Disclaimer: todo el Potterverso pertenece a JK Rowling.
Este fic participa en el reto"Te boggartizarás de terror" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black"
La sombra que puede salir bajo la luz del sol
Colin no le tiene miedo a la oscuridad, eso es lo que no entiende la gente, creen que la razón por la que no puede dormir con todas las luces apagadas es porque le da miedo que no se vea ni se distinga nada, pero eso es falso. Él lo sabe, le da igual que esté todo negro, es que si le diese miedo eso no podría dormir, porque al cerrar los ojos ves todo negro.
Lo que a él le aterra es lo que se puede esconder en la oscuridad, esas sombras que bailan en los sitios a los que la luz no llega. Cuando está solo y solo se escucha el susurro del viento entrando por la ventana y no hay ni una luz que pueda iluminar la densa oscuridad y las sombras empiezan a moverse al rededor suya, riéndose de él, algunas llegando a rozarle, ese es el momento en el que Colin Creevey aún con sus quince años de edad se tapa con la manta hasta por encima de la cabeza. Ahí es cuando duda si el sombrero estuvo en lo correcto cuando decidió mandarlo a la casa de los valerosos, alguien que se asusta de algo que probablemente ni siquiera exista no merece ser llamado un Gryffindor.
Cuando la luz está iluminando cada rincón de la habitación el adolescente piensa que esa noche no tendrá miedo, que será capaz de apagar su varita cuando apaguen la luz de la habitación. Pero cuando la oscuridad lo llena todo y empieza a ver cosas a Colin le da igual si son reales o falsas, le provocan terror. Así que tantea en la mesilla noche hasta encontrar su varita y murmura el conjuro para que una bola de luz se posicione en la punta de la varita y así puede dormir tranquilo, porque las sombras no se acercan a la luz.
El día que Colin descubrió que las sombras pueden salir a la luz del sol es el día que vio por primera vez a un mortífago. Estaba escondido con su hermano Dennis detrás de una casa cuando vio a una mujer completamente vestida de negro con una coleta alta y la cara blanca como el marmol sacar una varita del bolsillo de su túnica, apuntar a un hijo de muggle y acabar con su vida con un simple rayo verde que sale de su varita. Meses después se enteraría de que esa mujer tenía como nombre Alecto Carrow y era una de las profesoras contratadas por el nuevo director de Hogwarts, Severus Snape.
Y aunque creía que no se volvería a cruzar con ella, el destino nunca es justo y cuando Colin volvió para luchar en la Batalla de Hogwarts sus caminos se cruzaron de nuevo. Pero esta vez con una pequeña desventaja, ella estaba atada al lado de la sala común de Ravenclaw, y aunque estaba atada, Alecto Carrow seguía siendo su miedo personificado, esa sombra que puede estar en la luz.
Colin luchó contra varios enemigos a los que venció con algo de dificultad, de repente, alguien le hizo girarse, era ella, estaba desatada, la sombra. La mujer se giró y lanzó dos hechizos a la derecha y justo después se fijó en Colin, quien estaba enfrente de ella; la batalla duró un tiempo, hasta que Alecto, hizo un movimiento muy rápido con su varita y un rayo verde salió despedido de ella.
Cuando el chico vio el rayo verde ir hacia él cerró los ojos, había tenido razón al tenerle miedo a las sombras, al fin y al cabo, había sido una sombra inmune al sol quien había terminado con su vida.
FIN
