Este three shot(?) shot (y otro que voy a hacer pero es de una historia oroginal mía) va dedicado a mi pequeña hermana/ mascota pervertida en su cumpleaños. Ya terminare el JabbxNasturias y serás feliz (?) Al principio iba a ser alto trío. .. puede que otro oneshot lo sea. Mis neuronas estan saltando al vacío. Falta el de tiki... y el de los mana neah.
Debo admitir que me sentí un poco oxidada escribiendo esto. Hace mil años que no escribía un lemon en estado puro Xd Lemon salvaje aparece y uso la masterball?
En cuanto a la canción de Devit y Dom: podría ser Crazy in love de Beyoncé ( si, la que aparece en 50 shades of grey) o Eyes on fire de Blue foundation.
Discordia
- Se quién eres.
Jasdero se volteó junto con su hermano ante las dos mujeres que se encaramaban en la esquina refugiadas por la noche. Una de ellas tenía el cabello corto a penas cubría sus orejas y los ojos de color chocolate. La piel era pálida como la luna, los labios pintados con un morado que la hacia lucir más misteriosa junto con el delineado que hacía parecer la mirada de un un corsé negro de cuero y jean ajustado roto coronado por bitas negras que llegaban a sus muslos.
- Los hemos visto.- ronroneo esa chica con sonrisa contenida.
La otra dejo caer su melena negra y llena de rizos hacia un costado mostrando la cirvatura elegante de su cuello y el escote mostrando sus generosos pechos. Ella llevaba un vestido traslúcido color rojo sangre. Devit podía ver su ropa interior negra de encaje oscurecer los lugares que tapaban. Su mirada era negra, no un marrón oscuro. Negra que helaba la sangre. Llevaba delineador a penas rucubriendo sus ojos y sus labios al natural eran rosados como pétalos.
Jasdevi sacaron sus armas apuntando las cabezas de las mujeres y la del vestido rojo se adelanto al punto que el arma tocó su piel y ella sonrió maliciosamente. Jasdero frunció el ceño cuando la otra se acercó abrazando a la incauta por detrás quien lamió la pistola con la punta de su lengua.
- ¿ Van a matarnos? - rió como una niña la de negro.- Oy, Dom, ¿ No crees que es gracioso?
La de rojo agarró el cañón y lo llevó entre sus senos.
- ¿ No van a hacernos algún truco? - relamió sus labios con la vista fija en Devit.- ¿ Nada de demonios esta vez?
- ¿ Nada de akumas? - hizo un puchero la otra.
- Aburrido, ¿ no, Dit?.- bostezo "Dom".- Pensé que por lo menos nuestro fin sería digno de contar.
Los dos gemelos intercambiaron una mirada de sospecha.
- ¿ No nos temen?
- Para personas como nosotras, morir o vivir es lo mismo.- contestó Dit sacando un fajo de billetes de su corsé.- Para uds, matar a un humano más no cambia tampoco.
Esta vez lo guardó en su bota y se acercó a Jasdero. El rubio casi dio un salto atras cuando ella alargó su mano tocando los mechones de su pelo.
- Tienes un pelo tan suave.- rió la chica.- Me gusta.
- Gracias.- sonrió Jasdero a medias.- Tienes un buen maquillaje y se nota que tu piel es suave.
- ¿ Quieres saber donde más mi piel es suave? - ronroneó Dit en respuesta descolocando a los dos hermanos. ¿ Cómo diablos habían caído en esto? - No nos malinterpreten. Sabemos quienes son y lo que hacen, las prostitutas podemos movernos en la oscuridad tan discretamente como sus demonios y no nos importa sobrevivir un día más.
- O un día menos.- completó Dom.- No pretendemos "salvarnos" como sus mascotas si uds completan lo que tanto planean.
- Solo planeamos pasarla bien con alguien a quien nosotras elijamos.- sonrió Dit inclinándose sobre Jasdero.
Dom logró que Devit soltara el arma mientras ella se acercaba a él con una mano recorriendo su pecho. El morocho boqueó varias veces antes de mirar a su hermano. Técnicamente no había ninguna ley que prohibiese el conde de que tuviesen algo de diversión. Kamelot estaba casado de hecho...
-Siganme.- tironeo Dit por el callejón.
Dit se detuvo frente a una vieja casona con Jasdero siguiéndola como su sombra. Dom y Devit habían desaparecido hace rato y eso lo estaba poniendo nervioso. Nunca había estado separado por su hermano por más que minutos.
- No tienes de que preocuparte.- le susurró Dit mientras lo arrastraba por los pasillos.
Gemidos y otros ruidos traspasaban las paredes. Era practicamente una casa de la perdición. Miró a la chica que no parecía por nada de esto, lo cual le hacía meditar que tanto estaba metida en todo ese asunto.
- Aphrodite.- resonó al fondo del pasillo.- Puedes usar mi cuarto.
Una chica salió de esa habitación con tres hombres que acomodaban apresuradamente sus ropas. Jasdero miró a la chica que sonrió malignamente.
- Veo que tuvimos una buena noche.
- No lo creas...- entorno los ojos la otra joven.- Pagan bien, pero lo que cuenta en la cama... es casi lamentable.
Las dos rieron al mirar como se iban esos borrachos y la joven le dio una mirada apreciativa a Jasdero antes de dejarlos pasar.
- Siempre podemos jugar los tres juntos.- le guiñó un ojo.- No es justo que Dit siempre tenga los más guapos. ¿ Dónde está la Dominatrix?
Dit le dio un portazo en la nariz y miró a Jasdero.
- ¿ Dom..inatrix?- se alarmó Jasdero de haber dejado a su hermano con semejante mujer.
- Es una broma que tienen las otras. Es " Dom" por Dominic.
Jasdero iba a protestar cuando la boca de Aphrodite cayó sobre la suya. Los dedos de Dit se enredaron en el pelo rubio y tironeo logrando que él se arqueara para atrás.
- Oy.- siseo Jasdero irritado por el tirón.
Su mente se desconectó por segundis al sentir la lengua de Dit jugar con un punto en su cuello que lo estremeció de placer. Guiado por la mano que tironeaba de su cabello trastabillo hacia la cama mientras ella lo torturaba con su boca.
Los besos fueron descendiendo cuando él se sentó en la cama mientras sus dedos finos desabrocharon el pantalón y dejaron libre su ya hinchado eje.
Aphrodite primero sopló la punta y esta se humedeció al instante mientras el rubio se mordía el labio inferior al mirarla acercarse con sus labios.
-N-ghng. Dios...- no pudo contenerse más cuando ella succionó su punta.
- Todos se vuelven creyentes en estas paredes.- susurro ella dandole otra lamida a su longitud.
Con cada vez que ella envolvía con su boca su miembro, Jasdero entornaba los ojos de placer. Ni siquiera se había dado cuenta de estar agarrado a la nuca de la chica y meciendo sus caderas para enterrarse a fondo hasta que Dit trató de alejarse.
Estaba sudoroso y necesitaba terminar lo que habían empezado. Estaba más que seguro que parte de su maquillaje estaba corrido pero lo único que podía pensar en que la boca de esa chica volviese a tener atascado su miembro dentro...
La forma en que utilizó la lengua para lamer la parte inferior de su erección apretó el nudo creciente en su abdomen. Podía verla sonreír con cada reacción, y él quería. .. él quería todo.
El se recostó mientras ella se desnudaba rapidamente. Dit se sentó encima de él rozando su entrada con su todavía erecto amigo jugando con él.
- Hazlo, maldita sea.- empujó él contra su húmeda y cálida perdición.
Con su mano envolvió el eje masturbandolo y sacando más gemidos de Jas hasta que se empalo a si misma con el húmedo miembro que palpitaba. Ella sabía que Jasdero estaba cerca de acabar. Pero ella también quería pasar un buen rato.
Jasdero no apartaba la vista del cuerpo que se movía arriba y abajo encima de él. Ella rodó sus caderas para incitar más sus gemidos, logrando su objetivo. Jasdero la sostenía de las caderas empujando con rudeza hacia abajo para llegar más a fondo en ella y más rápido.
- Voy... voy a...- dijo Aphrodite casi ya gritando del placer.
Sintió como las paredes del interior de Dit palpitar dilatándose y volviendo a apretar su miembro mientras ella se estremecía de arriba a abajo arañando su pecho para mantener el equilibrio sobre él. Fue el límite. Se vino en el interior de la chica sin importarle nada.
Incluso despues del orgasmo que los derrumbo en la cama a ambos, seguían frotándose allí donde seguían unidos.
- Duerme.- le sonrió ella.- seguro estás cansado...
El ni siquiera llegó a asentir que bostezo y se durmió.
Devit escuchó como la chica hablaba en un idioma extraño. Le parecía que francés echando a las tres mujeres y al hombre que las estaba contratando.
-Arderás en el infierno, Dominic.- le escupió una antes de salir.
- Oh, me hieres profundamente.- se apoyó la muchacha en la puerta incitandolo a entrar.
En ese lugar se escuchaba música rítmica y tranquila proveniente de un tocadisco. Los pies de Dom se movían solos de un lado al otro igual que sus caderas. Devit podía ver como las ajustada ropa de encaje negro moldeaba la firme carne de su trasero. Devit apartó la vista y se sentó en el divan donde ella le indicó con un gesto de mano.
- ¿ Ya sabes que deseas que hagamos? - dejó caer su larga melena negra como la obsidiana a un costado.
El no sabia, no estaba habituado a los "placeres humanos" como ciertos de sus hermanos. La música cambió de repente con un pausado tono. Devit vio las manos de la chica recorrer sus curvas lentamente antes de sujetar su propio cabello en lo alto y dejarlo caer en mechones. Dom meneaba lentamente sus caderas a los costados hipnotizando a Devit. O eso quería creer.
- Yo sé lo que podemos hacer.- se inclinó doblandose sobre si misma dándole un vistazo de su relleno escote.
Devit apartó la mirada con la cara roja. Por supuesto que ella sabía que hacer. Se sentía un puto tsundere queriendo ver más pero avergonzado como para decirlo.
Ella jugó con el dobladillo del vestido, lo retorció subiendolo por sus muslos y el baile de la manera más sexual que Devit pudo haber imaginado ver. Ahora entendía por qué Tiki se negaba a apartarse del mundo fue lo mejor que jamás vería en toda su vida.
Se quitó el vestido, dejándola en el conjunto completo de ropa interior. La mirada del Noe siguió sus manos mientras se deslizaban hacia atrás las piernas para arriba, sus muslos, el estómago, los pechos...Las uñas dejando arañazos rojos claros sobre el cuello y el cuello, corriendo a través de su cabello después. Dominic miró su pantalón y dijo algo en otra vez ese idioma extraño. ¿ Francés? Tal vez. Devit siguió sus ojos a la incómoda parte de su cuerpo que estaba atrapada en sus pantalones. Poco a poco haciendo su camino de regreso a él, sus movimientos todavía seguían el ritmo.
Se sentó en su regazo una vez que estaban a su alcance, poniendo sus manos en las caderas de ella misma. Devit dejó escapar un gemido bajo cuando Dom comenzó a moverse contra él, la fricción entre ambos, causando la pérdida de control de él sobre su propio cuerpo. La respiración de Devit era superficial y errática calentando a Dom que mantenía sus quejidos de placer cerca de su oído para su deleite. Su rostro estaba rojo y las pupilas del Noe dilatadas contra los irises dorados. Desató el corpiño de la morena dejandolo tirado en el piso y movió la boca a su cuello trazando con besos y cortas lamidas una línea en su piel abajo en su clavícula al pecho. Tomó un pezón en su boca y ella siseó de placer agarrando su cuello y corcoveando sobre él.
De repente, se detuvo. Se paró tranquilamente y caminó al centro de la sala. Se dio la vuelta, agacharse lentamente y provocandolo de nuevo otra vez.
- ¡¿ Qué crees que haces?! - preguntó él mas que frustrado por el problema que yacía entre ambos.
- ¿ Qué parezco que hago? - encendió un cigarrillo con una sonrisa sádica.
¡¿ La muy perra iba a...?! Él se paró furioso. ¿ Quién creía que era? ¿ Hacerle eso a él a un Noe? Avanzó hacia ella a zancadas agarrandola del cabello y arrancando lo que le quedaba de ropa interior.
- Dijiste que sabias quienes éramos en la calle... Si piensas que...
El se cayó al notar la sonrisa maliciosa de la chica y sus manos recorriendo su pecho. Sus ojos siguieron su lengua cuando la chica se relamio el labio inferior.
- Esa mirada.- apretó el miembro con sus manos y lo acarició de arriba a abajo.- Esa mirada me gusta más, Devit Noe... Esa mirada con la que dices que vas a acabar con todo lo que viva en esta tierra.
Devit la aprisionó contra el muro mientras sus bocas, dientes y lenguas se enredaban en la desesperación y necesidad del otro. Las piernas de Dom estaban envueltas alrededor de su cintura de un momento a otro y sus rostros apretados, ambos brazos de Devit ocupados en mantenerla elevada para poder enterrarse en ella. Un gruñido salió de sus labios en la estrechez repentina que podría hacer cualquiera acabar en el acto. Ella rebotaba hacia arriba y abajo en su eje, apoyados ambos en la pared para sostenerse.
Sus embestidas eran rápidas y duras, y aún así apasionadas mientras se acercaba al orgasmo , tirando de ella sobre él cada vez más rápido . . Con cada segundo que pasaba el ritmo aumentaba entre ellos dos. Sus labios estaban casi pegados juntos a medida que los empujes de Devit se volvieron más frenéticos y erráticos, su cuerpo finalmente cediendo al placer y llenándola con su semilla. La sensación repentina de ser llenada la llevó al climax, sus brazos envolviendo a Devit con fuerza. La pesada respiración de era ahora el único sonido en la habitación, y sus cuerpos fueron pegados por el sudor.
Devit todavía con ella en brazos se tiró a la cama y sintió el liquido bajar del interior de Dominic hasta manchar su piel.
- Te ves cansado.- le masajeo el pecho Dom.
- Tal vez debería dormir un poco...
Cerró los ojos y al cabo de un rato se despertó por los chillidos frenéticos de su hermano.
- Jasdero...
- ¡ Estamos en serios problemas! - gritó el rubio.
Todavía podía sentir el sabor de los labios de Dom asi que se relamió tras un largo bostezo.
- ¿ De qué hablas?
- ¡ Nuestras billeteras!
Devit palpó sus pantalones. Jasdero tenía razón. Su billetera no estaba... Tampoco la de él al parecer. Vio en la mesita de luz un papel arrugado asi que ambos se acercaron furibundos. Con una caligrafía femenina y elegante yacían pocas simples palabras y dos besos cargados con Rogue. Jasdevi leyó el mensaje y a los gritos comenzaron a bajar la casa a tiros. Los chillidos fueron oídos por las dos mujeres que se reían a más no poder contando los billetes robados de sus acompañantes nocturnos. De solo recordar lo que les habían escrito como despedida volvían a causar la risa de ambas hasta no poder más del dolor de panza. Era un mandamiento casi divino entre las de su calaña. Su trabajo era simple y prácticamente un trueque. Solo habían escrito:
" Jamás dijimos que iba a ser gratis."
