I. Domadora de domadores

Era mediodía en el oasis Barrymore. Todos los monstruos estaban en la sala sentados en un círculo, no hacía falta poner demasiada atención para saber que algo tramaban.

Un rotafolio con lo que parecía un dibujo de la casa, estaba en el centro. Bombo se puso de pie, seguido de Bu a su lado. Todos estaban completamente serios.

-Compañeros míos, yo reuní aquí a todos, por un tema importante no sólo para Bombo, sino de interés de todos, Bu. –el gran monstruo naranja hizo un chasquido y su compañero cambio de hoja. - ¡Conseguir zapatos de Zick!

-¡Oh! – Todos los monstruos comenzaron a murmurar y a sorprenderse.

- ¡Pero Bombo, Zick es muy listo, siempre te termina atrapando y recuperando los zapatos.

- Es por eso que tener que trabajar como un equipo, necesitamos una estrategia. ¿Qué se les ocurre?

De pronto, la puerta de la entrada se abrió de golpe, escuchando lo que parecía una discusión que comenzaba a acercarse a la entrada de la sala. Rápidamente los monstruos intentaron esconder todo, pero se detuvieron en seco cuando los chicos entraron en la habitación, sin prestarle la mínima atención a la reunión complotista que se estaba llevando a cabo segundos antes.

-¡Ya te dije que no así que no discutas!

- ¿Por qué tienes que ser tan necio?

- ¡Yo no soy necio soy racional!

- ¿Racional? ¿Te parece racional ir a buscar a esa cosa tú solo?

- No voy a ir solo, Teddy va a acompañarme.

- ¡Es lo mismo o peor que estar solo! ¡No confío en él!

- Sí pero el tiene poderes para ayudarme…

- ¡Oh, oh! – Dijeron los monstruos en voz baja.

- ¡Golpe bajo! – Murmuró Clark antes de que los bursties desaparecieran, su instinto de sobrevivencia se los advirtió.

- ¡Perfecto, al menos ahora todo queda claro! Él sí puede ir contigo porque sí es útil.

- ¿Qué? ¡Eso no fue lo que yo quise decir y lo sabes!

- Finalmente comienzo a comprender, con razón nunca dices nada cuando el me llama estorbo ¡Tú piensas igual!

- ¿Cómo puedes cambiar el sentido de lo que digo en menos de un minuto? ¡Yo no dije eso y tampoco lo pienso!

- ¡Nunca lo haz dicho, pero es lo que demuestras! ¡Tú le das la razón! – Elena se volteo y le dio la espalda a su amigo.

- Yo jamás te vería cómo un estorbo Elena, nunca te he visto ni te veré así, pero no sabemos nada de esa creatura y ni siquiera podrías verla, y yo… jamás me perdonaría si te pasará algo Elena.

- ¡Pues yo tampoco sí algo te pasará a ti! ¿Crees que soy una insensible o algo así? ¡No puedo dejarte solo con ese tipo y ese monstruo! ¡No se tú pero creo que somos un equipo y no puedo dejarte!

- Creo que tienes razón, somos un equipo… gracias Elena, y por cierto… yo no creo que seas un estorbo, si no más bien la mente maestra del equipo – El pequeño domador se sonrojo y miro hacía un lado tratando de disimularlo.

-Gracias… pero, si me abrazas te mato.

- Lo sé.

- ¿Entonces puedo ir contigo?

- ¡De acuerdo, pero vamos bajo mis condiciones de seguridad…! – Zick no termino de hablar cuando su amiga ya se lo había llevado a rastras de la emoción.

- ¡Ja, y la chica todavía dice no tener ningún poder!- Se burló Ben.

- ¡Exacto! ¡Eso es lo que necesitamos… a la domadora de domadores! – Dijo el bombo con admiración.