Disclaimer: Death Note no me pertenece en lo absoluto, se lo he dicho cientos de veces al FBI y no hay caso que comprenda.


El uno dividido en sí mismo

"El hombre no es otra cosa que lo que él hace"

( Principio del existencialismo)

1

.

Un cacuminal chasquido de lengua. Carcajadas de sonido seco y cargadas de amargura. Apretar los dientes con rabia hasta volver sensibles las encías. Formar un puño con la mano y hundir las uñas con fiereza en la palma blanda. Alzar el mentón orgulloso con la altanería digna de un tirano. Inyectar los ojos de furia. Agravar una expresión al punto de deformar los rasgos del rostro. Levantar un rígido brazo en línea recta y chistar los dedos con una autoridad ganada a base del miedo y la violencia desmedida. Las pisadas arrogantes y la espalda orgullosamente recta.

En cada gesto se proyectaba el afán voraz de hacer sucumbir la encarnación del Poder humano a sus pies. Deseaba destruir las jerarquías con estrategias brillantes, tildadas de sádicas y someter al mundo criminal a su nuevo régimen lleno de propósitos ambiciosos e insaciables.

El fin justifica los medios

¿En realidad buscaba apaciguar su consciencia con argumentos racionales y resultados satisfactorios? ¿No había perdido su humanidad en el camino? ¿La frialdad agazapada en su pecho era del todo natural y no entendía el término de Justicia acuñado en su niñez? ¿La culpa se había dormido en una de las esquinas torcidas de su mente? ¿Con qué fin último se mataba horas interminables trabajando? ¿Para qué sus propios sacrificios y el pago de los inocentes?

Para un motivo tan íntimo y personal como lo era sentirse digno del simple hecho de existir.

¿Cómo había dejado que una crisis de identidad y un complejo de inferioridad fuesen extrapolados a un plano global, incluyendo naciones enteras y sus respectivas integridades? Tenía tanta sed de aprobación que cada día que transcurría con un nuevo logro al bolsillo no era suficiente y se trazaba límites más amplios, más imposibles de alcanzar.

Era un esclavo de sus inseguridades y cuando los errores le laceraban la mente, violentándose a sí mismo con crueles castigos , comprendió que su dolor había dado paso a un vacío insuperable que pronto le auguraba con énfasis un final funesto. Le había entregado al verdugo la hoz que sesgaría su vida.

Ahora, mientras esperaba su muerte anunciada, quiso recordar la melena meciéndose, cosquilleando el rostro. Los dedos embarrados de un chocolate cálido y derretido. El rosario rozándole el pecho, cercano a los íntimos latidos del corazón. La textura irregular y muerta de su mejilla, la marca tangible de la humanidad escondida bajo capas y matices de orgullo. La ropa extravagante y la nariz perfilada llena de pecas. El envoltorio metálico deshecho con dramatismo y el crack emitido por la barra al quebrarse apresada entre sus colmillos. Una disculpa sincera y sentida en un susurro ronco.

Y lo supo con certeza mientras recitaba el padre nuestro en su idioma natal, cuando la punzada atravesó su pecho con violencia: Aunque tuviese que dejar su cuerpo, una historia de posibilidades, su trabajo en la cúspide más alta y una inteligencia en pleno apogeo, al fin, maldita sea, sería la eterna sombra que empaña la dignidad del título de ganador. Sería el fantasma que no le permitirá al Cabezota alardear de su categoría y puesto. El símbolo del empate perpetuo y los sinsabores de las posteriores victorias.

Al fin sería en verdad libre.


Nota Autora: Hace un tiempo atrás había pretendido escribir una serie de reflexiones y viñetas sobre Mello, mi personaje favorito de Death Note, pero no estaba segura del todo con el resultado obtenido y aplacé el proyecto indefinidamente. Sin embargo, para mi sorpresa, he encontrado un párrafo lleno de polvo en un cuaderno y he decidido animarme a darle forma a mi deseo original.

Dedicatoria: La frase inicial que encontré entre las telarañas del documento fue " El orgullo enmudece mi dolor, la terquedad roba mi tiempo, la impulsividad empaña mi razonamiento crítico y los ideales atan el curso de mi vida hacia un fin irrevocable" y quise mantener la esencia exacta de lo que Mello deseó trasmitirme a través de esas palabras, por aquella época en dónde no tenía grandes cambios de maduración en mi mente. Espero haya sido de tu agrado, Maite y los capítulos que siguen también.

Sus impresiones son bien recibidas en el botón de Review, hasta pronto.