Nota de Oisin55:

Si estás familiarizado con mis dos novelas anteriores The Lumberjack and the Tree-elf (El elfo y el leñador) y Fall Into the River (Entra al río), sabrás que tengo una ligera fascinación con los Vencedores en los libros de Suzanne Collins. Mientras ella se enfoca en la historia de Katniss, y en menor grado Peeta y Haymitch, mi trabajo se enfoca en expandir la historia de los setenta y un campeones anteriores. Mi esperanza es que expanda el universo de Los Juegos del Hambre de tal forma que los motive a ver las vidas y las caras detrás de los nombres que aparecen tan poco en la trilogía y también para incentivar a que más personas se sienten y escriban ellos mismos.

No soy, por supuesto, Suzanne Collins. Todo mi trabajo es desde el corazón de un fan y no comercial. Sólo estoy jugando en la caja de arena que Collins construyó. Mi trabajo no está hecho para tomarse como canon. Sólo fanon. Porque aparentemente ésa es una palabra.

Con eso dicho, todo aquí está sometido a revisión si tengo mejores ideas.

Con todo, espero que disfruten...

El Proyecto de los Vencedores.

Johanna Mason:

—Bueno, yo creo que es una idea maravillosa —dice Annie. Se quita el largo cabello castaño de la cara y le sonríe a los presentes.

—Seguro que sí —digo. Aviento mi hacha en el aire y la atrapo sin a penas verla. Pruebo el filo sólo para seguir con el teatrito.

—¿Podrías dejar de hacer eso? —Annie entrecierra los ojos enojada— molestarás al bebé.

Ruedo los ojos y no me molesto en recordarle que el pequeño cachorro ni siquiera está en el cuarto. Probablemente se lanzaría a la puerta presa del pánico gritando que le han vuelto a quitar a su hijo, los Juegos o el Capitolio. Es un milagro que la hayan persuadido dejar a un voluntario a cargo de él para venir a ésta reunión.

Espero que sea Gale.

Beetee está necio en el tema de medicina del cerebro, como si un experto en tecnología supiera algo de psicología humana. Lo vuelvo un zumbido en mi cabeza y camino hacia la ventana. Corro un poco las cortinas y me encuentro con el Capitolio, reluciendo bajo el sol de verano. Las torres de acero plateadas se ciernen sobre mí, menos que antes, pero aún imponen. Los domos dorados y coloridas ventanas han sido casi todas reemplazadas, los cráteres rellenados y por supuesto, los cuerpos removidos. Paylor ha hecho un buen trabajo engañando a la gente, como si todo fuera normal de nuevo.

Los Vencedores no nos tragamos el cuento. Los Juegos han terminado, pero no existe la normalidad. No para nosotros.

Es la vista de la población del Capitolio en el centro de la ciudad, vestidos con sedas y plumas, hablando, riendo, comprando y respirando como si lo merecieran lo que me hace alejarme de la ventana y volver a la conversación.

—... todo para eso —está diciendo Connor— Sé que Blight tuvo acceso a la Biblioteca Nacional antes del Vasallaje. Me dijo que había libros sobre todos y cada uno de los temas que puedan pensar escondidos ahí. No debería ser difícil encontrar algunos sobre la historia de Panem y el inicio de los Juegos. Algunos antiguos Vencedores incluso tenían diarios que guardaron ahí después de morir.

—¿No deberías estar muerto? —pregunto a mi compañero Vencedor del distrito— Coin dijo que sólo había siete de nosotros. Yo, Cresta, el Panadero, la Raíz comestible, Higiene Dental, el Bar de dos patas y Voltio.

—Lo que Coin no sabía no le hizo daño. Ni a mi —agrega Connor pasando una mano por el muñón de su brazo derecho.

—En la útlima reunión con Alma Coin los distritos estaban en desorden. Las comunicaciones eran nulas, la infraestructura colapsada y nadie viajaba por tierra. Un gran numero de Vencedores se escondieron como pudieron una vez iniciada la revolución, ya sea del Capitolio o del régimen de Coin. Hemos encontrado ocho sobrevivientes hasta ahora. —dice Beetee aclarándose la garganta.

—Y supongo que crees que es una idea fantástica —le gruño, cruzándome de brazos.

—Por supuesto —Beetee levanta una ceja—. La preservación del pasado, especialmente de las atrocidades del pasado es necesaria para asegurar un futuro más brillante para las siguientes generaciones.

—Tus siguientes generaciones querrás decir —digo—. No sé qué es tan especial acerca de engendrar prole a diestra y siniestra.

Annie sonríe. —Me pregunto si Gale piensa lo mismo —murmura.

Realmente odio cuando no está en villa loca.

—El punto es que ayuda —dice Peeta, hablando por primera vez desde que propuso la idea—, le ha ayudado muchísimo a Katniss. Está cazando y cantando de nuevo. Habla por teléfono y contesta sus cartas. Incluso ha viajado fuera del distrito, a los funerales y a ver a su madre.

—¡Hurra! Hagamos que Paylor le de otra medalla —digo.

—El libro ha hecho mucho bien. No sólo para ella. Para mí. Para Haymitch. Para todos los que han contribuído quiero pensar.

No puedo exactamente discutir con eso, habiendo puesto las imágenes de Blight y Jason en el dichoso libro yo misma. Me consuelo lanzando el hacha a la pared de caoba y me siento desilusionada cuando nadie brinca.

—Así que haremos un libro. Por nosotros —dice Connor— Una página mínimo de cada Vencedor.

—Ellos lo merecen —asiente Peeta— Nadie nunca gana los Juegos del Hambre. No de verdad. Hemos honrado a los caídos pero a veces es igual de importante recordar a los que han tenido que sobrevivir, los que hemos sido forzados a continuar viviendo. Sólo fui campeón por un año. El Vasallaje es cuando los conocí, pero han sido amigos por años, han reído juntos, se han apoyado, han bebido, se han aliado, peleado... Necesito su ayuda. De todos.

—¿Así que ahí está ella eh? —pregunto señalando con mi cabeza a la figura que se ha recargado en la puerta —. ¿Dónde estabas?

Los ojos de Enobaria se posan en mí.

—No te incumbe Mason. Si estamos honrando a los Vencedores de mi distrito quiero ser parte de ello.

—También yo—dice Connor— Por Blight. Y Vera. Y Jules.

—Y Yo —dice Beetee—. Wiress lo merece. También Circe, Mitt y los demás.

—Por Finnick —dice Annie —, y Cerulea. Y Mags, bendita sea.

—Por Katniss —dice Peeta— para cuando esté lista.

Hay una larga pausa y todos voltean a verme.

—Bien —digo al fin— Bien. Por... por todos. Espero que tengas un libro lo suficientemente grande Mellark. Ni siquiera sabría por donde empezar.

—El lugar más lógico sería por el principio claro —dice Beetee —. Los primeros Juegos del Hambre.

—El primer Profesional —los dientes de Enobaria destellan en el sol—. El primer Vencedor.


Nota del traductor:

Esta historia no es mía. Es una traducción de "The Victor's Project" del maravilloso autor Oisin55. Pueden encontrar tanto a la historia como a su autor en mis favoritos o pueden mandarme un PM y con gusto les paso el link.

Espero como él que disfruten de ésta historia y de las otras dos de su autoría que estoy traduciendo porque a mí su fanon me atrapó al instante y por ello intento que llegue a más gente. Un abrazo gigante e ilusionado de reviews.

H