Disclaimer: Esto debería venir incorporado en ff, algo así como una aplicación, porque después de casi dos años en el sitio, cansa xD

Claim: The Tird Wife.

Advertencias: Nein, ustedes saben cómo terminó todo, sou.

Notas: Participa en el Reto Palabras para el recuerdo, del foro LOL.


Lo hizo por amor

(49# Amor)


The Third Wife.

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No vio solución porque sabía que no la había, y creérselo sería una tremenda mentira. No vio solución, porque su hijo había muerto, su esposo estaba luchando, y no veía forma en la que él pudiese ganar. Era un lobo anciano, y la Mujer Fría era demasiado fuerte.

No vio solución mas que crear una distracción. Su difunto hijo lo había hecho y así era como había salvado a su hermano. Ella era una simple humana, no se convertiría en lobo ni nada, pero sabía que podía ayudar de alguna manera; debía hacerlo, porque si su esposo moría, entonces el resto de la tribu lo haría, y ella no podría darle aquel placer a la Mujer Fría.

Sabiendo que con aquella decisión se iría, tomó el cuchillo de uno de sus hijos y corrió hacia la Fría, viendo cómo ésta sonreía, pensando erróneamente lo que haría. Ella sabía que no le haría el menor rasguño, pero aquello no era lo que pretendía.

Y cuando clavó aquel cuchillo directamente sobre su corazón, justo un segundo antes de que la Fría terminara con su esposo, cuando la sangre comenzó a brotar de entre sus dedos y a ella comenzó a faltarle el aire, fue cuando lo pensó. Cuando la vio mirarla con aquellos ojos sedientos, distraerse, ver que su plan realmente había funcionado, cuando vio que su esposo aprovechaba para tomarla del cuello y acabar con ella, fue que lo tuvo claro. Cuando el dolor se extendió por todo su cuerpo desde donde tenía la herida, cuando el sopor la envolvió y ella cayó contra el suelo sin cuidado, fue cuando sonrió. Porque ella lo había hecho por amor, porque no dejaría que la tribu muriese estando ella para hacer algo.

Cuando sus ojos se cerraron para no volver a abrirse y cuando ya no pudo respirar más del dolor, con la sangre manchándolo todo, ella sonrió a la nada y se encontró satisfecha, porque lo había hecho por todo el amor que tenía hacia su familia, para no verla sufrir, para no verla morir. Y no se arrepintió ni dudó en ningún segundo, porque supo que su sacrificio había valido la pena.


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