Disclaimer: KND propiedad del señor Tom Warburton.
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Cargando misión para KND Los chicos del barrio, operación J.A.P.Ó.N.
Jamás
Abandonar
Problemas
Obstáculos y
Niños
-o-
Era un día tranquilo en la casa del árbol, los chicos recién volvían de una pequeña misión en la que habían tenido que robarle unas bolsas de nachos a Los de la otra cuadra, nada demasiado peligroso. Dos se había ido a leer sus historietas a su habitación, Cinco se encontraba en la sala principal escuchando música, Tres y Cuatro jugaban videojuegos y Uno simplemente miraba cómo éstos jugaban.
— ¡Izquierda! ¡Derecha! ¡La otra derecha! ¡No!
— ¡SIIIIII! ¡GANÉ, SOY TAN BUENA!—Número Tres festejó alegremente su victoria mientras que el rubio bufaba molesto y tiraba el joystick a un costado, claramente resignado.
—Estúpido juego. —Susurró. En ese instante una llamada entró. Era 362. La rubia apareció en la pantalla, con una mirada algo preocupada.
—Aquí 362 comunicándose con el sector V, ¿me escuchan?
—Aquí Número Uno, ¿qué sucede? —Respondió el líder al instante. Los demás dejaron lo que estaban haciendo y se acercaron a la pantalla, para escuchar con atención. Rachel los observó uno por uno y se detuvo unos instantes en Kuki, quien la miraba con su sonrisa habitual. Ella soltó un suspiro. Esto seguro sería muy difícil.
—Necesito comunicarte algo a ti, Uno. A solas. —Nigel se giró a ver a sus amigos y, con una seña, comunicó que se tenían que retirar de ahí. Ellos, confundidos, se fueron a sus respectivas habitaciones. Seguramente su líder les comunicaría lo que sea que 362 le comunicara.
…
Dos y Cuatro de dirigieron a la habitación del rubio a leer juntos los cómics que el niño aviador estaba leyendo momentos atrás, era el último número que había salido y querían comentarlo juntos, después de todo, era su favorito.
Se echaron arriba del ring de boxeo que Wally tenía por cama y se dispusieron a leer.
— ¡Esto es increíble! Sin duda alguna valió la pena la espera. —Comentó Dos con una gran sonrisa, el australiano asintió feliz y continuaron leyendo.
Pasaron casi dos horas y todavía no habían tenido señales de Uno, ya querían saber qué es lo que estaba sucediendo como para que se tarden tanto en una conversación. Los chicos levantaron apuestas sobre lo que podría ser, Dos dijo que seguro se trataría de algún tipo de fiesta sorpresa en honor a su ardua labor en la que habría mucha comida, mientras que Cuatro aseguró que sería una misión súper peligrosa en la que tendrían mucha acción y golpes de trasero.
Se oyó la alarma en la sala principal. Al fin sabrían qué era.
— ¡Mucha comida, Cuatro!
— ¡Patearemos traseros y me tendrás que pagar, Dos! —Debatían los muchachos mientras se dirigían a la sala. Al llegar, Tres y Cinco ya se encontraban allí, sentadas en el sillón. Uno se encontraba serio, con la mirada perdida. Se lo notaba preocupado. Esto era horrible.
Los chicos se sentaron, curiosos. El ambiente se volvió algo pesado, tenso. El líder decidió romperlo, era hora.
—Tres, ven aquí. —La llamó seriamente. La japonesa, siempre con su sonrisa adornando su rostro, se acercó a su amigo a los saltitos.
— ¿Qué sucede, Uno? ¿Me darás un obsequio? ¿Es un nuevo Simio Arcoíris? ¡Espero que sea la nueva edición que brilla en la oscuridad!— La muchacha no dejaba de hablar entusiasmada imaginando su nuevo peluche entre sus brazos. El chico soltó un suspiro y apoyó sus manos en los hombros de Kuki.
—Kuki, nunca te lo había dicho pero… yo te quiero mucho, ¿lo sabías? —Ella dejó de hablar al instante y los demás miraron totalmente confundidos.
— ¡Yo también te quiero mucho, Uno! —Respondió alegre la chica y lo abrazó. Esto sería más difícil de lo que pensaba.
— ¿Para esto nos llamaste? ¿Para demostrar cariño frente a todos? —Espetó Cuatro, cruzándose de brazos. Cinco lo miró y rió.
—Tres, chicos… tengo algo que comunicarles. Acabo de hablar con 362 y me comunicó que hay una misión muy importante en la que deben participar exclusivamente agentes de oriente. Están reclutando a todos los agentes orientales en Japón para llevarla a cabo… Kuki, te trasladarán allí. —El corazón de todos los niños en la sala se estrujó. Pero aún más en dos en particular. Tres lo miró, incrédula. Las lágrimas comenzaron a aparecer en sus ojos, más no dijo nada. Estaba en shock. Dos estaba en la misma situación, no podía creer lo que acababa de oír.
— ¿Cómo que la trasladarán? ¡No pueden hacer eso!—Objetó Cinco, parándose de su asiento, claramente molesta por la reciente noticia.
—Sé que es difícil, Cinco, pero son órdenes del cuartel general… —Respondió Uno con profunda tristeza.
Cuatro se paró de golpe.
— ¡No pueden hacer eso! ¿Qué pasará con su familia? ¿Qué pasará con nosotros? ¡No pueden llevársela así como así!—Comenzó a decir totalmente desesperado. Sentía un nudo en la garganta, pero debía mantenerse fuerte.
—Enviaron un comunicado de trabajo al Sr. Sanban para el traslado de él y su familia Japón. Seguramente al llegar a tu casa te lo dirán, Tres. —Nigel la miró, ella mantenía la mirada al suelo. De pronto, lágrimas comenzaron a caer al suelo y Kuki comenzó a sollozar fuertemente. Luego, salió de la sala corriendo hacia su habitación. Los demás se la quedaron mirando, sin saber qué hacer. Cuatro, aún conteniendo sus lágrimas, decidió ir tras ella.
…
Esto debía ser una broma. ¿Por qué de todas las personas justo ella tenía que irse al otro lado del mundo? Estúpido Japón. Estúpida misión. Estúpido cuartel general. Estúpidos Chicos del barrio. Sin darse cuenta, estaba soltando lágrimas sin parar. Se negaba a aceptar que esa niña se fuera de su lado. No iba a permitir que se la llevaran, ella debía quedarse allí con ellos, a su lado. Junto a él.
Se secó los ojos con su sudadera y se detuvo frente a la habitación que tenía un enorme número 3 en la entrada. Suspiró y se acercó.
— ¿Kuki? ¿Estás ahí?—Preguntó con inseguridad. Se escuchaban sollozos. Aparecieron sus amigos, quienes le hicieron señas para que entrara. Decidió entonces entrar a ver a su amiga.
La chica se encontraba acostada en su cama abrazada a su Simio Arcoíris naranja, el cual se encontraba totalmente mojado debido a la cantidad de lágrimas que caían de los ojos de ella. Wally se acercó lentamente y se sentó junto a ella.
—Oye Kuki… ¿Te encuentras bien?— ¿Qué estúpida pregunta era esa? ¡Por supuesto que no lo estaba! ¡Ni él lo estaba! ¡Iban a llevársela a Japón, por todos los cielos! Tres levantó la cabeza para ver a su amigo y se abalanzó a él, abrazándolo con fuerza mientras lloraba aún más. Fue entonces cuando Cuatro no lo resistió más y le devolvió el abrazo, rompiendo en llanto junto a ella. Maldita sea, todo esto dolía demasiado.
Uno a uno sus amigos fueron entrando a la habitación e iban sumándose al abrazo, mientras rompían en llanto. Era realmente la escena más triste jamás vista en la historia del sector V. Ninguno de aquellos cinco niños estaba preparado para despedirse así tan repentinamente, parecía una pesadilla.
Se oyó la voz de la Sra. Sanban, llamando a la muchacha. Los niños se separaron y se miraron unos a otros, totalmente tristes. No querían separarse, querían quedarse allí adentro todos juntos.
— ¡Kuki! ¡Ven a casa que queremos comentarte algo!
La japonesa suspiró y se secó las lágrimas. Miró a sus amigos y les sonrió con amargura.
— ¿Sabes cuándo debo irme? —Le preguntó a su líder.
—Dentro de un mes, aparentemente. —Respondió el niño mientras se secaba las lágrimas él también. Los demás se encontraban en completo silencio.
—Iré a casa, mañana les contaré… —Al decir esto rompió en llanto nuevamente. Abrazó a sus amigos una vez más y se fue de allí.
Cuatro se encontraba observando el peluche que la niña había tenido en sus brazos. Aún no podía creer todo esto. Frunció el ceño y miró fijamente a Uno.
—Ella no puede irse. Debemos hacer algo. Esto no es justo.
—Yo tampoco quiero que se vaya, Cuatro. Pero realmente no sé qué podemos hacer.
Nigel y los demás querían estar a solas, cada uno por su lado. Se fueron dirigiendo a sus respectivas habitaciones, dejando al rubio sentado en la esponjosa cama.
Se acostó allí y se quedó observando los peluches. Definitivamente no iba a permitir que alejen a Kuki así tan fácil de él.
Transmisión interrumpida.
·: Chapter Complete :·
¡Hola! Aquí estrenando el fandom de KND para mí. La verdad es que me agarró nostalgia de esta linda serie y me dije ¿por qué no? Y aquí estamos. Por el momento está todo muy trágico y triste, ¡no se crean que será todo el fic así! Ya veremos cómo evoluciona todo. ¿Será ésta la oportunidad para que Cuatro por fin le diga todo a Tres? ¡Esperemos que sí!
En fin, les mando muchos besos y espero que les guste esta nueva locura en la que me estoy metiendo.
Emi.
