esta es una historia de la nueva película ¨Grandes héroes¨, comenten y ojalá les guste. tal vez y sea One-shot, no lo se, veré.

Disfruten!

Capítulo 1: Los hermanos Hamada.

Para Hamira Young la vida había sido cruel con ella desde el primer momento en el que nació, sus padre s habían muerto cuando ella tenía 2 años, su hermana mayor y su hermana menor murieron por intoxicación en la escuela y se encontraba sola a excepción de su tía Marie, quien la cuidaba como si de su verdadera hija se tratase, algo que en verdad apreciaba.

Ya tenía 15 años recién cumplidos, lo cual la ponía feliz, eso significaba que podría ir pronto a la universidad, para ser más precisos a el instituto Tecnológico de San Fransokyo, en Japón, ya que ella vivía en China, aunque su Tía ya le había dicho que no era problema alguno, simplemente haría los trámites necesarios para poder realizar ese viaje.

-es en serio Tía?-emocionada.

-claro que si Hamira, por ti lo que sea-contenta por su sobrina.

-¡gracias!, eres la mejor!-subiendo a su cuarto corriendo.

Marie rió suavemente ante su entusiasmo y acto seguido comenzó a hacer lo trámites por computadora, mientras revisaba algunas cartas y contactaba a un experto en biomecánica, solo por si se complicaban las cosas con Hamira, esperaba que no, odiaría que algo le pasara a su querida sobrina, a quien veía como una hija, y una muy querida.

Hamira, mientras tanto había subido ya a su cuarto y había ingresado a su cuarto secreto que tenía en el fondo de su cama, desde donde sacó todas sus cosas, incluyendo un invento a medio concluir, el cual consistía en un collar que, cualquiera que se lo pusiera, tendría poderes de hielo, fuego, aire o tierra, los cuatro elementos, aunque todavía le faltaban algunos detalles.

Echó un vistazo a la fotografía de al lado, en donde salían ella, de apenas 7 años, su hermana mayor Takenshi y su hermana menor Akishaka Moka, juntas, con su tía Marie, en un parque, antes de que lo cerraran por seguridad y falta de presupuestos, un año antes de su muerte, un año antes de que sufriera su fatal accidente. Apartó la mirada de allí, sintiendo una opresión famosa en su pecho, y a su vez las lágrimas salir de sus ojos color chocolate.

-tranquila, cálmate-intentando no entrar en crisis nerviosa.

Sacó una carta que había recibido, se trataba de una señora llamada Cass, la cual había respondido su carta acerca de si la dejaba vivir con ella, siendo una respuesta afirmativa, emocionándola y olvidándose acerca de sus hermanas y sus padres, incluso de su accidente y el resultado de esta, al menos hasta que se estiró para recoger algo y se la golpeó con un objeto afilado rompiéndola en dos pedazos y obligándose a quitársela mientras llamaba a su tía, la cual llegó de inmediato y después bajó al sótano por el brazo que tenía de repuesto, indicándole que no se moviera.

Suspiró pesadamente, obedeciendo a su tía y mirando su brazo izquierdo, o mejor dicho, su mitad de el, desde el codo hasta su mano había sido cercenado debido a un accidente que jamás debió de ocurrir, y que fue la verdadera causa de muerte de sus dos hermanas, la verdad es que se sentía culpable, ya que si hubiera hecho lo que le pidieron, ellas seguirían con vida.

Flashback...

-espérame Takenshi!-le dijo una Hamira de solo 8 años.

-si, vas muy rápido!-se quejó Akishaka, corriendo detrás de Hamira.

-alcáncenme si pueden!-burlándose de ambas.

Las dos hermanas resoplaron al ver como Takenshi, la cual tenía 17 años y usaba patines de aire, ganaba velocidad y dejaba muy pronto a sus hermanas atrás, las cuales a su vez usaron sus experimentos: el collar y unas pulseras especiales, las cuales servían para poder ir a velocidades inhumanas y hacerlo sin entrar en combustión espontánea, algo en lo que Moka trabajó por todo un año entero, a pesar de solamente tener 7 años, en verdad que eran talentosas y prodigiosas.

Se dirigieron hasta una fábrica abandonada, decidiendo explorar pero solo en los alrededores, no podían en el interior por temor a que fuera super peligroso. Aunque Hamira se olvidó de esa advertencia en cuanto vislumbró el interior por una ventana rota: inmensa, con millones de aparatos robóticos y miles de cosas interesantes para poder ver, pero de cerca, no de lejos.

Moka se dirigió al lado sur, mientras que Takenshi por el lado norte, ninguna se dio cuenta de que su hermana mediana se metía en la fábrica, hasta que fue demasiado tarde y escucharon el sonido de la puerta de la fábrica cerrarse con mucho estruendo, alarmándose por lo que eso significaba y en el regaño de su tía si descubría que no se habían cuidado bien entre las tres.

-ay no, debemos ir por Hamira!-exclamo Moka

-ya se!, por el techo-señalando una ventana-ven, rápido-haciéndole señas.

Mientras tanto, en el interior de la fábrica, Hamira se distrajo con todos los inventos que allí se encontraban, realmente eran increíbles, no podía dejar de verlos, especialmente uno, que fue el que más le llamó la atención, el cual era un robot que tenía una sierra en su mano y era carpintero, al parecer estaba en desuso, por lo que no vio ningún inconveniente en extender la mano y encenderlo, pero antes de hacerlo escuchó a sus hermanas que le pedían que no lo hiciera, que era peligroso.

Volteó a verlas y se sorprendió al ver que tenían lagrimas en los ojos y estaban en pánico, casi rogándole y suplicándole que no lo hiciera, pero no les hizo caso y, sin que pudieran impedírselo, apretó el botón, grave error, por cierto.

El robot cobró vida y de repente se abalanzó sobre Hamira, quien no pudo moverse y se quedó estática, sin darse cuenta de la cercanía del robot hasta que sintió un dolor atroz en su brazo y escuchó el grito de horror de sus hermanas, aun asi no se atrevía a mirar hacia la izquierda, aunque debió hacerlo, como Moka la empujó a un lado para que el robot no la atacara de nuevo.

Takenshi se abalanzó sobre el robot y lo atacó, desviando la atención de el sobre sus hermanas y gritándoles que se fueran, que iban a estar bien y que le dijeran a tía Marie que no le iba a pasar nada, Moka se levantó, viendo que ella estaba en riesgo y le vendó su brazo a Hamira, diciéndole que se fuera corriendo y que no volteara hacia atrás, no importara lo que pasara.

-y ustedes que?-angustiada

-descuida hermana mayor, estaremos bien-dándole un abrazo.

-chicas váyanse ya!-les gritó Takenshi-ahora!-lanzando otro ataque.

-vete Hamira, es una orden!-corriendo hacia Takenshi-VETE!

Hamira, asustada, herida y confusa, echó a correr hasta salir de la fábrica, sin mirar atrás, y solamente gritando cuando escuchó una explosión que provino de la misma, oyendo como la gente comenzaba a gritar y oliendo el olor de carne quemada, ciertamente no se trataba de ella, pero obedeció y siguió corriendo hasta llegar a la casa de su tía Marie, quien se espantó mucho al verla en ese estado: sangrando y en shock. Preguntándole por sus hermanas, pero solamente se desmayó, tras decir con mucho esfuerzo.

-E...est...están... m... mu...muert...muertas-cayendo al suelo, desangrándose.

Marie, totalmente asustada la llevó al hospital, dictándose que su brazo izquierdo había sido cercenado con una fuerza precisa de un robot carpintero, y que los cuerpos de Takenshi Hamedi y Akashika Moka Hamedi en la fábrica, solamente Hamira logró escapar a tiempo de la explosión.

Se sintió aliviada al saber que al menos podría usar para poder vivir lo más normalmente posible, una prótesis que se pareciera 99% a un brazo humano, asi nadie notaría la diferencia y sería mucho más sencillo para Hamira el adaptarse y poder salir de su círculo de depresión, ya que seguramente se culparía de lo que paso, argumentando el no haber sido más lista y hacerles caso, cosa que se cumplió al despertarse con la prótesis en lo que quedaba de brazo.

-bueno, al menos me veo normal-suspirando largamente

No fue, sin embargo, hasta una semana después que pudo irse a casa, junto a su tía, quien le preparó comida y trató de que se sintiera cómoda, pero fallando totalmente, desistiendo y dejándola sola en su cuarto, se notaba que necesitaba pensar un tiempo a solas, algo que realizó durante los próximos 7 años, algo que incomodó al resto de los vecinos pero simplemente la ignoraron y siguieron con lo suyo, mientras del otro lado de una isla, en Japón, un niño de 3 años y uno de 11 perdían a sus padres casi en las mismas circunstancias: Hiro y Tadashi Hamada.

fin del flashback...

-apúrate perderás el avión!-escuchó, desde la cocina.

-ya voy tía Marie!-apresurándose a guardar TODO lo de su cuarto.

-más te vale-antes de oir cerrarse la puerta.

Terminó de recoger sus cosas y se cercioró de que no dejara nada, recogiendo por último un medallón que contenía hologramas de su familia, solamente asi se sentía completa. Ya desde hacía una hora que se había puesto la otra prótesis y la giraba para poder acomodarla, nunca se terminaba de acostumbrar a la sensación de tener algo que no era parte de ella en su cuerpo, y menos si no era humano.

Bajó de inmediato las maletas y su tía se encargó de llevarlo todo al coche, sujetándolas bien para que no fueran a caerse mientras Hamira se ponía su collar y en una mano llevaba su equipo para intentar reparar su collar de los 4 elementos y tal vez hasta modificarlo para que fuera aun mejor de lo que era antes.

Subieron al auto y condujeron hasta el aeropuerto, donde Marie le dio todas sus maletas y se despidió de ella con mucho cariño y algunas lagrimas, gesto que Hamira compartió con mucho gusto y corriendo ya que casi se le iba el avión, subiendo con mucha prisa y despidiéndose por última vez de ella, inconscientemente sentía que esta sería la última vez que la vería con vida.

Puso sus maletas en la rejilla y se sentó sola en un asiento cerca de la ventana, tratando de no pensar en lo que le esperaba allá en Japón, sola, solamente con la única compañía de un robot que ella misma construyó hace ya varios años, aunque seguía funcionando igual de bien que cuando lo construyó.

-atención pasajeros, llegaremos a Japón en 13 horas, favor de abrocharse el cinturón.

Hamira, algo frustrada, se abrochó el cinturón y luego sacó un libro, el cual comenzó a leer, no sin antes ponerse unos lentes de sol para no ser reconocida, aunque su cabello color miel no ayudaba mucho, pero se acomodó lo mejor que pudo mientras el avión despegaba, con lentitud, haciéndosele eterna esa despedida de China y mirando asombrada por la ventana, también poniéndose unos audífonos y escuchando la canción ¨i am awake and alive¨ de skillet, bastante popular en el otro lado del mundo, en México, según conocidos de su barrio.

Se durmió por como 8 horas, despertando cuando pasaban por Nueva Zelanda, ya en camino a Japón, de hecho casi podía ver un diminuto pedazo de isla, claro que se vería más grande conforme se fueran acercando.

-desea algo señorita?-le preguntó la azafata

-si, jugo y galletas por favor-haciendo su libro a un lado.

-de acuerdo, aquí tiene-pasándole una bandeja-disfrútelo mucho

-gracias-cogiendo una servilleta y empezando a comer.

Por la televisión estaban pasando una especie de comercial acerca de un joven que había logrado inventar un robot médico, el cual podría significar un gran avance en la ciencia, al principio creyó que se trataba de un chico cualquiera, hasta que dijeron su nombre: Tadashi Hamada, lo que causó que casi escupiera su jugo y mirara la televisión con la boca abierta de la sorpresa.

-i-m-p-o-s-i-b-l-e-murmuró, sorprendida.

Como faltaba poco para que el avión llegara aprovechó para ir al baño y cambiarse la ropa, ya que la que llevaba no era correcta para el nuevo lugar al que iba a ir. Al regresar vio que todos se estaban preparando también y hasta hacían cola para ir al baño, agradeciéndose mentalmente por ser veloz y dirigirse al baño antes del anuncio, o mejor dicho, en cuanto terminaron el anuncio.

Aterrizaron el avión y se bajó de inmediato, resintiendo las sacudidas del avión, había enviado una carta a la señora Cass Hamada, diciéndole que viviría con una amiga que tenía, claramente una mentira, era nueva y nadie la conocía y viceversa, por lo que se dedicó a encontrar un departamento y a esperar a que fuera la apertura de la ciencia, realmente quería entrar a ese instituto.

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

6 MESES DESPUÉS...

*suena la alarma*

*apagan la alarma y tiran un retrato al suelo*

Hamira estaba que no aguantaba la emoción, finalmente era la exposición, por lo que se levantó más temprano de lo usual y se vistió con un traje formal, además de ponerse el collar que recientemente había reparado, y se aseguraba de que funcionara, sonriendo de jubilo cuando fue asi.

Recogió el retrato que había tirado, sobándose el pie donde el retrato le cayó y bajando a desayunar bien, contestando después una llamada que le mandaron, la cual era de su amiga Gogo, la cual le decía que se diera prisa, ya que le iban a hacer una entrevista y no debía llegar tarde, puf, como si pudiera.

Comió de manera rápida solamente una manzana y salió a la calle, casi consiguiendo que la atropellaran, pero consiguió evadirlo, aunque lo que no pudo fue a un chico de como 17 que iba cruzando la calle y que, al contrario que ella se cayó al pavimento, siendo casi aplastado de no ser porque Hamira se puso delante del coche y uso su brazo de metal para detenerlo.

-gracias, como te llamas?-mirándola asombrado.

-Hamira, Hamira Hadashi-estrechándole la mano buena.

-Tadashi Hamada, a donde vas?-mirando a su alrededor.

-a una entrevista, quieres ir?-sonando algo nerviosa-puede ir Hiro si quiere.

Tadashi, impresionado de que viera las noticias y supiera de ellos, pero le sonrió con afecto y le respondió que si, de echo estaban cerca de donde Hiro estaba tratando de conseguir una idea para que su proyecto funcionara correctamente, Hamira, complacida, se ofreció a ayudarle con su proyecto y anunció que ella ya tenía el suyo, pero que no le diría para que fuera sorpresa.

Después de que encontraran a Hiro y de que Hamira le ayudara aportándole una última idea crucial, fueron igualmente por sus amigos, quienes estaban intrigados, no tenían idea de que Hamira fuera a dar una entrevista acerca de lo que sucedió en una fábrica en China, hace ya varios años.

Al llegar allí, al ser invitados los dejaron sentarse hasta el frente, mientras que ella se sentaba en un escritorio, con una periodista de el instituto, deseaban saber quien era y si era confiable, por lo que empezaron con la bienvenida y luego dio inicio el bombardeo de preguntas, igual y podían preguntar los del público, cosa que Tadashi iba a aprovechar para saber acerca de su inusual fuerza y otras cosas que notó de ella que le parecieron interesantes.

Reportera: ¿Cuántos años tienes?

Hamira: 15, a los 7 fue el accidente

Reportera: puedes contarnos de eso?

Hamira: por supuesto, fue bastante sencillo: fui una idiota, no obedecí sus ordenes y murieron protegiéndome, y a veces quisiera estar muerta y no ellas, Takenshi tenía una gran vida por delante y Moka igual, no merecían morir asi-llorando ligeramente.

Reportera: bien, y que sufriste durante ese accidente?

Hamira: me cercenaron el brazo, uso prótesis desde entonces

Tadashi: entonces técnicamente usas más ese brazo de metal?

Hamira: si, a veces

Tadashi: y porque no usaste tu invento durante el ataque?

Hamira: no lo pensé, me dijeron que me fuera y tenían prisa.

Reportera: crees poder entrar en el instituto?

Hamira: por supuesto, tengo confianza y esperanza.

Reportera: que es lo que inventaste?

Hamira: lo siento, es sorpresa.

Hiro: crees poder pasar la, em, prueba?

Hamira: claro!, para eso estoy siempre.

Hiro: viniste sola a Japón?

Hamira: si, mi tía Marie se quedó en China

Hiro: y no la extrañas o quisieras que estuviera aquí?

Hamira: si, pero no puedo pedir todo lo que quiera.

Reportera: que más nos cuentas?

Hamira: no lo se, em, pues quisiera que mis padres siguieran vivos

Reportera: y que recuerdas de ellos?

Hamira: casi nada, yo tenía 2 años, Takenshi em, 9 y Moka era una bebé.

Reportera: una última: crees poder estudiar en el instituto y ser la mejor de todos?

Hamira: mmm, eso creo

Reportera: bueno, muchas gracias por tu tiempo, nos vemos en la siguiente semana, y mañana en la exhibición.

Hamira a su vez le agradeció y se levantó, dispuesta a irse, pero Tadashi la convenció de que se quedara a cenar con ellos, cosa que accedió, la verdad es que todos fueron muy amables con ella, haciéndola sentir querida y con una familia, hablándoles de sus hermanas, padres, su tía y de todos lo inventos que ella había creado.

Hiro no había dejado de mirarla en toda la cena, dándose cuenta de eso Tadashi y su tía, por lo que le hicieron burlas, y ni siquiera Hamira se salvó de su ataque verbal, al final rindiéndose y declarándose derrotada en aquello, preocupándose cuando en su mente vio un tipo de imagen acerca de lo del día siguiente, más nadie más se dio cuenta.

Le dijeron que se podía quedar en su casa y que podía compartir cuarto con Hiro, sonrojándose ambos a la sugerencia, Hamira se fue a dormir pensando en lo que podía hacer, ya que antes de morir le habían contado Takenshi acerca de Callahan, que era un hombre que podía parecer bueno, pero en realidad no, debía tener cuidado, quería cambiar al mundo y darle una lección, pero no sabía como, lo que no sabía, es que sus hermanas, desde el cielo idearon todo para que su oportunidad se presentara al día siguiente.

FIN... será?

lo que sigue ya es el inicio de la película pero incluyendo a Hamira