Los Últimos Inviernos
Chapter 01
Hace 48 años una sacerdotisa de nombre Kikyo era incinerada en una pequeña aldea, y con ella moría un artefacto llamado "la perla de shikon" desde entonces sucesos inexplicables han azotado todas la regiones conocidas de Japón, bosques incendiándose, demonios que nunca habían sido vistos destruían todo a su paso, aldeas que desaparecían por completo, mares de sangre extendiéndose en las praderas, ríos arrancados de sus cauces, algo pasaba en un pequeño bosque de la región donde aquella sacerdotisa había puesto final a su vida, un bosque conocido como "el bosque de Inuyasha" un demonio espectral, con cuerpo humano, pero sin rostro, con un color gris rodeando su cuerpo peleaba con un grupo de humanos apenas armados….
El demonio gris atacaba y destrozaba los cuerpos de aquellos contendientes, que sólo lograban retroceder sin causarle daño, el grupo de humanos se había reducido a dos personas, un chica de ojos grises de nombre Hikari, alta y con un largo cabello suelto de color negro, profundo como la noche, que hacía un juego perfecto con el semblante hermoso, pero siempre inexpresivo de su rostro, usaba un báculo para defenderse, el otro sujeto era un anciano que apenas podía andar, Hikari era la única que quedaba en su defensa. El demonio había dejado de atacarles, pero seguía rodándolos, haciéndolos retroceder, hasta un enorme árbol, donde un hanyou permanecía sellado con una flecha en el pecho. Antes de decir algo sobre la escena, el demonio arrojo a Hikari por los aires, destruyendo la flecha que mantenía a aquel hombre junto al árbol, Hikari cayó a los pies de aquel hanyou, mientras el anciano era atravesado por su propia katana, el demonio lo tenía en sus manos, pero el Hanyou comenzaba a levantarse.
Este olor…. Sangre… o un demonio inferior… ¡aléjate o atravesare estas garras por tu cuerpo! (que bien se siente volver a respirar).
El demonio no respondió, pero soltó al anciano e intento atacar al hanyou, que lo recibió con un ataque de sus garras, mientras en un instante, la sangre del demonio yacía en sus largos cabellos plateados, el demonio había sido exterminado. El hanyou miraba con aire reflexivo alrededor, se sentía perdido en el tiempo, y sólo tenía en mente, el aroma, la presencia de aquella mujer que un día lo traiciono. Respiro profundamente, un alivio extraño refrescaba su cuerpo, ahora miraba al anciano tendido en el suelo, y se acero a él a paso lento..¿Quién eres tú? preguntaba el no importa, sólo importa quién eres tú. decía el anciano con una mirada tranquila, que parecía perdida del lugar. Soy Inuyasha... ¿qué hace aquí, eres habitante de la aldea? el anciano intentaba recordar algunas cosas. No. Hace mucho tiempo que no hay una aldea por aquí chico. Parece que llevabas mucho tiempo allí sellado, hace más de 40 años que la aldea que le daba nombre a este bosque desapareció. Inuyasha se estremecio, algo, un miedo quizá, recorría su cuerpo. ¿Qué dices anciano? No puedo decirte más, mira mi pecho… sangra. Necesito que protejas a esa chica, si es una carga para ti, llévala a una aldea, pero no la dejes morir aquí… sólo quedan dos inviernos… el anciano que permanecía en el suelo con la vista al cielo, cerraba sus ojos para siempre. Inuyasha miraba alrededor, ahora lograba ver a la mujer que el anciano le menciono, era extraño que estando a sus pies, él ignorase sus presencia, la chica comenzaba a despertar. ¿Quién eres? preguntó a Inuyasha. Soy Inuyasha, tengo que sacarte de aquí, ese anciano está muerto, y al parecer no hay nadie vivo en los alrededores. Pero. ¿Cómo? Hikari si exalto, sin embargo Inuyasha la levanto enseguida y la puso en su espalda. No hay tiempo de hablar, debemos irnos. ¿Cuál es tu nombre? Hikari se quedó estupefacta por la reacción violenta de Inuyasha que comenzaba a andar de salto en salto, atravesando el bosque. Hi.. Hikari, ese es mi nombre. Inuyasha no respondió, sólo se limitó a andar, con aquella chica en su espalda, la incertidumbre de no saber lo que pasa, y un presentimiento terrible sobre el futuro.
