* Segundas oportunidades *
Disclaimer: Los personajes de Twilight son propiedad de Stephanie Meyer, yo solo los ocupo para jugar un poco con ellos en mi mente loca, esperando que les guste.
Sumary: Porque las apariencias engañan y pueden provocar daños irreparables, el destino les dará una nueva oportunidad para comenzar o será la señal de empezar una nueva vida a lado de alguien más?
N/A: Hola primero que nada, quiero advertirles que esta historia maneja temas de abuso sexual así que leen bajo su propio criterio, espero que no les ofenda a nadie lo escrito aquí, ahora si a leer.
Cap. 1 El inicio de la pesadilla
Bella POV
Porque tenía que ser precisamente hoy el día en el que Edward no podría venir a recogerme, porque tenía que ser precisamente ahora que se le ocurría a la amargada de mi jefa el decirme que tenía que quedarme más tiempo porque teníamos que terminar ese aburrido inventario y bueno no es que me esté quejando por mi trabajo la verdad es que lo amo, pero cuando Jane mi jefa se pone así de pesada me pone de mal genio, además de que Edward mi novio desde hace ya un par de años no podría venir a recogerme y tendría que irme en el metro a quien sabe qué horas, haciendo un frio equiparable al del antártico donde solo me faltaría ver pasar a los pingüinos, bueno sé que estoy exagerando un poco, pero es que algo me decía que algo pasaría, no era normal en mi ponerme así de paranoica pero es como un nudo que se atravesó en mi garganta y que no he podido bajar, estaba tratando de tranquilizarme y terminar cuanto antes con mi trabajo, ya eran cerca de las nueve de la noche y estaba ya por terminar, después de casi una hora después por fin termine y me abrigue lo mejor que pude y me disponía a salir cuando comenzó a sonar mi móvil.
- Bueno amor - conteste inmediatamente después de checar el identificador de llamadas y ver que se trataba de Edward.
- Hola princesa ya saliste? - me preguntó con esa voz tan varonil y seductora que el tenia.
- Acabo de salir y tu cómo vas? - le pregunté esperanzada en que ya fuera a acabar.
- Yo no veo la hora de terminar aun me falta mucho y te aseguro de que si no fuera para mañana ya lo habría dejado, por favor cuídate mucho ve con cuidado deberías de tomar un taxi que te lleve a casa - me dijo Edward, yo sabía que se preocupaba por mí, pero tampoco era como para que quisiera comprarme un auto y rogaba internamente porque no volviera a sacar el tema a colación.
- Edward ya habíamos hablado y no voy a tomar un taxi el metro me viene muy bien y me deja cerca del departamento - le dije como por enésima vez en este día.
- Eres tan cabezota como siempre, solo cuídate mucho si, eres lo más importante y valioso que tengo - me dijo con un suspiro de resignación.
- Claro que me cuidaré y si yo soy cabezota tú no te quedas atrás para nada, tú también cuídate, te amo - le dije antes de dar por terminada nuestra charla.
- Yo también te amo Bella, me supongo que nos vemos mañana - me dijo antes de cortar la comunicación, así que cuando saliera iría a su departamento donde vivía o mejor dicho donde estaba su dirección oficial porque pasaba más tiempo en mi departamento donde ya tenía muchas de sus cosas, pero aun no vivíamos juntos… oficialmente.
Llegue a la estación del metro y espere a que pasara el que me dejara cerca de casa y me sentí aliviada cuando así lo hizo y minutos después entraba a mi edificio, estaba ansiosa una vez dentro le marcaría a Edward para decirle que había llegado bien y dejara de preocuparse porque estaba segura de que estaría preocupado, estaba metiendo la llave en la chapa cuando me tomaron por sorpresa de la cintura y me cubrieron la boca con la mano, me tense porque sabía que no era Edward.
- Abre la puerta y no se te ocurra gritar - me dijo mi agresor arrastrando las palabras mientras que su aliento alcohólico se filtraba por mis fosas nasales, con miedo hice lo que me pidió - buena chica, vas ver que lo vamos a pasar de maravilla - me dijo mientras su mano se colaba dentro de mi abrigo y un chillido de miedo y asco escapo de mis labios, pero nadie lo notaría ya que estábamos dentro de mi departamento y él había cerrado la puerta - te gusta - ronroneo en mi oído y mis lágrimas comenzaron a descender por mis mejillas al tiempo que me giraba y me lleve una sorpresa al ver de quien se trataba.
- James! - exclamé sorprendida, era uno de mis vecinos, pero se veía claramente ebrio, con su cabellera rubia sucia amarrada en una descuidada coleta y el mismo aspecto tenía su ropa sucia e incluso rasgada en algunos lugares, tenía el aspecto de haber peleado en algún lugar; sus ojos azules oscurecidos me miraban con intensidad y en sus labios se dibujó una sonrisa que me provocó un escalofrío.
- Hola Bella, veo que sabes quién soy, te haces la difícil e indiferente conmigo, pero yo sé que me deseas y esta noche la vamos a pasar de maravilla - me dijo inclinándose hacia mí para tratar de besarme y moví mi cabeza para evitar su contacto pero él me tomó de mis cabellos para evitar que me moviera y me beso rudamente y solo pude llorar, cuando se abrió paso con su lengua dentro de mi boca lo mordí lo más fuerte que pude, cuándo sentí su mano estrellarse en mi mejilla tirándome en el instante - maldita zorra me has hecho sangre y esta me la pagas, creo que a ti te gustará el sexo rudo - me dijo levantándome del suelo volviendo a tomarme del cabello tirando de él mientras sentía como un hilo de sangre salía de mi boca.
- Por favor James suéltame - le pedí aunque algo me decía que no se detendría hasta obtener su satisfacción.
- Bella ambos sabemos que esto es lo que quieres, un hombre en toda la extensión de la palabra que sepa complacerte en la cama, ya verás que después me pedirás más - me dijo llevándome a rastras mientras buscaba la recámara y en cuanto la encontró me aventó con rudeza sobre la cama haciendo que mi cabeza rebotara, intente rodar para tratar de escapar, pero me tomó del abrigo y me volvió a presionar contra la cama sentándose sobre mi vientre haciendo presión de su erección sobre mi lo que me lleno de asco y ganas de vomitar - tu no vas a entender verdad? - me dijo golpeándome de nuevo dejándome aturdida, trate de golpearlo de cualquier manera pero apretó mis piernas con las suyas y con sus manos comenzó a jalarme la ropa logrando sacármela a tirones y deje de luchar de nada me serviría solamente trate de alejar mi mente de mi cuerpo enfocándome solamente en Edward en sus dulces y varoniles facciones, en sus hermosos ojos esmeraldas que me miraban con amor, en sus protectores brazos fuertes y cálidos que me abrazan negándome apartarme de su lado, en su voz que me parecía suave, sensual, varonil y relajante y su sonrisa... Esa sonrisa torcida que me ponía en blanco, de repente una mano en mi entrepierna me sacó de mi ensoñación regresándome de golpe a la realidad, no sé en qué momento James se desprendió de su ropa pero ahora estaba sobre mi desnudo mientras su erección rosaba mi entrepierna, sentía que me explotaría la cabeza debido al golpeteo incesante del bombeo de sangre, sin contemplación alguna James separo mis piernas y se adentró en mi de un solo golpe haciendo que soltara un jadeo de dolor que James interpreto como un gemido de placer, trate de desconectarme de nuevo cuando un jadeo llego a mis oídos y sabía que era James por el esfuerzo físico mientras bombeaba dentro de mi sin compasión - oh nena eres deliciosa - dijo recogiendo con su lengua desde mi cuello hasta uno de mis senos tomándolo en su boca succionando y tirando de el con los dientes provocándole dolor y más lágrimas.
- Por favor detenté no más por favor - le suplique tratando de detenerlo removiéndome debajo suyo, pero fue en vano y solo logre que sus embestidas fueran más rudas y profundas colocándome con las manos sobre la cabeza apoyando su peso en mí.
- Solo falta un poco más - jadeo en mi oído mientras movía frenéticamente sus caderas sintiendo como expulsaba ese líquido caliente dentro de mi sintiéndome sucia y usada - oh eres maravillosa - me dijo mientras salía de mí y trataba de acariciar mi cara, no pude más y le escupí mostrando todo el desagrado que me causó - hija de puta, quien demonios te crees, entiéndelo, tu solo debes de servir para abrir las piernas - me dijo aventándome haciendo que cayera de la cama donde me quede tendida hecha un ovillo hasta que escuche la puerta principal cerrarse indicando que James había salido, me sentía sucia, asqueada y me dolía todo el cuerpo, como pude me levanté del piso y me fui al baño abriendo el agua caliente para poder lavar la evidencia de sus manos en mi cuerpo, me talle todo el cuerpo a conciencia descubriendo la inflamación en mi labio, el enrojecimiento en mis costillas y un rastro de sangre en mi entrepierna, después de no sé cuánto tiempo me di por vencida en que nunca iba a borrar las huellas de sus manos salí de la ducha y me envolví en una toalla para después ponerme el primer pijama que encontré y me enterré en las cobijas después de haberlas cambiado, saque mi móvil sabía que era egoísta pero necesitaba a Edward, necesitaba su calor, su protección lo necesitaba a él, vi que tenía un par de llamadas de él y di remarcar una, dos, tres, cuatro veces... Perdí la cuenta y nunca contesto, todas las emociones que había tratado de mantener a raya me sobrepasaron y me derrumbe llorando hasta quedarme seca, no sé en qué momento en cansancio pudo más que yo y me venció, cuando volví a abrir los ojos el sol ya estaba en lo alto y no tenía ganas de moverme, pero necesitaba a Edward y a pesar de que me ardían los ojos y me dolía todo el cuerpo la idea de refugiarme en los brazos de Edward fue suficiente aliciente para levantarme, al verme al espejo me quede horrorizada con lo que veía parecía un muerto viviente, me metí a la ducha y trate de no examinar mi cuerpo que ahora me daba asco, cuando estaba más presentable levante la ropa de cama y lo que tenía puesto el día anterior y los deposite en la basura, iba a marcarle a Edward cuando me di cuenta de la hora y tal vez el estaría exponiendo su trabajo así que decidí que lo iría a ver y como un ratón asustado me asome a fuera del departamento y al no ver a James salí corriendo y no pare hasta estar en la estación del metro, me baje y sintiéndome en una persecución tome un autobús para llegar al trabajo de Edward, cuando llegué su secretaria me recibió tan amable como siempre y me dijo que Edward no estaba de muy buen humor, pero no le di mucha importancia estaba sintiendo como me derrumbaba de nuevo poco a poco, entre a su oficina y lo vi en su escritorio con su cara entre sus manos, al escuchar la puerta se enderezó dejándome ver el dolor en su mirada para cambiarla inmediatamente por una máscara de desprecio y odio que no entendí.
- Edward - le llame suavemente al ver que no se movía.
- Que haces aquí - me dijo con una voz que me dejo helada.
- Yo... necesitaba verte - titubeé ante la mirada gélida y un gesto de despreció.
- Ahora necesitas verme, pues yo no, así que has favor de irte por donde viniste y no me vuelvas a buscar en tu vida - me dijo poniéndose de pie imponiéndose ante mí, yo no entendía nada, porque me hacía esto cuando más lo necesitaba.
- Por favor, Edward - roge tratando de acercarme a él, pero de inmediato se alejó de mi con una mueca de asco.
- No te me acerques fuiste el peor error de mi vida - me dijo mientras apretaba sus puños a sus costado.
- Dime q... - comenzaba a llorar cuando me callo levantando una mano.
- Lárgate antes de que te saque yo mismo o te mande sacar - me grito taladrándome con su mirada verde y fría, yo solo era consciente de las lágrimas que corrían por mis mejillas y como me fue posible salí de ahí tropezando en un par de ocasiones, no entendía el cambio de Edward.
- Espera - me dijo antes de que llegara a la puerta y me volví - llévate tus cosas no quiero nada que me recuerde a una zorra como tú - me dijo arrogando a mis pies una bolsa donde estaban algunas cosas mías, con manos temblorosas tome la bolsa y salí de ahí sin importarme nada solo quería escapar. Cuando llegue al departamento había tomado una decisión... Me iría lejos de todo, sobre todo de James al que vi salir del edificio como si nada hubiera pasado, cuando lo vi dar la vuelta en la esquina entre corriendo de nuevo y comencé a guardar mis cosas en maletas sin saber a dónde iba, cuando llegue al aeropuerto compre un boleto al destino que saliera más pronto y ese fue Londres y sin mirar atrás subí al avión.
Hola soy yo de nuevo por aca dandoles lata con esta pequeñisima historia que espero y sea de su agrado solo son tres cap, espero que el primero les haya gustado, espero sus comentarios.
Besos Ana Lau
