CUANDO AMAS¿TODO SE PERDONA?
Capitulo 1
Estaba recostada en la cama, esperando a su esposo, aunque tenían poco de casados, se habían conocido desde el colegio, pero empezaron a salir hasta su especialización o como se dice en el mundo mágico los éxtasis, el era un año mayor que ella, y se amaban mucho, pero últimamente su relación iba en picada, el viajaba mucho y ella trabajaba arduamente para lograr que por fin le dieran una plaza en el hospital San Mungo como sanadora, por lo que casi no se veían.
Ginny era pelirroja, muy alegre y traviesa debido a que se había criado en una familia con seis hermanos y peor aun siendo la menor, así que también estaba acostumbrada a que la consintieran y la sobreprotegieran (aunque no le gustaba para nada), pero cuando lo hacia su esposo, no le importaba, le encantaba sentirse protegida por él.
Era la una de la madrugada, y aunque ella sabia que el trabajaba mucho a veces no podía evitar sentirse celosa y desconfiada, ya que su esposo era muy guapo y siempre fue muy deseado por muchas mujeres. Su cabeza empezó a dar vueltas y a pensar cuales eran los posibles motivos por los cuales el tenia mas de un mes que no llegaba a tiempo para la cena. Ya no se hablaban por las tardes para saber como les iba en el día, cuando Ginny se levantaba para irse a trabajar, él estaba dormido y por más que lo movía para despertarlo no lo lograba, así que se iba triste por no poder ni siquiera arrancar un "adiós" de sus labios.
Poco a poco fue quedándose dormida, y como a los quince minutos de entrar en un profundo sueño, se escucho una fuerte explosión en la chimenea, segundos después salio un hombre alto y delgado sacudiéndose las cenizas, entro a su recamara, la vio muy dormida, se quito su ropa, tomo una almohada y se dirigió a la sala, ahí acomodo su almohada que había tomado antes y se recostó, hasta que minutos después también lo venció el sueño.
Al otro día Ginny se levanto y vio que su esposo no estaba en la cama junto a ella, como siempre, y se preocupo, se disponía a llamarlo cuando entro a su sala y lo vio acostado en el sofá. Por un momento descanso, pero luego se pregunto porque no se había acostado con ella.
Decidió que no era el momento para empezar una discusión y pensó que tal vez podría pedirle consejo a su mejor amiga y también cuñada Hermione, así que termino de arreglarse, entro en la chimenea, tomo polvos flu y dijo: -Al Hospital San Mungo- y desapareció.
Apareció segundos después en el hospital, así que fue a su aréa de trabajo, ella se encargaba de las heridas causadas por criaturas magicas, pues después de que a su papa lo mordiera una serpiente gigante, decidio que esa era su vocación.
-Ginny, buenos días- dijo una muchacha de unos veinticincos años, castaña y con el cabello algo revuelto, pero muy hermosa.
-Hola Hermione- contesto la pelirroja sin muchos ánimos.
-Vaya! Que carita traes.
-No pude dormir bien, me desvele un poco esperándolo.
-Otra vez llegó tarde?
-Si, y lo peor es que ahora ni siquiera durmió conmigo, se quedo en el sofá, por favor Hermione, dime que he hecho mal.
-Nada, tu no te culpes, tu siempre lo has tratado como un rey y si el no lo valora, pues ni modo él se lo pierde.
-Ay amiga, es que lo extraño tanto, éramos tan unidos, y lo peor de todo es que no me atrevo a preguntarle que le pasa, será que no me ama o que conoció a otra mujer.
-No empieces a alucinarte, de seguro tiene problemas en el trabajo, ya sabes que él tiene mucha presión, tiene encima al ministro todo el tiempo, y después de los últimos ataques es comprensible que este así.
-Si tal vez sea eso- contesto Ginny no muy convencida- pero Ron trabaja en el departamento de Aurores y no se pone así contigo…o si?
-No, claro que no, pero tu hermano es diferente, el nunca ha dejado que los problemas del trabajo lo afecten, todo se le resbala…pero se me ocurre algo…y si…si le propones ir a terapia de pareja, aquí hay un sanador que se especializa en eso.
-Terapia de pareja¿Que es eso?
-Ay Ginny, se me olvida que tu no sabes nada de eso, es algo como una reunión de pareja asistida por un doctor, donde cuentan sus problemas y les da consejos sobre como solucionarlos, tu hermano y yo la tomamos una vez.
-Mi hermano quiso ir, no lo puedo creer, de verdad que lo tienes bien dominado.
-Bueno, le dije que si no iba se le acababan sus noches de placer y…
-Oye, yo no quiero saber eso, trata por favor que tus intimidades con mi hermano, no salgan en la platica, por lo menos cuando estés conmigo.
-Ay por favor, no te hagas la mojigata, como si tú no hicieras nada de eso.
-Pues si supieras, que tiene como…umm, ya ni se cuanto tiempo tiene que no hacemos el amor.
-Estas grave eh! Mira de verdad, tómalo como un consejo de amiga, ve a consultar al doctor, se llama John Bing y esta en el cuarto piso.
-Bueno, no estoy muy segura que quiera verlo, pero lo voy a intentar convencerlo.
-Eso es amiga, además es terapeuta sexual y te puede echar una mano con tu problemita.
-Bien, bien, lo voy a hacer, pero primero voy a ir yo, para ver que me dice.
-Así habla una Weasley, bien te dejo, tengo mucho trabajo, tengo en mi ala, a dos aurores que se quejan demasiado y no quiero que me llamen la atención por culpa de alguno de ellos.
Hermione se fue y dejo a una Ginny muy pensativa.
-Tal vez, Hermione tenga razón, a la hora del almuerzo, voy a ir a ver al Dr. Bing, en una de esas si me ayuda- pensó la chica.
Por la tarde, fue al consultorio del Dr. Bing, pregunto a su secretaria si le podía dar una cita y casualmente tenia disponible en quince minutos, así que Ginny se sentó en la sala de espera, estaba muy nerviosa, tomo la revista "Corazón de Bruja" y se dispuso a leerla, para matar el tiempo. Después de unos minutos:
-Sra. Weasley, es su turno, el doctor la espera- dijo la secretaria.
Se puso de pie y entro rápidamente en el consultorio, el cual tenía una silla grande y muy cómoda, dos más enfrente de ella y un diván a lado de las sillas.
-Adelante Sra. Weasley, tome asiento por favor- dijo el Dr. Bing
-Gracias umm doctor?- dijo dudando Ginny, pues el Dr. Bing no tenia apariencia de un sanador, vestía ropa muggle y era alto, muy fornido, ojos azules y tenia el cabello larga amarrado en una coleta.
-Si, aunque no parezca soy doctor, hice mi especialidad de terapia de pareja en una universidad muggle, y soy el único en el mundo mágico aquí en Inglaterra que tiene esa especialidad, fue una suerte que le dieran cita tan pronto, por lo regular tengo lista de espera de dos meses, pero los Sres. Finningan me cancelaron de último momento.
-Lavender y Seamos Finningan?
-Los conoce?
-Si, iban conmigo y mi esposo en Hogwarts.
-Vaya que pequeño es el mundo, bueno empezamos? Porque cobro por hora- y le hizo señas para que se sentara en una silla.
-Si, si usted lo dice- y tomo asiento.
-Adelante, la escucho.
-Bien, vera…tengo tres años de casada, pero últimamente mi esposo esta muy distante, de hecho no me ha…uy que pena me da decirlo.
-Hable con confianza, no ha hecho el amor, su esposo no la ha tocado para nada¿en cuanto tiempo?
-Pues tiene como un mes- dijo Ginny muy apenada, no estaba acostumbrada a hablar de esas cosas con nadie más.
-Bien y cual cree que sea el motivo?
-Pues la verdad…no se, yo creía que tal vez era por su trabajo, pero ahora no se, ya no le tengo confianza, ayer ni siquiera durmió en la cama conmigo, se quedo en el sofá.
Y Ginny siguió relatando al doctor Bing todo lo que le había contado a su amiga Hermione.
-Bueno, esto es lo que vamos ha hacer, pero que quede claro que tiene que seguir al pie de la letra mis instrucciones.
-Si doctor, lo haré, todo por salvar mi matrimonio.
El doctor Bing le dijo todo lo que tenia que hacer y de vez en cuando Ginny soltaba silbidos porque todo era muy raro.
-Tenga en cuenta, que a veces los matrimonios se estancan y tiene que haber ciertos juegos para que el deseo sexual no se pierda nunca, usted solo propóngalo y si el acepta ya estamos del otro lado.
-Ok doctor, yo lo voy a hacer, solo espero que él acepte.
-Aceptara, ya lo vera, a los hombres nos gusta que nos propongan ese tipo de juegos.
Y sin decir nada más Ginny salio del consultorio pensando en la manera de proponer aquel juego a su esposo, sin que lo tomara a mal.
-Esto va a ser muy difícil- pensó Ginny cuando se dirigía de nuevo a su consultorio.
