo sé querida y lo siento mucho – insistió su madre, solicitando con más amabilidad — te prometo que habrá más cursos y te ayudare a tomarlos, pero te lo pido como un favor muy especial.

¡Ay! Era difícil decirle que no a su padre cuando solía siempre pedir todo con la mayor dulzura del mundo. Pero era literalmente imposible cuando sus padres se unían en un propósito… si no fueran sus padres tendría envidia de un matrimonio así de perfecto, era tan afortunada de tener padres así.

— Entiendo papá, mamá.

— Además tu tío dijo que te pagaría ocho euros la hora – su madre la tomó de la mano trayéndola en un abrazo de grupo — lo mismo que a tu prima, tendrás mucho más dinero para invertir en nuevas telas, quizá incluso podrías comprar esa máquina de bordado que tanto querías.

Marinette sonrió, ese era el único consuelo que le quedaba, al no poder disponer de sus dos meses de verano, podría invertir su pago en muchos proyectos nuevos… solo esperaba que no hubiera demasiados akumas en horas laborales o sería mucho más complicado escabullirse en esa situación.

— Está bien papá – rodeó el cuello de su padre para responder — lo hare.

— Gracias cariño – la abrazó en regreso — te lo agradeceré todos los días.

Y así fue como empezó su trabajo de verano.

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El ritmo de la casa de quesos de hecho era bastante agradable… cuando te acostumbrabas al penetrante y constante olor de todos los tipos de queso. Ciertamente no era un lugar donde los turistas acostumbraran pasar el rato, la mayoría de los clientes en realidad eran clientes ya frecuentes de su tío que compraban grandes cantidades de queso para sus negocios de comida y restaurantes, su tío hacia entregas también, pero de eso se encargaba él mismo. Todos los días, desde las diez de la mañana a las cinco de la tarde debía ir a la casa de quesos de su tío, tenía una hora de descanso para comer a medio día, toda una jornada laboral normal.

Había esperado que fuera en realidad un trabajo de verano sencillo, sin demasiados problemas o sorpresas.

Hasta que un muy particular cliente entro en el local.

En el primer día de trabajo casi a la hora de su descanso la tienda había pasado ya quince minutos sola, en esos momentos ella aprovechaba para trabajar un poco en su libreta de bocetos se había perdido un momento en los tasos de un vestido, demasiado concentrada en la forma abierta de un escote en la espalda, tan amplio que apenas se sostenía sobre los hombros, pensando quien podría usar algo tan relevador y lo hermoso que se vería ¿rojo? O quizá purpura con cadenas de oro.

Había estado tan distraída que aparentemente no había escuchado la campanilla de la puerta, fue el sonido de alguien llamando en una de las vitrinas delante de ella la trajo de sus fantasías.

— Bienvenido a…

Pero su bienvenida acostumbrada murió a la mitad cuando vio un par de ojos verdes muy familiares.

— ¿Chat Noir?

— ¿Marinette?

Aunque por un momento se le hubiera siquiera llegado a ocurrir que podía ser alguien usando un disfraz igual al de su compañero la voz le confirmó su identidad. "por favor que no haya entrado a decir que hay un akuma cerca"

— ¿Qué haces aquí? – no pudo evitar preguntar alarmada, su tío recién había salido a hacer una entrega y ¿si algo le hubiera ocurrido?

— Comprar queso — se recargó sobre una vitrina apoyándose sobre sus brazos cruzados con la misma sonrisa coqueta que solía usar siempre — ¿Y tú?

— El dueño del local es mi tío – le explicó más tranquila, al menos no había un akuma haciendo destrozos por allí — Vine a ayudarlo porque mi prima no podrá trabajar un tiempo…

— Lo sé, Danielle estaba a punto de dar a luz – había visto a la joven rubia los últimos meses tras el mostrador con un estómago cada vez más distendido — dijo que alguien de la familia vendría a suplirla un tiempo, pero no tenía ni idea de que podrías ser tú, princesa.

— Yo tampoco sabía que fueras cliente de este lugar – su tío no les había dicho nada.

— Vengo todos los días a comprar algo de queso desde hace tiempo – le guiñó un ojo – tu tío es un curador muy discreto, en la mayoría de los lugares a donde iba siempre tenía que lidiar con paparazzis a la salida.

Eso tenía sentido, su tío amaba su tienda y por ende amaba a sus clientes, siempre hacia lo posible por tenerlos contentos con buena calidad y servicio.

— Quien diría que el gran héroe de Paris Chat Noir es amante del queso.

— Caray, gracias por lo de "gran héroe" – dijo sacando el pecho y sonriendo ampliamente

— Que emoción tenerte como cliente – dijo ella jugando a la sobrada puesta de "parisina común frente a un súper héroe" – y ¿Qué tipo de queso quieres?

— Una rueda entera de camembert.

— ¿Comes una rueda entera de camembert al día? – dijo mientras abría una de las vitrinas llenas de esos viejos y apestosos quesos — ¿Cómo haces para controlar tu peso… y tu aliento?

— Solo… — suspiró, si solo pudiera revelarle el curioso gusto culinario de su kwami — es demasiado complicado de explicar.

Por supuesto Marinette se daba una idea, aunque le sorprendía que el kwami de Chat Noir fuera tan glotón. Tikki comía por mucho, media docena de galletas en todo un día. Puso en una balanza el queso, calculo el monto y lo puso en una caja de madera con el logo de la casa de quesos. Con su sonrisa de mostrador le tendió el queso.

— €45.40. ¿Efectivo o tarjeta?

— Soy Batman ahora – dijo sacando un billete del interior de su guante.

— Tenía que intentarlo – dijo recibiendo el billete y sacando el cabio de la registradora.

— Quédate con el cambio.

— ¡No! – eran casi 5 euros, se sentía mal de recibir tanta propina.

— ¿Parece que tengo donde llevar monedas, princesa? – hizo ademan de buscarse bolsillos en los pantalones, por supuesto no había ninguno — Tengo bastante con mi cascabel para llamar la atención.

— Bien – dijo un poco incomoda poniendo el cambio en el frasco de propinas. De cualquier modo, cuando pudiera verlo como Ladybug le invitaría una taza de café o algo por el estilo — Así que… ¿Regresaras mañana?

— Oh si – dio un par de pasos atrás con dirección a la puerta caminando de espaldas — si no tengo mi dotación de queso diaria, las cosas se pondrían… negras.

— Hasta mañana entonces, Chat.

— Hasta mañana, princesa – le guiño un ojo de nuevo.

Y así dio media vuelta y salió de la tienda, extendió su bastón y pronto estaba lejos de allí.

De todas las cosas que había esperado de ese trabajo de verano, poder ver a su compañero de batallas era la última. La decisión de haber hecho ese favor a su padre, parecía cada vez mejor.

Fin capítulo 1

1 de agosto de 2017

3:40 a.m.

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Nota de autora: Hey! aquí estoy de nuevo (los que saben que tiene fics inconclusos le echan tomates y piedras) que puedo decir a mi musa le gusta moverse de aquí para allá y cuando una historia me atrapa me atrapa, no la controlo, lo juro si asi fuera no tendría ninguna historia en hiatus T-T, pero bueno. Aquí estoy de nuevo con una historia. Desde como diciembre estuve haciendo un montón de drabbles y hoy viéndolos en la libreta donde los estuve bosquejando dije "hey podría unirlos todos en una historia con un detalle aquí y otro acullá, lo que son buenas noticias por que son varios como una docena y todos estan terminados, asi que espero, "espero" poder actualizar seguido.

Espero que les guste, si es asi un pequeño review es lo unico que pido a cambio.

tata

Mimi chan