Disclaimer: Los personajes de Supernatural & Pretty Little Liars no me pertenecen
Una llamada Desconocida
El sol se asomaba por mi ventana impidiendo que mis ojos se pudieran abrir por completo. En el momento en el que logre adaptarme a la luz baje a desayunar, como siempre, la casa estaba vacía así que aproveche para subir mi desayuno a mi habitación, nadie me retaría por aquello. Me tomo más tiempo de lo común elegir mi atuendo, no sabía porque pero no me agradaba nada de mi guardarropas.
Con un cupcakes en mi mano izquierda y mi mano derecha desordenando toda mi ropa perfectamente acomodada encontré una blusa de la cual ya me había olvidado completamente, me la había regalado Ali para mi cumpleaños. ¿Me preguntaba si me seguía entrando?.
Me coloque en frente del espejo y me la probé. Me quedaba fantástico, era justo lo que buscaba. Era de color coral y tenía unas palabras en castellano, era perfecta y podía combinarlo fácilmente así que tome una pollera simple y unas sandalias para que resaltara más mi nueva blusa. Escuche la bocina del auto de Emily, lo que me decía que era hora de ir a la escuela, baje lo más rápido posible las escaleras y tome mi bolso que se hallaba en el mismo lugar de siempre.
-Hola chicas- Salude al ver que Aria y Hanna se hallaban también en el auto.
-Wow Spencer, me encanta tu remera, ¿es nueva?- Preguntó Hanna tocando el material tan suave de la blusa
-Em si, me la regalo Ali, pero nunca la había usado.
_Es fantástica, no lo creen chicas- Dijo Hanna exagerando como siempre.
-Oh si- Dijo Emm dedicándome una sonrisa por el espejo del auto.
- Y a ti Aria, ¿no te gusta?- La voz de Hanna sonaba un poco preocupada.
-¿Qué? Ah, sí claro, me encanta- Dijo Aria sin ni siquiera voltearse.
-¿Te pasa algo?- Ahora la preocupada también era yo.
-No sé, me siento un poco mal, no creo que pueda entrar a clases hoy.
-Las dejo a las chicas en el instituto y luego te llevo a casa, ¿si? ¿Ay alguien que pueda cuidar de ti?
-No, pero voy a estar bien.
-Si va Meredith, no le abras- Bromee, a la cual todas rieron acepto ella. Parecía ser que se sentía peor de lo que parecía- Cualquier cosa llámanos- Continué antes de bajarnos del auto.
Con Hanna nos dirigimos a nuestra primera clase. Me pase todo el día intentando hacerle entender que ese "tema nuevo" que decía ella ya lo habíamos visto hace dos años atrás, cuando de pronto una llamada inesperada nos sorprendió, era de un número desconocido. Hacía mucho que A- nos había dejado de torturar, esperamos que sus vacaciones fueran eternas, pero no fue así, porque nuevamente logro que un frio invernal recorriera mi espalda haciéndome erizar los bellos de los brazos, pudiendo lograr esto con tan pocas y simples palabras.
-Aria está muerta.- Dijo la impotente voz y acto siguiente colgó.
Con una simple mirada, Hanna y yo entendimos lo que había que hacer y era buscar a Emily, no podíamos actuar individualmente, nunca resultaba; así que fue eso lo que hicimos pero ella no estaba en su clase y al parecer nunca estuvo.
Con Hanna hacíamos un buen equipo, ella llamaba a Aria mientras que yo a Emily, pero ninguna de las dos respondían. No teníamos como llegar a la casa de los Montgomery ya que fue Emm quien nos llevo al instituto.
-Chicas, ¿porque no están en clase?- Nuestras manos temblaban, pero dejaron de hacerlo cuando lo vimos. Sus ojos reflejaban que sabía que algo iba mal, ya sea por puro instinto o al vernos en ese estado tan soqueado.
-Pensamos que algo le ha pasado a Aria, necesitamos que nos lleves a su casa, ahora- Los ojos de Ezra se abrieron completamente y antes de que Hanna terminara de hablar él se estaba dirigiendo a la salida.
Llegamos más rápido de lo esperado, Ezra no nos pido explicaciones, confiaba en nosotras y la verdad es que nunca le habíamos dado razones para no hacerlo.
Saco una llave de su bolcillo y la introdujo en la cerradura, así como ella tenía las llaves de su departamento al parecer él también tenia de su casa.
- Aria, Aria, mi amor, ¿donde estas?- Nosotras lo seguimos, incapaces de hablar caminamos detrás suyo.
Subimos a su cuarto y ella estaba acostada con sus dedos entrelazados enzima de du panza, por un momento deseé que solo estuviera dormida, pero A- nunca mentía sobre estas cosas. Se encontraba tan pálida y sus labios no tenían el mismo brillo de siempre, ahora eran de un morado muy opaco.
-Aria, cariño, despierta, ¿te encuentras bien?- Pregunto su esperanzado novio, pero ella no respondía. Mis manos tomaron inconscientemente el celular y marcaron el número de emergencia, mis labios pidieron una ambulancia con una voz ajena a la mía. Hanna no dejaba de llorar, yo hubiera deseado hacerlo pero mis lágrimas no brotaban en mis ojos, a diferencia de ello la presión en mi pecho impedía mi respiración, por lo que tuve que acelerarla.
Ezra no dejaba de zangolotearla y una vez ya rendido coloco su dedo índice al costado de su cuello y volteo hacia la puerta donde nos encontrábamos y dijo entre sollozos.
-Está muerta.
