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- Hablan -
"Sueños"
~ pensamientos ~
*Flash Backs*
"- Fragmentos de recuerdos"
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1 Capítulo
Pasiflora
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Murmullos.
Sasuke andaba por los pasillos de la escuela ignorando a todos a su alrededor, principalmente al rubio a su lado.
Murmullos.
- ¿De verdad?
- Sí es ella.
- Wow es hermosa.
Una mujer que aparentaba 20 años andaba por los pasillos, su cabello le llegaba a los hombros, balanceándose mientras se movía, caminaba con una sonrisa suave en los labios, respondiendo a los saludos de los alumnos.
Murmullos.
- ¿Pero que hace aquí?
- Creo que fue desheredada.
Los dos se cruzaron ignorando una la presencia del otro, yendo por caminos opuestos. La campana sonó señalando el inicio de las clases.
- Oe teme es ella- dijo Naruto mirando de reojo a la mujer que acababa de pasar por ellos.
- Hn, como digas dobe - dijo sin dar importancia a lo que dijo su amigo, hoy no estaba de buen humor. Normalmente no lo estaba. El rubio hizo un puchero irritado.
- No me estas oyendo ¿verdad?- acuso Naruto
- Hn - realmente no había oído lo que él dijo.
Entró al aula ignorando los gritos furiosos de su escandaloso amigo que entraba tras él. Una pelirosa se acercó para abrazar al azabache que desvió olímpicamente. Sakura abrazo el aire, ella estaba acostumbrada pero un día lo conseguiría.
Algunas chicas pensaron en acercarse a él pero Sakura envió una mirada de advertencia con una aura muy amenazante prebendo las intenciones de ellas, el pelinegro suspiró, siempre era lo mismo se sentó en su pupitre y se puso los auriculares tratado de ignorar a todos. Iruka-sensei entró para dar inicio a su clase.
Dos clases pasaron rápidamente en un parpadeo ya era hora del intervalo. Los estudiantes se levantaron saliendo rápidamente de la clase. Sakura y Naruto se acercaron.
- Sasuke-kun vamos, hice un obento para nosotros- Sasuke hizo un mueca, la pelirosa no era una experta en culinaria por así decirlo. Naruto la miró asustado.
- No harás que la comamos ¿verdad Sakura-chan?- preguntó asustado. Como la velocidad de la luz un puñetazo voló en dirección a la cabeza del rubio - Ouch Sakura-chan eso dolió - dijo sobándose donde recibió el golpe.
- Cállate Naruto, de cualquier forma no es para ti - dijo irritada la pelirosa. Salieron de aula, Sasuke imagino que ella le obligaría a comer su bento, salio en dirección opuesta a ellos.
Murmullos, de los demás llegaban a sus oídos.
- ¿Realmente fue desheredada?
- Ella es la nueva en el instituto.
Se puso otra vez los auriculares, había escapado de Naruto, Sakura y de todas sus locas fangirls, por un momento de paz. Encontró una maquina expendedora que vendía jugo de tomate y paró inmediatamente frente a la maquina expendedora buscando dinero en los bolsillos.
Nada.
Miro fijamente la cajita de jugo como si de alguna forma milagrosa pudiera sacarla. Suspiró rendido poniéndose las manos en los bolsillos.
~Necesito un empleo~ pensó él siguiendo su camino, sin saber que un par de ojos perlas veían la escena divertida.
Salió al patio sentándose en el suelo bajo la ventana de la escuela, nadie venia en ese lugar, el viento mecía los arboles de cerezo y el pasto ahora cubierto por las hojas rosas, el cielo tenía leves tonos morados, el paisaje era relajante.
Desde el cielo, los pétalos de las flores de cerezo danzan y caen gentilmente.
He ido a verlos cientos de veces.
Su estómago rugió, suspiro una vez más, quizás hubiera sido mejor haberse quedado con Naruto, hizo una mueca.
No, prefería no comer hoy que tener que comer lo que preparó Sakura. La música seguía sonando en sus auriculares, no estaban en el máximo volumen, pero se escuchaba muy bien por el silencio del local.
Volvamos a hablar de nuestros sueños otra vez algún día, en este lugar donde la luz brilla
Repentinamente apareció una mano con una caja de jugo de tomate, abrió los ojos como platos, quizás estaba alucinando por el hambre, inclinó su cabeza hacia atrás encontrándose con una mujer al otro lado de la ventana que le sonreía amablemente.
Bajo los árboles de cerezo te confiaré la continuación de mi sueño a ti.
Entrecerró los ojos, desconfiado.
- No lo quiero - dijo el pelinegro. Su estomago rugió contradiciéndolo, él siguió con expresión seria, pero por dentro estaba un poco avergonzado. Ella solo siguió sonriendo.
Su sonrisa era hermosa.
A tu sonrisa que es como el sol
Envuelta en una luz brillante.
La ojiperla puso la caja de jugo en la ventana y alzo la mano donde en ella cayo una flor del árbol de cerezo, su pelo se movía al compás de viento, viendo el paisaje sin dejar de sonreír.
La eternidad seguirá adelante
y los pétalos en flor de cerezo caerán.
- Es un buen lugar para estar en paz - dijo pensando que el moreno no la escuchaba por los auriculares.
Pero la música se puso en segundo plano al oír su melódica voz.
Ella se retiró dejando la caja de jugo en la ventana. Después de unos segundos, Sasuke salió de su estupor, se levantó y agarró la caja examinándola. Miró desde afuera a los pasillos viendo ahora apenas la espalda de la mujer a lo lejos. Sonrió de lado tomando un sorbo de su jugo favorito, volvió su cabeza a los árboles, si realmente era un buen lugar para estar en paz.
No olvidaré la belleza que se libera cuando caen, no la olvidaré.
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El cuarto periodo terminaba el Uchiha aún escuchaba música era una forma que encontró eficaz para ignorar a los demás, observaba su cajita de jugo vacía en el pupitre. Los estudiantes hablaban sin parar esperando a la profesora Anko, pero no fue ella que entro al aula.
Las conversas cesaron inmediatamente. Una ojiperla, cargando libros en un brazo y su bolso en el otro, entró. Sus bajos tacones eran el único ruido en la clase, resonando por todo el aula. Su piel era como porcelana y sus labios eran rojizos naturales. No llevaba maquillaje alguno en el rostro pero no lo necesitaba, era de una belleza natural incomparable a cualquier cosa que él haya visto jamas.
Sasuke abrió los ojos desmesuradamente al reconocerla, inmediatamente escondió la cajita de jugo de tomate de su mesa. Naruto sentado a su lado noto su sorpresa y frunció el ceño, el rubio le sacó un auricular de su oreja, el Uchiha siquiera lo miró.
- ¿De verdad no me escuchaste no? - preguntó aunque eso era algo obvio - Ella es la nueva maestra - dijo el rubio.
Sasuke se sorprendió aún más.
La ojiluna ya había puesto sus libros y su bolso sobre la mesa, miró a todos sus ahora nuevos estudiantes, les dedicó una sonrisa brillante que conquisto más de uno.
- Es un placer conocerlos. Soy su nueva maestra Hinata Hyuga. Espero que nos llevemos bien - se presentó la mayor.
Sus ojos se encontraron con los del Uchiha por unos instantes, ella lo reconoció de inmediato. Sonrió al ver la cajita de jugo de tomate que el estudiante pareció querer esconder pero sin mucho éxito. Sasuke notó que lo había descubierto, fingió no importase pero su casi imperceptible sonrojo lo delato, él no desvió la mirada. Fue ella que rompió el contacto volteándose al pizarón.
Unos ojos jades habían notado el breve intercambio de miradas y el débil rubor que el Uchiha tenía, lo había observado por mucho tiempo, años en realidad, conocía cada expresión de él, pero no esa que él ponía ahora.
~¿Que demonios... ~ pensaba Sakura, apretó sus puños levemente.
La peliazul escribía su cronograma de clases en el pizarón, terminó de escribir y sacudió levemente sus manos sacando el polvo de la tiza, se volvió a los estudiantes otra vez
- Como muchos saben Anko-sensei tuvo su licencia adelantada, estaré con ustedes hasta la graduación. Así que me gustaría conocerlos un poco primero.
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Hinata tomaba una taza de café en la sala de los profesores después de clases, miró el reloj, aun tenia 40 minutos, Kakashi-sensei se acercó, tenía aproximadamente 31 años, tenía el pelo plateado y ojos negros, llevaba una máscara que deja a Hinata curiosa de saber si tenía unos labios muy carnosos, o quizás dientes muy grandes, o quizás una boca muy chiquita. Pero temía parecer maleducada al preguntar entonces se quedaría con la curiosidad.
- ¿Como ha sido tu primer día aquí en Konoha High ? ¿Te han gustado los estudiantes? - preguntó el peliplata. Ella asintió sonriendo contenta
- Realmente tenias razón, son bastante animados, principalmente ese chico rubio sentado al fondo, no recuerdo su nombre - murmuró entrecerrando los ojos pensativa.
- Oh Uzumaki Naruto, ¿verdad ?
- Sí, ese chico es bastante enérgico, me sorprendió al ver que quería ser el próximo director del Konoha High, parece bastante determinado - ella sonreía al recordar el chico con ojos determinados y una brillante sonrisa, la sonrisa de Hinata se desvaneció - Pero ese chico a su lado... etto... - trató de recordar su nombre.
- Oh te refieres a Uchiha Sasuke, sí, la verdad que tampoco sé como llegaron a ser amigos. Pero el Uchiha tiene un caso particular- el peliplata hizo una pausa - Sus padres y su hermano mayor murieron - ella jadeó, había visto la soledad en sus ojos y el aura que parecía pedir a gritos un poco de paz, ahora sabia el porque, en parte él era como ella.
Ella ahora comprendía el porque se veía tan solitario, ella mejor que nadie entendía eso.
Su celular sonó, en la bolsa, lo cogió al tercer toque.
- Hinata-sensei te necesitamos estamos teniendo un problema.- Hinata se preocupó.
- Que sucede Temari ?
- Es Tenten - Hinata abrió los ojos como platos. Dejó la taza de café en la mesa.
-Iré de inmediato - colgó y se volteó despidiéndose del Hatake que la miró preocupado.
- ¿Sucedió algo ?
- Tengo que irme, una amiga se accidentó en el trabajo - dijo apresurada dejando la sala de los profesores. Corrió a su auto desesperada, esperaba que no fuera nada grave, no soportaría más ninguna tragedia. Los tacones sonaban fuertes golpeando el suelo, en sus ojos lágrimas se acumulaban pero se negaba a llorar. Debía tranquilizarse y así lo hizo. Entró en su auto y dio partida en dirección al "Bar y Café Byakugan".
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Tardó 30 minutos en llegar a local, entró abriendo la puerta de un golpe y se dirigió apresurada hacia Juugo.
- ¿Donde están Temari y Tenten ? - Juugo recibía la dirección del hospital, hablando con Temari al teléfono. Se volteó al ver a ojiperla preocupada.
- Te llevo, acompañame te explico en el camino - dijo Juugo colgando el teléfono.
Juugo Hikimaru, tenia 25 años tenia una apariencia algo intimidante por su tamaño, pero su personalidad era lo extremo opuesto. Tenía el pelo pintado de color naranja y un tatuaje tribal en el hombro derecho aunque era escondido por el uniforme. Una camisa social blanca, con un moño rojo y un chaleco negro con pantalón y zapatos sociales, un típico mesero podría decirse. Salieron afuera y entraron en el auto del pelinaranja.
- Se cayo de la escalera, Temari la encontró inconsciente en el suelo al entrar, la ambulancia se la llevo - Hinata sentía la preocupación salir en forma de lágrimas que cayeron sobre sus manos en el regazo. Juugo concentraba su mirada en busca del hospital, le puso una mano en el hombro en modo de confortarla - Se cayo del 5° escalón no fue una caída alta pero nos preocupamos por encontrarla desmayada - inhaló - Estará bien, sabes como es ella - él sonrió de forma pacifica.
Hinata sonrió entre las lágrimas sabía muy bien como ella era, fuerte era su segundo nombre.
Llegaron al hospital y encontraron a Temari hablando con un doctor, rápidamente acercaron.
- Gracias doctor - Temari agradeció aliviada, él sólo sonrió y se dedicó a salir. Ella se volteó a los recién llegados.
- ¿Cómo esta ella, Temari ?- dijo aprehensiva la pelizul. Ella sonrió de forma tranquilizante.
- Es mejor que ella te lo diga, tiene algo importante que decirte.- dijo la rubia de ojos verdes.
Temari no Sabuko, tiene 37 años y es una mujer que emite un aura de fuerza y auto-confianza exuberante. Es una mujer rubia que siempre lleva sus pelo atado en cuatro coletas, su cuerpo era el de una modelo y dejaba a chicas de 17 muy por abajo de su belleza.
Hinata jadeó y sonrió esperanzada, suspiró aliviada.
- ¿Ella está despierta? - preguntó la ojiperla. La mayor asintió - Entremos entonces.
Abrieron la puerta viendo a una morena de pelo castaño acostada en la cama del hospital, que tenia una sonrisa tímida en sus labios. Hinata se acercó velozmente abrazándola, Juugo y Temari entraban tras ella.
- ¿Estas bien Tenten ? - la castaña correspondió el abrazo sobando el cabello de la peliazul mientras la Hyuga escondía el rostro en su hombro.
- Estoy perfectamente bien, pero hay algo que tengo que decirles chicos - dijo la castaña.
Hinata se soltó del abrazo y la miró otra vez preocupada.
- ¿Que sucede, Tenten?
- Bueno parece que tuve un mareo de embarazo mientras estaba en las escalares, por eso pise en falso y me caí - Juugo e Hinata abrieron los ojos como platos, Temari había tenido esa misma reacción minutos antes.
- ¿Estas embarazada?- preguntó sorprendida la Hyuga, después cayo en cuenta - Oh Por Dios, ¿el bebé esta bien?- Tenten asintió con su típica sonrisa. La sonrisa que le calentaba el corazón a Hinata, la ojiperla volvió a abrazarla - ¿Cuanto tiempo de embarazada?
- Casi un mes, pero solamente esta semana empezaron los síntomas de embarazo por eso no me di cuenta.
Hinata le dio su cálida sonrisa.
- Enhorabuena Tenten - felicitó ella apretando mas el abrazo.
- Enhorabuena Tenten - Dijo después sonriendo suavemente el pelinaranja, atrás de ellas.
- Gracias chicos.- Hinata deshizo en abrazo y puso una expresión era seria.
- Estás de vacaciones a partir de mañana Tenten, sé que aún no tienes ni un mes de embarazo pero no quiero arriesgar a que estés en otra situación como está. Además te lo mereces, no acepto un no como respuesta. Acuérdate que soy tu jefa- declaró la peliazul. La mandada hizo un puchero.
- Pero tendrás que buscar a alguien para encargarse de mi lugar.
- No te preocupes por eso, tú solo disfruta tus vacaciones junto a tu bebé y a tu esposo.
- Arigato Hinata.
Ellas se sonrieron.
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Sasuke jugaba con la cajita vacía de jugo de tomate en sus manos, por alguna razón no quería tirarla.
Era común mujeres mayores ofrecerse a pasar una noche con él, y tuvo un numero de profesoras que querían enseñarle más que la materia escolar, aunque fueran muy hermosas el Uchiha jamás acepto acostarse con una mujer que volvería a ver casi todo los días.
No sabia como la nueva profesora supo su sabor favorito, imaginaba que fuera una fangirl del tipo acosadora, pero cuando entró en la sala apenas se digno a reconocerlo y después de notar la cajita vacía que él escondía solo sonrió como le sonrió a los demás estudiantes. Tampoco lo buscó para hablarle sobre eso al terminar la clase simplemente se despidió de todos y se dirigió a la sala de los profesores.
Por increíble que fuera no parecía haber tenido segundas intenciones con él. Pero no iba a sacar conclusiones aun. No se podían confiar en las mujeres no importaba su edad, solo confió en una y ella estaba enterrada 7 palmos bajo tierra.
Miró otra vez a la cajita melancólico. Admitía para si mismo que ella tenia una muy hermosa sonrisa. Pero sólo lo admitiría para sus adentros.
Se levantó del sillón, dejando a la caja sobre la mesita de la sala frente al televisor.
Tenía un redacción sobre si mismo para hacer, una forma que la nueva profesora encontró para conocerlos y avaliar su escrita al mismo tiempo.
Nunca le dijo a nadie, excepto a su hermano, que le gustaba escribir, principalmente poemas, sonrió amargamente, pensando que su padre jamás le hubiera gustado escuchar que su hijo pasaba horas escribiendo y leyendo poemas o cualquier tipo de historia que no fuera sobre estudios.
Le gustaba como lineas escritas por desconocidos podrían describir como él se sentía, de formas que él no lograba hablar en voz alta. Pasaba horas escribiendo apenas como hobby poniendo sus ideas en un papel. Pero dejó eso después del incidente. Dejó de hacer todo lo que le gustaba después de eso, había dejado la escuela por un tiempo también, pero Naruto pudo convencerlo a volver. Jamás se rendía en hacerlo, por su inteligencia no fue problema convencer a los profesores de dejarlo volver tomo pruebas para seguir sin repetir un año escolar. Naruto lo había entendido, él había perdido a su familia una edad temprana, por eso sabia que sus palabras jamás eran vacías, no eran algo que se decía apenas para hacerlo sentir bien. Por eso eran amigos aunque de una manera extraña.
Sasuke terminó las pocas lineas sobre sus gustos y disgustos, no quería tener que escribir mucho en la tarea.
Tomó una ducha y fue a la heladera para buscar comida, encontró apenas unos tomates y una u otra cosa. Necesitaba un empleo urgente, no quería tener que pedir dinero a su tutor legal. Orochimaru era confiable en términos de que no robaría su herencia, él ya ganaba bastante bien para mantenerse, pero era espeluznante encontrarse con él, aunque no se aprovechará para robarlo, siempre intentaba acercarse demasiado o lanzaba insinuaciones sexuales asquerosas que Sasuke no pretendía hacer con ningún hombre, mucho menos con él. Por eso aguantaría un año más sin pedir dinero, hasta que el estado permitiera dejarlo manejar él mismo su dinero y así evitar encontrarse con esa serpiente.
En otras palabras necesitaría un trabajo mientras tanto.
[...]
Dos semanas pasaron volando Hinata aún no había encontrado un suplente para trabajar en el lugar de Tenten, la verdad que tampoco seria fácil. El Bar/Café Byakugan tenia un aceptación bastante peculiar y no cualquiera podía trabajar ahí.
Ahora mismo estaba en la escuela evaluando textos escritos por los estudiantes, amaba enseñar, fue contra todos los ideales de su proprio padre contrariando sus órdenes y llevaba 1 año dando clases para estudiantes de secundaria, cuando la oferta en Konoha le apareció no vaciló un segundo para pedir la vacante y lo logró exitosa.
Hinata paró en un texto que le llamo la atención, la escritura era buena, bastante buena a decir verdad, pero necesitaba algunas mejoras. Alzó las cejas al ver el autor del texto.
Uchiha Sasuke.
Lo recordaba, el chico pelinegro que siempre estaba con un aura distante hacia los demás excepto hacia la animada pelirosa y el enérgico rubio, era el mismo le que pareció un niño que no podía sacar su caramelo de un pote cuando no pudo comprar aquella cajita de jugo de tomate. Soltó una sonrisa al recordar, pero desvaneció su sonrisa suspirando. Parecía un niño perdido sin rumo, ella conocía esa sensación.
Síp, ella conocía esa soledad y vivió perdida sin dirección al igual que él.
Volvió a mirar la hoja con una elegante caligrafía. Recordó a alguien melancólicamente, el Uchiha le recordaba mucho a él. Quizás a igual que él podría encontrar un motivo para sonreír otra vez.
[...]
Otra clase con ella, faltaba 15 minutos para empezar la clase de literatura. Hasta ahora ella no lo trató diferente a los demás. La verdad que parecía ser bastante correcta y seguir las reglas como ninguna otra maestra.
Siempre venia con una sonrisa y tenia mucha paciencia a los estudiantes, jamás reprochó una pregunta idiota de Naruto como los otros maestros, al contrario le sonreía amablemente y contestaba como si no hubiera preguntado lo más obvio.
~ Y ese quería ser el director ~ pensó suspirando internamente.
Sasuke frunció el ceño casi había reído en la clase de ella.
*Flash Back*
Ronquido.
Naruto se había dormido en el pupitre y la saliva se le escapaba por el costado de la boca.
El ojo de Sakura se contrajo, enojada iba a pegarle para despertarlo pero Hinata-sensei la detuvo. Todos la miraron expectantes no parecía enojada con rubio durmiente.
- Prestame un bolígrafo Haruno-san- la aturdida Sakura asintió y le entrego uno de sus bolígrafos de color negro. Ella se puso al frente de Naruto agachándose y empezó a dibujarle la cara. Todos miraban con los ojos bien abiertos. Terminó de dibujarle, los estudiantes querían ver que le había hecho en el rostro, hasta Sasuke estaba curioso. Ella devolvió el bolígrafo a la ojijade y se dispuso a despertar al aun durmiente chico.
- Uzumaki-kun - él ni se inmuto, ella le toco el hombro.
- Uzumaki-kun - él gruño.
- hnn - gruño el rubio.
Todos querían que él se despertará para poder ver su rostro.
- Naruto-kun - dijo ella por fin, él fue abriendo los ojos lentamente encontrándose a la maestra acuclillada frente a su pupitre, se tiró hacia atrás sorprendido.
- Ahhh, Hinata-sensei no estaba durmiendo dattebayo !... yo ... solo - de repente risas estallaron junto a la suave risa de su maestra, que ahora se levantaba del suelo.
Él miró a todos los lados confundido, cuanto más giraba la cabeza más reían.
El motivo; la sensei había dibujado bigotes de gato en su cara.
Sakura reía mucho, pero por dentro también pensaba que no se le veían mal.
Ino casi lloraba de reír sosteniéndose el estomago.
Sasuke desvió la mirada hacia otro lado, tapando su boca con la mano, no dejando que nadie viera su sonrisa burlona que no pudo evitar.
La melódica risa de su maestra eran extremadamente agradables, no era chillona, o escandalosa era suave y deliciosa para cualquier uno que la oyera.
El rubio miraba a todos aun sin saber que pasaba, no era la primera vez que dormía en clase, ¿por que se reían tanto entonces?
Sakura le prestó un pequeño espejo aun riendo, él lo tomó llevándolo frente a su rostro lentamente. Abrió los ojos como platos viendo bigotes de gato en su rostro. Se llevó la mano tras la cabeza con las mejillas algo sonrojadas, riendo de forma tímida.
- Es tu castigo por dormir en mi clase Uzumaki-kun- ella hizo un puchero fingiendo indignación - Mooh, ¿tan aburrida son mis clases ? - preguntó fingiendo estar herida.
Él negó con la cabeza varias veces rápidamente, ella rió otra vez. Se dirigió a su mesa dispuesta a terminar de dar su clase mientras las risas iban cesando gradualmente.
- De cualquier forma te quedarás con esos bigotes hasta el final de todas las clases como un recordatorio. Chicos si se lo quita avísenme - dijo ella sonriendo.
- Haiii - todos contestaron y sonrieron animados.
- No me lo quitaré dattebayo! - las risas se oyeron otra vez.
Nadie imaginaba en ese momento que meses después él se haría ese mismo tatuaje en su rostro.
*Fin del flash back*
Cuando recordaba sus labios amenazaban en alzarse en una sonrisa.
Ella era diferente a los otros maestros y de verdad todos la respetaban. Dos semana y hasta un fanclub en la escuela se hizo para ella. No sabia si ella fingía no saber de su existencia, o simplemente no le importaba, o hasta ni siquiera sabia que existía. Pero realmente no importaba.
Pero algo le molestaba a Sasuke, por más que intentara no podía evitar dirigir miradas hacia la maestra mientras ella no lo veía.
Realmente tenia una belleza excepcional y el azabache tenia la impresión de que escondía un buen cuerpo tras esos trajes de profesora conservadora.
Sacudió la cabeza, no imaginaria como sería el cuerpo de su sensei, no, no lo haría. Se negaba a tener cualquier cosa sexual con alguien que tendría que ver hasta el final de la escuela, no arriesgaría a tener a sus maestras con esperanzas de tener más de una noche con él, por más hermosa que fuera, siempre se ponían irritantes. Principalmente las que tenía que ver todos los días. Jamás pasaba más de una noche para él pero no importaba cuanto se los dijera siempre lo perseguían sin dejarlo en paz.
La puerta se abrió. Las conversas cesaron y todos sonrieron al ver a su querida maestra entrar.
- Konbawa minna-san.
- Konbawa Hinata-sensei.
La hora pasaba rápido cuando ella aleccionaba. Al final de la clase ella entregó los textos de todos, pero no el de Sasuke. Él entrecerró los ojos todos estaban entretenidos con sus propias calificaciones para notar ese detalle. La campana sonó y todos salieron apresurados.
- Hey teme, vamos a acompañar a Sakura-chan a su casa hoy - dijo el rubio golpeándolo levemente en la espalda.
La mencionada se acercó con un rubor en las mejillas.
- Abrió una nueva tienda cerca de mi casa y quería ir a verla. ¿Que dices Sasuke-kun?
Iba a responder pero una voz lo interrumpió
- Uchiha-kun tengo algo que me gustaría discutir contigo - dijo la maestra aun sentada en la mesa en frente al aula. Sasuke entrecerró los ojos. La verdad había tardado para que le dijera esas palabras. Suspiró. Sabía que en el fondo era como las demás.
Sakura y Naruto miraron de uno al otro.
- Si quieren pueden quedarse y esperarlo chicos no tardara mucho - Sakura y Naruto imaginaban obscenidades, un rubor se instaló en los dos. Pero su maestra parecía demasiado angelical para hacer eso en ese lugar. Miraron a Sasuke, él al contrario de ellos creyó rara la declaración.
~ ¿Qué rayos pretendía? ~
- Vayan sin mí - declaró el Uchiha. La verdad no quería ir a la nueva tienda y de paso le daría la oportunidad a Naruto de quedarse solas con Sakura.
- Podemos esperarte Sasuke-kun- insistió la ojijade.
- Tengo que ir a otro lado después, no podré acompañarlos - la pelirosa bajo la vista y asintió derrotada, se despidieron y el moreno se acercó a la maestra que estaba concentrada leyendo, no se había dado cuenta de cuando se puso los lentes. Se le veían bien pero sin ellos se veía mejor. Sacudió la cabeza antes sus pensamientos.
Ella alzó la vista y le sonrió. Puso la hoja de su mano en la mesa arrastrándola en dirección al Uchiha. Él miró la hoja y luego abrió los ojos un poco más, la hoja era su texto.
- Creo que tienes un potencial Uchiha-kun. ¿Has pensado e participar del concurso de jóvenes escritores que se hará en la mitad del año?
Se sorprendió por el tema, no había esperado eso. Se encogió de hombros.
- No realmente - dijo sin expresión con las manos en los bolsillos.
Ella apoyo su mentón sobre sus manos, apoyando los codos sobre la mesa.
- De verdad me gusto tu texto, tienes cosas que mejorar pero puedo ayudarte con eso - lo dijo con las mejores intenciones.
Pero el Uchiha era terco.
~ Entonces es así que pretende hacerlo ~
- No estoy interesado Hyuga-sensei- dijo con el ceño fruncido;
Ella siguió sonriendo. Imaginaba que seria así, por un tiempo ella también había sido así.
- No te obligaré a hacerlo. Quiero que lo pienses, si cambias de idea avísame.
Su teléfono sonó.
- Discúlpame un segundo.
Ella atendió sin verificar quien era.
- Jefa te necesito - una voz de una mujer chillaba al otro lado Hinata abrió los ojos como platos y se golpeó mentalmente la cabeza por no verificar quien era - No sé que hacer, Temari no está y Suigestu tiene un cliente.
- Karin te he dicho que no me llames así - reprochó a la voz del otro lado, Hinata sonrió tímidamente hacia el Uchiha, se levantó y se dirigió a la ventana para tomar algo de distancia del moreno - Estoy con alguien cerca mio.
La voz del otro lado sonreía gatunamente.
- Finalmente estás con un hombre ya era hora de que te divirtieras - Hinata se sonrojó, el moreno alzo la ceja divertido, ella hablaba bajo pero el de verdad podía oírla aun.
- Es un estudiante Karin, no digas esas cosas - declaró la peliazul. El Uchiha no esperaba eso - Eso no pasará - dijo convicta la mayor. El Uchiha abrió los ojos como platos, realmente no esperaba eso. Ella suspiró recomponiéndose - ¿Es muy urgente?
- No realmente pero es complicado...
- Has algo para que vuelva a las 8 estaré hay para esa hora.
- Como digas Hinata-sensei.
Colgó y se volteó al Uchiha. Abrió los ojos sorprendida se había olvidado de él por un segundo.
El pelinegro lo notó y frunció el ceño.
En verdad no tenia ninguna intención con él.
Sí, realmente era diferente de todas las mujeres que él conoció.
- Gomen Uchiha-kun, bien... - tenia un rubor el las mejillas, que a él le pareció algo lindo - Como he dicho no te obligaré pero me encantaría si presentaras al concurso, te abrirá muchas puertas. Realmente creo que se puede sentir la emoción en lo que escribiste. Piénsalo bien.
- ¿Serás una de las avaliadores del concurso Hyuga-sensei? - ella negó con la cabeza
- Pero creo que tienes posibilidades de pasar el la primera etapa, si te inscribes. Los premios generalmente son buenos, deberías darle una oportunidad- Ella agarró su bolso y se dirigió a la salida dela sala- Sayonara Uchiha-kun.
Él no respondió ella salió dejándolo realmente aturdido por todo lo que había pasado.
Sonrió ladinamente hacía la puerta donde la ojiperla había salido, ella era realmente diferente.
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Aún seguía en la calle buscando trabajo en el periódico que compró en una tienda, mientras estaba sentado en un banco de la plaza. El moreno suspiró. Aunque fuera inteligente no había terminado aun el secundario entonces no tenia muchas opciones de empleo.
Desvió la vista del periódico hacia algo que le llamó la atención.
A lo lejos vio la silueta de su profesora. Estaba seguro de que era ella, hacia apenas dos horas la había visto en la escuela.
"Ella suspiró recomponiéndose.
- ¿Es muy urgente?
- No realmente pero es complicado...
- Has algo para que vuelva a las 8 estaré hay para esa hora.
- Como digas Hinata-sensei."
Entrecerró los ojos, su curiosidad le gano decidió seguirla, dejando al periódico olvidado en la banca. Ella parecía apresurada para llegar a donde fuera que se dirigía. La ojiperla entró en un bar en una esquina. Sasuke frunció el ceño, no era nada raro una maestra entrar en un bar. Pero la Hyuga no parecía el tipo de persona que correría apresurada para entrar en un bar.
Se veía que era un lugar pequeño, tenia un estilo rustico un cartel circular señalaba que el local se llamaba Byakugan. Analizaba el local por afuera, en la ventana había un cartel de busca empleado. Había hecho algo muy raro viniendo de él, al seguir a su maestra pero algo bueno salió, era justo lo que estaba buscando. Abrió la puerta y se encontró con un lugar más rustico aun en la parte de adentro. Tenia carteles y fotos por las paredes de madera, las mesas eran rojas con sofás que las rodeaban completamente, pegados a las paredes. En el balcón una rubia lustraba unos vasos, ella lo fitaba curiosa, él desvió la mirada apenas para seguir analizando el local en busca de su maestra.
En las mesas una pelirroja atendía una mujer, al fondo un trió reía felizmente, y cerca de ellos un mesero peliblanco charlaba con un hombre que parecía depresivo. Sasuke no encontró ninguna señal de su sensei.
Se acercó a la rubia de coletas en el balcón.
- Vengo por el trabajo - declaró. La rubia frunció el ceño.
- ¿No sabes que es este lugar no es así mocoso? - Sasuke también frunció el ceño al ser llamado de mocoso y tratado como si fuera tonto.
- Sé que es un bar, pero necesito el empleo, no vine a pedir para tomar todas las bebidas alcohólicas de este lugar, solo vine por trabajo - Ella deposito el vaso en la mesa y suspiró.
- Llamaré a mi Jefa. - dijo y saló entrando en una puerta al lado fondo dejándolo solo en el balcón.
Temari entró mientras su jefa terminaba de vestirse.
-Hinata-sensei hay un chico pidiendo el trabajo - la Hyuga jadeó sorprendida, no se había dado cuenta que la rubia había entrado, terminó de poner su moño rojo en su camisa social.
- ¿Justo ahora ? - miró el reloj en la pared de la habitación. - Esta bien tengo 20 minutos.
- Te aviso que él tiene un aura que parece gritar por ayuda por dentro, y tú quizás puedas ayudarlo.
Ella paró antes de abrir la puerta sosteniendo el picaporte. Se volteó hacia su amiga/empleada sonriendo.
- Siempre hago lo mejor que puedo en ayudarlos.
Con eso salió de la habitación junto a Temari.
Sasuke estaba sentando en las sillas del balcón esperando a la jefa de la rubia, seria fácil conseguir el empleo si fuera con una mujer que él hablará.
Aún buscaba a su maestra, estaba seguro de que la había visto entrar.
La puerta donde entro la rubia se abrió. La que lo atendió antes ahora salia acompañada de una mujer con figura curvilínea y aventajados senos marcados por la camisa social blanca y e un chaleco negro. Su falda lápiz gris marcaba sus caderas. Su pelo estaba atado en una cola de caballo alto dejando apenas dos mechones gruesos sueltos al lado de su rostro.
Los dos jadearon al reconocerse. Abriendo los ojos como platos.
- Uchiha-kun.
- Hyuga-sensei.
Sasuke la miraba de pies a cabeza, ¿esa era su maestra ?
La ojiperla se sonrojó un poco al sentir su mirada penetrante.
- ¿Que haces aquí ? - preguntó el moreno, como si él no la hubiera seguido y visto entrar al bar.
- ¿Se conocen ? ¿Es tu estudiante Hinata-sensei ? - preguntó la rubia intercalando su mirada entre uno y otro. Ella asintió - Lo siento no lo sabia.
La ojiperla le sonrió.
- Tranquila todo esta bien - dijo ella saliendo de aturdimiento ahora recuperando su profesionalismo -Trabajo aquí Uchiha-kun - confesó la ojiperla.
- ¿En un bar ? ¿No trabajas de maestra ?- preguntó sarcástico alzando una ceja. Ella suspiró se volteó empezando preparar una alguna bebida. El Uchiha se sintió ignorado, entrecerró los ojos y miró a la rubia que sólo se encogió de hombros.
La Hyuga terminó de preparar la bebida y se volteó hacia el menor, le puso el vaso frente a él. Él la miro interrogante.
- No ordene nada - dijo el pelinegro. Ella sólo le sonrió aún ofreciendo la bebida
- Aquí no damos lo que la persona ordena, servimos lo que necesita.
Él alzo una ceja, pero bebió el liquido.
Abrió los ojos desmesuradamente y miro al liquido del vaso de vidrio.
- Esto es ...
- Pasiflora - dijo ella tranquilamente.
Él sabÍa que era esa bebida, su madre le preparaba cuando quería animarlo, una hierba usada también como un calmante, y de hecho estaba teniendo bastante efecto en él, siempre tuvo efecto en él.
- Este no es un simple bar, la gente viene aquí con gritos de ayuda por dentro, buscando alguien que los salve. No puedes trabajar aquí tratando de resolver el problema de alguien, cuando no puedes siquiera salvarte a ti mismo.
Él entrecerró los ojos.
- ¿Que quieres decir ?
- Tú mejor que nadie sabe a lo que me refiero - declaró, no tenia ninguna sonrisa en su expresión - Créeme, no puedes enseñar algo, cuando no quieres aprender - miró a la rubia a su lado - Temari - dijo la ojiperla.
- Entendido - dijo la mayor y asintió en compresión.
La ojiperla salió dejando a Sasuke aturdido, él miró a su vaso otra vez.
Ella tenia razón él no se dejaba ayudar pero no quería ayuda y tampoco quería salvarse. Llevó la bebida otra vez a la boca realmente era lo que necesitaba algo de calma e su vida.
- Ven mañana a las 7 pm- dijo la Sabuko. Él la miró interrogante
- No me ha dado el trabajo, es más dijo que no podía trabajar aquí - dijo extrañado. Ella sólo sonrió.
- Me dijo la misma cosa a mí cuando vine a este bar. - el Uchiha alzó las cejas hacia su confesión - Las personas que van a los bares generalmente lo hacen para olvidar sus problemas, pero aquí los tratamos de encontrar una solución a sus problemas, nosotros solo los guiamos, son ellos que se ayudan a si mismos al final. Te pareces a la Hinata que pocos conocieron - El no podía imaginar eso - No te dejes engañar por esa sonrisa, fue escrita con mucha tristeza, para ser la hermosa sonrisa que tiene hoy. Si quieres trabajar aquí tendrás que dejarte ayudar, ella te enseñara a sonreír de verdad. Pero tienes que querer aprender.
- No imagino como podría ella lograr enseñarme algo que se perdió a mucho. Por mejor maestra que sea.
Ella sonrió de lado.
- Todos los que trabajamos aquí tenemos problemas particulares. Yo vine a este bar para olvidar mis problemas con una botella de whisky, pero no fue eso lo que me dio, me dio brandy choco amargo con un marshamello dentro - Sasuke sonrió ladinamente mientras ella soltaba una risa al recordar ese momento - cuando le pregunte el porque y me dijo que no necesitaba llorar en ese momento sino sonreír, yo le pregunte que sabia una mocosa como ella, pero en verdad el chocolate me calentaba el corazón...
*Flash Back*
- Yo no se nada sobre que te tiene así, de la misma forma que no sabes sobre mí. Dime ¿quien es? ¿Un novio, un familiar quizás?- La peliazul la miraba seria.
Temari jadeó, le había dado en el clavo.
- ¿Que sucedió? Una muerte, discusiones, o está enfermo - puso los brazos cruzados sobre el balcón inclinándose en dirección a ella. La rubia apretó el vaso caliente en sus manos.
- Detente porque habría de decírtelo?- Dijo con ceño fruncido de piernas cruzadas sobre la silla. La ojiperla se encogió de hombros.
- Porque has venido aquí por ayuda. - Dijo mirándola fijamente la rubia abrió los ojos como platos
- Yo no...
- Si lo haces, viniste a pedir ayuda tratando de olvidar tus problemas, pero no necesitas alcohol que te haga olvidar para que mañana todo siga igual. Necesitas una solución verdad.
- ¿Y tú me la darás? - pregunto sarcástica
- No. Tú misma lo harás. Pero yo puedo guiarte y tú elegirás el camino - le dio la sonrisa más suave que la Sabuko había visto jamás. Y ella sintió que la ojiperla de verdad tenia todas las respuestas, tomo más un sorbo del chocolate aun caliente - Lo único que puedo hacer es mostrarte que no todo está perdido para ti.
- Tengo un hermanastro menor, vive junto a mi y mi hermano mayor. El era adorable siempre queriendo entender sobre los sentimientos y las cosas simples de la vida. Tiene tu edad ahora y... -se detuvo tragando saliva - y ha tratado de suicidarse, lo habría logrado si yo no lo hubiera encontrado - Temari empezó a llorar sobre el balcón - Lo encontré colgado por el cuello con una cuerda. Los doctores dijeron que unos minutos más tarde y habría muerto. No sé que hacer para que no termine con su vida.
- ¿No es todo verdad ?- Temari negó.
- Hoy perdí mi empleo uno que odiaba pero de verdad necesitaba y mi novio me ha dejado por una mujer más joven. Tengo casi 30 y aún no me casé - rio amargamente -mí hermano esta ahora en la habitación de un hospital sedado para no cometer otra locura, sin que yo pueda hacer nada para ayudarlo.- Sus lagrimas seguían cayendo.
- No puedes ayudar a alguien, si no puedes siquiera resolver tus proprios problemas.
Temari entreabrió los ojos.
- Si aceptas mi ayuda, trabaja aquí conmigo durante un mes de prueba. Yo te enseñare lo que significa una verdadera sonrisa. Uno no puede enseñar algo que no puede hacer ¿verdad? tienes que aprender sonreír para enseñarle a tu hermano menor a volver hacerlo también.- la ojiperla sonrió cálidamente.
*Fin del Flash Back*
- Es por eso que acá todo las llamamos Hinata-sensei ella ama enseñar y aquí ella enseña a solos a los que quieren aprender de verdad. Después de eso trabaje por un mes de pruebas y conocí a personas que tenían tantos o más problemas que yo y aun así sonreían de verdad. Hinata es una de esas personas. Estoy aquí hasta ahora y siento que aquí la gente me entiende - Declaro la ojiverde- Acompañame si pretendes trabajar aquí - Dijo la rubia volteándose - si así lo pretendes te mostrare como trabajamos aquí. Por cierto me llamo Temari no Sabuko.
El Uchiha la siguió, después de oír la historia de la su sensei se volvía cada vez más interesante. Sentía ganas de saber que era exactamente lo que paso la Hyuga.
Entraron a la puerta del fondo. Andaba por un pasillo.
- Tenemos unos casos particulares la mayoría Hinata-sensei los atiende. Vienen por recomendaciones de personas que pasaron por aquí - pararon frente a la puerta entre abierta de una habitación. Adentro se veía una mujer lloraba en el regazo de la Hyuga. La mujer estaba de rodillas en suelo mientras Hinata estaba sentada en el sofá rojo, le acariciaba el cabello tranquilizándola, en la mesa un vaso vació reposaba.
- Si de verdad quieres cambiar, no puedes dejar que tu pasado te afecte Kimiko-san. - dijo la ojiperla sin notarlos, Sasuke abrirá los ojos como platos hacia sus palabras, Hinata levanto la barbilla de la castaña, haciendo que está la mirara al rostro - Siempre habrá alguien que confié en ti aunque los demás no lo hagan, y puedes venir a mí cuando necesites, yo estaré aquí para ti.
- Arigato Hyuga-san, arigato - la ojiperla le seco las lagrimas y ella sonrió.
- Tu sonrisa es muy bella y trasmite el control que tienes sobre tus problemas, no te olvides de eso.
Ella asintió. La castaña salio sonriendo de la habitación ignorando a los dos que se encontraban ahora en el pasillo.
Su maestra era una mujer tan hermosa por dentro como por afuera, podía admitirse eso.
La mayor entró seguido de Sasuke, Hinata se levantaba del sofá, parándose y cruzando los brazos.
Sasuke no pudo dejar de notar que eso hacia que su pecho se levantara más. Sacó el pensamiento de la mente, se metió las manos en los bolsillos.
- Quiero el trabajo.
Ella sólo le dio una de sus hermosas sonrisas.
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