On the snow
Aclaraciones: como toda historia no pondremos lo que ya es obvio respecto a los personajes. La historia es 100% mía, la historia de desarrolla en Alaska todavía queda indefinido exactamente la ubicación, lo narra la protagonista Sakura.
Capitulo 1.
La conseguí por fin en varios días largos de espera a la respuesta, ha llegado a mis manos, frente a mis propios ojos podía leer mi nombre: Sakura Kinomoto y abajo en mayúsculas leía perfectamente estas palabras: LICENCIA DE CONDUCIR. Cabe decir que yo hice este examen infinidades de veces en Japón y por fin, cuando millones de días pasaron logre obtener mi licencia en Alaska, si, podría decirse que soy pésima conduciendo pero esta pequeña y simple tarjeta demostraba lo contrario, me siento tan feliz que iría corriendo hacia el trabajo de mis padres, para mi mala suerte hoy no vendrían a comer ni a cenar ni a dormir, me informaron que se hospedarían en un hotel debido a que los invitaron a una reunión o fiesta de trabajo, la verdad es que no le tomo mucha importancia a ello, se que siempre vengo aquí por las vacaciones de invierno pero esta vez eran cuestiones de trabajo así que como nadie más podía compartir esta felicidad conmigo tome mi abrigo y me dirigí hacia mi nuevo auto, mi abuela me había acompañado a comprarlo pero nunca lo había usado antes debido a que no tenía la licencia de conducir, así que monte en él y encendí el motor y fue cuando me di cuenta de que estaba atascado debido a la nieve que se encontraba alrededor de la casa, supuse que después de regresar de la casa de mi abuela lo limpiaría, de todos modos la casa de mi abuela no estaba tan lejos y podía caminar hasta allá, recorrí las calles y finalmente pude llegar a la casa, verdaderamente en Alaska hacia mucho frio cuando se trataba de las vísperas de navidad, la puerta también estaba acorralada de nieve y tome la pala que se encontraba en un costado de la casa y pude moverla al fin, bajo el tapete mi abuela guardaba la llave, rodé los ojos, como todos lo hacen en las películas.
-¡Abuela!-grite-ya llegue-no obtuve respuesta y subí a su cuarto por las escandalosas escaleras, abrí la puerta y ella no estaba, fui a la cocina y encontré una pequeña nota que decía:
Para: Sakura
Sé que hoy vendrás a visitarme así que decidí escribirte esta nota para decirte que yo acompañe a tus padres a la reunión pero si tienes hambre en el refrigerador deje comida para ti, puedes comerte todo "tragona" de todos modos no volveremos hasta después de dos días.
Con cariño: Tu abuela
¡Me había dicho "tragona"! hay pero que abuela tan mas linda es la que tengo (nótese mi sarcasmo) entonces esta carta quería informarme de esta situación, suspire, eso es lo malo de tener unos padres con un cargo muy importante, había que aprovechar este tiempo así que me volví a la casa en donde tenía que remover la nieve, tome la pala de la casa de mi abuela para remover la nieve de la mía, tarde alrededor de 50 minutos en remover toda la nieve que había alrededor de mi auto, pero también aproveche para remover la nieve que había en el camino desde mi auto a la carretera, una vez que termine gire mi vista hacia la montaña más cerca que estaba de mi casa y sonreí, mirando el bosque hermoso que se encontraba ahí y ese alguien que habitaba ahí. No pude aguantar las ganas de verlo y me adentre a la casa, abrí el refrigerador y saque un pedazo de carne que había traído de la casa de mi abuela. Me puse mis botas cafés y amarre mi cabello en una coleta, Salí de casa y camine hacia el bosque que estaba enfrente de la montaña. Pude verlo escondido en medio de los dos árboles de mercurio, me miraba con sus ojos ámbar de una manera muy especial y yo me acerque a él, era muy agradable pasar los día con el así que una vez que estaba frente a él me inque a su estatura y le sonreí a mi pequeño lobo, el inmediatamente noto el olor a carne y se notaba que no había comido por semanas. Lo lobos aquí en Alaska son muy pocos debido a que tienen poco de que alimentarse, le extiendo la carne a mi lobo y él lo devora al instante, todavía tenia hambre así que para la próxima traería mas comida para él, me recosté en la nieve, se sentía tan fría que en pocos segundos empecé a temblar, esto siempre pasaba por lo que ya no tenía mucho frio después de que pasaron unos pocos minutos, mi lobo solo se queda mirándome y después se sienta a mi lado y vemos el hermoso paisaje que tenía enfrente, de pronto se me ocurrió una idea muy ridícula y más ridícula pudo ser porque era la primera vez que le iba a hablar a mi lobo.
-Huyamos-me reí un poco, el me miro directamente a los ojos y yo le seguí hablando por lo que supuse que él no entendería lo que estaba diciendo, tal vez tendría que aullar para que el me entendiera-sé que es un poco ridículo, pero por una vez, solo quiero estar libre de responsabilidades-el inclino la cabeza hacia la derecha y después yo me recosté en su espalda pues el ya se había acostado, seguimos viendo el hermoso paisaje durante unas cuantas horas más, el y yo oyendo el sonido de los pájaros mientras caía el atardecer, este era mi momento favorito ya que disfrutaba de el cambio del día, nadie mas sabía de que yo pasaba tiempo con él a excepción de mis padres que se tenían que enterar de todo respecto a mi vida, por lo que podría llamárseles unos padres sobreprotectores al igual que mi hermano Touya pero hace mucho que él se había marchado con Nakuru a viajar por todo el mundo a cumplir su sueño de la vida, otra persona que sabia acerca de mi lobo era Tomoyo mi confidente y única mejor amiga que tengo desde que he nacido aunque también es mi prima, pero por esta vez ella todavía no estaba conmigo ya que su madre tenía que llevar una acompañante a la fiesta a la que iban mis padres y como yo no quería ir ellos invitaron a mi abuela, Tomoyo insistió mucho por lo que me resulto un tanto difícil negarme a la propuesta de mis padres. Tenía más amigos pero ellos se quedaron en Japón así que la última vez que los vi fue hace unos pocos meses, Rika se marcho al igual que yo antes de vacaciones a África, Chiharu y Yamasaki la parejita inseparable se quedo en Japón, por lo que Tomoyo y yo obviamente nos marchamos a Alaska. La vida aquí es un tanto complicada cuando es invierno pues temblábamos de frio y parecíamos hombre de nieve con tanto abrigo, afortunadamente mi madre me regalo un abrigo café muy caliente por dentro y no tenía que usar más abrigos extremadamente grandes ya que si yo uso de esos enormes abrigos me mareo. Con respecto a mi lobo yo venía a visitarlo todos los días con un trozo de carne todos los días y el comía, pero extrañamente este invierno el no venia mucho, exactamente no lo veía hace una semana y media. Temo que esté a punto de morir por lo que últimamente me quedo casi todo el día con él, recordé que hace unos momentos quería expresarle mi felicidad a alguien, enfrente estaba mi lobo así que me pregunte ¿Por qué no? Si ya le había hablado una vez podía tal vez al decirle lo que obtuve hoy.
-¿Sabes? Hoy en la mañana desperté con una extraña sensación de felicidad-sonreí-hoy me llego mi licencia de conducir, no creas que soy una mala conductora, bueno tal vez al principio si lo era, pero después aprendí solo que cuando me tocaba hacer el examen para conducir los nervios se me venían por todo el cuerpo y manejaba sin control pero mi padre me ayudo a controlarlos y finalmente la obtuve-me pareció ver una pequeña sonrisa que provenía del lobo y después volvimos a la misma posición de hace unos minutos, podía o tal vez solo alucinaba que durante todo este tiempo que yo estaba con él, leía la mirada de preocupación de mi lobo por lo que lo único que salió de mis labios fue un- no te preocupes, todo estará bien- a mi lobo le brillaban los ojos mientras volteaba a verme le sonreí y esta vez me devolvió la sonrisa lo que fue muy notable.
Tiempo después a la caída del anochecer varios aullidos de lobos se escucharon a la vez, mi lobo despertó de su sueño tranquilo y rápidamente en cuanto escucho los aullidos él empezó a aullar también así que supuse que estaría llamando a los de su manada voltee a verlo y solo pude susurrar un pequeño "ve" inclinando mi cabeza hacia la dirección donde se escuchaban los aullidos y en cuanto escucho mi pequeño susurro él se marcho y supe que no lo vería en unas semanas más, supiere y me levante de mi lugar, me sacudí la nieve que estaba en mi ropa, aplaudí mis manos para que la nieve callera de mis guantes y me marche del bosque, camine tranquilamente y pude ver como el humo frio salía de mi boca, me encantaba hacer eso y sonreí mientras caminaba tranquilamente, mucha gente no habitaba por aquí y si habitaban aquí solo venían por las noches ya que trabajaban y ni el mas mínimo rastro de niños ya que ellos no soportarían el frio que hace en esta área, todas las casas estaban sin luces encendidas por lo que supuse que no estarían o que hoy se pusieron de acuerdo para dejarme sola todo el día y tome la opción que sonaba más razonable que era el trabajo, abrí la puerta de mi casa y encendí la luz de la sala, me dirigí hacia la cocina y me prepare la cena, no tenia animo de comer sola en la cocina así que subí a mi cuarto y mire unas cuantas películas, una vez que mis ojos se cansaron de mirar tanta luz en la televisión baje a la cocina a lavar los trastes sucios, cuando termine con mis tareas de la casa subí a mi cuarto dispuesta a dormirme, cuando me asegure de que todas las luces ventanas y puertas estaban cerradas, algo que se me hizo costumbre por parte de mis padres pude cerrar los ojos, es solo que hoy no tenía demasiado sueño, no podía dormirme intente de todo para poder dormirme, hasta conté ovejas, así que decidí bajar a la cocina por un poco de agua, no sirvió por lo que aproveche para meterme a la ducha, tome mis cosas y me fui a bañar, cuando me sentí un poco más relajada estaba dispuesta a volver a ponerme mi pijama, de repente recordé que no había recordado devolver la llave de la casa de la abuela a su lugar que era debajo del tapete, no era tan importante porque casi nadie visitaba a la abuela de nuestra familia, solo yo y Touya éramos los que sabíamos de la llave escondida, y estaba en plena discusion de ir y dejársela o quedarme en casa, no creo que sea urgente ya que Touya está viajando y no creo que decida venir exactamente mañana, pero por otro lado no podía dormir ya siendo las 2:00 de la mañana, así que opte por ponerme unos jeans, una camisa de manga larga y un abrigo gris debido al frio, esta vez tome mis botas grises que iban con mi abrigo y me deje el cabello suelto aun húmedo, tome las llaves de la casa, las de la abuela y las de mi auto, debería de juntar todas en una sola pero preferí dejarlo para después, abrí la puerta y me dirigí hacia mi auto y subí a mi auto, decidí colgar un pequeño muñeco en el espejo que tenia forma de árbol de navidad y tenia aromatizante, encendí mi auto y oí un aullido de un lobo, no pude evitar alarmarme porque ese podría ser el de mi lobo así que baje de mi auto y mire hacia el bosque, ya no se podía oír nada, decidí no preocuparme y volví a subir a mi auto, la preocupación me invadió demasiado que olvide apagar el motor de mi auto, subí por la puerta delantera y estaba a punto de cerrar la otra puerta cuando vi una figura, pude verla y se distinguió por ser la de mi lobo de pronto creo que me volví loca al ver como la figura de mi lobo convirtiéndose en la forma de un humano, la sangre corría por todo mi cuerpo al ver tal acto en mi cabeza, esa figura humana corría hacia a mí, hacia mi dirección justamente a la de mi auto, estaba tan cerca que pudo tocar una de las puertas de mi auto, subió al asiento del copiloto y yo estaba tan asustada que no sabía qué hacer de repente el me hablo:
-Rápido, conduce derecho hasta llegar a un pequeño pueblo giras hacia la derecha y ahí encontraras una casa-solo lo podía mirar extrañada no sabía qué hacer, que decir ni cómo actuar solo podía escuchar sus palabras diciéndome que tenía que dirigirme a algún lugar que yo desconocía.
-¿Qué?-pregunte, mis pensamientos no procesaban yo no podía entender nada, ni siquiera recordaba cómo es que estaba aquí con un humano que corría hacia mí en forma de lobo.
-Conduce, rápido no tenemos tiempo-me dijo él, así que una vez que tenía tomada la decisión que creía mas demente, conduje hacia el lugar lo más rápido posible-acelera, viene por detrás, los policías no vienen mucho por aquí no es muy posible que nos arresten-le hice caso y acelere, la adrenalina corría por mi cuerpo ya no tenía nada que perder, si había conducido hasta aquí no podía marcharme además el había dicho "viene por detrás" pero ¿Quién? Y ¿Quién era él? Y ¿Qué le paso a mi lobo? Pero primero lo primero, dirigirme hacia donde él me diga, después aclarar todo este asunto y despertar de este terrible y raro sueño.
Los arboles pasaban uno tras otro conforme yo avanzaba, me faltaba el oxigeno y el estaba recostado en el asiento de alado con sus ojos cerrados, se veía tan relajado y yo tan asustada, abrí el cajo que estaba situado en medio de los dos sillones y saque el agua embotellada que estaba ahí adentro tome un poco de ella y baje la velocidad del auto una vez que las cosa se estaban asiendo más tranquilas, el no me decía nada así que supuse que se había dormido, yo ya no sabía hacia donde conducir hasta que el susurro un pequeño "da vuelta a la derecha en la tercera esquina" me dirigí hacia donde él me había dicho, no me había dado cuenta que hace unos minutos yo iba de camino a la casa de mi abuela tan tranquilamente y de repente en pocos minutos me veo sentada alado de un extraño chico que parecía tener forma de un lobo, mi lobo, conduciendo hacia un lugar muy extraño que no conozco, el tan sumido en sus pensamientos y yo en los míos cada quien tan asustados a la vez peo tranquilizados al mismo tiempo solo que mi tranquilidad es muy baja pues no todos los días te encuentras en una situación como la mía, al fondo de la carretera podía ver una casa no tan grande pero tampoco muy pequeña, supuse que hay seria donde nos dirigíamos e iba bajando la velocidad conforme avanzaba hacia esa casa, pero lo que más me atemorizaba era lo que pasaría después de que bajáramos del auto ahora la pregunta era ¿Y ahora qué? El abrió los ojos y en cuanto estacione el coche en la entrada se bajo del automóvil y me tendió la mano dando me a entender que bajara del auto junto con él.
-Vamos, note hare nada si es lo que piensas-no era lo que yo estaba pensando ya que solo era un sueño que es lo más posible, así que asentí con la cabeza y tome su mano al momento que bajábamos, en cuanto el se paro frente a la puerta de la casa esta se abrió por sí sola.
Me quede con la boca abierta y el puso su mano en mi barbilla y cerro mi boca al instante, su contacto era eléctrico tanto que ya ni siquiera podía pensar, hasta este momento el tenia buen porte y tenia los mismos ojos color ámbar en el mismo tono como los de mi lobo, ¿Acaso el podrá ser mi lobo?, no, eso es imposible y no lo quiero creer, quiero pensar que mañana despertare y después de una cuantas semanas volvería a ver a mi lobo. Una vez que entramos a la casa el me ofreció un asiento en el sofá.
-Tenemos que hablar, aclarar todo este asunto, necesito saber ¿Qué es lo que pasa? y ¿Por qué vienes como si nada a subirte a mi auto?-le pregunte al que parecía ser mi lobo el solo se levanto del sofá y me dijo.
-Te prometo aclararte todo esto pero primero hay que llevar todo esto tranquilamente ¿Gustas algo de tomar?-me pregunto, en realidad yo también quería salirme de esta presión por un momento.
-Un te si no es mucha molestia por favor-el asintió y se marcho a lo que supuse ser la cocina, en todo el tiempo que él estuvo preparando el te observe toda la casa, era de un color verde no muy fuerte al parecer este iba combinado con un azul, se podía ver que aquí no se habitaba en años, el sofá era de un color verde fuerte y frente al sofá se encontraba una chimenea, la cual prendió el chico que venía conmigo en cuanto entramos, el calor era relajante ya que hacía mucho frio, me quite mis guantes y puse mis manos al fuego para calentarlas, alejándome del sillón, estuve mucho tiempo en esta posición hasta que el chico venia con una bandeja en la mano, se sentó en el sofá y yo me retire de la chimenea, tome asiento y bebí un poco de mi te.
-Ahora si me vas a explicar todo esto-el suspiro y se recargo en el sofá tomando o que al parecer era una taza de café, tomo un pequeño sorbo y yo le pregunte lo que me tenia mas intrigada todo este tiempo-¿Quién eres?
Notas de autora: Buenos días, tardes o noches según la hora, hace un tiempo, semanas si es que recuerdo se me vino la idea de publicar una historia así, no se si sea buena idea pero espero y les guste.
Atte. M. Cipriano
