#25 del reto de los 50 Shikainos.
Alagos
Se cagaba en la puta madre.
Aunque le gustaban los besos en el cuello, detestaba que se hubiese demorado tanto en vestirse para él que ni siquiera lo notara. Bufó, ella no movería ni un dedo hasta que él le dijera algo por como se veía.
Shikamaru le besaba los labios y acarició con lentitud su espalda haciendola dejar de pensar para corresponder apacionada, olvidando todo.
-- Te vez preciosa.--
Ella sonrió encantada: ¡ya era hora que lo dijera!.
Fin
