¡Hola! Hoy es domingo, lo que quiere decir que hay nuevo estreno. Hacía añales que no entraba a la categoría de Vocaloid, ha crecido tanto... -llora- (?)

Esta historia es Yaoi, advertidos están. Aparte, es un AU con la pareja LenxGumiya. ¿Que por qué?, porque Len seme es cool :) Me inspiré en mi canción favorita de todo Vocaloid: Magnet. Espero darle un poco de profundidad a todo esto, a ver cómo sale.

Una mención especial en este fic a Sternhimmel, que sé que le gusta el LenxGUMI tanto como a mí. Aunque tal vez no como para llegar al punto de cambiarle el género para homosexualizarla... Como yo :B

En fin, que empiece el show.

Ni Vocaloid ni todos sus idols-cantantes-moe me pertenecen.


En noches tan tranquilas como ésta, con excepción, tal vez, del excéntrico vecino que ponía música de todo tipo el mismo día, a la misma hora, le gustaba echarse muy a sus anchas en el piso enmaderado de la sala de estar para dejar fluir su mente. Quizás no sonaba como la cosa más entretenida del mundo, pero ya se había convertido en su costumbre personal desde que empezara la escuela media; era algo terapéutico para él, por así decirlo.

Además, se encontraba solo en la casa. Su hermana Rin había salido hace rato y sus compañeros de la uni parecían tener mejores planes un sábado por la noche, así que tampoco había mucho que hacer.

Una vez se hubiere acomodado como a él le gustaba, dejó que su cabeza hiciera el resto. Usualmente solía pensar en muchas cosas según las fuera percibiendo o recordando, recorriendo ávidamente toda la cartilla de posibilidades existentes. El problema con esto es que desde hace ya un buen tiempo no hacía más que pensar en una sola en concreto que nunca había sido capaz de abandonar su mente (ni mucho menos él de echarle de ahí) a pesar de haber transcurrido el tiempo. No le quedaba más que doblegarse sumisa e hipócritamente a esa maraña de recuerdos que tan caprichosamente iba y venía cuando le viniese en gana, quitándole noches de sueño y, en ocasiones, arrebatándole sus mejores días de vida.

Suspiró quedamente, mirando al techo mientras alzaba su brazo con lentitud, abriendo la palma de la mano. A veces le daba la impresión de poder atravesar el mismísimo cielo de esa manera.

―Allá en donde estés... ¿estarás bien?―preguntaba al ente imaginario del techo, sin despegar la mirada de él en ningún momento.

Luego de lo que sería un minuto de silencio y de respuestas que jamás llegarían, bajó el brazo, dejándolo caer muy descuidadamente en el suelo de madera sin realmente importarle ni el dolor ante el impacto ni el impacto en sí. Cerró los ojos. Estaba seguro de que no serían más allá de las diez, pero ya se sentía cansado. Su cuerpo se encontraba perfectamente y su mente también, pero no podía evitar sentir los ojos terriblemente pesados, como si le hubiese dado por llorar por un tiempo muy prolongado. Odiaba eso de él. Odiaba a Len Kagamine y su lloriqueo mental. Odiaba sus heridas emocionales de antaño.

Pero a pesar de todo, estaba tranquilo. Era un sentimiento bastante raro: una angustia serena y perezosa, cansada ya de lo mismo durante años. El tener que mirar hacia atrás ya le estaba resultando agotador y estúpido, y todo parecía indicar que no faltaría mucho para simplemente dejar al pasado como pasado y seguir adelante; borrón y cuenta nueva, le decían. El problema es que él todavía no estaba dispuesto a aceptar eso. Tenía miedo. ¿Qué debería hacer a partir de entonces? ¿Seguir su vida como la había dejado hace siete años, como si nada hubiera sucedido? ¿Fingir que nada había cambiado y seguir actuando como el muchacho mañoso y un poco huraño que era a los 14 años? ¿Qué?

El vecino finalmente le bajó a la música, y él no pudo estar más agradecido por ello. Sonreía aletargado mientras acariciaba con las yemas de sus dedos la madera a su lado, sin saber muy bien el por qué. El silencio de la pieza le estaba resultando demasiado plácido para su gusto, al punto en el que ni siquiera se percató de lo rápido que se acompasó su respiración antes de quedarse dormido en medio de una cadena de memorias y recuerdos que prontamente quedó interrumpida, flotando como nubes dentro de su propia inconsciencia.


Comentarios, sugerencias, favoritos, insultos y arenosidades varias... Todo se vale. La próxima actualización será el jueves, mientras estabilizo un poco esta historia con la otra que estoy escribiendo también. Nos leeremos pronto :3