El Embajador
Capítulo I
En los últimos años la paranoia de esposo había incrementado, alimentada por su estúpido consejo de bigotudos. Ino podría no saber mucho de política, pero estaba segura de que todas las medidas de "seguridad" que la Arena había implementado en los últimos meses eran ridículas. Y esta última además era injusta.
"Gaara, por favor, reconsidera esto " le rogó sentándose sobre su regazo "No es justo para Takeo… ni para mi"
Había una época en la que Ino podía utilizar sus encantos femeninos y el pelirrojo concedía todo lo que le pedía. Pero ya habían pasado cinco años desde su casamiento y Gaara se había vuelto inmune.
"Lo siento, amor" dijo acariciando el cabello de su esposa. La atrajo hacía él para encontrar sus labios. Ino le correspondió dulcemente. Ella era hermosa, inteligente, y tenia un gran corazón por lo que le dolía mucho tener que hacerle esto. "Prometo que encontraré una manera de compensarte."
Ino lloró suavemente acurrucada en su pecho. Esta nueva prohibición significaba decir adiós a todos los que amaba por tiempo indefinido, quizás hasta para siempre.
..
"Mami, ¡quiero ver a mi abuelito!" lloró su pequeño de cuatro años. Ese día se cumplían cinco semanas desde que el Consejo de Suna había pasado el decreto de que cualquier tipo de comunicación o contacto con Konoha sería considerada un acto de traición contra la aldea. Decreto del cual ni la esposa ni el hijo del Kazakage se eximían.
"Takeo, ya sabes lo que papi dijo…" mas no pudo continuar porque su hijo la interrumpió.
" ¡Papá es muy malo y su ley es estúpida! ¡Quiero ver a mi abuelito, y a tío Shika y comer con tío Choji!
"No hables así de tu padre, sabes que te quiere mucho y nunca haría algo para lastimarte. Él sólo quiere lo mejor para nosotros y para Suna. Ahora ve a arreglarte, te llevaré al parque". El pequeño pelirrojo sonrió y salió corriendo, le encantaba cuando ella lo llevaba a jugar. Ino soltó el suspiro que estuvo conteniendo. Su hijo tenía razón, la prohibición era estúpida, pero no quería que Takeo creará una mala imagen de su padre.
Tampoco era fácil para ella, su vida entera había sido Konoha. Incluso después de haberse mudado a Suna visitaba su aldea natal una vez al mes. Extrañaba a Inoichi sobre todo, Ino era la típica hija de papi y no poder verlo o escribirle la estaba matando. Y ni hablar de sus mejores amigos, Choji y Shikamaru eran prácticamente sus hermanos.
Shikamaru… ¿Cómo estaría tomándose todo esto? El Nara no era muy expresivo, pero Ino sabía que sus sentimientos por cierta rubia eran genuinos y que estar alejado de ella se le haría muy difícil. Aunque, probablemente, se alegraba de no tener que lidiar el problemático viaje a Suna. Por el otro lado Temari estaba furiosa, ya no le dirigía la palabra a Gaara y hacía todo lo posible para molestar al consejo. Ella y Shikamaru tenían planeado haberse casado la semana pasada, pero bueno… la prohibición.
Esta no era la primera vez que Suna arruinaba algún aspecto de su vida. Comenzando con su casamiento: ella y Gaara habían sido novios por seis cortos meses cuando el consejo decidió que por el bien de las aldeas su relación se formalizara. En ese entonces, Ino estaba locamente enamorada de su novio y una boda parecía lo más lógico. En la actualidad, aun amaba y respetaba su esposo pero a veces arrepentía haber apurado las cosas. El consejo también había decidido que la pareja produjese su primer hijo durante el primer año de matrimonio y que Ino abandonase su trabajo como kunoichi para dedicarse a Takeo. A todo esto había aceptado sin quejas. Amaba a su esposo y a su hijo y poder dedicar todo su tiempo a ellos le fascinaba. Además que podía dedicar su tiempo libre a ser voluntaria en el hospital y aplicar sus conocimientos de medininja. Pero esta última decisión era ridícula. El único argumento en la que había sido basada fue en un estúpido mensaje anónimo que había sido enviado desde Konoha amenazando al Kazekage de muerte. Había sido verdaderamente estúpido, Gaara recibía amenazas constantemente. La única diferencia esta vez fue que el mensaje indicaba su proveniencia.
Sin embargo, Ino no se había cruzado de brazos. Una semana atrás le había rogado a Gaara por que designara a un mensajero entre la dos villas. Ella argumentó que las aldeas se necesitaban económicamente y políticamente, y que un mensajero podría traer noticias de Konoha y que podría supervisar cualquier actividad sospechosa que se desarrollara contra Suna. Gaara no pareció muy opuesto a la idea, e incluso admitió que un mensajero ayudaría a minimizar tensiones creadas por la prohibición y que también podría supervisar los exportes e importes de recursos entre las villas. Pero, por supuesto, debía discutirlo con el consejo. Ino había sugerido a Shikamaru y a su padre. La verdad lo que más le importaba era ver a su familia o tener alguna manera de poder comunicarse con ellos. Le rogaba a Kami que el consejo aceptara.
…
"Hasta mañana Takeo" susurró Ino a su somnoliento hijo y besó su frente con dulzura.
"Te quiero mami" sonrió el pequeñín antes de cerrar sus ojos.
"Yo también te quiero, mi amor" correspondió antes de salir de la habitación.
Gaara la estaba esperando en el pasillo. Ino ya estaba acostumbrada a que su esposo no dedicara mucho tiempo a su hijo. Ella entendía que el no había tenido un padre ejemplar, y que le resultaba difícil comportarse como uno con Takeo. Mas aun así Ino deseaba que al menos lo intentara.
"Traigo buenas noticias" anunció mientras caminaban a su habitación. "El consejo ha aprobado mi propuesta. Hemos designado a un embajador."
Ino se volvió hacia su esposo, su rostro brillando de alegría. ¡Lo había conseguido! "¡Gaara esto es increíble! ¡Gracias! "colgándose de su cuello lo besó en la boca, estaba de tan buen humor. Sin embargo este no le duraría mucho más. "¿Será mi papá o Shika o Cho?"
El Kage negó con la cabeza "Decidimos que podría causar conflictos asignar a alguien que tuviese cualquier tipo de relación con mi familia, no sería imparcial."
"Está bien" concedió la rubia con algo de pesadez. Al menos sería alguien de Konoha, ¿qué tan malo podría ser?
"Hemos escogido a Hyuuga Neji".
Ino soltó un quejido. Ella odiaba al Hyuuga.
