Un padre Ashikabi
Capitulo 1: Un nuevo comienzo.
-¿Qué significa esto?, ¿por que hah?, ¿Qué soy inservible dentro del Escuadrón Disciplinario?, ¡¿QUE DEMONIOS TRATAN DE DECIR CON ESO!, ¡YO SOY LA MAS FUERTE DE TODAS!-
Quien gritaba era una chica de apariencia adolescente, tenía el cabello largo de color rosa recogido en una cola de caballo lateral, vestía un kimono negro corto con una manga mas recortada y un moño grande de color rojo en mitad del cuerpo, el cual era delgado pero no muy desarrollado en especial su parte frontal en donde descansaban dos pechos de pequeño tamaño, los cuales siempre habian sido su Karma debido a que el resto de sus compañeras tenían pechos mas grandes que los suyos.
La joven, que se llamaba Benitsubasa, caminaba por la calle abarrotada de gente que debido al grito que pegara se habian detenido y la observaban como si pensasen que era una loca que habia escapado del psiquiátrico.
Dándose cuenta de esto, la pelirrosa les devolvió una mirada amenazante que contrario a su frágil apariencia imponía mucho miedo, lo que obligo a las personas a continuar con su camino sin decir nada.
Aun rumiando, la joven retomo sus pasos volviendo a sumergirse en sus pensamientos.
``¿Por qué?, no lo entiendo, no lo entiendo, yo era la mas adepta a Natsuo y me hubiese encantado ser su Sekirei, pero parece que eso no les importo y me desecharon por ser débil´´.
Hacia tan solo unos días ella aun trabajaba para la compañía multinacional más importante del país conocida como M.B.I, dentro de estas instalaciones el presidente de la Entidad, Minaka Hiroto, preparaba una especie de ''juego'' como a el le gustaba llamarlo.
Este juego consistía en que 108 seres peleasen entre si hasta que solo una de ellas quedase en pie.
Para mantener el orden del juego y que ninguno de los participantes se saliera de control se habia creado el Escuadrón Disciplinario, el cual estaba integrado por los que eran supuestamente los miembros mas fuertes de los 108 participantes.
Estos eran la Nº 04 Karasuba, la Nº 104 Haihane, ella quien era la Nº 105 y la Nº 08 y líder del grupo, Yume.
Sin embargo a Minaka, no le gusto que la plantilla tuviese tantos miembros decidiendo que con solo tres seria más que suficientes.
Con eso en mente solo quedaba saber quien de las cuatro quedaría afuera, no obstante las presencias de la líder Yume y la Nº 04 Karasuba eran tan indispensables para los planes del presidente que nadie las puso en duda, razón por la cual se termino simplificando el problema decidiéndose con una pelea entre la Nº 104 y la Nº 105.
La ganadora permanecería en el Escuadrón y la perdedora seria soltada en el juego como una participante más (si bien las Miembros del Escuadrón Disciplinario también podían considerarse como tales).
A Benitsubasa no le importo demasiado la resolución del problema, despues de todo ella amaba pelear, y una confrontación contra Haihane definitivamente era una idea muy atractiva para ella, ademas de que obteniendo la victoria podía lucirse ante Natsuo quien era el sujeto que le gustaba y el elegido por el presidente para convertirse en el compañero de las chicas de la plantilla.
Sin embargo, ni en sus mas inútiles sueños se pudo imaginar que perdería contra Haihane y quedaría desterrada del Escuadrón Disciplinario.
Y ahí estaba, hacia tan solo unos días aun trabajaba para el M.B.I, en donde se quedo tan solo hasta que se pudo recuperar totalmente de las heridas de su pelea contra la Nº 104 y en ese momento solo vagaba por las calles sin rumbo obligada como cualquier otra participante a buscar a su compañero destinado.
La sola idea de tener que estar con otra persona que no era Natsuo hizo que se le retorcieran las tripas del disgusto en tanto sentía unas ganas casi irrefrenables de ponerse a llorar de frustración.
-¿Por qué?, ¿Por qué?, ¿Por qué tuvieron que alejarme de Natsuo?- Murmuraba la chica con tristeza- ese maldito de Minaka- Gruño sintiendo como la melancolía dejaba paso a la ira- ¡nunca lo perdonareeeeeeeeee!
Brrruurr…
-¿Huh?-
La chica sorprendida miro aun lado y otro para tratar de localizar el origen del ruido.
Brrruurr…
Y ahí estaba de nuevo, sin embargo esta vez la chica se dio cuenta que el sonido provenía de su propio estomago que rugía tan frustrado como ella por el echo de que no lo estaban alimentando.
-Hmm, ahora que lo pienso, no he comido nada desde que salí del edificio del M.B.I hoy en la mañana- Murmuro la chica un poco avergonzada.
Para su suerte, enfrente de ella se hallaba un restaurante, por lo general ella no entraría a cualquier lugar a menos que fuese de primera categoría, sin embargo no habia ningún otro sitio de comidas a la vista y sumado al hambre atroz que recién se percataba que tenia, la obligo a, al menos por esa vez, refrenar su orgullo y entrar al local que de todas maneras era un sitio, limpio y ordenado.
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Ni bien entro eligió sentarse en el lugar mas apartado del resto de la clientela, no necesitaba juntarse con los humanos despues de todo.
Sin embargo, para subsistir le haría falta, quisiese o no, el interactuar con al menos uno de ellos, el camarero.
Benitsubasa levanto la vista para ver a un joven que se le acercaba, el chico que según calculo la joven, debía de tener alrededor de veinte años, tenia el cabello de color negro y ojos de un tono violáceo, vestido con un pantalón de pinza negro, una camisa blanca de mangas largas y un moño apretado en el cuello, su andar era elegante y su blanca sonrisa no desmerecía su apariencia.
Habia visto a Natsuo muchas veces con su traje impecable y su elegancia que tanto le gustaban, sin embargo y para su horror, se encontró pensando que este chico era incluso más atractivo, teniendo una apariencia más varonil que el compañero de las miembros de la plantilla disciplinaria.
``¿Pero que demonios?, ¡¿Qué diablos estas pensando idiota!, nadie puede superar la belleza de mi Natsuo´´ Pensó la chica cerrando un momento los ojos en tanto se imaginaba al hombre sonriéndole de forma afectuosa.
-Ejem…- Carraspeo el chico una vez llegado junto a ella tratando de regresarla a la realidad- ¿puedo servirle en algo señorita?.
Benitsubasa se ruborizo, avergonzada de su pequeño lapsus de ensueño esperando que el chico no se hubiese dado cuenta.
La pelirrosa observo la identificación ubicada en el lado izquierdo del pecho del joven en donde eran visibles las palabras, Minato Sahashi.
``Hmm, ¿Minato Sahashi?, ¿es ese su nombre?´´ Pensó la chica, quien inmediatamente ordeno su comida para recostarse en su asiento en tanto el camarero luego de una leve inclinación respetuosa se retiraba para traerle lo pedido.
Una vez sola, los pensamientos de la chica volvieron irremediablemente a su penosa situación actual, se sentía triste por haber sido descartada de esa manera tan poco digna, sin embargo lo que mas la entristecía era el echo de que Natsuo no habia reaccionado de ninguna manera a su expulsión de la plantilla, al hombre ni siquiera pareció importarle y mientras estuvo recuperándose en una habitación del hospital del M.B.I nunca recibió ni una visita ni un llamado de su parte.
-Ahhhh…- Suspiro con cansancio- al final parece que yo era la única que tomaba en serio la cosas…
Unos momentos despues el camarero regreso trayéndole su pedido el cual deposito delante de ella para luego sonreírle con amabilidad, y, mientras lo hacia los ojos de Benitsubasa conectaron con los suyos dilatándose al máximo cuando sintió un fuerte tirón dentro de su pecho, un repentino sonrojo abarcando el total de sus mejillas y un calor sofocante envolviéndole el cuerpo.
Sin embargo, tan pronto el chico se retiro, el calor y las sensaciones dentro de su pecho se desvanecieron tan rápido como habian aparecido.
``¿Qu.. ¿Qué?, ¿Qué fue eso?´´ Pensó la chica totalmente aturdida sin poder quitar la vista de la espalda del joven camarero, ``¿Que demonios me acaba de pasar?.
Mientras duró la comida, la chica no pudo estarse tranquila, y aunque por fuera parecía estar en perfecto control de sus emociones mientras comía con un cierto aire indiferente, por dentro era un hervidero de emociones mezcladas echando de vez en cuando alguna que otra mirada ocasional al camarero que la habia atendido cuando este pasaba cerca sirviendo a los demás clientes.
Cuando termino su comida, la chica espero un momento a que el chico volviese a atenderla, sin embargo, y para su gran decepción, fue otro camarero quien acudió a su lado tomando su tarjeta VIP que le habian entregado en el M.B.I antes de su destierro.
``¿Huh? ¿En donde se metió ese sujeto?´´ Se preguntaba la pelirrosada buscándolo desesperadamente con la mirada.
Pero para su enorme frustración no pudo ubicarlo y una vez regresado el camarero a devolverle su tarjeta, tuvo que reprimir una maldición pues con la cuenta pagada ya no tenia ninguna razón para estar allí, no quedándole mas remedio que retirarse del local.
Sin embargo, antes de que el hombre su marchara alcanzo a tomarlo del brazo tirando de el sin utilizar mucha fuerza pero aun asi, y quizás se debía a que habia sido tomado por sorpresa, el mozo trastabillo y termino cayéndose al suelo aun con su brazo en poder de la pelirrosa.
``Dios, los humanos son tan patéticos´´ Pensó la chica soltándolo en tanto lo miraba ponerse de pie.
-Disculpa, eh… el chico de recién… este… ¿esta en la cocina o algo asi?- Le pregunto con una voz mucho mas nerviosa de lo que pretendía.
-¿Huh?- Se sorprendió el camarero- ¿el chico de recién?.
-Humm, el… el que me atendió antes que usted…- Murmuro Benitsubasa tímidamente, sintiendo sus mejillas enrojecer mientras volteaba la mirada.
-Ah, te refieres a Sahashi-san- Contesto por fin el hombre tras darse cuenta de a quien se refería- humm, no, su turno termino hace diez minutos y de seguro ya se habrá cambiado y retirado por la puerta de salida que usamos los empleados… - Le informo y de repente dio un brinco de sorpresa en tanto señalaba hacia la calle- …ah, hablando del rey de Roma, allí va.
Benitsubasa siguió con la vista hasta donde el hombre señalaba y pudo ver al chico llamado Sahashi, ahora vestido con ropas de calle, saliendo del callejón aledaño y mezclándose entre la multitud de personas que pululaban a esas horas.
-Si no te apuras lo perderás- Le dijo de repente el hombre sonriendo con picardía
-¿Qu.. ¡¿Queee?- Exclamo Benitsubasa sonrojándose- n.. ¡no se trata de eso!.
-Je, si por supuesto…- Murmuro el camarero evadiendo su mirada en tanto sonreía de lado.
``Como si no estuviera acostumbrado a que las mujeres lo busquen´´ Pensó el hombre divertido y un poco envidioso de la suerte de su compañero de trabajo ``Ciertamente es bastante peculiar la suerte que tiene con las mujeres y también… la mala suerte… es una pena que le haya pasado eso, una verdadera pena… espero que algún día pueda reponerse y rehacer su vida´´
El ver la mueca burlona del sujeto solo hizo que la chica se sulfurara aun mas por lo que decidió salir del lugar antes de terminar asesinándolo.
-Si tan solo no estuviese estrictamente prohibido el matar a civiles lo habría echo pedazos, por eso es que quería pertenecer al Escuadrón Disciplinario, a nadie le hubiese importado que asesinase a un humano siendo parte de ellos- Mascullo irritada en tanto sentía la brisa fresca de la tarde en su rostro, y al voltear la vista alrededor tratando de localizar al pelinegro se dio cuenta que este habia desaparecido.
-¿Huh?, ¿en donde se…- Empezó la chica antes de escuchar unos pequeños golpes detrás de ella, y al girar el rostro vio al camarero quien desde adentro del restaurante le señalaba hacia un lado en tanto movía los labios en los que la pelirrosa pudo leer, ''se fue por allá''.
El gesto solo aumento la furia de la joven quien tuvo que morderse la lengua para no gritarle y sin agradecerle ni nada emprendió su camino… en la misma dirección por la que le habian indicado.
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Una vez que logro localizarlo la chica continúo siguiéndolo tratando de que no se diese cuenta de su presencia. Aun no sabia el por que lo estaba siguiendo, pero quería saber la razón del por que habia reaccionado de esa forma tan violenta cuando el le habia sonreído, despues de todo ya antes Natsuo le habia sonreído de manera similar y nunca se habia sentido de esa manera.
Una sensación que le gustaba… y mucho.
La cantidad de gente a su alrededor era tal, que, cansada de estarse chocando a cada rato, se metió en un callejón y salto hacia la azotea del edificio mas cercano para de esa forma continuar siguiendo a su misterioso objetivo.
Luego de un poco mas de media hora, en la que el joven habia tomado un tren, en el que la chica que lo seguía debió colarse de forma rápida, habian llegado a un área menos poblada.
El chico continuo caminando sin notar en ningún momento que estaba siendo perseguido por una cierta pelirrosa, pero en ese momento un grupo de hombres le corto el paso rodeándolo y sacando un par de ellos unas navajas.
-Hey chico, quédate callado y entréganos todo el dinero que tengas- Lo amenazo uno de cabello largo con tatuajes que le cubrían ambos brazos.
El pelinegro se asusto, levantando los brazos delante suyo por puro reflejo defensivo.
-¿Qué demonios?, ¿Por qué tenían que meterse estos tipos?, tch, malditos humanos, siempre tan inoportunos- Murmuro Benitsubasa con malhumor- sin embargo, ese tipo si que es débil- Agrego mientras observaba el rostro lleno de pánico del pelinegro.
No obstante lo asustado que se veia el chico no hizo nada de lo que le habian ordenado, permanecía quieto sin entregarles nada,…o quizás solo era que tenia tanto miedo que ni siquiera podía moverse.
De cualquier manera, la paciencia de los asaltantes tenia un limite y, al ver que el chico no les hacia caso la perdieron completamente y el de cabello largo se abalanzo sobre el asestándole un puñetazo en el rostro que lo tiro al suelo y allí empezó a patearlo.
-¡Idiota!, ¡Te eh dicho que me entregues tu dinero! ¿Quién te crees que eres? ¿Huuuuh?- Le gritaba mientras continuaba pateándolo- ¡Tu! ¡Rápido! sácale la mochila y larguémonos antes de que alguien venga.
Uno de los que estaba detrás del sujeto obedeció y se agacho junto al chico tomando la mochila y tirando de ella.
Sin embargo, cuando intento incorporarse la mochila no cedió y el tipo estuvo a punto de caer de espaldas.
-¡¿Qué?- El hombre dirigió su vista hacia el suelo para ver que el chico del restaurante se habia aferrado fuertemente a la mochila sujetándola para que no se la quitasen.
-¿Huh? ¿Qué diablos tratas de hacer?- Le dijo el jefe el de los tatuajes sorprendido- ¡Suelta eso imbecil!
Con más violencia que antes las patadas a las costillas, abdomen, torso e incluso en la cabeza se reanudaron, otros en tanto jalaban sus brazos tratando de separarlo del objeto.
No obstante esto, el chico seguía aferrado insistentemente a la mochila como si la vida le dependiera de ello.
-Este tipo… ¡No se suelta!- Mascullo el líder algo cansado, tomando un respiro de los golpes dejándole su lugar a otro.
A unos metros del lugar, la pelirrosa observaba todo con una mueca de desden puro.
-JA!, débil- Se burlo Benitsubasa dándole la espalda a la situación e iniciando su retirada- despues de todo Natsuo es el único humano digno en este planeta.
Sin embargo, no pudo dar mas de dos pasos, las voces de los hombres amenazando y pateando al chico mientras trataban de arrebatarle la mochila y los gruñidos de dolor del pelinegro mientras se resistía a entregárselas aferrándose a ella lo mas fuerte que podía se escuchaban con claridad impidiéndole moverse.
-¿Qué diablos?, muévete, ¡muévete!- Se gritaba asi misma tratando se dar otro paso fuera de la escena, la chica no sabia que era, pero algo no le permitía continuar avanzando, ignorar la situación y dejar al chico a su suerte, los sonidos a su espalda resonaban en sus oídos como un parlante puesto a máximo volumen- ¡Maldita sea!.
La chica finalmente pudo moverse, pero en vez de irse del lugar, se encontró llendo directamente hacia la escena y al llegar descargo su furia en el hombre que tenia mas cerca mandándolo a volar de un solo golpe.
El resto de los tipos, momentáneamente sorprendidos por la repentina intrusión de la chica detuvieron su ataque al pelinegro tirado en el suelo.
Y al ver de quien se trataba se miraron unos a otros sonriéndose con malicia, al parecer olvidando completamente que acababa de mandar a volar a uno de sus compañeros.
Dejando el ataque al pelinegro, los hombres empezaron a rodear a la chica, todos ellos con una sonrisa de enorme satisfacción en la cara.
-Oy, Oy, miren a quien tenemos aquí- Dijo el tipo de las cicatrices relamiéndose de gusto en tanto no quitaba la mirada del cuerpo menudo de la pelirrosa- Je je je, hey pequeña, ¿eres muy bonita lo sabias?
La chica no respondio, tan solo se quedo quieta, observando a todos con el más profundo desagrado.
-Hey, la chica no esta nada mal- Murmuro uno.
-Si, tiene un buen trasero je je je- Le respondio otro ubicado detrás de la pelirrosa.
-Aunque sus pechos son pequeños ja ja ja ja-
-¿A quien le importa?- Murmuro el líder- mientras los tenga, el tamaño es lo de menos
El sujeto alargo una mano tratando de tocarle los pechos solo para ser rechazado abruptamente por un manotazo de la chica.
-¿A quien diablos piensas que intentas tocar?- Gruño molesta por la intención del hombre que le producía ganas de vomitar, asi como por los comentarios hirientes hacia sus atributos delanteros.
-Oh ho, la niña tiene agallas- Se burlo el tipo sonriendo- como se esperaba de una pecho plano, se dice que son las de carácter mas fuerte.
Un pequeño clic se pudo escuchar dentro del cerebro de la chica.
``¿Pecho plano?´´.
-Tu… - Dijo con vos temblorosa por la ira- ¡¿A QUIEN LLAMAS PECHO PLANO MALDITO BASTARDO?
Y golpeando al tipo de los tatuajes en el rostro lo estrello violentamente contra una pared.
-¿Qu…-
El resto de los asaltantes se quedaron boquiabiertos de la impresión al ver semejante muestra de fuerza.
-Y ahora, ¿Quién es el siguiente?- Pregunto Benitsubasa con una sonrisa sádica en el rostro en tanto hacia crujir sus dedos con fuerza.
Segundos despues, los demás se vieron forzados a acompañar a su líder a los reinos de la inconciencia cortesía de los ''delicados'' puños de la chica.
-Hump, ¿hasta cuando pretendes estar ahí tirado?- Pregunto de golpe Benitsubasa dirigiéndose al golpeado muchacho que aun sujetaba contra su pecho la mochila que habia defendido con su cuerpo.
El chico, que se habia quedado con la boca abierta de la impresión reacciono levantando la mirada y observándola con precaución.
``Esta chica… es la del restaurante´´ Pensó al reconocerla, en ese momento le habia parecido una chica muy bonita a pesar de las extrañas ropas que llevaba, pero en esos momentos solo le parecía estar ante un violento asesino que podía matarlo si llegaba a abrir la boca ``un momento, ¿Qué es lo que hace aquí?, desde el restaurante es una buena distancia eh… ¿acaso me siguió?´´.
La pelirrosa vio su gesto, interpretándolo correctamente al saber que de seguro debía de haberla reconocido.
-¿Qué clase de expresión es esa?- Gruño molesta- ¡yo no soy una acosadora!.
``¿Ehhhh?, ¿Entonces realmente me siguió?, ¿y en serio? ¿Es eso algo que una persona pueda ser capaz de decir despues de seguirme por tantos kilómetros?´´ Se pregunto mentalmente el muchacho, sin embargo, de ninguna forma se atrevería a decirlo en voz alta, mucho menos despues de haber visto lo que hizo con esa pandilla de rufianes.
Molesta por la actitud del joven, Benitsubasa decidió tomar las cosas por mano propia y se le acerco tomándolo del cuello de la chaqueta que llevaba y tirando de el tratando de levantarlo.
Sin embargo, el pelinegro interpretando erróneamente la acción y pensando que quizás la chica pretendía golpearlo reacciono tratando de resistirse clavando sus zapatos en el suelo lo que llevo a que volviese a caer de espaldas al suelo.
La chica fue tomada por sorpresa y al estar agarrada de la chaqueta del hombre termino cayéndose con el quedando encima suyo a escasos centímetros unos del otro.
Y al instante el mismo calor infernal que sintiera en el restaurante volvió a tomar el control de su cuerpo, totalmente abrumada, la chica sintió a su alocado corazón golpear con fuerza dentro de su pecho, el calor de su cuerpo haciéndose cada vez mas y mas agobiante.
``O- Otra vez, este sentimiento… ¿Qu.. ¿Qué es este sentimiento?´´ Pensaba la confusa mente de la pelirrosa en tanto clavaba los ojos en los labios del chico, relamiéndose en un repentino y salvaje deseo de besarlos.
Por su parte, el aun mas sorprendido pelinegro, se encontró a la chica encima suyo, su pequeño cuerpo irradiando un enorme calor al tacto, calor que lo hizo reaccionar de una manera insospechada, pues en vez de preocuparse por la salud de la pelirrosa, sintió su rostro arder de vergüenza y empezar a sudar del nerviosismo en tanto sentía una inquietante emoción que empezó a palpitar en su pecho.
``¿Qué… ¿Qué esta pasando aquí? ¿Por qué de repente esta chica se comporta de esta manera tan extraña?´´ Se preguntaba el chico con la mente trabajando a mil por hora en busca de una respuesta lógica a esa inexplicable situación.
-No.. no puedo mas…- Susurro la chica con un hilo de voz en medio de jadeos y con el rostro completamente rojo- es demasiado… demasiado calor… no lo soporto… tu… haz que se detenga…
El pelinegro no dijo nada, o mejor dicho no pudo, cuando sin darle tiempo a un segundo pensamiento, los labios de la pelirrosa se posaron sobre los suyos.
Todo sucedió en un instante.
Si el chico, luego de que la Pelirrosa aplastara a unos matones que quisieron asaltarlo, quisiera golpearlo a el también para caerse encima suyo, empezar a actuar como si estuviese en llamas y besarlo, habia llenado a la extraña situación de los mas raros y curiosos epítetos que su mente era capaz de suministrarle, ya no supo como definirla cuando vio, con los ojos a punto de salírseles un par de hermosas alas de luz carmesí que crecieron de la espalda de la joven.
Y luego de eso, todo se volvió blanco, quizás era por la situación tan rara que estaba experimentando, quizás era por el cansancio físico que se acumulo en su cuerpo debido a la paliza que recibiese hacia tan solo unos minutos, pero el pelinegro no resistió un segundo más y se desmayo.
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-Oye, despierta… - Llamaba una voz femenina- despierta… ¡DESPIERTA!.
El último grito dio resultado como, Minato Sahashi abrió sus ojos de golpe retornando al mundo real.
-¿Qu.. ¿Qué?, ¿Qué paso?, ¿En donde estoy?- Murmuraba confuso mientras se sujetaba la cabeza que parecía iba a estallarle del dolor.
El pelinegro echo una mirada a su alrededor intentando identificar el lugar, dándose cuenta de que aun estaba en ese callejón, los matones aun tirados por todas partes, y al hacerlo, sus ojos se posaron en una pelirrosa sentada a su lado, el cuerpo inclinado hacia delante, tomándose las piernas con sus brazos y la cabeza gacha.
``Esta chica… ah…´´ Y en ese momento lo recordó todo, el intento de robo, la golpiza, la aparicion repentina de la chica y por ultimo… el beso.
Inconcientemente el chico llevo levanto mano tocándose los labios en los que aun podía sentir la calidez y suavidad de los labios femeninos.
``Ah, sido un tiempo desde que me bese con una chica´´ Pensó el joven con un tenue sonrojo.
A su lado, Benitsubasa se sentía partida al medio, por un lado la embargaba una emoción extraña de felicidad, y por el otro lado sentía una enorme tristeza que casi le daban ganas de ponerse a llorar.
Todo habia sucedido demasiado rápido para ella y aun le costaba asimilarlo, el hecho era que ella acababa de encontrar a su compañero, lo que significaba que tendría que olvidarse de Natsuo para siempre, si… definitivamente todo habia sucedido muy rápido.
-¿Qué hice?, ¿Qué hice?...- Murmuraba una y otra vez.
-Este, humm, ¿Te sientes bien?- Le pregunto el chico de forma tímida preocupado por que la chica se veia algo triste.
Benitsubasa salio de su leve apoplejía para devolverle la mirada, y ni bien lo hizo su corazón volvió a palpitar con fuerza, haciéndola enrojecer y desviar la cara avergonzada.
``Ah, cierto, este tipo ahora es mi Ashikabi´´ Pensó la chica ``entonces es normal que sienta este tipo de cosas por el, pero aun asi…´´
-Bu.. Bueno, no se lo que paso pero…- El chico se levanto muy lentamente a causa de los dolores terribles de su cuerpo y empezó a caminar en dirección opuesta de donde estaba la chica.
-¿A dónde crees que vas?- Le pregunto esta de repente parándose y situándose a su lado, como casi siempre tenia una mirada molesta en el rostro.
-¿Do.. ¿Dónde? Pu.. pues a mi casa.. yo-
-¿Y pretendías dejarme aquí?- Le dijo con un leve tono de regaño.
-¿Huh?, bueno, este…-
-Dios, ¿Por qué tenia que tocarme este sujeto como mi Ashikabi?- Se dijo a si misma palmeándose el rostro con impaciencia.
-¿Ashi…kabi?- Musito el chico confundido- ¿Qué es…
En ese momento el celular de Minato sonó con fuerza llamando su atención y tras tomarlo y abrirlo, contesto.
-FELICITACIONES MINATO SAHASHI-KUN- Bramo una voz desde el otro lado de la pequeña pantalla, allí un hombre de cabello blanco y ropas a juego con su pelo le sonreía de forma amistosa- ¡has tenido la maravillosa suerte de convertirte en el compañero de una Sekirei!.
-¿Sekirei?, ¿Qué es eso?-
-¿Como? ¿Aun no le has contado nada Benitsubasa-kun?, mal echo, mal echo, con esos ánimos no llegaras demasiado lejos- Le dijo el hombre a la pelirrosa al lado del chico.
Este volvió la mirada a la chica para preguntarle si sabia de lo que el hombre estaba hablando cuando, al hacerlo, no pudo evitar tragar saliva al ver el rostro contorsionado de ira de la chica que miraba la pantalla con mucho odio.
-Como sea- Continuo el hombre de manera jovial- déjame introducirme, mi nombre es ¡Minaka Hiroto!
-¿Quién?-
El sujeto no se esperaba esa respuesta cayendo cómicamente al suelo quedando un momento fuera de la pantalla para luego volver.
-¡Minaka Hiroto!, el presidente del M.B.I- Le informo en tono molesto.
-¿Ehhhh?, ¿el presidente del M.B.I?- Se sorprendió el chico.
-Te tomo tu tiempo, sabes, deberías salir un poco de la monotonía de su triste vida Minato-kun- Le dijo sonriendo para instantes despues ponerse serio cuando agrego- aunque bueno, despues de lo que te paso tampoco se te puede culpar.
-¿Qué? ¿Cómo es que…?-
-Dejando eso de lado Minato-kun, déjame explicarte un par de cosas- Se le adelanto en tono teatral- ''El Plan Sekirei'', ese es el nombre del juego en el que estas participando, un juego muy sencillo con reglas muy sencillas, 108 Sekireis pelearan y pelearan y pelearan, y el Ashikabi de la ultima Sekirei que quede en pie tendrá el destino del mundo en sus manos- termino en una forma que quizás considerase emocionante.
-¿Qué clase de estupidez es esa?- Fue lo único que se le escapo de los labios del joven.
``¿Pelearan y pelearan y pelearan hasta que solo quede una? ¿Acaso esta hablando de asesinatos y muertes?´´ Pensó el pelinegro sintiendo una repentina furia ``¿tiene este tipo una idea de lo que se siente perder a un ser querido?´´
El hombre en el teléfono se percato del cambio en el rostro del chico, lo que le llevo a sonreír aun más que antes.
-No todo es de color rosa en el mundo Minato-kun- Le dijo- la verdadera felicidad viene despues de conocer el verdadero dolor y salir adelante luego de superarlo.
El chico se quedo quieto, tan solo apretando los dientes con furia e impotencia.
-Oh cierto! Casi me olvidaba- Exclamo el hombre dándose una palmada desenfadada en la cabeza- no importa si esto te gusta o no, el echo es que ya estas adentro y este juego es un secreto, por tal motivo si llegases a divulgar algo de esto a alguien que no este directamente involucrado con la situación, el M.B.I se vera en la obligación de intervenir con toda su fuerza y medios ¿has entendido?- Y sin esperar una respuesta saludo con la mano y se despidió dando por finalizada la comunicación.
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Minato iba caminando por la calle luego de salir por fin de ese callejón, el cuerpo aun le dolía por lo que iba a paso lento, normalmente en esa situación cualquiera se estaría dirigiendo a un hospital, sin embargo el necesitaba desesperadamente volver a su departamento lo mas rápido que pudiese.
Su propio problema personal envió a un costado de su mente los inconvenientes recientes, Sekirei Plan o lo que fuera podría pensar en eso luego de llegar a su casa.
Y por tal motivo se habia olvidado de la linda chica de cabello rosa con la que se habia besado en el callejón, hasta que unos pasos detrás suyo le advirtieron que no iba caminando solo.
Y al volver levemente la cabeza la vio, la chica caminaba lentamente a su ritmo permaneciendo detrás en tanto lo observaba todo el tiempo, como si le preocupase que el pelinegro se fuese a derrumbar de un momento a otro debido a su cuerpo agotado y maltrecho y ella estaría lista para alcanzarlo antes de que impactase con el suelo.
Sin embargo, no era eso lo que tenia confuso al chico.
``¿Me esta siguiendo de nuevo?´´ Pensó, ``No, no, no, seguramente el lugar al que quiere ir esta por este mismo camino´´ Se dijo tratando de no darle mucha importancia al asunto.
Convenciéndose a si mismo que esa era la razón, prefirió callar sus opiniones y continuar su camino.
Pero, luego de caminar al menos unas 10 cuadras habiendo doblado ya dos veces y ver que la pelirrosa aun seguía detrás de él empezó a preocuparse de verdad.
-E.. Este, ¿tu casa queda por aquí?- Le pregunto tratando de no sonar demasiado asustado.
-¿Casa?, no tengo una- Le respondio de forma seca.
El chico paso saliva con dificultad al escuchar la respuesta.
``¿Eh, una indigente?, ¿Entonces era por eso que me estaba siguiendo? ¿Estaba detrás de un hogar? eh, espera un segundo, si no tiene una casa, significa que no tiene dinero, entonces ¿se fue del restaurante sin pagar?´´
-E.. este ¿sabes? Hay ciertos sitios en los que las personas sin hogar van para poder conseguir una casa- Murmuro con la extraña sensación de que estaba diciendo algo sin sentido.
-¿Huh? ¿De que diablos estas hablando? ¿Para que iría a un sitio como ese?- Le contesto ceñuda.
-Bueno, si no tienes dinero, este…-
-¿Huh?- Volvió a repetir su asombro- ¡Idiota! ¡¿Quién a dicho que no tengo dinero?- Le grito sacando una tarjeta de su bolsillo y mostrándosela, viendo el chico que era una tarjeta VIP con saldo ilimitado del M.B.I.
``¿Eh, esta chica tiene alguna especie de conexión con el M.B.I?, bueno, ciertamente parecía conocer a ese sujeto pero, en ese caso ¿Por qué parecía tenerle tanto odio?... bueno, puedo entender un poco su odio… aunque los motivos puedan ser diferentes´´.
-Pero si tienes tanto dinero ¿para que me sigues a mi casa?... –Pregunto Minato- fácilmente puedes comprarte la tuya propia.
-Tu- La chica castañeaba los dientes y apretaba los puños claramente irritada, haciendo que el chico se alejara unos metros de ella por miedo a su enojo- ¿Acaso no has escuchado nada de lo que el presidente dijo hace rato?
-¿El Presidente? Hmm, ¿te refieres a ese demente?-
-Hmm, no objetare nada en contra de eso- Murmuro la chica con un asomo de sonrisa en los labios que rápidamente suprimió.
-Si, bueno, escuche que dijo algo acerco de un ''Plan Sekirei'' o algo por el estilo-
-Asi es, este plan Sekirei consiste en una gra batalla entre 108 Sekireis esparcidas por toda la capital y yo soy una de ellas- Le informo.
-¿Tu?-
-Si, las Sekireis son liberadas por toda la ciudad para buscar a sus compañeros llamados Ashkabis, en este caso tu eres mi Ashikabi-
-¿Yo?-
-Si, Tu…- Mascullo la chica tratando de no perder la paciencia.
-¿Pero como? No recuerdo haber firmado ningún papel raro que me hiciese participar en algo tan estupido como esto-
-Tonto, no es necesario firmar ninguna de esas cosas- Le dijo- para entrar lo único que debes hacer es marcar a una Sekirei como tuya y es todo- Continuo Benitsubasa desviando sus ojos con un pequeño rubor en sus mejillas.
-¿Marcar?- Pregunto el pelinegro cada vez mas confundido.
-E.. es.. ¡Escucha!- Grito de pronto la pelirrosada que se veia avergonzada- pa.. para hacer a una Sekirei tuya lo que se debe hacer es tener contacto con ella a tra.. través de un be.. beso, eso es, so.. solo debes, be.. besarla y la Sekirei sera tuya- Para ese momento Benitsubasa tenia los ojos cerrados y la cara completamente roja.
-¿Un beso?- Se extraño el chico, recordando entonces el beso que habian compartido y… las alas de luz- o sea que si te beso ¿te conviertes en mi Sekirei?.
-Exactamente… aunque solo sirve una vez, la Sekirei sera marcada por el primero que la bese y se quedara con esa persona para siempre-
-Humm, esta historia me parece un poco demasiado increíble como para creer en ella- Dudo Minato.
-Bien, en ese caso solo debo de mostrarte que todo es verdad, ¿no es asi?- Decidió la chica.
-Si, pero ¿Cómo piensas hacerlo? No creo que sea fácil creer en eso y Mmm…-
Benitsubasa se le habia acercado de golpe, habia tomado su rostro con ambas manos y habia procedido a besarlo, instantes despues las alas de luz carmesí que ya viera en el callejón volvieron a aparecer ante la vista atónita del pelinegro.
-Entonces no fue ninguna alucinación – Susurro Minato luego de separarse de la chica.
-¡¿Eso habías pensado?- Le grito Benitsubasa molesta.
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Luego de haber convencido a su Ashikabi, este ya no puso mas reparos aceptando que viviesen juntos a partir de ese momento, por lo que en ese instante se encontraban de pie delante del edificio de apartamentos donde vivía el chico.
-¿Aquí es donde vives?- Le pregunto la chica claramente disgustada con al ambiente del lugar.
-Ah, s.. si- Musito el Ashikabi avergonzado, decidió no comentar que anteriormente vivía en una casa mucho mas grande… hasta que sucedió eso…
En ese momento, la puerta de una de las habitaciones del segundo piso se abrió saliendo de ella una mujer mayor un tanto rolliza que caminaba a paso lento descendiendo una escalera que comunicaba los cuartos del segundo piso con los del primero.
Inmediatamente el pelinegro se le acerco hasta situarse a su lado, la mujer lo miro un instante sus ojos deteniéndose en la ropa sucia y maltratada del chico.
-¿Dónde diablos te habías metido?, ¿Llegaste demasiado tarde?-
-¿Eh?- En el rostro del chico se pudo ver un pequeño matiz de miedo cruzando por sus ojos- ¿tarde? ¿en donde esta?- La mirada del pelinegro se desvió hacia la puerta por la que la mujer acababa de salir e instintivamente intento subir las escaleras solo para ser detenido bruscamente por la mujer.
-El dinero- Ordeno tendiendo la mano- y como llegaste tarde agregare una pequeña cuota de 25.000 yenes.
-¿Qué? Eso es demasiado…- Protesto el chico.
-¿Demasiado?, ¿crees que en algún otro lugar te dejarían tenerlo? JA! No me hagas reír y ahora paga o no te haré mas el favor de cuidarlo- Volvió a ordenarle.
El chico bajo la mirada derrotado y tomando su mochila, la abrió y de dentro saco un pequeño sobre algo arrugado por las acciones en el callejón.
-Aquí tiene- Murmuro- ahí solo esta lo acordado, los 25.000 se los daré a parte mas tarde.
-Ok- Estuvo de acuerdo la mujer tomando el dinero y sonriendo satisfecha.
Benitsubasa solo observaba sintiéndose muy molesta por lo que estaba viendo.
``¿Quién es esta mujer y por que diablos este idiota se deja tratar de esa manera?´´ Pensaba furiosa apretando los puños sintiendo muchas ganas de mandar a volar a esa bruja ``Y ahora veo por que defendía con tanto ahínco esa estupida mochila´´
Su pequeño movimiento llamo la atención de la mujer quien se percato de su presencia.
-¿Quién es esta mujer?- Le pregunto a Minato- espero que no sea…
-No, no, claro que no, ella solo es mi, mi, ¡mi prima! Si eso es, es mi prima que vino a visitarme je je je- Mintió el chico diciendo lo primero que se le vino a la cabeza.
-¿Prima eh? bien si es eso no hay ningún problema- Dijo la mujer encogiéndose de hombros- ya puedes subir… ah!, y mándale saludos de mi parte a tu mujer je je je- Agrego con una sonrisa perversa antes de marcharse.
El chico trago saliva en el tono de la mujer y luego de que ella desapareciera de la vista se apresuro a subir a su habitación seguido de Benitsubasa que se veia muy, muy, pero muy molesta.
-¿Pa.. ¿Pasa algo, Benitsubasa?- Le pregunto el chico titubeante.
-Esa mujer dijo, ''mándale saludos de mi parte a tu mujer je je je'', ¿Qué diablos quiso decir con ''tu mujer'' huuuuh?-
-Ah, bueno, no, en realidad ella no quiso decir eso…- Trataba de explicarse el pelinegro.
-¿Y por que te dejas pisotear de esa forma tan humillante?- Volvió a interrogarlo ahora realmente irritada.
Sobre ese punto Minato y su Sekirei finalmente llegaron a la habitación entrando por la puerta.
-Bueno, a veces es necesario por el bien de los que amamos a agachar la cabeza y aceptar ese tipo de cosas- Murmuro el chico con un tono triste- sin embargo, cuando vuelves a casa y ves su sonrisa es mas que suficiente para soportar eso y mucho mas.
-¿Huh? ¿A quien te refieres?-
Al momento de decir eso llegaron a un cuarto siendo recibidos por un llanto estridente que provenía de la única cama de la habitación.
Y allí, tendido de espaldas reposaba un pequeño bebe de alrededor de seis o siete meses, tenia una pequeña mata de cabello negro como Minato y al acercarse vio un par de enormes y hermosos ojos azules.
-¿Qué? ¿Quién?- Balbuceaba la pelirrosa asombrada.
Minato suspiro aliviado al ver al bebe en su cama y tras sonreír contento se acerco y lo tomo en sus brazos para mostrárselo de cerca a Benitsubasa.
-Kyotaro, te presento a Benitsubasa, tu nueva madre… Murmuro divertido viendo la expresión de absoluta perplejidad de la chica, en tanto el niño sonreía feliz en los brazos del pelinegro- Benitsubasa, te presento a Kyotaro Sahashi, mi pequeño hijo.
-¿Eh?, ¿Ehhh? ¿EHHHHHHHHHHHHHHH?...-
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Hola, ¿como están? espero que bien, acá me les aparezco para presentarles otra de mis historias (con esta ya tengo cinco je je je), y mi segunda de Sekirei que espero les agrade.
En cuanto a la historia, ¿que puedo decir?, nada realmente importante ja ja ja ja. tan solo que la idea me vino despues de leer y mirar tanto Belzebub (mi tercer manga favorito justo un escalón por encima de Sekirei que es mi cuarto manga favorito, One Piece y Katekyo Hitman Reborn en el primero -lejos- y segundo lugar respectivamente y Gintama en el quinto lugar para completar mi Top 5 Personal XD).
Bueh, volviendo al tema, pensé hacer una historia en donde Minato tuviera que pasar por las peripecias del Plan Sekireis (dar alas a bellísimas Sekireis incluido) mientras continua con su labor de padre dedicado ¿podrá ser capaz de hacer eso? Hmmm, veremos, veremos.
Bien, hasta aquí mis pensamientos sobre la historia, ahora les toca a ustedes, decir si les gusta o no a través de un pequeñísimo Review que sabré agradecer, eso es todo por el momento ¿nos veremos en el capitulo 2? eso solo depende de ustedes, Sayonara.
