Disclaimer: The Walking Dead no me pertenece


El Gobernador disparó, y Merle sintió un leve dolor en el lugar dónde se había estrellado la bala.

Pero lo había previsto, ni en un millón de años suplicaría por su vida, jamás.

—Estúpido —dijo el hombre del parche, lo tiró al suelo y luego salió de aquel lugar.

Merle trató de incorporarse en vano, sujetándose la herida, preguntándose cuánto tiempo estaría vivo. De seguro su hermano estaba buscándolo lo conocía demasiado bien, y sospechaba que Michonne (sí es que ambos se habrían encontrado ya) le habría contado todo.

Daryl...

Había sido tan duro con él, y este solo quería un buen hermano. Aunque Daryl fingía que no, Merle sabía que su hermano no aguantaba mas en esa casa.

Tampoco podía culparlo; tenía una madre fumadora, un padre maltratador y luego estaba él... un hermano despreocupado y drogadicto. Daryl tampoco tenía ningún amigo (su hermano mayor se había echo cargo de eso), al ser hermano de Merle Dixon nadie quería juntarse con él, llegaban a pensar que podría ser un salvaje.

Daryl lloraba toda las noches, ya sea por estar solo, por los golpes o simplemente por llorar. Aún así Merle acosaba a su hermano, tratando de moldearlo desde pequeño, a su imagen y semejanza.

Pero no había podido, su hermano menor era demasiado puro. Por mas golpes que su padre o él le daban, el seguía manteniendo un aspecto de ternura e inocencia, que Merle nunca pudo quitarle, ni él ni nadie.

—¿Qué harás ahora hermano? —tosió, escupiendo sangre— Su... Supongo que cuidarás de la bebé esa. Y defenderás a todos en la prisión.

Al pensar en la prisión, el hombre recordó la relación de estos con su hermano. Daryl se sentía protegido, dispuesto a ayudar en el grupo, como si fueran amigos de toda la vida. En cambio Merle pensaba solo en atacar ese campamento y sacarle todo lo que tenían.

Reparó un instante en lo que estaba pensando, un dolor que no tenía nada que ver con la bala empezó a recorrerlo: Su hermano estaba bien sin él, y le dolía aceptarlo. Su hermano ya no lo necesitaba para nada. Fue por eso que se separó de él en el bosque, y comenzó a caminar hacia la prisión, su refugio, su hogar.

—Lo siento tanto, Daryl —susurró a la nada, y rompió a llorar de una forma extraña; respiraba a arcadas y se balanceaba, dejando caer unas gruesas lágrimas, parecía que no hubiese llorando nunca— Nunca pude darte lo que tanto quisiste, soy una mierda.

Sintió una fuerte punzada, por lo que su cuerpo se movió ligeramente. Empezó a sentirse frío... ya era hora

—Espero... Espero que ellos puedan darte lo que yo no pude —sollozó y escupió sangre— Nunca pude decírtelo Daryl, pero te quiero. De verdad te quiero. Sé feliz y... —tosió— Cuídate, que no te muerdan, muere viejo en una cama rara y fea como la que tenía mamá, pero no aquí, no como yo.

Empezó a faltarle el aire, y supo que era hora... Quizás, quizás estaría mejor "allá arriba". Tal vez se encontraría con los demás muertos, su padre, su madre (allí podría saltar cuentas) Amy, la hermana de Andrea, que era la única que había entablado una conversación decente con él en el campamento, alguno que otro "amigo" que había tenido... No lo sabía.

—Adiós —susurró, y con un último suspiro, Merle murió.


¡Volví genteee! *un lector la golpea con el teclado*

Bueno esto se me ocurrió cuando ví morir a Merle, no es que me caía taaaaan bien pero, no sé... estaba escuchando música copada en el auto(?)

Creo que algunas cosas quedaron algo cursis pero...¡Vamos! Apuesto que hasta alguien como Merle puede llegar a pensar así de su hermano xD

Nos leemos, Adiós!