Hola, soy nueva en este fandom y en esto de subir fanfics, espero que les guste esta historia, que no es mía xD, bueno, fue escrita por mi amigo Kiba Inuzumaki, yo solo ayude dándole ideas y corrigiendo errores, sin más, esperamos que les guste.
Advertencia: contiene spoiler de la película, si no la has visto te invito a que la veas antes de leer esto, esta historia también contendrá incesto, si no te gusta favor de no leer.
Era una noche un tanto atareada para el pequeño chico, Hiro Hamada, apenas y podía alcanzar la repisa más alta donde su hermano mayor guardaba las herramientas de trabajo, el pequeño pero muy inteligente Hiro estaba creando un nuevo proyecto con el cual llevar a cabo su plan de vencer a todo aquel que se le enfrentara en las ligas nacionales de luchas de robots, al parecer el chico no era tan listo después de todo, ya que, estas luchas eran ilegales en la ciudad de San Fransokyo, pero esto no detendría al menor, ni siquiera cualquier cosa en el mundo o al menos es lo que el pequeño pensaba.
— ¡Demonios! ¿Cuál será motivo por el cual Tadashi deja las herramientas tan alto? — se preguntaba a sí mismo, bastante molesto mientras trataba de alzar su mano lo más alto posible para alcanzar aquellas herramientas de su hermano.
— C-creo que ya casi... ¡Ah! — cuando por fin creyó que alcanzaría a tomar la caja de herramientas este callo del montón de libros que tenía encimados para poder alcanzar la caja, pero para su suerte su hermano llego a tiempo y lo atrapo.
— ¿Eh?... no me doli… —
— Eso estuvo cerca... — dijo el mayor viendo a Hiro directo a los ojos mientras aun lo cargaba.
— T-tadashi... — dijo sin más mientras sus mejillas se teñían de un color rojizo — ¿Q-que? ¿Que estas asiendo aquí, que no se supone que estabas en la escuela? — Preguntaba el chico aun con las mejillas completamente sonrojadas por el acto del mayor.
— Resulta que hoy termine temprano así que decidí regresar a casa — dijo Tadashi sin apartar la vista de su hermano menor.
— Ya suéltame... — dijo el pequeño para zafarse de el agarre de su hermano y ponerse de pie frente a él.
—Bueno, bueno… podrías decirme... —
— ¿Qué cosa? —pregunto mientras cruzaba los brazos y hacia un pequeño puchero.
— ¿Que estabas tratando de alcanzar, y que haces en mi lado de la habitación? — decía Tadashi con un tono un tanto serio.
— Y-yo estaba buscando las herramientas... — le decía apartando la vista.
— ¿A si, y porque no usaste las tuyas? — pregunto el mayor sonriéndole al pequeño.
— Esas herramientas ya no sirven... y no me gustan porque son muy rusticas... — decía aun evitando contacto visual con su hermano.
— Era eso, en ese caso te las pres… espera… — se detuvo un poco a pensar — ¿Acaso estas en peleas robóticas de nuevo? — habló con un tono aun tanto molesto, las palabras de Tadashi fueron muy directas y frías por el tono de voz que utilizo para usarlas, Hiro había sido descubierto, y su hermano no parecía nada contento, al contrario, se veía bastante enfadado, ya que al mayos no le agrada en lo absoluto que el participe en dichas peleas, lo cual lo ponía en situaciones muy difíciles y de vez en cuando muy malas.
— Respóndeme Hiro… ¿Estas en las peleas de robots de nuevo?... — preguntó nuevamente al más bajo de los dos.
— ¿Eh?, Tadashi sabes muy bien que ya no me interesan esas peleas, es solo que hoy quería trabajar en algo nuevo por eso necesitaba tus herramientas... — Mintió, no quería más problemas con su hermano, sabría que mentir traería aún más problemas más adelante, pero aun así lo hizo.
— Esta bien Hiro, confiare en ti — dijo Tadashi acariciando el cabello de su pequeño hermano lo cual provocó que este se sonrojara un poco.
— ¡O-oye! Ya no soy un niñito pequeño... —
— Para mí siempre serás mi pequeño hermano... — decía Tadashi algo serio y abrazándolo con fuerza.
— ¡T-tadashi m-me aplastas! —
Después de una larga noche de abrazos y muestras de cariño rechazadas por parte de Hiro, este se dirigió a los callejones de las zonas bajas de San Fransokyo, ahí era el lugar de encuentro donde todos los peleadores competirían por el gran premio.
— ¡Bien, es hora! — decía el chico bajando por la escalera rápida y cuidadosamente.
Cuando Hiro llego la zona como era de esperarse nadie lo tomo en cuenta por lo cual este se ponía de mal humor, pero así como era una desventaja el chico la utilizaba para hacerlo una ventaja.
— ¡¿Todos están listos para el duelo mortal?! — decía la chica anunciando el gran comienzo pero antes de que todo comenzara el pequeño dijo:
— ¡E-esperen!... y-yo también quisiera competir... — dijo Hiro encorvado y apenado.
Como era de esperarse la gran multitud de personas se burlaron de él y al parecer no querían dejarlo competir, pero este no se rendiría tan fácilmente.
— ¿Tú crees que puedes contra nosotros pequeño? — le decían mientras se reían a carcajadas.
— Debes pagar para poder entrar enano... — decía la chica observando detenidamente al pelinegro.
— T-tengo mi propio dinero, lo suficiente para pagarles — contestaba Hiro mostrando el manojo de billetes.
— ¡Oh! en ese caso, adelante — dijo con un tono burlón aquel el hombre contra el que Hiro estaba a unos segundos de competir.
Después de una larga serie de batallas perdidas velozmente, el menor no dejaba de tratar de intentarlo, lo cual le convenía aún más a aquel hombre ya que por supuesto era más ganancia para él.
— Bien chiquillo creo que se te termino — dijo el hombre poniéndose de pie y esbozando una sonrisa de victoria.
— ¡E-espere! aún me queda algo de dinero — decía el chico mostrando el ultimo montón de billetes que saco de su bolsillo.
— Si eso quieres… — dijo el hombre para preparar nuevamente a su robot.
Hiro tomo su control, movió algunos botones y luego… — Acabalo... — dijo el pequeño sonriendo maliciosamente.
Después su robot comenzó a dar una serie de ataques para que dé un momento a otro el robot de aquel hombre terminara hecho pedazos, el pequeño Hiro se levantó después de haber salido victorioso y tomo de vuelta todo su dinero junto con el de aquel hombre, ya que cada revancha era volver a agregar más dinero al premio y con ello llevarse el premio mayor, pero no se esperaba que su premio le saliera tan caro, ya que aquel hombre no se dejaría engañar y estafar tan fácil.
— Bueno creo que mejor me voy... — decía el pelinegro caminando a la salida.
— Espera un momento mocoso, ¡¿Quién te crees que eres para tratar de estafarme de esta manera?! — decía el hombre muy molesto.
— Y-yo no engañe a nadie… —
— Muchachos... —
Cuando el hombre dio una especie de señal un grupo de hombres rodearon a Hiro lo cual lo metería en un gran lio ya que aquel hombre tenía un arma.
— Bien muchachito, devuélveme ese dinero ahora —
Y antes de que pasara algo más una motocicleta a toda velocidad casi arrollando a aquel hombre, apareció de la nada con ello salvando al pequeño.
— ¡Hiro, sube! — exclamó Tadashi apresurado.
— ¡Tadashi! — dijo Hiro para saltar a la motocicleta de su hermano.
Seguido de eso el mayor comenzó a conducir a toda velocidad en búsqueda de un camino sin obstáculos para poder escapar, mientras que Hiro comenzaba a contar las ganancias, Tadashi lo reprendía rápidamente mientras conducía fuera de ese lugar.
— ¡¿Estas bien?! — preguntaba Tadashi mientras seguía conduciendo.
— Si, gracias Tadashi — decía Hiro mientras contaba el dinero
— ¡¿Porque hiciste algo tan tonto?! ¡Tú sabes muy bien que las peleas robóticas son ilegales! — Tadashi regañaba y a la vez golpeaba a Hiro levemente.
— Las peleas robóticas no son ilegales, apostar en ellas lo es, ¡pero también es lucrativo! — decía Hiro mostrándole los billetes a su hermano después de que toda la persecución acabara llegaron a casa y su tía los esperaba con una buena explicación para las altas horas de la noche en las que se encontraban fuera los dos de su casa.
— Si la tía Cass se entera de que estamos fuera... —
— La tía Cass no se enterara de nada Tadashi, despreocúpate —
—… — Tadashi ya no respondió nada más y se quedó en silencio para seguir conduciendo.
Llegaron y ambos se quitaron los cascos, luego empezaron a caminar hacia la entrada de la cafetería rogando que la tía Cass no esté ahí lista para regañarlos.
— Creo que no se dio cuenta... — dijo Hiro entrando silenciosamente por la puerta.
— Cállate o nos escuchara… — decía Tadashi caminando aún más rápido de un momento a otro las luces de la cafetería se encendieron y con ello la tía Cass dijo:
— ¡Bien! ¡¿Se puede saber en dónde y que estaban haciendo los dos a las 3:45 a.m. fuera de casa?! — decía la mujer en un tono bastante molesto.
— B-bueno veras tía yo y Tadashi fuimos a dar un paseo y b-bueno creo que se nos fue el tiempo… — mentía Hiro
—… — El mayor no dijo nada pero observaba a su hermano con una mirada asesina.
— Chicos… miren yo sé que a veces la vida aquí puede ser un tanto… umm, aburrida, pero eso no les da el derecho de salir y hacer lo que quieran... — decía la mujer ya un poco más tranquila.
— Si tía... — hablaron los dos hermanos al mismo tiempo.
— Chicos prométanme que no lo volverán a hacer... —
— Esta bien tía... — dijeron los chicos aliviados.
— Ahora a su habitación, y ya no más paseos nocturnos sin autorización — decía su tía mientras observaba a los chicos subir a la habitación, cuando los chicos terminaron de subir a su habitacion Hiro trato de hablar con Tadashi, pero este al parecer no quería escucharle lo cual le preocupo un tanto a Hiro, por lo que decidió ser persistente en querer formar una conversación para antes de dormir.
— Tadashi, escucha perdón si quieres nos repartimos 30% y 70% de las ganancias... — decía Hiro sonriéndole a su hermano.
—... — Nuevamente el mayor no dijo ni una sola palabra, simplemente se recostó en su cama sin decir nada en lo absoluto.
— Está bien, ¿40% y 60%? — decía el chico ya preocupándose un poco
Por más que el menor le quisiera hacer hablar, Tadashi no soltaba ni una sola palabra.
— ¿Tadashi? —
El mayor después de un corto tiempo cerro las puertas corredizas que dividían la parte de su cuarto y la de Hiro, sin dirigirle ni la más mínima palabra y sin mucho menos darle alguna típica muestra de afecto apago su lámpara y se fue a dormir sin más, dejando a Hiro con las palabras en la boca y un tanto sorprendido y preocupado, Hiro jamás había sentido tanto miedo en todo el tiempo que ha vivido por esa misma razón es que ya no hizo más él también fue a dormir.
Gracias por leer, esperamos sus reviews ¡No leemos en el prox. capitulo!
