Hola, este fic es un proyecto un poco ambicioso para mi y espero que salga bien la inventiva. Ya que de normal escribo oneshots, pero este capítulo va a tener varios capítulos. Mi intención es hacerlo con el mayor respeto posible y con todo mi cariño por este shipper que me encanta.
Una interpretación un poco libre inspirado después del capítulo 3x14 de la serie. Puede contener algún spoiler. Se lo dedico especialmente a mi amiga Laura, ya que me insistió tanto que intentara escribir mi loca teoría, puede contentar algún error. Pido disculpas con antelación y sí, estoy aterrorizada de publicar jajaja ¡Espero que os guste! Y vuestra opinión. Un abrazo muy fuerte.
Capítulo 1.
- No, otra vez no – susurró Emma y dió un paso atrás apartando sus manos del pecho de Hook.
- ¿Qué ocurre? – preguntó el pirata extrañado – pensaba que estábamos bien – y semi sonrió intentando dar unos pasos al frente y acercarse más a ella. Se encontraban otra vez en medio del bosque, alejados de todos, siguiendo una nueva pista por saber la identidad de la bruja del oeste.
Ella le miró horrorizada, ¿tal vez él era consciente de ello? ¿Lo fueron, en su día, las personas que habían muerto a causa de ello?.
- ¿Estás bien, Swan? ¿Emma? – pero ella se alejaba de él, y él cerró los ojos unos segundos. Dió un paso atrás y se mantuvo ahí con la cabeza gacha unos segundos, alejado de ella, ¿porqué ella insistía en alejarse siempre de él?
- Todo lo que dices es mentira ¿verdad? Por eso, no puedo leerte. Por eso no puedo saber si creerte o no. –contestó ella sin contemplaciones.
- ¿De qué hablas? – preguntó Hook sin entender.
- Ya sabes, todo lo que me dijiste el otro día sobre lo de "me alegro que tu corazón este roto porque significa que sigue latiendo"...
Ahora, el pirata no podía sentirse más confundido, y entonces, vió furia en sus ojos. Lo sabía...
- ¿cómo lo sabes? – sorprendido.
- Ya pasó una vez. – ella se miró la muñeca donde tenía los cordones de Graham atados como recuerdo de lo que pasó aquel día: que debía ser cauta, y también hacer justicia... –tu corazón no late, no tienes corazón.
- ¡Ay!- el puso su mano sobre donde debería estar aquel órgano tan vital – puede que no lo tenga, pero eso no quiere decir que no sienta.
- Eres un pirata – Emma misma sabía que aquello era una excusa fácil.
- Sí, lo soy. Y tú aprovechas cualquier momento para recordármelo. – por una vez no pudo callarse.
- ¿Siempre a sido así? – preguntó ella sacando lentamente su arma de la funda del cinturón.
- oh, vamos Swan, No te voy atacar, así que quita esa cosa de delante de mí.
- No me has contestado – le miró fijamente apuntándole y él le devolvió la mirada con intensidad, quería que ella le creyera.
- No, no ha sido así.-confesó sinceramente
- Mientes.
- No, no lo hago y te he demostrado, que siempre te digo la verdad.
- Solo que sin corazón, no puedo saberlo con certeza. –reconoció ella.
- Alguna ventaja tenía que tener no tener corazón – ironizó él divertido.
Emma, entonces, apuntó el cañón de su arma de fuego en el cuello de Hook.
- Ahora dime la verdad.
- Los dos sabemos que no vas a disparar, querida – El antiguo villano bribón que ella conoció al principio de todo aquello apareció y él mismo se odió por ello, pero no pudo evitar desafiarla.
- Si eso pone en peligro a mi hijo, y a mis padres, te aseguro que dispararé.
- No, no lo harás.
- No, no soy una cobarde, si pretendes insinuar eso.- Y Emma se sintió desafiada.
- No creo que seas una cobarde, salvadora – expresó con cierta sorna sin fortuna – pero los dos sabemos que confías en mi, y tú lo sabes.
- No puedo confiar ahora mismo en nadie. –los ojos de ella se oscurecieron, a Killian le mató aquello.
Sabía cuanto había sufrido, él más que nadie sabía que era aquello. Pero quería evitar por todos los medios que Emma, se convirtiera en la persona vacía que buscaba venganza y no le importaba nada más que eso como le paso a él. Entonces, algo extraño pasó y ella le hizo cambiar de opinión.
No quería que ella llegara a tal punto que se convirtiera en algo vacio, que se sintiera aquella niña perdida que una vez fué. Ya no estaba sola. Pero ella se resistía aceptar aquello. ¿Pero quien podía reprocharle su escepticismo después de haber sufrido tanto toda su vida? Y más después que él le quitara la venda de los ojos, por decirlo de alguna forma, para que recordara su vida y no la que Regina les había dado a Emma y a Henry. Aunque la realidad de toda su felicidad había sido que todo había sido una mentira y su corazón volvía a estar roto.
- No soy un monstruo que te estuvo engañando, nunca te he dejado atrás, ni te he abandonado, vine a salvarte. – y aquello sonó más como una súplica que una declaración de intenciones por su parte.
- ¿Y porqué tardaste un año en volver a por mi? ¿Porqué esperaste a que te dijeran lo que tenías que hacer?
El pirata la miró, sin duda no hubiera esperado aquella respuesta ni en un millón de años. ¿Puede que una parte de ella quisiera creerle? Entonces, sintió observando sus hombros, como ella había bajado sus defensas un instante. Hook aprovechó para quitarle la pistola a Emma y lanzarla unos metros de ellos.
- ¿Qué haces? – preguntó ella intentando defenderse y zafarse de sus brazos, pero él la tenía de espaldas a él, contra su cuerpo y le susurró en su oído.
- Porque creía que nunca más iba a volver a verte y no sabía como volver – contestó más seguro por su vida, contestando la pregunta anterior y débil. Se sentía débil siempre ante aquella mujer a la que quería llegar y no sabía como hacerlo.
- Si eso es verdad... – Emma intentó mantener la calma aunque sentir su voz tan cerca de su oído no lo hacía fácil para mantener las ideas claras. - ¿Cómo conseguiste volver?
- A cambio de mi corazón – confesó al fin y la dejó libre, dando un paso atrás y alejándose de ella.
Ella se giró para mirarle...
- Y pusiste en peligro a todos.
- No. Ya estabamos en esa situación, llegó la poción, el pájaro, la nota... eso era verdad, Emma, lo era, pero...
- Hiciste un trato para saber donde encontrarme ¿verdad?– debía de reconocer que aquello le tocaba el corazón, aunque aún no terminaba de creerse de que aquello era verdad, una parte de ella sabía que podía confiar en él. ¿si no como había sido capaz de dejarle estar cerca de Henry? ¿Porqué desde que habían vuelto de Nueva York apenas se había separado de él solo para dormir?
Emma sabía la respuesta, porque confiaba en él, lo había demostrado. Pero tenía miedo de confiar demasiado en Hook porque sabía que si él rompía esa confianza, no podría superarlo nunca. No lo reconceria, pero no podía engañar a su própio interior que le decía que sentía algo.
- Era la única forma.
- Estoy segura que no.
- ¿Y qué más podría hacer? Estuve un año intentando averiguar la forma de volver a tí, no la encontré y cuando me rendí vino la oportunidad que estaba esperando. ¿Qué precio tiene un corazón si no tengo cerca a la persona por quien late?
- ¿Lo intentaste, intentaste buscarme? – preguntó sorprendida
- Desde el primer día –sonrió un poco avergonzado por lo que iba a decir- bueno, primero intenté recuperar el jolly roger pero me faltaba el haba mágica esta vez. Creía que volvería a funcionar, que podría volver a buscarte con mi barco.
- ¿Y si lo hubieras conseguido como pensabas hacerme recordar? Porque te recuerdo que mis recuerdos habían sido modificados.
- Con un beso.
Ella sonrió...
- Claro, lo de con un beso de amor verdadero. ¿no?
- Pero no fue así, sabes que lo intenté. Aunque no funcionó – la cara de él era un poema no muy alegre.
- Pero los dos deben creer, yo no sabía quien eras, por eso no funcionó – Emma se quedó en silencio unos segundos con los ojos muy abiertos y sintió como el pánico le abordaba ¿acababa de decirle lo que creía que acababa de decirle? – o eso dicen.
- Voy a evitarte la incomodidad que los dos hemos escuchado esa respuesta. Bueno tú, yo no me siento incómodo para nada – sonrió ampliamente, no lo pudo evitar.
- Muy gentil – ironizó Emma.
- Soy un pirata, aunque no lo creas, somos personas de honor, querida. –y se acercó a ella mordiendose un labio.
- No creas que voy a besarte –rió ella, y Emma debía reconocer que lo estaba deseando y puso los ojos en blanco, apartándose de él. Se odiaba así misma por sentirse así en aquellos instantes.
- Yo no he dicho nada, cariño– puso cara de niño bueno, aunque los dos sabían que de bueno no tenía nada, al menos en el sentido travieso.
Ella rió, sin poderlo evitar. Pocas personas le hacían sonreir y aquel pirata chiflado, que la sacaba de sus casillas lo conseguía... entonces, cayó en algo...
- ¿Por eso no querías que bebiera la poción? ¿verdad?
- No quería que fuera mi primera opción – reconoció él.
- ¿Y aún así te arriesgaste? – aquello podía haberlos puesto en peligro, sobretodo a ella que fué la que se lo bebió.
- Me mataba que no te acordaras de m... de nosotros.
Emma hizo oídos sordos a lo que realmente iba a decir Hook.
- Y claro, perder el corazón te pareció la mejor idea.
- Estoy aquí contigo ahora mismo ¿no?, para mí si valió la pena. –contestó muy seriamente y mirándola a los ojos fijamente.
Ella tragó saliva y empezó a toser al atragantarse.
- De acuerdo, deja de decir esas cosas.
- Son parte de mi encanto, querida. – volvió a sonreir, le gustaba causar en ella ciertas reacciones, eso le daba esperanza de que algún día, las cosas podrían cambiar.
- Vale, en fin. ¿y ahora que hacemos? – preguntó Emma de repente
- ¿A que te refieres?
- No voy a dejar que vayas por ahí sin un corazón. –bromeó ella.
- ¿Es acaso preocupación lo que escuchan mis oídos, Swan? – sonrió él.
- Eso o evitar que te maten. Para mi significa ser práctica, tómatelo como quieras.
- Oh, veo que empiezo a ser parte de tú corazoncito, querida.
Ella puso los ojos en blanco y sonrió, no pudo evitarlo:
- Será mejor que intentemos recuperar primero el tuyo. ¿no crees?
- Si cuando lo hagamos reconoces que te preocupas por mi, salvadora.
- Ni lo sueñes, Capitán.
- Vuelve a llamarme Capitán y cariño, te aseguro que soy capaz de olvidar todos mis modales.
- ¿A pero tienes modales?
- ¿Quieres que vayamos por ahí, encanto?
- Sera mejor que no . –contestó ella con los ojos muy abiertos entendiendo el doble sentido de aquella pregunta.
- Vaya, puede que algún día...
- Ni lo sueñes... –y Emma no pudo evitarlo – Capitán.
Continuará...
