Las Reglas de Tala Ivanov

Tala Ivanov era muy bien conocido por no seguir reglas, el las quebrantaba inmediatamente solo por el simple hecho de hacerlas, al pelirrojo le gustaba que le gente pensara eso, ya que así se evitaba muchos problemas de conversaciones y mal entendidos que serían una perdida de tiempo. Pero Tala si tenía reglas, reglas inquebrantables que nunca las diría en voz alta pero que las tenía bien guardadas en su memoria hasta el día de su muerte, estas reglas solo las tenía con los Blitzkrieg Boys y con nadie mas.

Una de las reglas era que si escuchaba a Spencer gritar por las noche no mencionar nada al día siguiente, dejarlo pasar, como si no hubiera escuchado nada, Tala sabía que cuando esas noches pasaban era porque los oscuros recuerdos de la infancia se escabullían de los rincones de su cerebro de su amigo y se mezclaban con sus sueños, todos habían vivido la misma pesadilla pero cada uno hacia lo posible por combatir sus demonios.

Otra de las reglas inquebrantables de Tala era el tener paciencia con Ian a la hora de la ducha, el pelirrojo había visto con sus propios ojos como sacaban a la intemperie al pequeño y lo empapaban de agua y le daban grandes descargas eléctricas en todo su cuerpo, veía como su amigo se debatía entre el frio y la electricidad, así que el ojiazul usaba todo su autocontrol para no meterlo a la fuerza a la regadera, sabía que le tenía pánico al agua y que para el, el baño era una batalla diaria que tenía que realizar.

Esta regla en particular era la más difícil de cumplir, era nunca dejar solo a Bryan, el platinado era el que más se había aferrado a su humidad y eso le había ocasionado más tortura que a todos los demás, le habían hecho las cosas más inhumanas que alguien pudiera pensar, habían aniquilado al niño que estaba en el y habían creado a un monstro, lo habían drogado, golpeado y encerrado en habitaciones que no tenían ni un rastro de sol por semanas, las secuelas de las drogas, el hambre y la sed habían destruido porciones de Bryan poco a poco. Así que cuando pasaban esos días en lo que el peli plata recaía Tala estaba ahí, no le daría abrazos ni palabras de consuelo, el solo estaría ahí para que las cosas fueran más fáciles para el.

Y su ultima regla, una que no debería hacer pero la hace porque no puede dejar de hacerla es cuidar a Kai, Tala sabía que el japonés no necesitaba que lo cuidarán, el sabía cuidarse solo pero el pelirrojo sabía que podía cuidarse de cualquier daño, de cualquier persona o de cualquier asunto pero Kai no sabía cuidarse así mismo, lo había visto montón de veces desmayándose de cansancio o automedicandose para dar lo mejor de el, Kai tal ves no había vivido lo que ellos habían vivido pero Kai había pasado su propio infierno, desde la muerte de sus padres, la tiranía de su abuelo, la abadía y miles de cosas más, el japonés era todo un luchador, un superviviente, así que Tala se había comprometido a no fallarle, de cuidarle la espalda y hacer lo que fuera por cuidarlo.

Así que no importaba lo que la gente pensara de el y no le importaba aplastar a quien se le pusiera al frente y mucho menos le importaba quebrar todas las reglas que le impusieran pero Tala tenía esas pequeñas reglas con los Blitzkrieg Boys que nunca las iba a decir en voz alta pero el las tenía y no iba a romperlas mientras el estuviera con vida.