Hace poco, Zack se había levantado en el momento que los rayos del sol iluminaron su cara. Ahora mismo, el individuo bostezando y aun soñoliento se dirigía hacia la cocina mientras rascaba su abdomen sobre la vendas; con los ojos entrecerrados por el sueño, abrió la alacena y tomó una caja de cereal, dejándola en el mostrador.
Tomó un tazón y una cuchara. Al tenerlas abrió la caja y volcó los cereales dentro del tazón.
—¿Uh? —articuló al ver que los cereales tenían raras formas.
Para luego de unos segundos, darse cuenta, que esos "extraños" cereales, eran letras las mismas que aprendía con Ray, en su afán de saber leer y a escribir.
Teniendo una idea (Si, pensaba)
Empujó la caja ligeramente, de manera que el cereal se desparramo sobre la mesada. En cuestión de segundos, Zack se encontraba en la difícil tarea de encontrar letras para formar esas palabras.
Luego de un rato pudo formar lo más fácil "Ray" con los cereales. Siendo lo siguiente lo más difícil, en eso, su memoria le viene un recuerdo.
...
"Como se escriben esas palabras que son de amor"
"Uhh"
Ray lo miró extrañada.
"¿Y bien?"
"¿Como la palabra: Te amo?"
"Exacto"
"¿Por?"
"Para no escribir esas cursilerías ¡Agh! solo de pensarlo me dan ganas de vomitar"
Ray no entendió su lógica, pero de igual modo, escribió "Te amo" en la hoja que estaban escribiendo. Zack se sintió feliz, sonrió al ver esa palabra escrita por la muchacha en el papel, pero la ocultó cuando Ray le miró.
...
"Ray, te amo"
Terminó de escribir, sintiéndose avergonzado al instante. De inmediato, se dio la vuelta y abrió la heladera, en busca de la gaseosa para echarle a su tazón llenó de cereales y comer al fin su desayuno.
No había ¡Mierda!
Estando un rato, parado sin saber qué hacer, se dio cuenta que la noche pasada había dejado una lata de gaseosa a medio terminar, cerca del sillón de la sala de estar.
Eso serviría, pensó. Hasta que Ray compre más.
—¿Dónde diablos esta? —preguntó luego de revisar por los alrededores, lo único que veía era latas vacías, quizás se la había terminado ¡Maldición! ¡Era una mugre! Puf, debía limpiar.
Levantó las varias latas del suelo, pero cuando se dirigía a la cocina a tirarlas en el bote de basura, vio como Ray salía de la misma. Este se quedó pasmado recordando lo que había escrito en la mesada, las latas cayeron, haciendo un sonoro sonido en el suelo.
Ray lo miró y Zack desvió la mirada, yendo hacia la cocina a borrar la evidencia, quedando pasmado al confirmar que no solo lo había leído, también le había respondido. Sus mejillas furiosamente se sonrojaron cuando leyó: "Yo también te amo, Zack"
