De regreso a la Tierra
Summary: "Sin alejar sus ojos de los contrarios, le hablo con una frialdad que hiela el corazón -Ve con tu amo y dile; los muertos regresan a la vida-"
Capítulo 1.- Golpe de suerte
Rahzar observó a su presa complacido, un último ataque y acabaría con la vida de aquella tortuga, estaba tan cerca de hacerlo, los que estaban a sus lados veían a la ejecución con los nervios a flor de piel.
-Opino que los hagamos sopa- sugirió FishFace mientras sometía a la tortuga roja bajo uno de sus mecánicos pies causando más y más presión.
-¡Piénselo de nuevo seguidores de cuarta!- gritó una voz que hizo al mundo detenerse, todos vieron en dirección a un alto edificio donde dos sombras se veían.
Una de las sombras era terriblemente familiar para todos.
-¿Quién te crees para darnos órdenes?- retó el canino sin dejar de someter al quelonio morado.
La sombra saltó del techo y aterrizó frente a todos revelado su identidad. Los hermanos le miraron con shock y los enemigos con asombro.
-Soy lo que quedó de un ángel- dijo Mikey antes de avanzar de un salto y golpear en el hocico a Rahzar.
-¡Ataquen!- ordenó Tiger Claw a los robo-pies. Mientras seguía asegurando al de azul.
-¡Mikey!- gritaron los hermanos preocupados.
La tortuga sonrió de lado y fue destruyendo cada robot que se le viniera encima, no había chistes, no había burlas, solo golpes letales que quitó a cada enemigo de su camino.
-Veamos qué haces con esto- dijo el pez lanzándose contra Mikey.
El joven no se movió hasta que el mutante estuvo lo suficientemente cerca, una vez a su alcance comenzó a pelear como sus maestras en Bellum le enseñaron, los nuevos movimientos sacaron de concentración al oponente.
-Ríndete- dijo Mikey dando un para atrás.
-Ni en tus sueños tortuga- respondió Xever sacando sus armas y lanzándose de nuevo al ataque.
-Tú lo pediste- susurró Mikey mientras su mirada se tornaba blanca y un gruñido se extendía en su cuerpo.
Lo que pasó a continuación les pareció cámara lenta a todos los presentes, antes de que el pez tocara siquiera al quelonio naranja este último ya tenían una mano fuertemente cerrada sobre la muñeca del mayor. El sonido de los huesos al quebrarse se hizo presente mientras un grito de dolor llenó el ambiente.
El joven sometió al pez poniéndolo de rodillas mientras ejercía más presión. La mirada de Mikey no reflejaba ningún sentimiento, no había dicha pero tampoco arrepentimiento.
-Maldita tortuga- gruñó Rahzar atacándolo por la espalda.
Antes de que los hermanos libres pudieran advertirle, el cuerpo del doble-mutado fue lanzando con brutalidad a una pared cercana haciéndola pedazos. Fue audible el sonido de más huesos rotos.
-Gracias grandote- dijo Mikey con una sonrisa al ver a su mejor amigo y a la pequeña minina a su lado.
-No hay de que mi amigo- dijo Leatherhead.
Mikey redirigió su mirada a Xever, quien parecía más bien desmayado, y le soltó la muñeca dejando que se desplomara como un peso muerto. Pasándolo de largo se dirigió con el tigre que sostenía a Leonardo.
-Suéltalo Tiger Claw- ordenó Mikey con firmeza.
El felino soltó al cachorro azul mientras observaba esos fríos ojos.
-Me imagino que atravesaste tantos mundos como yo joven tortuga- dijo el tigre yendo por sus compañeros caídos.
-Puedo imaginar que sí- respondió Mikey mientras se acercaba a Tiger Claw- tengo un mensaje para Shredder.-
El mayor le miró con fiereza, el menor con determinación.
Mikey, sin alejar sus ojos de los contrarios, le habló con una frialdad que hiela el corazón.
-Ve con tu amo y dile; los muertos regresan a la vida- dijo el menor mientras se alejaba de su enemigo para volver con Leatherhead, quien atendía al Clan Hamato.
-Tus hermano tuvieron un golpe de suerte, no dejes que esos cachorros vuelvan a salir sin la preparación adecuada a menos que los quieras muertos- "aconsejó" el adulto.
-Con o sin golpe de suerte, ellos saben sobrevivir- dijo Mikey.
-Un cuerpo sin corazón no sobrevive- Tiger Claw se burló con voz grave antes de retirarse.
-Estoy bien Leatherhead ya déjame- se quejó Donnie intentando ir y abrazar a su hermano.
-Mikey no puedo crees que seas tú- dijo Rafael.
-Hermanito te creímos muerto- dijo Leo abrazando a Mikey.
El menor se quedó quieto, como una estatua, los otros dos hermanos se agregaron al abrazo, no sabía que responder, las memorias de tres años viajando entre dimensiones, entre guerras, entre sangre, le hicieron olvidar algunas cosas, no reconocía ese nudo en el corazón, no reconocía el calor que le envolvía, su mente trabajaba al máximo para saber qué hacer y fue entonces que su instinto hizo lo que tenía que hacer…
Los apartó.
-¿Mikey?- preguntaron los tres en confundidos.
-Solo… no me toquen, no soy quien ustedes recuerdan- dijo mirando a otro lado, la luz del nuevo amanecer se le hizo tan bella.
-Debemos irnos, no podemos quedarnos- dijo Leo.
Y eso le traje de regreso a su realidad, en la Tierra era un monstruo, no podía ir a donde quería. Miro a Leatherhead y ambos siguieron al trio de hermanos y a los dos humanos que no había dicho nada desde que despertaron, quizá era por el shock o porque no tenían nada que decir. Mikey observó una vez más el sol antes de regresar a la oscuridad de la alcantarilla.
Notas de la Autora: ¡SALUDOS! Wow hace tanto que no escribo por acá, desde hace como un año si recuerdo bien, en fin, les quiero decir que este es el último fic de la trilogía de Aquello que se esconde. Espero que les guste y como siempre: ¡Nos leeremos pronto y no olviden los comentarios!
