Después de un largo viaje, abrió la puerta de la TARDIS y ahí estaba ella. ¿ Cuánto hacía que no se habían visto desde aquel famoso día en la bahía del Lobo Malo? ¿ Meses, años? Ya no recordaba el tiempo pero si recordaba cada segundo de aquel momento y no lo había olvidado. La miró de nuevo y le sonrió y ella le miró a el y también le sonrió.

- ¡Rose, mi querida Rose! ¡Cuanto tiempo!

- Si Doctor, pero mira aquí estás de nuevo.

- De paso nada mas pero dime ¿que tal la vida en Noruega?

- Bueno no tan animada como en Londres pero de vez en cuando tenemos nuestras batallas. También nuestros daleks y cybermen.

- ¡Bien! Me alegro por ti.

- ¿Y tu? Cuenta, tendrás mucho de que hablarme, ¿no? ¿ Cuando me dejaste, no sabes lo mal que lo pasé, no te lo puedes ni imaginar sobretodo cuando pudiste haberme llevado contigo.

- Rose, no podía, dijo el Doctor con cara seria.

- ¿Porqué?

- Porque no podía, hacerlo era separarte para siempre de tu familia y eso no lo iba a permitir.

- ¿Me preguntaste lo que opinaba? No, no lo hiciste y eso me dolió mucho.

- Ayyy Rose, ven aquí, acércate. Rose se acercó a el y el la abrazó. Y así estuvieron durante minutos que se hicieron eternos. Tenía poco tiempo para estar con ella, pero ese tiempo lo aprovecharía al máximo hasta el último segundo que las leyes del universo le permitirían. Y sus dos corazones de señor del tiempo empezaron a latir rápidamente. Era feliz, y sobretodo estaba con ella, con Rose. El resto poco le importaba.

- Ahora dime la verdad ¿ Me has echado de menos?

- Todos los días

- ¿Si?

- Si, cada segundo de mi vida, he estado pensando en ti pero quitando este momento como ahora en el cual podemos vernos de nuevo tu vida transcurre en un mundo y la mía en otro y así para siempre. Lo siento Rose, no lo puedo cambiar.

- Pero eres un señor del tiempo, eres el Doctor. Puedes cambiar muchas cosas, de hecho las has cambiado, te he visto hacer cosas increíbles. Y, ¿ahora no puedes? ¿Porqué?

- Porque no puedo, seré un señor del tiempo pero no lo puedo hacer todo. Perdóname Rose

- ¿Y porqué vienes a verme entonces si no es para decirme de irme contigo?

- Porque este día junto a ti es lo que mas anhelo durante el resto del tiempo. Y prefiero un día contigo a ninguno. ¿Lo entiendes?

- Si dijo Rose pero el Doctor la conocía muy bien como para saber que ese si era un no.

la cogió de la mano y la llevó a la TARDIS

- ¿Quieres entrar?

- ¿Puedo?

- ¡Claro! Te aviso la he cambiado un poco, no sé si te gustará.

Rose entro dentro de la TARDIS

- ¡ Cada día eres más punk, eso me gusta!

- ¡Ya ves, el Doctor Punk ! ¿Vamos a dar una vuelta?

- ¡Si!

- ¿Te acuerdas de como pilotarla?

- Algo

- ¡Pues adelante!

Rose se puso a accionar los mandos de la TARDIS que con su habitual ruido que le caracterizaba tanto se alejó de la bahía del lobo malo. No sabía cuanto tiempo tenía pero ahora mismo era feliz porque volvía a compartir por un instante su vida con el.