The legend of the bells
"Se dice que en víspera de navidad, debes darle a tu novio una campana dorada para que su amor nunca se rompa…"
Katly caminaba hacia las tiendas del centro, no iba sola, su mejor amiga la acompañaba, Lily, ellas dos siempre iban juntas a todas partes desde que estaban en primaria, aunque Lily era más tímida que Katly, las dos se complementaban muy bien.
-¿está segura?...- le pregunto su tímida amiga, antes de entrar en la tienda.-
-¡claro que sí!, lo escuche de las chicas de ultimo año. – le dijo a su amiga arrastrándola dentro de la tienda.
Una vez dentro las chicas de deslumbraron con las hermosas joyas que habían dentro. El brillo del dorado, el color de las piedras y por sobretodo la elegancia del decorado, esta de seguro era la tienda. Habían visitado tres tiendas antes, pero ninguna de ellas tenia las dichosas campanas, solo un de todas las joyerías del centro vendía campana y al parecer era la más difícil de encontrar. Lily se entretuvo mirando unos anillos, mientras que Katly se fue directo al mostrador a tocar el timbre, estaba un poco desesperada por encontrar aquellas campanas. Hacia un mes que empezó a salir con Siwon, uno de los chicos más sexys y guapos de toda la academia, era increíble que él aceptara ser su novio… lo amo desde el primer día que lo vio en la ceremonia de bienvenida, era como ver a un modelo, siempre serio y elegante, con un aire muy maduro.
-¿Qué desea?...- le dijo el dueño de la tienda, venia frotando una pieza de metal, seguramente se trataba de plata por su color.
-estoy buscando unas campanas…- le dijo ella mientras rebuscaba con la mirada, esperaba que en esta tienda si estuvieran.
-¿las campanas de los amantes?...- le dijo el señor alzando las cejas.-
-¡sí!...- le dijo casi con un grito.
-ya se vendieron todas…- acomodo sus gafas para ver mejor a la niña.-
-¡Todas!... no, no…- se dijo mientras llevaba sus uñas a la boca.- ¿Qué voy a hacer?...
-espera…- le dijo al ver lo acongojada que estaba.- creo que me quedan… déjame buscarlas.- sin esperar la respuesta se metió debajo del mostrador, haciendo sonar cajas y otras cosas que permanecían guardadas.
-sí por favor…- se remordió los labios asomándose por el mostrador.
-campanas…- se escucho murmurar.
-¡por favor que encuentre!, por favor, por favor…- repetía bajito.
Fue cuando el hombre saco una caja empolvada, era un poco vieja, se había olvidado de ella por completo. Pero al ver la desesperación de la chica en sus ojos recordó lo que su padre le decia; "algunas persona depositan sus esperanzas en sueños", ¿Quién podría negarle soñar?, nadie tiene ese derecho.
Entonces recordó que su padre había dejado unos modelos para él, ya no los necesitaba… aprendió la técnica y tenía sus propios modelos de campanas, ¿Qué mejor que darles un buen uso?. Al poner la caja en el mostrador, la destapo dejando ver el dorado de las campanas, aun con los años no perdían su brillo.
Katly se quedo sin aliento, una chica le mostro la suya pero estas eran diferente, eran antiguas. Sus dedos le picaban, deseaba tomarla para ella pero no sin permiso.
-¿le gustan?... son un modelo antiguo.
-¡me encantan!...- desesperadamente abrió su bolso para sacar su billetera, había trabajado y ahorrado durante tres meses, ni siquiera había comprado un dulce con ese dinero.- quiero un par…- le dijo contando los billetes.
-lo siento…- le dijo el señor cerrando la caja.- es una colección de cuatro, solo puedo vender las cuatro…
-pero…- le dijo agitando su respiración.- ¡las necesito!...- a su mente vino al imagen de su novio, aquel chico que era tan inalcanzable que por un milagro estaba saliendo con ella.- no puedo pagaras las cuatro… solo me alcanza para tres… pero…- busco dentro de su billetera, pero por más que buscara no encontraría más dinero.
-yo… tengo un poco de dinero…
-ah…- exclamo. Se había olvidado por completo de su amiga, estaba tan concentrada en las campanas.
-yo tengo un poco de dinero… ¿quizás pueda comprar el otro par?...- le pregunto a su amiga, las campanas eran cosa suya, pero al verla así… ¿Qué más podía hacer?
-¡Sí!...- le grito para abrazarla.
El señor solo sonrió al ver que todo quedaba arreglado. Las chicas juntaron su dinero y así pudieron pagaron, Katly estaba extasiada, esto era lo que necesitaba para seguir adelante con su historia de amor.
-recuerden… - le dijo el señor poniendo un par de campanas en la cajita de terciopelo.- cada campana se parece, pero la magia está en que el par de campana…- les dijo mostrándoles el par.- fue hecha el mismo día de luna llena, y no importa que tan parecida sean… no son iguales.
Ambas asintieron con la cabeza y tomaron una caja cada una, Lily no tenía a quien darle su campana pero la guardaría para alguien especial. Katly en cambio estaba planeando darle su campana el día 24 de diciembre a Siwon.
Fueron a sentarse a una banca en el parque, aun quedaba tiempo para tener una pequeña platica y comer dulces.
-¿son hermosas… verdad?...- le dijo a Lily.
-sí… brillan mucho.- la suya destellaba con los últimos rayos de sol.
-¿crees que es verdad?... lo que dijo el vendedor.- la miro de reojo.- que cada par es único…
-solo es para vender…- le respondió escéptica.
-sí…
Un golpe y el sonido de las cosas cayendo, Katly y Lily vieron como sus cosas cayeron al suelo, un par de chicos les lanzaron una pelota que desato el desastre. No sentían que sus dulces se desparramaran, lo que ambas sentían eran sus campanas. Katly se tiro al suelo, tomo la dos campanas y las miro… ¿Cuál era la suya?... cual… parecían iguales, eran del mismo color, tenían los mimos detalles… ¿Cómo iba a saberlo?
-Katly tranquila… solo son campanas.- le dijo al ver a su amiga tan mal.
-pero el señor dijo…- le estaba a punto de repetirlo lo mismo.
-es mentira… solo lo dijo para venderlas.
-pero… ¿y si es verdad?...
-¡no lo es!...
Sin esperar que ella siguiera la plática de verdad o mentira, Lily tomo una de las campanas y la puso dentro de su caja, ante la mirada de terror de Katly.
-¡¿Qué hiciste?!...- le dijo a su amiga mientras la mueca de horror se mantenía en su rostro.
-por favor… ¿no me digas que de verdad crees ese cuento?, las campanas son un lindo detalle para regalar, pero no son mágicas…- le explico.- si fueran mágicas todas las parejas de Corea buscarían esa tienda.
Katly se quedo mirando la suya, ¿sería verdad?... que estas campanas no tenían nada mágico, si era así... desvió la mirada triste. Ella las había buscado por esa razón, por… su amor.
Después de esa tarde Katly paso la noche mirando el techo de su cuarto, en dos días sería 24 de diciembre, ese día ella y Siwon tenían una cita, entonces le daría la campana y ellos… se giro en la cama pensando en ese momento, cuando él se acercara a su rostro y le diera un beso lleno de amor.
-pronto…
Susurro antes de cerrar los ojos y seguir soñando con la romántica salida.
-24 de Diciembre-
Katly alisaba su cabello con los dedos, ese día se había esmerado en arreglarse, su cabello que siempre estaba lacio llevaba unos pequeños bucles en las puntas, que ahora intentaba desarmar. Se vio en la ventana de una tienda y pensó que era demasiado para ella… lucia como una niña de primaria, además que su vestido tenia lazos y era rosa… ¿Por qué rosa?, quería lucir más adulta y se veía peor que antes, como toda una niña. Limpio sus labios del brillo, debería haber usado un labial rojo… seguro se vería mejor con él.
-Katly…- le dijo a la chica.
Ella miro el reflejo en la ventana y sus ojos brillaron, ¡era él!... se giro y escondió sus manos en la espalda. Le dedico una gran sonrisa y miro a su novio. Como siempre el lucia tan perfecto, esa chaqueta negra con una bufanda azul, su corazón latía fuerte cuando lo tenía en frente.
-oppa…- movió sus pies para encontrarlo.- te estaba esperando…- le dijo con inocencia.
-lo siento…- le dijo bajando la mirada. Ella era linda… aunque…- te hice esperar.
-no… yo llegue temprano.- le corrigió para que no se sintiera culpable.
Él la invito a pasear, esta era su cuarta cita, a pesar de que eran novios no salían mucho, solo se veían dentro de la escuela, por eso Katly estaba tan asustada… sentía que Siwon era un poco frío con ella. Pero todo iba a cambiar hoy, ella tenía las campanas para hacer realidad su cuento de hada. Se sonrió callada mientras pensaba en eso, seguro terminaría casada con él y todo sería perfecto.
-oppa.- le llamo tomándolo de la chaqueta.- yo…- sus mejillas se sonrojaron, este era el momento…
-Katly...- le interrumpió.
Él había pensando mucho en ella, pero no de la forma en que desean las chicas. Hoy lo había confirmado, Katly… ella era buena pero no podía, simplemente no podía.
-nosotros…- esto lo convertiría en un mal hombre, pero prefería hacerlo ahora antes de que ella siguiera ilusionándose.- deberíamos terminar.
La palabra terminar se quedo en su mente… ¿de verdad dijo terminar?, estaba hablando de… separarse. Sin saber sus ojos se llenaron de lágrimas, las cuales hicieron el recorrido de su mejilla hacia el mentón.
-Katly… yo…- levanto su mano para ponerla en su rostro pero ella se retiro hacia atrás.
-está bien…- le dijo tomando su mano para secar las lagrimas.- no te preocupes…- movía su cabeza, se contenía para no hacer una escena, no en la calle, no en víspera de navidad…
-Katly voy a lleva…
-¡no te preocupes!...- le dijo sonriendo mientras apretaba sus manos.- iré a comprar… algo…- se giro sobre sus talones, frenando sus ganas de salir corriendo.
-¡Katly!...
Ella giro su rostro para verlo sobre su hombro y se despidió con la mano. Fue cuando las lágrimas se sintieron con total libertad para escapar, corriendo por sus mejillas, sus ojos ardían, y no podía ver nada, todo se nublaba a través de las lágrimas, la cabeza le daba vueltas y sus manos tiritaban… ¿Por qué?... porque todo termino de esta forma. Sollozo intentando limpiar las lagrimas, pero era inútil seguía llorando.
-cuidado…- le dijo una voz.
Había chocado directo contra alguien, pero no le importaba… sentir el cuerpo de alguien contra ella… se aferro a él y abrazada al extraño lloro, lloro con todo su corazón.
-espera… tú…
Seguía llorando en los brazo de aquella persona, le dolía el corazón. Ella que había esperando tanto por este día… todo término mal, horrible.
-tranquila…- ¿Qué le sucedía a esta niña?. Sin saber qué hacer con la niña, noto como las personas los miraban, seguro se estaban haciendo una idea equivocada.- ya… no llores…- le dijo tocando su cabeza de forma fraternal, nunca se imagino una escena tan patética, consolando a una chica en noche buena… a la vista de todos.- tranquila…
Katly no se dio cuenta de la escena o de la incomodidad del extraño, necesitaba esto… sentir que alguien se preocupaba por su corazón. Al cabo de unos minutos el llanto se fue apagando, al igual que las lágrimas y vino la cordura a recuperar terreno. Se aparto secando sus lágrimas y no tenía cara para ver a quien le había manchado la ropa con sus lágrimas.
-lo siento…- le dijo haciendo una reverencia para disculparse.
-¿te encuentras bien?... ¿quieres que llame a alguien.- la chica se veía mal, tenía los ojos rojos y la nariz… mejor no hablar de ella.
-no… gracias…- metió su mano en los bolsillo de su chaqueta, estaba buscando algo con que sonar su nariz cuando toco el metal frío… la campana. Cerro sus ojos con fuerza y quito la mano deprisa.- adiós…- le dijo echando a correr.
-¡hey!...- le dijo al verla correr.- espera…- le pidió pero ella ya iba muy adelante.-que chica más rara…- dijo girándose y al pisar sintió que se clavaba con algo.- ¿Qué demonios?...- se dijo bajando la mirada al suelo. En medio del gris y blanco había un dorado brillando.
Puso una rodilla en el suelo y con su mano derecha recogió la cosa brillante, ¿era una campana?... entonces volteo su vista hacia donde corrió la chica, seguro que se le cayó a ella… pero, ¿Por qué olvidaría algo como esto?, era un detalle muy hermoso, de oro… algo que a la vista se notaba especial.
