Summary: Dos hombres unidos por un caso de desapariciones misteriosas; intrigas, misterios, recuerdos y un enemigo en común.
Billy Coen, Carlos Oliveira, dos desconocidos que pondrán en jaque a más de un agente y una que otra dama...
Muy buenas querida gente, somos Light of Moon 12 y GeishaPax, y ya ven, nos gusta complicarnos la vida. Traemos una nueva historia, ya saben, trabajando en mas cosas para ustedes. Yep, como si no fueran suficientes historias, aquí una más.
Light of Moon 12: Amigos, después de una agradable experiencia escribiendo el spin off de "Falling in to you" y "Te Perdí" con su secuela "Vivir por ella", relatar el one shot "Maracas" al lado de mi hermana Geisha, fue que decidimos volver a tomar la pluma y el papel juntas para escribir un nuevo fic donde traeremos de regreso a extrañables personajes que CAPCOM ha dejado un poco olvidados pero que nosotras trataremos de traerles un retorno digno, al lado de algunos de nuestros protagonistas de la saga.
GeishaPax: Mis queridos bellos y sensuales bebés, es un placer y honor el volver a escribir con mi querida hermana Light of Moon 12. Siempre es agradable poder escribir ideas deschabetadas con esta mujer, es una experiencia divertida y muy gratificante, llevamos el spin off de Maracas a un grado bueno de comedia y ahora vamos con un relato un poco más largo. Me despido y no los entretengo más, disfruten.
Resident Evil y sus personajes son de CAPCOM.
El argumento es de sus servidoras.
Ordainetan
Por GeishaPax
y Light of Moon 12
Sede de Interpol, Lyon, Francia.
—Múltiples desapariciones extrañas han ocurrido en el mundo durante los últimos tres meses. Lamentablemente la desaparición forzada y el rapto son delitos medianamente comunes en el mundo y que no debemos hacer oídos sordos a ellos, pero, en este caso hay un dato particular: sólo han secuestrado jóvenes de diecisiete años.
El interlocutor escuchaba detenidamente la información proporcionada, mientras en la enorme pantalla de la sala de juntas se dibujaba un planisferio y múltiples resultados estadísticos.
—Las desapariciones han ocurrido en diversas zonas del mundo, sin embargo, las cifras más alarmantes han sido en Japón, Colombia, Portugal, Nueva Zelanda y Nigeria. La Policía local y la ONU han solicitado nuestra ayuda creyendo que muy probablemente se trate de alguna red de trata de personas o quizás prostitución de menores aunque… —Dudó la mujer antes de terminar su explicación. —Aún desconocemos a ciencia cierta a qué nos estamos enfrentando. Por eso es mi deber preguntar… Está dispuesto a aceptar esta misión, señor Cohen?
William Cohen se frotó el mentón y miró una vez más la pantalla de información. En otros paneles aparecían también fotografías de algunos de los chicos que habían sido plagiados y apretando los puños, el varón se puso de pie.
—¿Cuándo puedo comenzar?
Manhattan, E.U.
—Creo en América. América hizo mi fortuna y he dado a mi hija una educación americana. Le di libertad, pero le enseñé a no deshonrar a su familia. Cuando desapareció, no caí en pánico, hice lo que a todos nos han enseñado: fui a la policía como buen americano, y quedé como un imbécil, lanzaron el boletín de desaparición y esperé, llevo meses en esta terrible espera… — aquel hombre calvo tembló un poco al recordar el amargo momento. —Hasta llegué a querer buscar la justicia con mi propia mano.
—¿Por qué acudió con los mafiosos de Manhattan y no con un profesional? — preguntó el sujeto con aspecto de policía a que tomaba notas.
—¿Qué tengo que pagar? No importa lo que sea, pero ayúdeme en lo que le pido.
—¿Qué quiere?
El padre de familia se acercó a Carlos Oliveira y susurró algo al oído del hombre.
—Eso no puedo.
—Le daré lo que me pida.
—Señor, solamente me dedico a investigar y aún desconocemos el paradero de su hija, no debemos adelantarnos a un peor escenario. — cerró su libreta con fuerza. —Se acercó a mí, y me pide que mate al que sustrajo a su hija. Haremos lo siguiente, dejará de pensar que esto es una película de policías, me dará las fotografías más reciente de Victoria y los lugares que frecuentaba, visitaré a sus amigos y compañeros de la escuela. Algo que he aprendido es que los adolescentes de diecisiete años siempre cuentan a alguien lo que sucede en su cotidianidad.
Tras la cita con el famoso panadero Anthony Altobello, empezó con las investigaciones pertinentes. Estaba seguro que esa chica no pudo desaparecer mágicamente. Victoria Altobello estaba perdiendo con rapidez el control de su cuerpo, estaba enferma.
¿Para qué sustraer a una chica inválida y que apenas puede sostener una cuchara?
Era una joven muy linda: pelirroja, rostro en forma de corazón, facciones delicadas, con una simpática cara de molestia. Suponía que su malestar la debía tener siempre con el ceño fruncido.
Revisó de nueva cuenta la pizarra de corcho.
—Bien, Tailandia, será...
El hombre observaba con paciencia y fascinación como el líquido rojo circulaba vía intravenosa en el cuerpo casi inerte de aquel jovencito. La única diferencia entre que estuviese muerto, era el débil movimiento del pecho por la respiración lenta.
—Trajeron otro grupo de niños. —Exclamó Jessica al entrar a la rústica sala médica de su jefe. —Tal como lo pediste, hay chicos enfermos y paralizados.
—¿Características físicas?
—Exactamente las que solicitaste, misma complexión en mujeres y hombres.
El jefe de la doble agente se puso de pie y caminó hacia el puerto, mientras miraba su obra unos ojos azules se posaron sobre él. Fue por el memorándum del viaje y encontró el nombre de la chiquilla que lo miraba.
—Victoria, diecisiete años, esclerosis múltiple… interesante.
Si todo iba como lo había planeado, "El Jefe" tendría una buena cantidad de especímenes. Jessica solo analizaba al hombre dar instrucciones para el hospedaje de los chicos. Desconocía los intereses reales de " El Jefe", incluso el pensar en que tal vez estuviera realmente demente al grado de superar al famoso genocida Albert Wesker, le generaba escalofríos.
Habían pasado ya varios ayeres desde aquella noche en el Ecliptic Express. La vida de todos los participantes en aquella tragedia podía contarse en dos partes; antes de Raccoon y después de Raccoon. Sin identidad, condenado injustamente, y sin ningún porvenir fue que renació William Cohen, ex teniente de Marines que dedicó gran parte de su vida a limpiar su nombre, para después seguir luchando contra lo que más odiaba; las injusticias, pero ahora ya no del lado de los militares sino de la policía internacional, ganándose un lugar en Interpol que con el tiempo le obsequió un renombre.
Operativo "Fer-de-lance" era el nombre de su estrategia que había planeado durante semanas. Si su plan de investigación no fallaba, había una concentración de personas plagiadas en Tailandia del Sur, que muy probablemente se trataran de los niños secuestrados que le habían reportado con anterioridad. Si lograba desmantelar esa célula de maleantes y liberar a las víctimas, encontrar a los autores intelectuales de estos delitos, sería cosa fácil. Pero llegada la hora, el panorama era totalmente diferente.
Acompañado de la policía local y agentes entrenados de la Policía Internacional rodearon la zona con sigilo. Se trataba de una presunta bodega que en el pasado había pertenecido a una fábrica textil que por cuestiones fiscales había sido clausurada algunos años atrás. De fuentes extraoficiales conocidas en el vulgo como "soplones" o "testigos protegidos" habían revelado que actividades extrañas se estaban realizando en ese lugar; ingreso de equipamento clínico, soldados y médicos rondando el lugar junto con varios jovencitos con caraterísticas similares que fueron vistos allí. Extrañamente sospechoso para una zona medianamente rural pero bastante coherente para los planes que se pretendían. Coordinandose con el departamento de Inteligencia decidieron sitiar los alrededores y ya era el momento.
De repente escuchó disparos provenientes de unos matorrales. Enfurecido, William fue a buscar a los soldados que allí se ocultaban para reprenderlos.
—¿Qué acaso no les pedí discreción? —Gruñó molesto a sus subordinados.
—Agente Cohen, mire. —Indicó uno de ellos dando un paso a la izquierda para dejar al descubierto un cuerpo de un ser extraño.
—No puede ser… —Murmuró sorprendido el ex teniente de Marines cuando notó la piel grisácea y las facciones deformadas en ese psudo-humano que se le hizo muy familiar.
