Luego de haber fracasado en su "misión", no era realmente muy difícil imaginar el destino de Loki. Al menos, eso era lo que todos en Asgard pensaban.
Loki había tenido que lidiar con las burlas y miradas de desprecio de todos, no es que fuera muy popular antes, pero, como menos, era respetado.
Ahora todos parecían pasar por encima de él con una tremenda naturalidad, y eso le irritaba demasiado. Había fracasado en su intento de gobernar, era humillante, pero ahora estaba a merced de Odín. Aceptaba que al menos, el viejo sería justo, y de alguna manera, no era a él a quien temía, recordaba perfectamente la amenaza que le había hecho ese sujeto, el tal Thanos.
"No habrá un mundo, una luna desolada en la cual puedas refugiarte de su ira, tu crees conocer el dolor, pero él te hará sentir un dolor que jamás imaginaste"
Por mucho tiempo, quizá por primera vez en su vida, sentía temor. Uno real y casi palpable, pero no lo mostraría, aún quería salvar algo de dignidad..
Mientras recibía el esperado sermón de parte del padre de todo, Loki parecía, más que un criminal de guerra, un pequeño siendo regañado por haber hecho alguna travesura. O al menos ese era el ambiente que se creaba para sí mismo, pues ante las duras palabras de Odín, hasta Thor comenzaba a sentirse intimidado.
La audiencia en la sala mayor de Odín era poca, solo estaban unos cuantos, y justo frente al padre de todo, yacía Loki, arrodillado, aunque no por gusto, frente a él, parecía incapaz de sostenerle la mirada.
La parte de la sentencia, fue la que realmente despertó el interés del dios de las travesuras.
—Loki, hijo de Odín—el apelado no pudo más que apretar los dientes—, por tu codicia y sed e poder desmedida, has llevado a un pueblo inocente a los horrores y la devastación, tu estupidez ha causado la perdida de vidas, debes aprender tu lección hijo mio, al igual que tu hermano en su momento—Odín suavizo ligeramente su tono—, no tengo más opción que desterrarte.
Loki exhaló, pareciendo desesperado, ¿destierro?, valla, gran cosa. Creatividad: cero.
Odín, como leyendo los pensamientos de su hijo, prosiguió con un tono de voz mas severo.
—Serás enviado al mismo mundo que deseaste gobernar y destruir.
Bien, eso si no lo esperaba. ¿Y…?
—Y en el nombre de mi padre y el padre de mi padre, yo Odín, te despojo, de tu poder—sentenció el padre de todo con energía.
Loki pudo sentir como todas sus habilidades, hasta las más básicas, le eran despojadas, esto no podía pasarle, sin su magia, ¿qué le quedaba?
Ahora, sin sus habilidades, podría darse por muerto, de hecho, intentarlo, valdría la pena.
—Jane, Thor vino, salvo al mundo junto con el resto de los otros mutantes, y se fue—le resumió su ayudante.
La joven científica no pudo evitar mirarla enojada, pero luego suspiró, no iba cuestionar los motivos de Thor, quien por cierto, ahora era bastante popular.
Jane Foster estaba en un estupendo observatorio, estaba equipado con todo lo que ella necesitaba para sus investigaciones, y también en medio del desierto. En fin, que no se podía tener todo.
Ella seguía creyendo en él, y encontraría la forma de verle, no iba a rendirse.
—Darcy, se la historia perfectamente-resaltó—, Thor debió ser enviado con el especifico motivo de ver por su hermano el desquiciado.
La chica se acomodó los anteojos.
—Si, que raro, ni se parecen, pero bueno dicen que en cada familia hay un loco.
Jane rodó los ojos.
—Se quien es el de la tuya—comentó mientras volvía la vista a sus datos.
Jane volvió a su trabajo mientras le pedía a Darcy observar algunas fotografías, estaba comenzando a aprender algo, ella estudiaba ciencias, pero políticas, si había aplicado como ayudante de Jane, fue porque estos temas siempre le habían gustado, aunque como meras curiosidades, no como su campo de trabajo. Claro esta, jamás imaginó que esto la llevaría a conocer de primera mano a un verdadero dios nórdico. Sin duda ser la ayudante de Jane había tornado su vida mucho muy interesante.
Mientras realizaba su labor, se vio interrumpida por el chillido de una ya muy alterada Jane.
—Darcy, mira esto, estas señales, es como aquella vez-su voz se iba haciendo más débil.
—¿Qué?
La chica no tuvo tiempo de decir más, en cuestión de nada se vio arrastrada por una muy histérica Jane, quien subía a su camioneta y arrancaba como una loca.
—Y yo soy la loca—susurró Darcy.
—Darcy eso es serio, esto es, como aquella vez que Thor…
No pudo ni completar la frase cuando observó claramente la misma tormenta eléctrica de aquella vez, la vez en que Thor llegó a la tierra por primera vez. Jane sentía que el corazón le iba a estallar, este raro fenómeno no podía deberse a otra cosa, alguien estaba en camino.
Esta vez guardaron las distancias prudentes, no iba a terminar atropellando a Thor de nuevo.
Y tal y como sucedió aquella vez, la majestuosa tormenta terminó por arrojar a lo que parecía un hombre, una vez más el corazón de la joven científica dio un vuelco.
—Aquí esta, ya llego Darcy—la emoción en la voz de Jane era evidente.
Mientras acercaba la camioneta los ojos de Jane parecían captar mejor aquella figura, y entre mejor veía más se decepcionaba.
—Jane, no creo que sea Thor.
Ambas bajaron del vehículo corriendo.
Fue cuando lo apreciaron mejor, no era Thor, eso era evidente. Este sujeto tenía el cabello negro como la noche, y una piel muy pálida, de hecho, de ese color se pusieron ambas al sopesar de quien se trataba.
—¿Quién eres? —preguntó con algo de histeria—, ¿Por qué no…?
Jane, aún en estado de impacto, intento tocar el sujeto, pues ahora el pánico comenzaba a inundarla. ¿Dónde estaba Thor?, ¿qué hacía este loco aquí?
—Tú mortal, no se de que hablas-la voz, aunque melodiosa, sonaba irritada, luego, recordó que la otra mujer había dicho el nombre de su hermano—, mi hermano debe estar de fiesta, celebrando ahora que me han confinado—su ceño se descolocó ligeramente—, preferiría que las torturas siguieran.
Jane se apartó enseguida, reaccionando.
—Jane, ¿no es este el loco que destruyo medio Manhattan?
Loki enseguida dirigió una mirada de puro desprecio a la joven Darcy.
—Ten cuidado en como te diriges a mi, tu asquerosa…—mientras hablaba, Loki intentaba usar su magia en ella, viendo que no pasaba nada, entro en un ligero pánico.
Ambas mujeres lo observaban, ahora, curiosas, el tal Loki miraba fijamente sus manos en un estado similar al horror.
—¡Maldición!, ¿ese viejo en verdad piensa que soy como Thor?—recordó él, en voz baja.
—Jane, en serio, míralo, me esta asustando, habla solo.
Jane rodó los ojos, mucha gente lo hacía, eso no era él punto atemorizante de él, aunque, podría servirle, ¿qué vinculo más estrecho podría pedir?
—Creo que al igual que Thor aquella vez, él no tiene sus poderes—razonó la joven.
—Así que le paso lo mismo que a tu novio el vagabundo loco y fuerte.
—Darcy, Thor no es un loco-respondió Jane enojada.
—¿Bueno, pero no negaras que su conducta era muy extraña?
La científica bufó, en realidad no lo negaría, Thor le resultó bastante pesado al inicio, atractivo, pero muy raro.
Loki carraspeó con energía.
Ambas chicas, algo asombradas, dirigieron su vista a un muy irritado Loki.
—Maldición, tu mortal-dijo dirigiéndose a Jane—, penetraré en ti, estoy muy débil y sin energías.
Diciendo esto se puso de pie y comenzó a acercarse a ella, pero justo antes de que pudiera siquiera tocarla, una descarga eléctrica impacto en el dios, dejándolo totalmente inconsciente en el suelo.
Jane dirigió enseguida su vista a su joven asistente.
—¿Qué? Jane, ¡por dios!, me asustó a muerte, estos hermanos son terroríficos -declaró con total sinceridad—, ¿penetrar dentro de ti?, ¿enserio? pensé que te violaría.
—¡Darcy! Basta—le reprendió con las mejillas enrojecidas—, y Thor no es como él, nos salvó.
—Como sea Jane, me asusta, este tipo es el mismo que vino con su lunática idea de esclavizarnos—recordó ella.
—Pero ya nos habría matado o algo Darcy, ahora no tiene ninguno de sus locos poderes—reflexionó Jane—, vamos ayúdame a ponerlo en la van.
—¡Jane!, ¿estas loca?, ¿llevarnos al loco asesino? —chilló Darcy—, ¿es que acabas de perder la razón?
La chica rodó los ojos, como si la joven olvidara lo obvio.
—Darcy, el esta indefenso, además es ahora mi mayor y mas valiosa pieza de evidencia, podemos hacer que coopere y me ayudaría mucho para por fin llegar a Thor, mi investigación podría al fin ser terminada y….
Para ese punto del discurso, Darcy sabía muy bien que iba a ser imposible disuadir a Jane de esta locura. Suspiró hondamente, si, ya había perdido la chaveta.
—Ok, Jane ya capto tu ganas—sentenció Darcy con sarcasmo—, nos llevaremos al loco asesino con deseos de dominación global a casa, será una experiencia muy interesante, ya lo creo.
—Es mi evidencia Darcy, no voy a descansar hasta…
—Hasta estar en los fuertes brazos de Thor, si Jane—replicó sin dejar el sarcasmo. Jane la ignoró.
Darcy recargó su arma de nuevo, por si acaso. Esos Asgardianos estaban más locos que una cabra.
