Renuncia de derechos: Harry Potter y todo su universo son propiedad de J. K. Rowling, empleo parte de ello sin fines de lucro. Lo que no reconozcan es mío y por lo tanto, me reservo su uso.
El presente texto participa en el Duelo #1 del Club de Duelo, del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Oponente: Miss Lefroy Fraser.
El susto de su vida.
Aquel paseo no había sido buena idea.
Muy nerviosa, Hope Howell avanzaba con rapidez a través del bosque, convencida de que la vigilaban. Percibía un incómodo cosquilleo en la nuca, lo cual hacía que se asustara cada vez más.
¿Quién podía ir tras ella? Era la pregunta que angustiaba a la joven. ¿Un vagabundo hambriento? ¿Un ladrón? ¿Algún pervertido? O quizá algo peor…
Semejante ansiedad hacía mella en la señorita, sobre todo cuando oyó leves ruidos detrás suyo. Eso casi la paralizó, pero consiguió apretar el paso.
Estaba por llegar a un claro del bosque cuando, sin previo aviso, el sonido de ramas rompiéndose la detuvo en seco. Sin querer hacerlo realmente, Hope dio media vuelta.
Se topó con una figura siniestra, oscura y sin rostro visible. Además de enorme: comparada con él, ella era minúscula.
Entonces aquel hombre alzó los brazos y gruñendo terriblemente, se abalanzó sobre ella.
Hope, ante eso, solo pudo gritar.
–&–
Bienvenidos sean a mi primera participación en el Club del Duelo.
Quien conozca a su servidora, sabrá de sobra que los escritos cortos no son lo suyo. No, en honor a la verdad, escribo casi siempre cosas terriblemente largas, pero sé que en ocasiones "menos es más", así que me arriesgué a apuntarme y esperemos que este aporte no sea el último.
El primer duelo pedía el boggart de cualquier personaje. Como no especificaba que debía ser un mago, me acordé de la información que dio JK sobre cómo se conocieron los padres de Remus, que oportunamente incluía a esta criatura. Sí, por si alguien a estas alturas todavía no lo sabía, Hope Howell es la madre de Remus y aunque no lo dice aquí, es muggle. Espero que el haberla elegido me garantice la permanencia en el Club (con el perdón de Miss Lefroy).
Cuídense mucho y nos leemos (espero) en la siguiente ronda de duelos.
