La alarma suena. Somnoliento la detengo. Bostezo asimismo me estiro.
Me detengo frente a las ventanas y abro las cortinas…
"Shiny!" pienso. Qué idiota.
Busco una camisa y comienzo a abotonarla mientras miro la ventana.
-Buenos días- volteo a verla. Sonrío.
-Buenos días, Inaba- con cuidado me acerco a ella y la beso.
Si me preguntaran qué es lo que más me gusta hacer. Mi respuesta sería: Besarla, me encanta besarla. Pero, ¿quién preguntaría eso…? Qué estupidez.
Ella lo corresponde, cuando me alejo para terminar de abotonar las mangas Inaba tira del cuello de la camisa. Caigo sobre ella sonriendo.
-¿Te molesta que haga esto?
-No, no lo hace. Me gustaría que lo hicieras siempre.- me besa y se levanta.
-Ya, termina de vestirte fuera. A no ser que quieras ver cómo me cambio…- sonríe maliciosamente.
-Depende, ¿te molestaría?
-Tendrás que averiguarlo.
-Bien.
Sin mucho que decir me paro frente a la puerta y volteo a verla.
-Me quedaré aquí a ver cómo te cambias.
-Agradezco no tener la liberación de deseos.
-Podría quedarme esperando a Fuusen Kazura y decirle "Fuusen, quiero que le regreses la liberación de deseos a Inaba."
-Si lo haces, no entras aquí. Apresúrate, tengo que cambiarme.
Fingiendo estar molesto salgo. Termino con la camisa, acomodo el abrigo como también la corbata.
"Los zapatos."
Considerando que Inaba tiene que haber terminado ya abro la puerta sin preguntar. Con la mano en el pobo quedo perplejo.
Inaba, quien también me mira, está a medio vestir con su sostén a la vista y parte de sus… sus ropas… coso…
-Olvidé… los… zapatos…
-Recógelos, ¿qué esperas?- responde y continúa cambiándose.
Quiero seguir viéndola… es algo tan… en mí imaginación no era igual…
-¡Taichi, recógelos!- paso saliva y suelto el pobo.
Entro intentando no mirar a Inaba, intento. Con dificultad recojo los zapatos y salgo con la misma velocidad que al entrar.
-¿Por qué te cuidas tanto si ya me viste? ¡Ahora cierra!
Cierro con fuerza la puerta y me recuesto sobre ella.
-¿Por qué te molestas tanto si ya te vi?
-¡¿Qué dijiste?!
-¡Nada!- tartamudeo.
"Sí que puede dar miedo"
Me siento en el primer escalón de arriba a esperar.
.
La puerta se abre e Inaba pasa directo al baño.
La puerta del baño no es cerrada. Me acerco a ella lo más disimulado posible. Dejo caer mi cuerpo sobre el marco de la puerta mientras ella arregla su cabello.
-¿Qué tanto ves?- sin responder me paro detrás de ella mirando también al espejo.
Paso mis brazos con delicadeza sobre su cintura y dejo mi cuello sobre su hombro. Inaba Sonríe.
-Si no te conociera pensaría que intentas apoyármela…
-No arruines el momento, Himecchi.
-¿Himecchi…? Me gusta más que Inaba.
Desde su hombro derecho la llamo con mí mirada.
Ella voltea su rostro y, sin dudarlo ninguno, cerramos ese espacio entre nosotros dos.
-Puede que suene típico… te amo, Himecchi.
-No, no lo hace-
Himeko responde con un beso más antes de partir al colegio.
Si las mañanas son así con Himeko, deseo estar con ella el resto de mi vida…
.
.
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-Espera… cuando entré y te vi, no te molestaste… ¿eso significa que puedo ver cómo te cambias?
-¿Quieres ver cómo me cambio y quedarte sin hombría o prefieres imaginarme cómo me cambio y conservar la hombría?
-Quién sabe…- una vez más, ella me sonríe.
Definitivamente deseo estar con ella el resto de mi vida…
Necesitaba aportar algo a este fandom, aunque sea corto, algo.
