Prólogo.
Faltaba una semana para que el curso terminase y todos los alumnos de Hogwarts se dedicaban a disfrutar del buen tiempo en los terrenos del castillo. Todos menos nuestras cuatro queridas protagonistas:
- Alice¿quieres dejar de cambiarme de sitio el tintero? Estoy poniendo la mesa perdida de goterones…- dijo Lily mirando detenidamente una minúscula gotita en la esquina inferior izquierda de su ensayo sobre bogarts.
- No me apetece. – contestó la otra metiéndose una rana de chocolate a la boca.- Es que no sé como puedes ponerte ahora a hacer eso en vez de disfrutar de tu juventud como cualquier persona de dieciséis años…
- Pues porque soy responsable… no como tú.
- ¡Oh, querida, me ofendes! – dijo Alice dramáticamente llevándose una mano a la frente.
Lily la miró con el ceño fruncido mientras Ariadna y Corinne las miraban divertidas. Y cuando Alice cambió de nuevo el tintero de sitio - provocando un manchón en el centro del pergamino de Lily por culpa de una gran gota de tinta que resbaló de su pluma- tanto Ariadna como Corinne se levantaron riéndose a sujetar a su amiga, tentada por la risa de hiena de Alice, que le enseñaba el tintero como más tarde Peeves aprendería a hacer gracias a ella.
- ¡Jaaaaaaa¡Venga Lily! Si lo hago por tu bien. No te pasará nada porque por primera vez en tu vida no entregues un trabajo voluntario. Además, no te va a servir ni para que McGonagall te invite a una magdalena. Las notas ya están puestas. – dijo Alice dejando con cuidado el tintero sobre la mesa.
- Si, venga vayámonos afuera a tomar el airecillo.- agregó Ari tirando del brazo de Lily hacia el retrato de la dama gorda.
-Bueno, vale, pero esperad a que recoja todo esto…
- ¡No! – dijeron sus tres amigas al unísono tirando de ella hacia la salida.
Cuando ya iban por el segundo piso lograron que Lily se olvidase de volver para recoger el tintero y pudieron soltarla. Pero justo cuando se distrajeron, la pelirroja se dio la vuelta y echó a correr por el pasillo con una risa de psicópata mientras decía con voz grave "¡Nunca conseguiréis que infrinja las normas¡Ja!" Las otras tres se miraron con los ojos abiertos como platos.
- Yo sé que es así de insoportable sólo por fastidiarme a mí. Lo sé… - dijo Alice mirando el lugar por el que su amiga se alejaba corriendo y gritando frases sin sentido.
- Bueno, ahora sí que me ha tocado las narices… ¿Vamos a por ella? – preguntó Corinne con una sonrisa maliciosa.
-¡Sí, y cuando la pillemos haremos que insulte al cuadro del cerdo mudo!… ¡Muajajaja!- dijo Ari entre las miradas de confusión de sus amigas.
Las tres fueron corriendo hacia el lugar por donde su amiga había desaparecido y al torcer la esquina se encontraron a la pelirroja espiando a través de una vieja puerta que daba a un aula antigua en desuso. Ari se acercó lentamente a ella por la espalda y…
- ¡Buh!
- ¡Ah! – chilló Lily. Las otras tres empezaron a reírse como locas mientras su amiga se sujetaba el pecho con una mano y las miraba con un odio profundo. – ¡Estúpidas, me habéis asustado!
- ¡No me digas!- dijo Corinne después de coger aire.
- Lily, a partir de ahora serás la prefecta de Gryffindor: "Señora de lo Evidente". – agregó entre risas Ariadna.
Las tres se quedaron calladas esperando la intervención de Alise… que no llegó, ya que esta se hallaba, como el inspector Gadchet en sus mejores días, espiando por la misma puerta que antes estaba ocupando Lily.
- ¿Qué hay ahí tan importante¿Acaso los elfos celebran su día exhibicionista? – preguntó Ari a las otras dos, que, como después se dio cuenta, se habían sumado al acto de espionaje.
- No… son… ¿qué hacen estos ahí? – preguntó Corinne
- Oye, debo ser tonta pero es que tu respuesta no ha tenido ningún sentido para mi.- dijo Ari enfadada.
- ¡Oish¡Pues mira tú y cállate! – susurró Alice molesta tirando de la manga de Ari y empotrándola a la rendija por donde estaban mirando.
- ¿Pero que hacen estos bobos aquí? – repitió Ari mirando a través del estrecho hueco por el que podía ver a James Potter, Sirius Black, Remus Lupin y Peter Pettegrew.
- Espera que lo adivino… - se burló Alice poniendo los dedos índices en sus sienes y cerrando los ojos – Ohmmmmm…
- Te lo juro, tu gracia me priva de mis sentidos.
- ¡Ssh!- exclamaron Corinne y Lily a la vez.
- Yo no quiero saber qué hacen…- dijo Alice con las manos en los bolsillos.
- Lo tuyo no es el disimulo, cariño. Realmente no sé que le ves a Potter, pero aún sigues muerta por él. Se te nota…- susurró Ari intentando ver por encima de la cabeza de Lily.
- ¿Y tú qué sabrás? La última vez que te colaste por un chico fue en el parvulario. Te has quedado anticuada en cuanto a sentimientos de adolescentes se refiere…
- ¿Que tendrá que ver una cosa con la otra? – preguntó en un susurró Ari, a la que el comentario de su amiga le había entrado por un oído y salido por otro – Aunque no me haya pillado por ninguno sabes que tengo una vida sentimental muy activa, así que si me permites aportar mi saber, te lo agradecería.
- Bueno, me da igual, el caso es que James está olvidado…
- Seh… - dijeron las otras tres sin mirarla.
- ¡Ey¿Qué hace Peter? – gritó Corinne en un susurro interrumpiendo la réplica de Alice.
- No… es imposible… - susurró para sí misma Lily
- ¿Qué pasa¿Por qué Lily dice que es imposible¿El qué? – dijo Alice poniéndose de puntillas.
- ¿Eso es una rata…¡Ah! Pettegrew es un ani…- exclamó Ari.
- ¡Pero eso es ilegal! – la interrumpió Lily – ¡son menores!
- ¡¿QUÉ PASA?! – gritó Alice en la comodidad de su ignorancia.
Lily se apartó de la puerta mirando al suelo en estado de shock, momento que Alice aprovechó para ocupar su lugar y mirar al interior de la sala. Lo que allí vio no era nada extraño. James y Sirius estaban de pie mirando a una rata gris que había en el suelo con un pelo extrañamente largo para su tamaño. Remus miraba a sus dos amigos desde un pupitre.
- ¿Y se puede saber que hay aquí de extraño? – preguntó en un susurro Alice. Pero entonces vio algo que la dejó con la boca abierta. La pequeña rata empezó a estirarse y a convertirse en… Peter. - ¡Ah, Peter es una…! – gritó, pero fue interrumpida por sus tres amigas que la tapaban la boca.
- ¿Es que tu sigilo se fue de vacaciones con tu inteligencia? – preguntó enfadada Corinne.
Y justo cuando Alice iba a gritar de nuevo que Peter era una rata la puerta del aula se abrió y un Sirius con el ceño fruncido se asomó.
- Alice, ya te dije que si seguías intentando trepar por las estatuas terminarías mal… y mírate ahora, con un esguince…- improvisó Ari pasándose por encima de los hombros un brazo de su amiga como si estuviese ayudándola. Alice, por su parte, la miraba con la boca abierta.
- ¿Pensáis que soy tonto? – susurró Sirius cruzando los brazos sobre el pecho.
- Sí. Y ahora, después de esta increíble charla, nos despedimos Black. Ale adiós.- dijo Ari empujando a sus amigas hacia el final del pasillo.
- ¡JA! Simonds, buena improvisación. Pero siento deciros que no…- y con un rápido movimiento de varita, y después de que el pelinegro murmurase "wingardium leviosa", una gran estatua de un hipogrifo a pata coja calló delante de las chicas, cortándoles el camino. Cuando éstas se volvieron dispuestas a asesinar a Sirius, encontraron al chico respaldado por un James sonriente.
- ¿¡Pero que creéis que estáis haciendo?! – preguntó Corinne con los brazos en las caderas.
- ¡Oh, vamos, Rowns¿No pensarías que íbamos a dejaros marchar sin daros una explicación? – preguntó James con su sonrisa más seductora. Pero Ari, consciente de su plan como conquistador, levantó una ceja y puso los ojos en blanco.
- Potter…- dijo Ari con paciencia- ¿cuando vas a comprender que tus explicaciones nos entran por un oído y nos salen por otro?
- Bueno chicas, vamos a dejarlos hablar ¿no? – dijo Alice saliendo en defensa de los dos Gryffindor. Se volvió hacia James y con una gran sonrisa le preguntó: - A ver James ¿qué ha pasado ahí dentro con Pettegrew?
- Gracias Charsing, preciosa – dijo James acentuando aún más su sonrisa don juanesca. Lily entornó los ojos, Ari y Corinne los voltearon y Alice sonrió ruborizada. – Sólo practicábamos un hechizo de transformación…
- ¡Oh, vamos! Sabes tan bien como nosotras que eso no era un hechizo de transformación… Ni si quiera tenemos nivel para convertir a humanos – le espetó Lily cruzando los brazos sobre el pecho.
- Habla por ti, pelirroja – comentó Sirius con arrogancia.
- Ella para ti es "Evans" – contestó Ari acercándose amenazadoramente hacia Sirius.
- Ya habló la señora "Hagamos honor a la amistad"… Simonds… ¿Acaso Evans es sólo tu amiga o has cambiado de gustos por lo que le pasó a tu última victima? – dijo Sirius recordando un antiguo novio de Ari al que ésta había mandado a San Mungo por intentar propasarse.
- ¿Tanto te interesa mi vida sentimental? – preguntó Ari sin ofenderse – Vaya, Black, cada día me sorprendes más…
- Más quisieses… pero te confundes de Black. Mi querido hermanito si estaría encantado de hacerte unos favores ¿sabes?
- Deja a Regulus fuera de esto – susurró Ari poniéndose a la defensiva – aunque sí es cierto que lo prefiero antes que a ti… él tiene las cosas mucho más claras a pesar de ser un Slytherin – continuó la morena levantando la voz. Era cierto que ella mantenía una gran relación de amistad con Regulus. Era una amistad extraña pero sincera y lo conocía lo suficiente como para decir que tenía las cosas claras por la gran madurez y sensatez que mostraba en todos los temas, en todos menos en uno. Nunca había hablado con él sobre el prejuicio más grande del mundo mágico, pero sabía cuál era la opinión del chico. Por eso, nada más terminar de hablar se dio cuenta de su fallo en el último comentario, el cual se podía mal interpretar, y ante el que Sirius había cerrado los puños con furia.
- ¿Sabes? – el moreno adoptó de nuevo su actitud calmada – no sabía que tenías esa clase de prejuicios… sobre todo considerando que tu adorada Evans no sería para mi hermano un buen ejemplo de perfección en el mundo mágico.- Sirius no estaba seguro de que el comentario de Simonds se refiriese a la pureza de sangre, algo que para él era absurdo aunque le hubiese hecho la vida tremendamente difícil, pero igualmente contestó a su provocación.
- ¡No cambies las tornas! – gritó Ari nerviosa.
Todos los demás los miraban sorprendidos. Nunca se había hablado de ese tema abiertamente en el colegio, excepto cuando Dumbledore se refería a ello en sus discursos de principio o final de año. Por eso a todos les sorprendió el camino que estaba tomando la conversación, teniendo en cuenta el hecho de que Sirius y Ari se odiaban pero compartían los ideales respecto a ese tema y ellos lo sabían.
-Y no se te ocurra meterte con ninguna de mis amigas – agregó Ari bajando la voz de nuevo. Cuando todos quisieron darse cuenta la chica empuñaba su varita y apuntaba con ella a Sirius, el cual, inexplicablemente para el resto, también había sacado la suya y repetía el gesto hacia ella.
- ¿Qué hacéis¡Bajar las varitas, ya mismo! – les mandó Lily poniéndose entre ellos, pero Ari la empujó hacia un lado y en un abrir y cerrar de ojos gritó "¡Expelliarmus!", aunque Sirius fue más rápido. El hechizo pasó rozándole y entonces él contratacó, apuntando al suelo mientras bramaba un "¡Mucosuram!" tan potente que el pasillo entero se cubrió de una capa bastante gruesa de mocos que llegaban hasta las rodillas en la zona de las chicas.
- ¡Eres un cobarde!- gritó Ari - ¡Atrévete a apuntarme a mí en vez de apuntar al suelo!
- ¡Ya vale Ari! – gritó Lily.
- ¿Qué pasa aquí? – Remus apareció por la puerta y se quedó parado en la entrada del pasillo observando la capa de mucosidad que se extendía ante él. Peter venía a su lado. Parecía cansado y estaba algo pálido.
- Nada – contestó en un murmullo Sirius, el cual se dio la vuelta y echó a caminar hacia el lado contrario del pasillo, sin importarle la cantidad de mocos que manchaban sus brillantes zapatos negros.
Bien, aquí está el prólogo del fic en el que estoy trabajando, aunque tengo que reconocer que no me agradan los resultados... Quizás os sorprenda el nuevo método de narración, más superfluó, pero os aseguro que es en los primeros caps. También son nuevos los personajes... ojalá os guste mi forma de tratarles. Y bueno, no hay nada más que decir aparte de que el prólogo es sucede en el sexto curso y la historia se desarrollará durante el séptimo. Será larga, aviso, y no podré actualizar tan de seguido como os tengo acostumbrados, sin embargo tengo fe en que os gustará.
Nada más, aparte de que espero vuestros reviews!!! ya sabéis que para cualquiera son el impulso que nos anima a proseguir.
Muchos Besos
Ilisia Brongar
