El pequeño auditorio de la preparatoria McKinley tenía las luces apagadas, obviamente estaba vacío.

O al menos eso creía Finn hasta que escucho unos sollozos ahogados que venían de un rincón.

Incluso mientras gimoteaba, podría reconocer la voz, u lo que fuera, de Rachel Berry donde fuera.

La estrella del Club Glee estaba llorando en un solitario rincón oscuro.

Finn no pudo evitar pensar en Rachel como si fuera solo una niña pequeña.

You're beautiful no matter what they say, words can't bring you down.

You're beautiful in every single way, yes word can't bring you down.

El canto de Finn había roto el sonido de los lamentos de Rachel.

Encendió las luces a tientas, la vió aún en el rincón con la cabeza apoyada en las rodillas.

Su cabello y lo que se veía de su ropa estaban cubiertas de una masa espesa de colores.

Rosa, azul, verde, amarillo, naranja, blanco, rojo. Granizados de nuevo.

Se acercó lo más que pudo a ella para intentar ayudarla.

¿A qué vienes?-le espetó ella levantando la cara-¿¡A lanzarme otro granizado!?-volvió a dejar caer su rostro en sus piernas.

Su cara también estaba cubierta por esa masa colorida.

No, ¿qué te hace pensar que yo te haría eso?

Tus amigos, tus compañeros, tu novia, las cheerrios, todos me lanzan cosas, ¿porqué tú no lo harías?-su voz sonaba ahogada puesto que aún tenía el semblante escondido, casi como si tuviera miedo.

No, el miedo no era el problema. Parecía que estaba avergonzada.

¿Estás asustada, avergonzada?-habló lo suficientemente alto como para que lo escuchara.

Ella no respondió, pero levantó su cara de nuevo. Sus ojos hinchados y enrojecidos le decían más que cualquier cosa que ella hubiera pronunciado.

No le tengo miedo a Quinn ni a Puckerman, ni a ninguno de ellos-aseguró escondiéndose otra vez.

¿Entonces, qué pasa?-no estaba hablando con la super estrella de Glee, ésa era la auténtica Rachel Berry.

Tenía miedo de que el próximo fueras tú...-y no mentía, eso era algo que la horrorizaba.

La asustaba de sobremanera que Finn fuera igual que las Cheerrios, igual que sus compañeros de equipo. Que no fuera tan especial como ella creía.

Yo jamás te haría eso, te lo prometo.

Ella por fin decidió erguir su cara cubierta de hielo y dulce.

Finn se acercó un poco más a ella, tomó su cara con sus manos y finalmente la besó.

Pensó que ella se apartaría, que haría lo posible por escapar, pero no lo hizo.

Respondió con tanta intensidad como él, no era un beso cursi e insulso como en las películas.

Se separaron para tomar aire, ambos se sonreían.

Finn se relamió los labios.-Genial, cereza, es mi favorito.


Glee: FOX

Beautiful: Christina Aguilera.

Lo que provoca una tarde de ocio en vacaciones...¡espero que les haya gustado!