Hola chicos, quienes vayan a preguntarme por "Gemas cían y topacio azul" debo decirles que habrá una pequeña tardanza por razones de causa mayor (se jodieron muchas teclas de mi teclado y estoy escribiendo en el móvil) y bueno, quiero aclarar varias cosas sobre esta historia:
es KotoUmi
es únicamente un POV Umi (aunque nada me garantiza que en un futuro pueda aparecer un POV Kotori)
capítulos serán del tamaño de un drabble y son únicamente pensamientos/escritos/poemas de Umi a Kotori.
capítulos serán random, no tendrán una fecha exacta de publicación.
capítulos tampoco siguen una línea cronológica exacta pero si se verá un avance, ejemplo, este primer escrito es cuando Umi recién se entera de sus sentimientos por Kotori. Eventualmente verán el como se hacen novias etc.
Y sin más que decir: disfruten...
Cartas del observador a la musa
Primer escrito
Le seguía resultando gracioso al observador el efecto de la musa sobre sí, porque antes de desempeñar su papel, era de esos mortales que caminaban a su lado mientras que la musa apenas estaba por recibir aquel título.
Aunque no lo aparente, por su callado semblante y acatador carácter, el observador es una persona curiosa, la cual siempre, cuál infante en busca de respuestas, busca en sus momentos de soledad y tranquilidad en donde su mano se mueve por hojas de papel trazando miles de escritos con tinta de pensamientos robados por su musa. Y hoy como otras tantas veces, no puede evitar volver a las preguntas.
¿Cuándo fue que todo cambió? ¿Cómo fue que cambió? ¿Ha sido Eros el responsable?
Si la respuesta a esto último era afirmativa, entonces se explicaría porque Chronos hacía cada momento con ella tan efímero y cada momento sin ella eternos; transformando los segundos en décadas a la ansia de solo cinco minutos de espera. Los dioses nunca eran piadosos con los mortales, en especial de aquellos que les observaban y admiraban en silencio, es por esta razón que Chronos lo disfrutaba.
Si Eros era el completo responsable, gustaría de preguntarle cuando fue que decidió sería una buena idea volverle el único ser capaz de notar el brillo en orbes ambarinos, de notar cada cambio de emoción y expresión en rostro un millar de veces más bello que Narciso cuando no es capaz de notar los suyos propios. Es gracioso que llanas y simples palabras pasaron a ser el complemento perfecto para el hipnotizante canto y la sonrisa capaz de enterrar los vesagios de Afrodita.
Ella más que bella, era hermosa. Rompió todo límite para que su alma escritora pudiera describirle, y la razón era demasiado simple:
La belleza no hace feliz a la persona que la posee, sino a quién puede amarla y adorarla. Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
