Este es mi primer drabble sobre la pareja, espero que os guste.
Disclaimer: No me pertenece nada de lo que podais reconocer.
Katie caminaba hacia el castillo, con su uniforme de quidditch, empapada de pies a cabeza. Huffelpuff les había ganado, todo por culpa de los dichosos dementores que derribaron a Potter de la escoba. Oliver, pasando por alto que Harry se encontraba en la enfermería, los había retenido para soltarles una de sus aburridas charlas posderrota. La lluvia lo cubría todo, Katie apenas veía por donde pisaba y entonces ocurrió. Chocó contra algo, mejor dicho alguien, que le sacaba una cabeza. Katie cayó de espaldas en el barro maldiciendo.
- ¿Podrías mirar por donde vas, no te parece?- le recrimino al desconocido.
Este alargo una mano hacia ella y la ayudo a levantarse. Cuando estuvieron frente a frente Katie se arrepintió de su mal temperamento. Ante ella se encontraba un Cedric Diggory chorreando y con su túnica de quidditch puesta al igual que ella. Katie se quedo paralizada, mirándolo como cualquier otra boba de las que normalmente lo rodeaban.
- Lo siento mucho, no esperaba encontrar a nadie por aquí con este tiempo.- se disculpó Cedric mientras le lanzaba una de esas sonrisas que tanto le gustaba a sus compañeras de Gryffindor y a ella misma.
- No-no ha sido na-nada.- tartamudeo cual profesor Quirrell. Contrólate Katie- Una mancha de barro más, una mancha de barro menos...
Él le rió la gracia, esta claro que por cumplir. Katie sabía que la caballerosidad de Cedric era comparable a la de un autentico Gryffindor, aunque el Sombrero Seleccionador no opinase lo mismo.
- De veras siento mucho lo del partido. Ya le insistí a la señora Hooch para que lo anulase, aunque no ha servido de nada.- Cedric parecía arrepentido.- Si hubiese visto antes caer a Potter, no habría capturado la snitch, pero...
- No te preocupes, volasteis de maravilla, os lo merecéis.-
Por supuesto que todo esto era una gran mentira, pero al parecer el habitual orgullo de Katie se había desinflado y no se le ocurrió otra cosa mejor que decir. Si Wood la hubiese escuchado ahora mismo tendría una escoba atravesándole la cabeza.
- Iba a hablar con Wood, para explicárselo.
- No creo que Oliver acepte ninguna explicación ahora mismo.- le previno.- La ultima vez que lo vi estaba intentando ahogarse en las duchas.
De nuevo Cedric soltó esa risa que sonaba tan natural, pero a diferencia de la anterior esta no era para nada comprometida. A Katie se le contagió su risa y ninguno de los dos pudo parar hasta que pasó un buen rato. Ambos se miraron con las respiraciones entrecortadas a causa del rato que habían pasado riéndose. Entonces a Katie se le pasó por la cabeza que muchas de las chicas que habitaban Hogwarts desearían estar en su lugar ahora mismo. A Katie se le escapó una sonrisa totalmente involuntaria. Cedric se revolvió el pelo y sin parar de hablar del partido volvieron juntos hacia el castillo. Quizás el que Gryffindor hubiese perdido frente a Huffelpuff no era tan malo como Oliver lo planteaba.
