Pareja: KandaxLavi…/Yuvi/….

Como muchos deben saber, yo no soy la que nos esta torturando con el manga, o sea yo no soy la creadora de los personajes, es Hoshino-sama la cual no esta haciendo nada de nada, del manga.


Villa de mentiras.

Prologo:

Sonrisa.


Mas haya del medio día, el pelirrojo en ves que este yendo a comer a su casa, estaba en un hospital, preocupado, temblando, deseando que los médicos puedan salvar la vida del viejo, sentado en una banca, viendo atentamente la puerta que los doctores, anteriormente cerraron para que así pudieran intentar reanimar, a su abuelo adoptivo, a su padre, si, el estaba en una camilla sin mostrar señales de vida, y solo el pelirrojo veía con sus dos ojos verdes la puerta, desesperado por saber si iba a sobrevivir, el viejo o no.

Cuando salieron los médicos, le dieron una respuesta que el no esperaba, tal ves hubiera preferido que muriera, el viejo estaba vivo, o algo así, pero su cerebro por estar tanto tiempo sin oxigeno, murió, aun así su corazón seguía latiendo, el viejo estaba en un estado, que no había solución, estaba vivo, pero a la ves no lo estaba, estaba como un vegetal, si, estaba en el estado vegetativo, sigues vivo, pero a la ves muerto, ya que tu cerebro murió, y no puedes hacer nada.

Sus dos ojos vieron al medico que le entrego la noticia, las lagrimas llenaron sus ojos, los doctores le dijeron que podía ir a ver al viejo, y ahí estaba recostado en la cama, sin movimiento alguno, sus ojos estaban abiertos, parecía que miraba hacia el techo, pero no estaba consciente de ello, el muchacho de 17 años se sentó en una silla, que estaba cerca de la cama en donde se encontraba, su abuelo, padre, maestro, su única familia. Lo vio en su estado actual, la lagrimas se aumentaron, y en el hospital solo se escuchaba los sollozos del chico por el estado en el que estaba su abuelo, los médicos intentaron calmar al muchacho, cosa que fue en vano, mas de dos horas llorando sin descanso, y al fin se calmo, sus ojos rojos por tantas lagrimas que había derramado.

Los médicos vieron al chico y le dijeron cual era su decisión, seguir manteniendo vivo a su familiar o desconectarlo a los aparatos que hacían que hacían que el siguiera vivo, para que así pudiera morir de une ves, el muchacho de mechas rojas, vio un rato al medico parecía pensativo, luego dirigió su mirada, hacia el viejo que estaba en la cama, abrió los labios, los cuales temblaban un poco, suspiro y sus vos llorosa, ahogada respondió:

-D-desconéctenlo –volvió a ver al viejo, que estaba en la cama- apuesto que el desea eso –sus palabras fueron acompañadas, por la lagrimas, lagrimas que volvieron aparecer.

Su mirada fija al cuaderno, que tenia en el pupitre, no sabia de que estaba hablando la profesora o si sus compañeros hablaban en clases, estaba metido en sus pensamientos, y el chico que antes era divertido, hablador y molestoso parecía que se hubiera muerto, el muchacho veía su cuaderno o la ventana, no hablaba, mucho menos molestaba, la sonrisa que siempre estaba impregnada en su rostro desapareció, era un chico diferente, serio, callado, es estaba deprimido, a tal punto que un tiempo dejo de comer.

Sus dos amigos, le intentaban ayudar, la joven china, Lenalee la chica mas dulce, le decía cosas como "No debes seguir pensando en esas cosas, debes ver hacia delante" Lavi no quería olvidarse de su única familia, no quería, aunque le doliera recordar al viejo, no lo iba a olvidar, el no quería alguien que se preocupara, no, también odiaba que le intentaran ayudar a sonreír, de nuevo, su otro amigo, el albino con una cicatriz grande, que estaba en su ojo izquierdo, el chico que se parecía a un brote de habas, también hacia un intento, vano de animar al chico, Lavi no quería preocuparlos mas, así que, desde esos momentos empezó a sonreír, pero no era de verdad, sonrisas falsas, como la felicidad que parecía tener en esos días.

Desde ese día, desde que empezó a sonreír falsamente, creían que el ya se había olvidado o superado la muerte de su familiar, aunque no era cierto, el seguía recordando y en las noches, el solo hacia que las lagrimas salieran, el dolor era mas fuerte que antes, ya paso mas de un año y el muchacho seguía vistiendo de negro, todos los días, y visitando la tumba del viejo cada semana, sin falta, desde que murió, el dinero estaba faltando, tuvo que trabajar, los negocios no era legales, mucho menos tranquilos, cada día podía ser descubierto y tal ves podría morir, en cualquier día, pero a el no le importaba ya su vida, según el ya no tenia que hacer, dejo la escuela, no le importo, estaba vacio, desde aquel día muchas veces pensó en acabar su vida, pero no fue capaz, cada ves que lo intentaba, escuchaba la voz del viejo que le decía que era un idiota, por hacer eso, el ya no sabia que hacer, el ya no era el mismo, el ya no era Lavi, por lo menos el que antes era.

Caminaba por las calles, era casi de noche, el sol ya estaba apunto de desaparecer, y el muchacho fue caminado, por los lugares, que no eran muy seguros, el muchacho de 19 años, sabia que esos lugares había mucha gente que era muy peligrosa, pero desde un año, que el ya caminaba por esas calles, con calma, el ya sabia defenderse, ahí trabajaba, como un asesino profesional o como un espía, podían llamarlo un investigador personal si querían, pero el no era eso, el era bueno para esas cosas, demasiado, ya estaba en ese trabajo mas de un año, y el peligro le gustaba, también podía haber la suerte que acabara muerto, ya que, el ya no veía razones para vivir, ya no habían, según el no había ninguna.

Su mirada se enfoco en una esquina, en un callejón, al parecer alguien estaba peleando, una pelea callejera, Lavi solo vio, era normal ver cosas por el estilo, en ese lugar, pero había una cosa rara, que lo noto después de un momento de observar, había alguien familiar en la pelea, un chico de cabellera negro azulado, que estaban comprimidos por una coleta, una cola alta, ojos azules, que parecían de hielo, el matón de la escuela, el cual hacia que muchos de los chicos se hagan ovillo en una esquina, cuando el los veía, alguien frio y cortante, el que tenia un fuerza que parecía que no era humana, si, era Kanda Yuu.

Kanda Yuu, su ex compañero de la escuela, el que el mismo llamo "amigo", aunque el japonés odiaba ser llamado de esa forma, también detestaba que alguien le llamara por su nombre, el cual siempre usaba el pelirrojo, ese chico, estaba metido en varios problemas, muchos en el colegio sabían que se metía en peleas, fue expulsado del colegio, por haber botado a alguien de las gradas, ese chico se había confundido al japonés por una chica, acabando en la enfermería por un mes, el azabache tenia problemas con la ira, eso se tonaba, había un rumor que decía que el chico se había metido en la mafia, como un matón, ese rumor nunca fue confirmado y después de un tiempo ya nadie hablaba de eso.

Pero ahí estaba pelean en un callejón, parecía que el azabache estaba perdiendo la lucha, ya que eran como unos diez contra el japonés, Lavi, fue donde se encontraba aquel chico, que el azabache le debiera un favor, le parecía algo divertido, en cierta forma, Kanda en un principio no reconoció al pelirrojo, de pronto lo recordó, cuando este le dijo:

-Yuu, ¿Quieres ayuda?

¿Quien mas le diría eso?, muy pocos le decían por su nombre de pila, es mas solo eran tres los valientes; el pelirrojo le dio un puñetazo en la cara al que le estaba sujetando al azabache, el cual pudo soltarse del agarre y se paro, los dos chicos se dieron la vuelta, viendo a distintos lados, con las espaldas pegadas, con una posee de de defensa.

-Pues irte si quieres –recomendó el azabache.

-Aun no hemos acabado –dijo el pelirrojo.

Golpes, patadas, todo dirigió hacia los chicos que anteriormente agredieron al azabache, ya quedaban menos de la mitad, pero los dos chicos estaba cansados, jadeando ambos, el de ojos verdes vio que alguien, estaba detrás del japonés cuando le aviso, y el otro pudo reaccionar rápidamente para que el golpe no le diera, el pelirrojo no se dio cuenta, que uno de los que había delante suyo, había sacado un cuchillo, logrando así que ese tipo le apuñalara en el ojo derecho, luego de eso se escucho un grito, que provenía del pelirrojo, Kanda cuando se percato del daño que había sufrido el pelirrojo, fue a golpear a los que quedaban, dejándoles inconscientes.

-Idiota, te dije que te vayas –hablo Kanda, llevando al pelirrojo a un hospital, después de la lucha que habían tenido.

-Yuu, no has cambiado en cada –su voz parecía que estaba un poco fastidiado por las palabras del japonés, aun que no tanto, poniendo su mano en el hombro de su compañero, para poder caminar hacia un hospital.

-Tsk, tu tampoco has cambiado, sigues siendo un idiota –continuo insultando al pelirrojo.

-Jeje al parecer ¿no?

Al despertar, después de una operación para intentar recuperar su ojo, cosa que fue en vano, se dio cuenta que su vista ya estaba distinta, y ahora con su único ojo verde, vio al muchacho que le había llevado al hospital, el cual se había dormido en una silla, ya era de día y los rayos solares entraban por la ventana, molestaban un poco a los ojos, Lavi, se quedo un rato mas viendo al chico, estaba tan tranquilo, pasivo, le gustaba esa escena, no quería que el chico se despertara, quería que esa escena dura un poco mas, cosa que no paso, ya que el muchacho abrió los ojos, mostrando eso orbes azules, que se dirigieron hacia el pelirrojo.

-Parece que el conejo se quedo tuerto –hablo Kanda que ya sabia que los doctores no pudieron salvar su ojo, su vos estaba un poco triste, después de todo, el, se sentía un poco culpable, aunque nunca diría esas palabras en vos alta, jamás.

-Yuu, no soy un conejo –parecía un poco molesto, pero acabado la frase sonrío, no, no una sonrisa falsa, estaba ves, de verdad sonrío.

Desde que murió el viejo, Lavi ya no sonreía, fingía sonreír, para que así nadie se preocupe de el y que pensaran que el ya lo había superado, volviéndose así un mentiroso, algún que parecía estar sin emociones, alguien frio, en ese sentido, pero cuando Kanda le dijo aquellas palabras, una sonrisa se le dibujo en el rostro, no era una falsa, si lo hubiera sido, nada de lo que paso después, hubiera tenido sentido. El ojo del pelirrojo brillo, como antes, antes que el viejo muriera, estaba como antes que todo esto pasara, su depresión de dos años, se fue con una simples palabras.


Mi segunda historia de Yuvi, tal ves ya hayan notado que me gusta esta pareja, jeje, bueno hablando de esta historia, va a ser… bueno solo les digo esto, ojala que les guste, tal esta historia ya no tenga tanta comedia como en mis otras historias, va a ser algo mas serio, y feo, si les gusto, déjenme un reviews, para que me inspire en la continuación. Una cosa que les quiero decir, voy a intentar, de verdad que voy a hacer todo lo posible, para actualizar cada semana, y si llegara el caso que no pudiera, pues… esperen una semana mas y les voy a tener una continuación, odio dejar las cosas a medias, no me gusta, así que con su apoyo, espero acabar esta historia. Sin mas que decir espero que me lean en el próximo episodio.

Makie Karin dice adiós.