Algo que escribí en honor a la pobre Jigoku Shoujo, de 471 palabras. Por lo cual supongo que puede ser tomado como Drabble. Un pequeño tributo a Ai Enma, de una manera un poco dura. No estoy de acuerdo con su trabajo y estoy segura que ella tampoco.

Jigoku Shoujo no me pertenece.


La Chica del Infierno.

Al mirar detrás, en su recóndito pasado que se alejaba cada vez más de su corazón, su expresión no cambiaba en lo absoluto. Sin embargo, en sus ojos se anidaba la más profunda tristeza que pudiera existir. Su corazón se había vuelto frío y preciso, concentrado en terminar su trabajo rutinario de la mejor manera posible. Su corazón ya no era más que un pedazo de su insulsa mente. Ya no sentía nada en absoluto, sólo la ira que la impulsaba a seguir trabajando.

Sólo en sus enormes ojos color sangre podría haber indicios de infelicidad con su tarea, al ver a las personas llenas de dolor arrepentidas de sus tontas acciones. Con su fría expresión contadas veces se podría desenterrar el sonido agudo de su corazón romperse al mandar a tan abominable lugar un alma inocente. Y aún cuando jamás sonreía, se podía sentir el regocijo al darle su merecido a las malas personas, tan parecidas al ser más odiado por ella, el que la traicionó.

Aquel era su trabajo encomendado, una tarea disfrazada por haber cometido una grave falta alimentada de odio. Continuar el vicioso círculo de dolor y rencores sin tener un final fijo, como tampoco lo tenían sus venganzas. Y ella gustosamente se había acostumbrado a su vacío rutinario de mandar gente sin escrúpulos al infierno. A pesar de saber muy bien que aquello no tenía un fin fijo ni justificado. Como no lo tenía su propio odio.

Y remando pausadamente hacia el lugar de color rojo intenso, como el de sus ojos, pudo entender su propia falla. Ella era la Jigoku Shoujo por elección propia, por dejarse llevar por el más puro rencor injustificado. Contribuía a llenar falsamente el interior de las personas que buscaban aliviarse de un dolor muy parecido al de ella. A echar más leña al fuego, a provocar que el vacío creciera mucho más hasta llegar al mismo lugar en el cual residían las personas malas que habían odiado tanto.

El trabajo de la chica del infierno, que "ayudaba" a las pobres almas llenas de ira a calmarla un poco, no era más que un círculo maldito de odios reciclados que terminaban todos en el mismo lugar, el infierno.

Y esa era ella. La Jigoku Shoujo, la vengadora de los "inocentes". La lamentable niña consumida por el mal, trabajaba para el mal y acabaría en el mal. Como todos.

La pobre, reducida y sola chica del infierno, Enma Ai.


Muchas gracias por leer.