Hola a todos. Aquí vengo con otro escrito, espero que sea de su agrado3

Entre padre e hijo

—¿Hijo, podrías…?
—Aguarda, dame unos segundos.

Diez minutos después.

—Shikadai.
—Espera, papá. Es un juego online, no puedo poner pausa.
Mendokusai.

Y así pasaron otros diez minutos más.

Shikamaru abrió los ojos dirigiendo su vista a la adorada personita sentada a su lado, al verlo tan concentrado en lo suyo optó por volver a cerrarlos. Suspiró con resignación mientras se acomodaba en su lugar. No podía creer que los niños de hoy en día perdieran el tiempo con algo como eso. No era para nada productivo. ¡Cómo cambian los tiempos! Pensar que en su época esos aparatos no existían ni en los más remotos sueños.

Seamos honestos, él nunca fue un chico muy activo en su juventud, para nada, pero por lo menos tenían juegos como el shogi o el go, que estimulaban el desarrollo de la mente; y eso en tiempos de guerra era muy importante.

Shikadai tampoco era un tonto. Algo que heredó de su padre, aparte de lo físico, era la inteligencia genuina de un Nara, por esa misma razón no podía creer que se dejara influenciar por un juego que, aparentemente, carecía de sentido alguno.

—Listo. Ahora sí.

Shikamaru sintió movimientos en el pasto. Abrió sus ojos nuevamente y miró a su hijo recostado a su lado. Shikadai tenía una sonrisa de triunfo en su rostro, sonrisa heredada de su madre por supuesto, seguramente había ganado o sumado varios puntos en su juego.

—Por fin.

—No me culpes. Boruto puede ser bastante fastidioso cuando se lo propone—colocó sus manos atrás de la cabeza y se movió un poco hasta que encontró una cómoda posición—Bien, ¿ahora qué hacemos? —preguntó mirando al cielo.

—Nada —su padre contestó con simpleza.
—¿Nada? —repitió mirándolo de reojo— Y luego te enojas cuando mamá te llama vago.

Shikamaru chasqueó la lengua, sintiéndose ligeramente ofendido.

—No es eso, solo disfruta de la tranquilidad. Mira las nubes, déjate llevar por ellas.

Dejarse llevar por ellas… ¿A dónde exactamente?

—Qué fastidio.
—Haré de cuenta que no oí eso —Shikadai sonrió divertido por el comentario de su padre.

Ya, en serio, ¿qué tenían de interesante las nubes?

Volvió su vista arriba. Estaba bastante soleado, se podía ver una gran extensión del cielo azul, acompañado de varias nubes esponjosas que sobrevolaban… ¿Dónde estaba lo fascinante en eso?

Quedaron en silencio por unos minutos.

No era la primera vez que veía su padre acostado en el patio trasero de la casa observando el cielo, tranquilo, relajado, con una expresión de satisfacción en su rostro. De pequeño solía acompañarlo, se sentaba en su regazo y miraban las nubes pasar, incluso su madre también participaba de eso. Era una especie de tiempo en familia que compartían los tres, pero que con el transcurso de los años esas ocasiones fueron disminuyendo. Shikamaru se convirtió en la mano derecha y consejero del nuevo Hokage, Uzumaki Naruto, eso significó más responsabilidades para él y más trabajo del cual ocuparse. Entonces Shikadai lo entendió.

—Papá.
—¿Sí?
—No sé por qué te gusta tanto ver las nubes —comenzó diciendo Shikadai—Pero haré esto contigo hasta averiguarlo…
—¿Aunque sea problemático? —Shikamaru lo miró con una sonrisa.
—Aunque sea problemático —correspondió el gesto, poniéndose cómodo y observando las nubes volar sobre él.

Nunca está de más mencionar que este escrito lo publiqué en otro foro con mi otro nick LacrymosA. Gracias por leer 3