1Testimonios DE UN AMOR FRUSTRADO.
Testimonio I: Iga Ogen:
Cuanto tiempo ha pasado ya de aquello…,¿cuántos días se han sucedido desde que aquel acontecimiento tubo lugar?, no quiero contarlos, pero desgraciadamente cada día que ha pasado ha sido anotado en aquel triste sauce a orillas del río, al que he ido desde entonces para llorar mis penas. Tantas veces como he odiado tus recuerdos los he amado y recogido en lo más profundo de mi memoria y mi corazón, tan sólo para mi y lo que queda de mi felicidad, aquella que en los largos días de verano compartía con la única persona a la que he amado, y amaré…, Kouga Danjo.
Ah mi rival, mi amante, mi confidente, mi enemigo, mi asesino…, cada paso que doy está impregnado de tu esencia, una marca imborrable, imperceptible para todos aquellos que jamás supieron de nuestra relación, una herida, a veces, que supura en las noches de lluvia, una carga, otras, en las noches de invierno, y la vitalidad inquebrantable que me acompaña todos los días. Oteo en el horizonte el futuro que se acerca incierto, como una huella amenazadora que indica un mal presagio para mi familia, la que he cuidado desde que fui nombrada líder…, a veces cuando me permito a escondidas ser egoísta, desearía que no existiera y que las barreras que me atan y me separan de ti se hagan nulas, y así escapar de esta claustrofóbica soledad y perderme en tus ojos dorados, hasta que el ocaso caiga y sentirme querida envuelta entre tus brazos, implorar al tiempo que se detenga en el momento en que tus labios decidan posarse sobre los míos, y dejar que mi alma se funda con la tuya en una felicidad jamás experimentada…
Es esto lo que nos fue negado, los momentos íntimos en que tanto tú como yo podríamos disfrutar de la placidez de la mutua compañía, y ahora que los años me han dado plena consciencia de lo estúpida que fui y el tiempo que he malgastado lamentándome, ahora que el pelo se tornó finas hebras de plata, y que las arrugas surcan mi rostro por doquier, aquí en esta habitación de elegantes paredes arremeten las culpas contra lo que queda de este maltrecho cuerpo. Clama el corazón por volver a latir en presencia de la mitad que falta de él.
Me pregunto si desearía volver atrás en el tiempo para poder cambiar lo sucedido, no pelear contra ti y quedarme envuelta en tus brazos sin importar las consecuencias…, sacrifiqué mucho, demasiado, para que todo haya sido en vano, y la ingratitud de aquellos que apostaron con nuestras vidas haya quebrado cualquier dignidad por mi parte, lamento continuamente los segundos de vida que se escapan sin que tu mano aferre la mía en el duro transcurrir de la vejez, añoro los momentos en que nuestra timidez y cortesía no nos dejaban permanecer lo suficientemente cerca el uno del otro como para tocar la piel contraria.
Aquella trampa que nos tendieron nos marcó a ambos hasta el punto de separarnos por largo tiempo…y no nos ha puesto en contacto hasta el compromiso de unos nietos, llamados como tal pero que no descienden de nosotros, pero eso no basta para borrar la ausencia de tantos años, para compensar las palabras que jamás fueron dichas.
¿Importa ahora morir? Ya no encuentro un motivo en esta vida que no sea el de volver a estar contigo de nuevo, no importa como ni cuando…, pero llegará el día en que pueda posar la cabeza en tu pecho y sentir los acelerados latidos de tu corazón, tu boca curvada en una sonrisa irresistible que derrita todas las barreras de frialdad que rodean mi persona, y entonces podré susurrarte al oído que te amo y que jamás he dejado de quererte, aún cuando nuestros clanes se mantuvieron en guerra, te amé, cuando la desesperanza anidó en mi corazón te amé, cuando la luz llegó a la empuñadura secreta te seguí amando…, y cada ápice de mí lo ha hecho desde entonces y lo hará por siempre, y esperaré el momento en que la muerte extienda sus alas sobre mí y ambos marchemos hacia un lugar en el que la paz perdure y no haya más despedidas, y entonces estaremos juntos y todo lo malo desaparecerá y no habrá lugar para el dolor, porque estarás tú conmigo para erradicarlo, porque Kouga Danjo, te amo y la vida no es más que el camino que mi alma ha tomado para estar contigo para siempre.
